Pierre Bezukhov es un personaje de ficción de la novela Guerra y paz, de León Tolstoi. Junto a Andrei Bolkonskies uno de los protagonistas de la obra.

Caracterísitcas

Constituye la antítesis del príncipe Andrei, quien es taciturno, reservado y encerrado en sí mismo. Pierre es expansivo, comunicativo y se interesa por la vida que se mueve a su alrededor. Hay en él cierta dosis de absorta ingenuidad y de campechanía. La vida activa no le atrae, a pesar de que está convencido de la necesidad de ser útil y obrar el bien; al contrario del enérgico y voluntarioso Andrei, es abúlico y se deja naturalmente influir por los demás en lugar de imponerles su propio influjo. Por lo mismo que tiene afición a la filosofía imaginativa, se abandona fácilmente a los estados de ánimo momentáneos, demostrando así, una vez más, su sinceridad y su franqueza.

Mientras en Bolkonski predomina el elemento intelectual, en Pierre se hace sentir, sobre todo, el motivo, pero el resultado es el mismo en ambos: la vida es para ellos algo muy serio, una importante misión moral que debe llevarse a cabo conscientemente. Uno y otro buscan una solución, pero mientras Andrei la halla o cree hallarla en una propia y personal actividad práctica que le absorbe por completo, Pierre no se detiene ni se calma jamás. Desde esta punto de vista, recuerda, bajo una apariencia más madura al Nikolenka, de Infancia, adolescencia y juventud, al Nechliudov de la Mañana de un propietario, al Olenin de Los cosacos, o sea, al propio Tolstoi, mientras el príncipe Andrei es un representante de las ideas de la Ilustración, importadas de Francia a Rusia, Pierre es, en cierto sentido, un representante ruso de las ideas de J.J. Rousseau.

Tolstoi demostró siempre por Rousseau un interés muy marcado. La influencia rousseauniana explica también el experimento que Pierre intenta hacer al entrar en el movimiento masónico de su época, fundado esencialmente en la actividad filantrópica. Pero, más que ésta, atrae a Pierre la pretensión que las ideas más o menos místicas de los masones tenían, de contribuir al perfeccionamiento moral del hombre (pretensión cuya fuente literaria puede encontrarse en Eckarthausen). La desilusión resultante de esa experiencia masónica es muy característica, porque de ella deriva la aproximación de Pierre al pueblo a través del trato con los soldados y, especialmente, con Platón Karataev, en el campo de batalla de Borodino.

Esta segunda experiencia es una de las más profundas de la vida de Pierre y da origen a la crisis generadora de la fe en la vida, coronada por el maor a Natacha y por el redescubrimiento del ubi consistan en la vida familiar. Tolstoi debía anunciar muchas actitudes que luego hubieron de ser características de la literatura romántica; en algunas páginas de Ana Karenina se ve representar aquel mismo despliegue incontrolado del pensamiento en el soliloquio, como si aflorase por el mero hecho de la copresencia de impresiones diversas, que habrá de ser uno de los motivos dramáticos característicos de una amplia producción de la postguerra española.

Legado

Pierre Bezukhov es un personaje que asiste a su vida, como si se desarrollase ante sus ojos con completa independencia de su ser. Esta actitud adquiere en Pierre un significado peculiar gracias a la decidida y terca obstinación que le impulsa a buscar una conclusión. Más que un fin es un medio de iniciación.

A ello se debe que la alucinada cinematografía que desfila ante los ojos de Bezukhov adquiera un sentido de religiosidad absoluta. Pero no es sólo un contemplativo. Como la de Levin, su vida transcurre en dos planos. Es absolutamente receptivo, pues ve, oye, razona y asiste, como desde fuera, al propio afán analítico e inútil de sus razonamientos. Casi sin darse cuenta y concediendo escasa importancia a lo que hace, obra. Su acción es un lento y dicontinuo revelarse del hombre a sí mismo. Durante largo tiempo, Pierreno se da cuenta de esta existencia secreta y activa de su propio yo, que se despliega decidida y es siempre indicio de una forma moral interior.

El personaje no sospecha que los gestos secundarios, las emociones espontáneas o las reacciones impulsivas le representan mucho más a fondo que la fatigosa agitación de sus ideas, de sus problemas y de sus dudas. Pero, al igual que ocurrirá más tarde con Levin, Pierre va poco a poco acercándose a una verdad eterna que encuentra en el hombre vulgar su natural e inconsciente receptáculo y, conquistándola, conquista a la vez para siempre su propia humanidad.

Referencias

• Wikinastic Plastix Editorial Facsat (2008) ISBN:84-85950-98-4