Pedro Ramón de Arriagada (1783-1831) Militar chileno, participe del movimiento de independencia.

Oficial de milicias, acaudalo comerciante y regidor del cabildo de Chillán en 1808. Ese año, junto al padre José Rosauro Acuña, sostuvo, anticipándose al movimiento independentista posterior, que España se encontraba perdida en manos de los franceses y que la junta de Cádiz no tenia derecho a exigirles obediencia a los americanos, y que estos podrían separarse del gobierno español.

En 1809 estas declaraciones le valieron su apresamiento por parte del gobernador Antonio García Carrasco. Realizó su proceso el oidor Irigoyen y el 1 de diciembre fue puesto en libertad por la Real Audiencia.

Amigo de Juan Martínez de Rozas, cuando estalló el movimiento de independencia, se presentó como diputado al congreso de 1811 en representación de Chillan, perteneciendo al grupo de los denominados patriotas.

Tras la batalla de Chacabuco, fue designado como gobernador de Chillan y ascendió teniente coronel. En agosto de 1817 Chillan fue asaltado por un grupo de montoneros que capitaneaba José Maria Zapata. El gobernador pidió auxilio al comandante Benjamín Viel, y con sus milicianos, partieron a batir las montoneras que se encontraban devastando las ciudades de San Carlos y Chillan.

Con el desembarco de Mariano Osorio en 1818, Bernardo O’Higgins ordeno al coronel Arriagada que se trasladase a Santiago para organizar un nuevo batallón de infantería de línea, que seria el n°4 de infantería, que participara en la Batalla de Maipú.

Tras las batallas de la independencia, Arriagada se consagró a combatir las hordas del bandido realista Vicente Benavides.

Enfermó gravemente en 1829, por lo que se retira del ejército, falleciendo en 1831. Estuvo casado con Maria Antonia García. Su hija Carmen Arriagada fue famosa por ser la compañera sentimental de Mauricio Rugendas en Chile y por su epistolario, de una gran calidad, que hace que se le considere una de las primeras escritoras chilenas.