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Parque Provincial Aconcagua
El Parque Provincial Aconcagua se ubica en el noroeste de la provincia de Mendoza, departamento Las Heras, se encuentra a 165 km de la ciudad de Mendoza, y a 75 km de Uspallata, por la RN 7, que aloja al Cerro Aconcagua, de 6.962 msnm.
La cima del monte se encuentra a 12 km de la frontera con Chile, y a 18 km de la ruta internacional. Lo circundan por el norte y el sudoeste la quebrada y el valle de los Horcones, que sirven de lecho al río del mismo nombre; por el Sur, la quebrada de Horcones Inferior; por el norte y el este el valle de las Vacas.
En 1983 fue declarado Área Natural Protegida. Es una de las diez Reservas Naturales que forman el sistema de Áreas Naturales Protegidas de la provincia de Mendoza.
El Parque alberga grandes glaciares, una reserva hídrica. Se encuentran importantes sitios arqueológicos. Es el escenario preferido para los andinistas.
Geografía
- Área: 71.000 ha, y junto al Aconcagua, se alza un conjunto de nevados que superan los 5.000 msnm: Dedos, Tolosa, México, Almacenes, Ameguino, Cuerno, Pan de Azúcar, Cúpula Güssfeldt, La Mano y Catedral.
- El Aconcagua, Atalaya ó Centinela de Piedra (vocablo quechua), muestra flancos imponentes, ventisqueros, agujas ó penitentes de hielo, grandes acarreos, ríos subterráneos, arroyos, glaciares colgantes, y nieves eternas.
En el Cerro Aconcagua la humedad relativa es escasa y la presión de oxígeno también disminuye por la misma razón. Los vientos producen zonas de baja presión que intensifican estos efectos. Debe tenerse en cuenta que los Campos Base, desde los cuales se inicia el ascenso, se encuentran a más de 4.200 msnm.
- 1883, el alemán Paul Güssfeldt, en condiciones adversas, llega a los 6.560 msnm
- 14 de enero de 1897, el suizo Mathias Zurbriggen, alcanza la cumbre
Relieve
La constitución geológica-estructural de la cordillera es compleja y para su análisis permite ser dividida en tres partes suficientemente diferenciadas. Una de ellas es la que se extiende aproximadamente entre los paralelos 28º y 34º, porción que a su vez puede subdividirse en dos cordones paralelos, uno oriental que se denomina Cordillera Frontal y otro occidental, donde se encuentra el Parque Provincial Aconcagua, que lleva por nombre Cordillera Principal o del Límite, que posee unos 70 km de ancho al sur del río Diamante y va estrechándose hacia el norte, donde sólo alcanza los 30 km en la región del Parque prospectado. Es significativo aclarar que estas dos cadenas no poseen una división bien definida entre ellas, a excepción de unos pequeños trechos, y que ambas secciones están perfectamente unidas entre sí. La principal diferencia que existe entre ellas es el tipo de rocas que la componen. La Cordillera Principal está formada por capas de sedimentos marinos con fósiles de edad jurásica y cretácica y del lado occidental rocas piroclásicas (González Bonorino, 1958). A la vez la separan de la Precordillera – una formación montañosa distinta- varios valles que a la altura del área prospectada es el de Uspallata el que cumple ese fin.
El cerro Aconcagua está situado en extremo sur de la cadena denominada los Penitentes y con sus 6.959 msnm se lleva el atributo del ser la mayor elevación del continente americano y su gran altura, como la de otros cerros próximos, no corresponde a estructuras volcánicas activas como el Tupungato, sino que su altitud actual resulta del levantamiento tectónico de la cordillera. Lo custodian colosos de gran altura como el cerro Catedral al noroeste con 5.200 msnm, el Cuerno (5.450), Bonete (5.100) y otros ubicados en el Valle de los Horcones Superior. En el denominado Valle de los Horcones Inferior se encuentran los cerros Ibáñez (5.200), el cerro Mirador (5.800) entre los de mayor altura. Entre los 27º y los 33º 30’ no se observa vulcanismo cuaternario y la actividad sísmica se concentra en una franja delgada a lo largo del borde occidental, que coincide con la zona geotectónica más activa donde ocurren los grandes terremotos.
Una característica destacable es que sólo las cumbres muy altas están cubiertas por glaciares, que tuvieron lugar durante una serie de avances ocurridos durante el Cuaternario, dado que el límite inferior de las nieves eternas es muy elevado debido a la aridez y la fuerte insolación. Esto da lugar a que se erijan los penitentes, formación muy característica de esta zona de los Andes, consistente en montículos de nieve de unos 3 metros de alto con aspecto de monjes, ocasionados por la fusión de las capas superficiales de nieve debida a la fuerte insolación que al formar surcos que se van ahondando con el paso del tiempo, queda la zona cubierta de esos agudos montículos alineados. Estas formaciones, por su aspecto, dan nombre a la cadena de elevaciones Los Penitentes.
El avenamiento se produce en las altas cimas como el Aconcagua por una vasta red a la que se agrega la fusión del hielo y la nieve, lo que forma un material muy denso que propicia los taludes de escombros en forma frecuente.
El “centinela de piedra”, significado del origen de la palabra Aconcagua en lengua quichua, dista a unos 12 km de la frontera con la hermana República de Chile y sus coordenadas son 32º 39’ Lat.S y 70º 01’ Long. O. (Atlas I.G.M., 1998). Son 71.000 ha de ambiente seco, árido, de terreno montañoso con poca vegetación en las laderas y donde las estribaciones forman extensos cordones separados por enormes valles cuya altura a veces desciende hasta los 2.000 msnm. En la pared sur y también en la que mira al este el cerro Aconcagua presenta impactantes glaciares como el denominado Polaco que recorre esta ladera entre aproximadamente los 6.900 y 5.900 msnm, con una extensión cercana a las 700 ha y el Güssfeld, con bastante más extensión que el anterior. Uno de los mayores de la zona es el glaciar de La Vacas con casi 2.000 ha.
La acción glaciaria fue mucho mayor en el pasado y la geomorfología que se aprecia en la actualidad está modificada por la acción de procesos ulteriores como la remoción en masa y la acción fluvial. Los glaciares actuales de la zona cordillerana en general, que afectan por ende al Parque Provincial Aconcagua, se los clasifica como glaciares de valle, glaciares de montaña y manchones de nieve; estos, a su vez, pueden presentarse como descubiertos, cubiertos por detritos y glaciares de escombros.
Hidrografía
Casi toda la red fluvial de Mendoza corresponde a la cuenca del Desaguadero formada por los ríos Mendoza, Tunuyán, Diamante y Atuel. Sólo en la parte sur los ríos Barrancas y Grande que forman el Colorado, no integran la mencionada cuenca.
Todos estos cursos de agua nacen en la zona montañosa y descienden hasta las llanuras donde interrumpen sus cuencas debido al intenso aprovechamiento que se hace de los mismos para el riego. Son ríos antecedentes (que conservaron sus cursos desde antes de las formaciones orográficas) que atraviesan las montañas por medio de enormes gargantas erosionadas durante los movimientos terciarios y prácticamente muchos de ellos carecen de agua durante buena parte del año y con el deshielo primaveral sus cauces se hacen muy torrentosos.
El río Mendoza se forma de la unión de los ríos Tupungato y de las Cuevas y recibe las aguas de los arroyos Horcones, Santa María y del río Vacas que desciende del Aconcagua. Nótese la diferencia del caudal de un río que se alimenta de los deshielos como lo es el Mendoza, comparando su caudal medio, calculado en aproximadamente 55 m³/s, con los 750 m³/s que alcanza en el verano.
Al Parque Provincial Aconcagua lo circundan por el oeste y sudoeste el río de los Horcones que corre por el valle del mismo nombre y parte de los sectores norte y este el río de las Vacas. En las faldas del este nace el arroyo de los Relinchos, que alimenta luego de un breve recorrido, el río Vacas.
No existen lagos glaciarios y sólo vemos algunos restos de ellos en forma de pequeñas cubetas en las altas montañas.
La laguna de los Horcones es el espejo de agua más importante que posee el área preservada. Los glaciares, esas enormes masas de hielo que ocupan las partes más elevadas de los macizos tienen su máxima expresión en la unidad de conservación.
Dos se encuentran en la vertiente austral (ventisqueros Horcones inferior y Horcones superior) y los resultantes en las laderas Norte y Noreste, siendo el principal el de las Vacas, situado en cabecera del río homónimo.
En las paredes sur y este se destacan los ya mencionados glaciar Polaco, de una superficie que alcanza las 700 hectáreas, y el glaciar Güssfeld con una superficie que supera las 1.000 hectáreas.
Clima
El clima que afecta el área protegida que analizamos se lo puede clasificar como Templado semiárido de montaña. Está caracterizado por la irregularidad del régimen pluvial que acusan las variaciones que, en este aspecto, sufre la zona por recibir influencia climática del dominio atlántico, con lluvias estivales, y del dominio pacífico con sus precipitaciones predominantemente invernales.
A pesar de la gran distancia que la separa del Atlántico, esta parte cordillerana recibe de ese sector la escasa humedad que se precipita generalmente en forma de grandes nevadas en las partes más elevadas, durante los meses de mayo a agosto mayoritariamente. Su frecuencia y magnitud decrecen hacia el este.
Desde el Pacífico el clima recibe la mayor influencia por la acción del anticiclón del Pacífico que genera vientos del oeste. Estos vientos se elevan y al chocar con los cerros de la cordillera se enfrían y precipitan su humedad en forma de nieve. La costa chilena es afectada por dos corrientes bien diferenciadas, la de Humbold, que es fría y baña las costas del sector norte, y la Patagónica, templada, las del sector sur. Ambas según la procedencia del viento influyen en el área aunque en mucho mayor medida los vientos sector del sector sudoeste.
En la cordillera la ascensión del aire se hace marcadamente a través de los valles y los faldeos de los cerros y por la baja presión que hay en las cumbres este aire asciende durante las tardes generalmente y forma cúmulos pero no llegan a producirse. De noche ocurre el fenómeno contrario y el viento sopla desde la cima hacia los valles.
Como todas las regiones con marcadas variaciones altitudinales, la temperatura es un factor climático totalmente dependiente de las mismas.
En toda la cordillera cuyana ocurren en invierno fuertes vientos fríos provenientes del sector oeste y sudoeste, que cuando soplan conjuntamente con nevadas se forma el tan temido viento blanco. Estos mismos vientos, bajo condiciones atmosféricas particulares, cruzan los Antes sufriendo bruscos cambios que los transforman al llegar a las zonas bajas en cálidos y secos, como ocurre con el folklórico viento zonda.
En cuanto a las temperaturas del verano, hay que tener en cuenta que durante las noches, sobre los 5.000 msnm los – 20 °C es un valor no excepcional y en la cima llega a los -30 C°. En Plaza de Mulas en momentos de mal tiempo se suelen registrar –18 C°. Durante el invierno la zona esta muy cubierta de nieve y la temperatura raramente sobrepase los 0 C°
Flora
La zona de ubicación del Parque Provincial Aconcagua permite clasificarlo fitogeográficamente según Cabrera (1976), en lo que él denomina Provincia Altoandina, que abarca todas las altas montañas que se ubican al oeste de la Argentina desde el territorio boliviano hasta Tierra del Fuego. Según la latitud este bioma esta sectorizado en distritos, denominándose Distrito Altoandino Cuyano al que ocupa los Andes de las provincias de San Juan y Mendoza. La clasificación realizada por PRODIA (1999) no difiere demasiado de la mencionada anteriormente, sólo que esta última a partir aproximadamente de los 38º de Lat.S. hacia el sur, deja de denominarse "Ecoregión de los Altos Andes" para llamarse Bosques Patagónicos, por la presencia de la selva Valdiviana en este sector.
Como ocurre con todos los biomas, el tratado en cuanto a la vegetación se refiere, está altamente influenciado por el clima frío y seco de los Andes Mendocinos, predominando en las laderas escarpadas escasa vegetación arbustiva, achaparrada o rastrera, y en las zonas cercanas a las cimas la vegetación dominante es la estepa arbustiva, baja y esparcida, con predominio de los iros, que son matas compactas de pastor duros, generalmente amarillentas, muchas veces pertenecientes a los géneros Stipa y Poa
En las zonas más altas, hay generalmente, roquedales donde la hostilidad del clima impide el desarrollo de cualquier tipo de vegetación. Sólo se observan algunos vegetales en las zonas húmedas que se forman por alguna oquedad del suelo o características del relieve que propicien la permanencia de humedad. En estos lugares – denominados vegas – crecen escasos pastizales compuestos por vegetales de las familias de las ciperáceas y juncáceas. Descendiendo aparecen algunas plantas que representan principalmente a las familias compuestas como caliceráceas, portulacáceas, leguminosas y verbenáceas. Cuando descendemos en altura aparecen algunas especies leñosas, siendo la más común de observar el cuerno de cabra (Adesmia subterranea) que desarrolla poco más de un metro de alto. Toda la flora desarrolla su ciclo vital en forma repentina y por el escaso tiempo en que las condiciones climáticas merman su rigurosidad.
Fauna
Si en el ítem referido a la flora se decía que las condiciones ambientales adversas para el desarrollo de la vida conspiraban notoriamente contra su abundancia, el mismo criterio puede aplicarse para la fauna. Son pocas las especies que lograron adaptaciones evolutivas para compensar o adecuarse a la carencia de agua, de cobertura vegetal suficiente, bajísimas temperaturas, escaso oxígeno en el aire, el fuerte y constante viento, entre otros factores adversos.
Sin guardar un orden sistemático se hará mención de las principales especies de cada grupo faunístico- dentro de los vertebrados- que habita estas latitudes, teniendo en cuenta también que las condiciones del terreno y el clima hacen dificultoso el relevamiento exhaustivo de la fauna.
El cóndor (Vultur gryphus) que con una envergadura cercana a los tres metros y una estatura que estando posado supera los 90 centímetros es considerada el ave voladora de mayor tamaño, sobrevuela con extraordinaria habilidad los valles y los cerros del área prospectada. Él sólo de por sí constituye un elemento de gran atractivo para los visitantes. Continuando con el grupo de las aves es oportuno aclarar que la región altoandina posee varios endemismos como la dormilona cenicienta (Muscisaxicola cinerea) que frecuenta la cercanía de los ríos y arroyos de montaña, el comosebo andino (Phrygillus gayi) con un vistosos capuchón oscuro que contrasta con la parte ventral amarillo-blancusca, el yal plomizo (Phrygilus unicolor), la agachona de collar (Thinocorus orbignyianus), cuyo nombre común hace referencia a la costumbre de “achatarse” contra el suelo y su aspecto recuerda a una paloma, la monterita pecho gris ( Poospiza hypochondria). La nómina continúa con la palomita cordillerana ( Metriopella melanoptera), la gaviota ( Larus serranus ) y dentro de la familia Trochiidae también encontramos un representante que frecuenta los altos cerros de los Andes, el picaflor andino ( Oreotrochilus leucopleurus ). La nómina continúa con la caminera grande ( Geositta isabellina) que suele vérsela en las inmediaciones de la laguna de los Horcones, la dormilona frente negra (Muscisaxicola frontalis), la dormilona chica ( Muscisaxicola muculirostris), entre algunas otras especies.
La mastofauna del área prospectada sólo es relativamente abundante dentro del orden de los roedores con varios integrantes de la familia Muridae (Cricetidae para otros autores ) como la laucha andina (Calomys lepidus ) y el ratón andino (Akodon andinus). También entre los roedores se destacan el chinchillón (Lagidium viscacia) y la rata chinchilla (Abrocoma cinerea ). Un lugar relevante lo ocupa el guanaco(Lama guanicoe) cuya capacidad para vivir en terreno escarpados es superior a la de la vicuña, también se encuentran poblaciones del emblemático puma ( Puma concolor) y de zorro colorado ( Lycalopex culpaeus) cuyo estatus nacional lo considera próximo a ser vulnerable y figura en el Apéndice II de la Cites.
De la herpetofauna y la batracofauna del Parque Provincial Aconcagua aún no se ha logrado obtener un listado completo por lo que preferimos omitir nóminas aisladas.
Recursos culturales
Los primitivos habitantes
Aunque aún permanecen dudas sobre algunos aspectos de los habitantes prehispánicos de la zona de Cuyo, se puede afirmar con suficiente certeza que ya al comienzo del Holoceno el territorio estaba poblado. En este período bandas de cazadores y recolectores no especializados recorrían el actual territorio mendocino. Su instrumental, constituido por un corto número de artefactos muy diferenciados, era fabricado sobre lascas y núcleos y no conocían las hachas de mano ni las puntas de flecha (Rodríguez, 1976). Las excavaciones realizadas por el arqueólogo Lagiglia en los valles de los ríos Diamante y Atuel sirvieron de testimonio para conocer que más tardíamente en la zona indicada ya se utilizaba el hacha y puntas de proyectil bifaciales (estas fueron posteriores al empleo del hacha). Más tarde aún, hacia el 2000 a. C., fecha establecida por registro con carbono 14, se determina la presencia de un grupo distinto a los anteriores y utilizan la llamada Gruta del Indio para fines ceremoniales o funerarios y presumiblemente vendrían de los Andes del sur peruano y del actual territorio de Chile. Hay estudios que hacen referencia a otras culturas prehispánicas que en distintos períodos ocuparon la zona prospectada; en el sector sur por ejemplo, más recientemente, la influencia de la cultura e idioma araucanos ha sido intensa (Serrano, 2000).
En el período hispánico los originarios que ocupaban la zona de Cuyo fueron los Huarpes. Estaban divididos en dos grupos con características distintas. Los huarpes de San Juan hablaban una lengua llamada allentiac y los mendocinos un codialecto llamado millcayac (Canals Frau, 1986).
El idioma de los huarpes es hoy conocido gracias a los textos elaborados por el Padre Valdivia y a grandes rasgos se puede referir que los del sector occidental, o sea que ocupaban en territorio del Parque Provincial Aconcagua, eran agricultores en escaso grado pero utilizaban irrigación artificial; como armas usaban el arco y la flecha y no fueron un pueblo guerrero. En cuanto a la vestimenta, según dice el Padre Ovalle, vestían con buenas prendas y los hombres utilizaban como distinción de su sexo una vestimenta similar a lo que hoy conocemos como camiseta. Las mantas y las prendas tejidas también componían su indumentaria.
Expansión incaica
El ingreso de los incas al actual territorio argentino tuvo lugar a mediados del siglo XV, produciéndose por el noroeste y llegando, en su extremo austral, aproximadamente hasta el territorio mendocino. En los primeros momentos esta expansión no parece haber tenido como objetivo preponderante intereses económicos o estratégicos definidos, sino a un conjunto de motivaciones corporativas de sectores dominantes de la sociedad cuzqueña (Tarragó, 2000). Esta ocupación abarcó menos de un siglo, de acuerdo con la cronología aceptada. Sin embargo, en este breve período, la impronta sociocultural del Imperio Inca fue significativa. En primer lugar el legado de la lengua quichua que se impuso en vastas zonas del noroeste argentino, una cerámica de excelente factura y fina terminación, en la zona andina se percibió el empleo del bronce de cobre y estaño en lugar del de cobre y arsénico utilizado previamente, amén de sistemas innovadores de cultivo y caza, entre otros muchas cosas.
En el área del Parque Provincial Aconcagua el hallazgo, hasta el momento, más importante atribuido al inca fue el de una momia perteneciente a un joven. Una expedición realizada en 1985 por integrantes del Club Andinista de Mendoza encontró gruesos muros de pircas y un fardo funerario. Dieron intervención inmediata al Instituto de Arqueología y Etnología de la Universidad Nacional de Cuyo quienes junto con investigadores de CONICET y otras instituciones programaron enseguida una expedición para rescatar el hallazgo. Al momento del desenfardo constataron que se trataba del cuerpo de un niño de 7 u 8 años de edad, sexo masculino y con rasgos muy armónicos y data de unos 450 años A.P. También hubo hallazgos de elementos varios pertenecientes a la cultura Huarpe.
Epopeya emancipadora
Sin lugar a dudas, el mayor valor cultural – al menos desde el punto de vista de la historia contemporánea – que tiene la zona de los Altos Andes próxima al área del Parque Provincial comentado es el cruce del cordón montañoso más largo del mundo por parte del ejército argentino al mando del General José Francisco de San Martín a mediados de enero de 1817. Prestigiosos estrategas militares consideran a este emprendimiento como una proeza desde el punto de vista estratégico y humano, por cuando en algunos sectores tuvieron que transitar por los 3.000 msnm, como fue el caso del ala del ejército que condujo el General Juan Gregorio de Las Heras, a través del paso de Uspallata, donde la resistencia física y el temple del espíritu tuvieron que ser óptimos para sobrellevar las inclemencias del tiempo, el aire con menos oxígeno, una cuantiosa carga de artillería, víveres y enseres de todo tipo y cerca de 20 días de marcha por caminos sumamente dificultosos.
El General José Francisco de San Martín cruzó por el Paso de los Patos, algo menos accidentado pero más largo que el antes mencionado, y el 12 de febrero del aludido año triunfaba en la batalla de Chacabuco contra el ejército realista. Simultáneamente ese día tres escuadrones más que cruzaron por pasos distintos tomaban exitosamente poblados de Chile ocupados por los españoles. Con éstas operaciones ya se había avanzado enormemente en la liberación de Chile.
La conquista del coloso
Desde tiempos muy remotos el ansia de alcanzar la cima del cerro más alto de América invadió el espíritu de exploradores, científicos y deportistas. Ya en 1833 el alemán Paul Gussfeldt con poquísimos elementos desde todo punto de vista – cartografía inexacta, indumentaria precaria, falta de datos preexistentes de otras expediciones – logra alcanzar los 6.560 msnm y con esta hazaña sienta las bases del andinismo.
Años después, en 1896 una importante expedición dirigida por el científico inglés Edward Fitz Gerald busca una ruta distinta a la emprendida por Gussfeldt e ingresando por el Valle de las Vacas, en territorio argentino, busca el pie del cerro pasando por Puente del Inca y luego por el Valle de los Horcones, encontrando de esta manera la ruta más propicia que se utiliza actualmente.
En 1897 un integrante de la segunda expedición de Fitz Gerald, el suizo Mathías Zurbriggen el día 14 de enero hace cumbre por primera vez en la historia del Aconcagua. Cuatro semanas después en compañía de Stuart Vínes y Nicolás Lanti, vuelve a alcanzar la cima por segunda vez.
El primer argentino en llegar a la cumbre del Aconcagua fue el Teniente Nicolás Platamura, formando parte de una expedición italiana, el 8 de marzo de 1934. Hasta el año 1946 la cima había sido alcanzada unas veinte veces por expedicionarios de distintas nacionalidades entre las que cuenta la primera exploración íntegramente argentina en el año 1942. En 1949 tuvo lugar la primera conquista femenina realizada por Adriana Bance.
Cerramos la crónica de los muchísimos intentos y logros por alcanzar la cima del “centinela de piedra”, haciendo mención a la expedición del año 1954, compuesta por varios franceses dirigidos por René Ferlet, que se abrieron paso por la muy dificultosa pared sur, en la que existen desniveles de 3.000 metros que hay que superarlos con sistemas de escalada artificial porque es una compacta masa de hielo y piedra.
Por todo lo expuesto en este apartado referido a los recursos culturales del Parque Provincial Aconcagua no quedan dudas de que el legado histórico del mismo es sumamente valioso, constituyendo el Aconcagua un hito y un emblema de argentinidad.
Alternativas turísticas
Las posibilidades que ofrece el área son múltiples y van desde un simple pic-nic contemplando el fascinante paisaje hasta la escalada al cerro Aconcagua. Pero dada la diversidad de lugares y las estrictas normas que deben cumplir los visitantes, dividiremos el trabajo en dos partes: primero se comentará lo concerniente al turismo convencional y en segundo lugar al turismo deportivo, o sea el andinismo.
Áreas del Parque
El Parque es una unidad compuesta de dos áreas cuyos visitantes realizan actividades bien diferenciadas:
Valle de los Horcones
Acceso Horcones
A poca distancia de Puente del Inca, es la ruta más transitada. Por aquí ingresan los andinistas. En su inicio se ubica la Seccional de Guardaparques "Horcones", Jefatura Central del Parque, Desde esta seccional se coordinan las actividades de manejo del Parque, control de ingreso de andinistas, evacuaciones y rescates, logistica general de las seccionales Guardaparque ubicadas en los campamentos base. Por esta ruta se llega a Plaza de Mulas, 4.300 msnm, y a Plaza Francia, 4.200 msnm, en la base de la Pared Sur. El campamento intermedio se denomina Confluencia (3.300 msnm) y se encuentra a 4 h de marcha desde Horcones.
Comprende toda el área del Valle de los Horcones desde la RN 7 (límite sur) hasta la confluencia del Río Horcones y el Arroyo El Durazno (límite norte), y por el Este, la margen derecha del Río Horcones. Hacia el oeste asciende hasta el filo principal del Cerro Agua Salada.
En este valle se encuentra la infraestructura necesaria para la recepción de visitantes y el control y operación del parque. Esta área está destinada a las actividades turísticas de esparcimiento en general, de recreación y observación.
Hay senderos de interpretación y de vistas de paisajes sobresalientes indicados con la cartelería respectiva, que permite a los turistas realizar tomas fotográficas, observación de fauna y flora, caminatas y demás actividades recreativas relativamente intensas.
A partir del año 2008 funciona en el ingreso al Parque el Centro de Infomes "Alfredo Magnani" en el cual los visitantes pueden recibir información general del Area y de las diversas modalidades de ascenso.
El uso de esta área está reglamentado de acuerdo a las siguientes pautas en las se señala lo que está permitido realizar:
El ingreso de vehículos llegando solo hasta la Playa de Estacionamiento y circulando solamente por los accesos habilitados y en bicicleta de solamente hasta la Quebrada del Durazno, utilizando caminos demarcados.
El acampe de andinistas que ingresan o egresan del Parque por un período máximo de 24 h
El ingreso de ganado mular para el traslado de cargas de andinistas y prestadores servicios a los acampamentos base.
La realización de “picnic” en las cercanías al estacionamiento o en el área designada por el Guardaparque.
Cerro Aconcagua
Área destinada a la recreación y a todas las actividades deportivas, ascensión y trekking.
Se pueden realizar campamentos y actividades educativas en general. Dentro de esta área encontramos distintos campamentos destinados al uso del turismo es general o exclusivamente para andinistas. Los campamentos son de tres tipos:
Campamentos de aproximación
Campamentos Base
Campamentos de Altura
Campamentos de Aproximación:
Son los que se encuentran situados en las rutas de aproximación de las Quebradas de Horcones y del Río Vacas, entre la RN 7 y los Campos de Base. El tránsito se realiza únicamente a pie o en mula. En esta área está permitido el acampe de andinistas y visitantes que realicen actividades de ascenso y/o trekking.
Están delimitados sitios para carga y descarga de mulas como así también el amarre de los animales para que pasen la noche, prohibiéndose totalmente el pastoreo en zonas de mallines o cursos de agua a efectos de preservar el ambiente
Campamentos de Base:
Son las áreas destinadas al sentamiento de los andinistas que van a intentar la cumbre por las diferentes rutas de ascenso al Cerro. Los visitantes que realizan trekking no suelen llegar a los Campamentos Base. Para admirar la Pared Sur llegan sólo hasta el sitio conocido como “Mirador”
Campamentos de Altura:
Son los sitios que se utilizan durante el ascenso al Cerro y que tienen por lo general lugares reparados de los fuertes vientos (refugios) con arroyos y neveros para la provisión de agua.
AndinismoRutas de acceso: son sendas utilizadas para la circulación por los andinistas y por el ganado equino que realiza el transporte de equipos y carga a los Campamentos Base. Se delimitan aproximadamente del eje de la senda principal unos 25 metros a cada margen de ésta. Tanto en la Quebrada de Horcones como en la del Río Vacas, el tránsito se realiza únicamente a pie o montado.
Desde los Campamentos de Base a la cumbre se podrá utilizar tres metros de cada lado, tomando como eje central la senda.
El uso de estas rutas está reglamentado por estrictas normas:
No se permite arrojar o depositar basura; todos los residuos deben ser evacuados por los excursionistas. En el puesto de control de ingreso se provee a los andinistas de una bolsa plastillera numerada cada tres personas y una bolsa de plástico individual a cada persona, las que deberán ser devueltas al egreso del Parque conteniendo los residuos producidos.
No se permite el ascenso de ganado mular o caballar a los Campamentos de Altura, estando permitido solamente subir con mulas hasta los Campamentos Base, para la evacuación de residuos, transporte de materiales, evacuaciones, transporte de personal y para el servicio de los andinistas.
No está permitido el ingreso de bicicletas o motocicletas.
El acampe de andinistas solo está permitido en los Campos de Base y de Aproximación.
No está permitido el pastoreo de animales, salvo excepciones autorizadas por el Guardaparque, el cual designará un lugar adecuado.
Campamentos de Base
Los Campamento de Base son los siguientes:
Plaza Francia (4200 m)Es el inicio de la ruta de ascenso a la Pared Sur del Aconcagua. No existe aquí ninguna infraestructura ni control permanente de Guardaparques, ni se asientan en ella prestadores de servicios, debido a la escasa concurrencia de expediciones por esta ruta y a su escaso número de integrantes. El control y la limpieza de este sendero lo realizan los Guardaparques de Confluencia periódicamente de acuerdo a la cantidad de visitantes. La Pared Sur presenta en sus casi 3000 m de altura un espolón que brinda una relativa seguridad ante los desprendimientos de roca y aludes. Este campamento Base está ubicado a la izquierda del comienzo del espolòn.
Plaza de Mulas (4300 msnm)Es el inicio de la Ruta Normal o Noroeste y sus variantes. Desde aquí se inicia el ascenso por la Pared Noroeste. En toda la superficie de esta Plaza se encuentran demarcados tres helipuertos ubicados en distintas áreas, que son utilizados para evacuaciones y rescates de emergencia. En la “Plaza de Mulas Inferior” la única instalación permanente es el Refugio Militar y sólo se autoriza el acampe del personal militar en la zona aledaña al refugio debido al peligro de avalanchas.
En la “Nueva Plaza de Mulas” se encuentra el control de Guardaparque y Servicio Médico.
Toda la superficie para acampe se encuentra parcelada y hay zonas asignadas a los prestadores de servicios. Durante la temporada estival se colocan baños tipo letrina desmontables.
Hacia el oeste de este campamento se encuentra el refugio “Plaza de Mulas” y un camping anexo.
Plaza Argentina (4200 m)
Está ubicada a una distancia de aproximadamente de 60 kilómetros desde Punta de Vacas. Este campamento se encuentra remontando la Quebrada del Río Vacas y el arroyo Relinchos. Desde este punto se asciende al Cerro en dirección Oeste-Noroeste y cuenta con un control permanente de guardaparques, servicio médico y helipuerto.
Plaza Guanacos (3650 m)
Este campamento se utilizó durnte algunos años debido a la demanda de nuevas rutas alternativas. Esta ruta se comenzó a utilizar en 1995.
Se encuentra en el fondo del Valle del Río Vacas, a unos 70 km de Punta Vacas.
Dado que esta ruta es poco utilizada no cuentaba con servicio médico, ni de guardaparques permanente o patrulla de rescate ni prestadores de servicios. Cuenta con agua potable proveniente de arroyos temporarios. A partir de la temporada 2006/2007 se cerró definitivamente esta ruta al uso deportivo quedando solo reservado su ingreso para uso y estudio científico, ya que se encuentra comprendida en el "Area Intanginble" de la reserva natural.Actualment se esta llevando adelante la elaboración del "Plan de Manejo" del area, de cuyosa resultados surgirá la nueva zonificación del área.
Campamentos de AlturaSon los sitios que se utilizan durante el ascenso al cerro por las distintas rutas de ascensión y que tienen por lo general lugares reparados de los fuertes vientos, con arroyos o neveros para la provisión de agua.
Las rutas de ascensión son las siguientes
RUTA NORMAL o NOROESTE
Esta Ruta no presenta dificultades técnicas, pero hay que tener en cuenta los temporales de increíble fuerza que pueden azotar la misma y la “puna” propia de la altura, por lo que deben respetarse las severas normas de seguridad montañera y no exponerse a un posible suicidio.
En todos los casos es necesario el uso de carpas, puesto que todos los refugios son pequeños con capacidad para tres o cuatro personas.
Partiendo desde el Campo Base Plaza de Mulas se recomienda alcanzar en la etapa “Portezuelo del Manso” (5200), donde es aconsejable quedarse 1 par de días para el logro de una buena aclimatación.
Sobre esta ruta actúa la Patrulla de Rescate de la Policía de Mendoza desde el Campamento Base de Plaza de Mulas.
RUTA del GLACIAR de los POLACOSEsta Ruta parte del campamento Base Plaza Argentina y se asciende en dirección oeste-noreste.
En esta ruta encontramos los campamentos:
Campo 1 (4700)
Campo 2 (5300)
Campo 3 (5800)
Campo 4 (6500)
RUTA DE LA PARED SUR O FRANCESA
Las rutas del Glaciar y de la Pared Sur son consideradas de alto riesgo y no opera en ellas la Patrulla de Rescate debido a la extrema dificultad técnica. En esta ruta no se establecen campamentos habituales fijos y, por lo tanto, se utilizan para pernoctar lugares que no estén expuestos a los derrumbes y las avalanchas.
RUTA de la VIEJA ALTA o PLAZA GUANACOS
Esta ruta es relativamente poco utilizada y está geográficamente muy alegada del ingreso al Parque. Carece de los sistemas de seguridad permanente implementados en el resto de los Campamentos Base (guardaparques, servicio médico, ect.).
En esta ruta se encuentran los siguientes campamentos:
Campo 1: Penitentes (4560)
Campo 2: Morrenas (4900)
Campo 3: (5400)
En esta ruta no se presentan frecuentes problemas de “mal de altura” debido a que la aproximación insume 5 0 6 días desde el ingreso al Parque por Punta Vacas y el ascenso es lento, lo que permite una buena aclimatización.
Acceso Río Vacas
Por esta ruta ingresan los andinistas que intentan el ascenso por el Glaciar de los Polacos. Es más larga que por Horcones y se llega a Plaza Argentina, Campamento Base que se encuentra al pie del glaciar, a 4.200 msnm. A pie son tres días, y sobre la ruta se encuentran los campamentos intermedios de Pampa de Leñas y Casa de Piedra.
Fecha e instrumento legal de creación
En abril de 1983, se promulga el Decreto-Ley 4.807 de la provincia de Mendoza, que da origen al Parque Provincial Aconcagua y en el mismo se determinan los límites físicos que le otorgan una superficie cercana a las 71.000 ha. Este decreto lo declara “zona de reserva total para la preservación de la flora, fauna y material arqueológico”. Posteriormente, en al año 1989, el Decreto 1.034 establece que el Parque será administrado por la Dirección de Recursos Naturales Renovables, con la colaboración de una Comisión Asesora Permanente, integrada por representantes de distintos organismos.
La ley 5.463, aprueba la zonificación primaria, propuesta por la Comisión Asesora aludida precedentemente y autoriza al Poder Ejecutivo a conceder por 50 años dos hectáreas en Plaza de Mulas para la construcción de un hotel.
Luego, otro instrumento legal – el Decreto Provincial 2.819/90 – establece varias normativas relacionadas con la regulación del andinismo, fijando aranceles para ingresantes y prestadores de servicios, temporada para los ascensos, sistemas de seguridad y otros ítems vinculados con estos temas, ha sido modificado por diversos Decretos modificatorios, el ultimo de ellos es es el Decreto 2511/2005 el cual establece las tarifas vigentes actualmente . La” ley marco” que ordena todo lo vinculado con las áreas naturales protegidas de la provincia de Mendoza es la Ley Provincial Nº 6.045.
Cómo llegar
A la ciudad de Mendoza se llega desde Córdoba por la RN 20 que luego empalma con la RN 146 y por ésta se continúa hasta su intersección con la RN 7, muy próxima a la ciudad de San Luis.
Desde Buenos Aires hay dos alternativas: la Ruta Nacional 7 directamente o la RN 188 – también nacional- hasta San Rafael y desde aquí se toma RN 143 que se fusiona con la RN 40 hasta llegar a la capital provincial. Desde ésta se retoma la RN 7 –que cruza la frontera hasta territorio chileno- en dirección a Puente del Inca por una carretera de cómoda circulación que en las proximidades de ésta última localidad nos lleva al ingreso al Parque Provincial Aconcagua.
Problemas de conservación
Dado las características orográficas, el Parque no padece uno de los problemas más comunes que afecta a las áreas protegidas como lo es el ingreso de cazadores furtivos por las zonas perimetrales. La gran mayoría de los visitantes ingresan por la entradas habilitadas para tal fin, por lo que el control, con fines de preservar la seguridad del turista o deportista, es bastante efectivo. Durante mucho tiempo el problema más serio de conservación que afectaba a esta unidad de conservación – casi un flagelo- lo fueron los desperdicios de todo tipo que arrojaban desaprensivamente los escaladores de las más remotas partes del mundo. Distintos tipos de medidas que se tomaron durante el transcurso del tiempo no dieron mayores resultados. Actualmente gracias a un bien organizado sistema de controles y multas para los infractores este problema ha sido mejorado sensiblemente. Aún hoy muchos montañistas dejan residuos orgánicos en zonas muy elevadas donde se conservan por mucho tiempo por efecto del intenso frío imperante.
Otra dificultad sin solucionar es la carencia de senderos bien delimitados por donde puedan circular los visitantes. Esto provoca que los mismos circulen por cualquier parte provocando el pisoteo de la vegetación incipiente o madura dejando peladales de distinta magnitud.
Actualmente el impacto ambiental mas importante lo constituye el ingreso de mulares, cuyo numero crece proporcionalmente al ingreso de visitantes. se estan estudindo distintas alternativas para mitigar este problema.
Indicaciones y Recomendaciones
Los interesados en escalar el cerro, deben solicitar un permiso previo presentando el DNI para los argentinos, ó Pasaporte si se es extranjero. Menores entre 14 y 21 años necesitan autorización de sus padres o tutores para poder escalarlo.
La mejor época para intentar escalar el cerro es en enero y febrero, durante el verano.
Se sugiere obtener información en el Club de Andinistas de Mendoza. Es indispensable y muy importante el entrenamiento previo; cuidando el mal de altura.
Véase también
Enlaces externos
- Parques Nacionales en Argentina
- Monumentos Naturales en Argentina
- Reservas Naturales Estrictas en Argentina
- Sítio del Sistema Federal de Áreas Naturales de Argentina, no incluye a todas las áreas naturales protegidas de Argentina existentes en mayo de 2006, si bien posee una lista extensa con bastantes detalles
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