Antonio Ruiz Arroyo (Santander, Cantabria, España; 1912 - Londres, Reino Unido; 9 de mayo de 1984), conocido como Antonio Quirós, fue un destacado pintor.

Biografía

Inicios

Antonio Ruiz Arroyo nació en la ciudad de Santander, donde pasó su adolescencia mostrando tempranamente su vocación a la pintura. Tuvo por maestro, en los comienzos, al pinto Camoyano, artista tradicional, muy hábil en la reproducción de espectaculares ramos de flores, que ornaban con frecuencia los domicilios burgueses.

Los cuadros y los dibujos juveniles de Antonio Quirós señalan ya, más que una promesa, una fulminante maestría: los retratos de José Félix de Acha, de Augusto Somarriba o el desaparecido de Pío Muriedas mostraban decisivamente una personalidad original e intransferible.

No faltan influjos del cubismo y de su surrealismo, seguidos con una energía innovadora que evita todo relente servil. Resulta desconcertante, en la misma etapa, su lienzo "El cajista", que denota una insospechada relación con la pintura de María Blanchard, pariente de Antonio Quirós, pero alejada de Santander y con mínimas posibilidades de que su tarea fuera conocida en su región.

La tarea juvenil de Quirós era difícil de conocer y de apreciar. Las mareas políticasy estéticas dejaban en la sombra creaciones que sorprender hoy al ser contempladas, como el singular lienzo "La muerte de Camborio", tan distinto de cuanto pudiera conocer entonces un pintor joven y provinciano, tan denso de color y tan audaz de concepción. En algunos dibujos de los mismos años, realizados con excepcional firmeza de trazo, ha de detectarse un conocimiento de la pintura de Vázquez Díaz.

Durante la Guerra Civil Española

Durante la Guerra Civil Española, Antonio Quirós luchó en el ejército republicano y aprovechaba algún permiso para diseñar decorados de obras de Lope de Vega o de Rafael Alberti, que grupos moceriles deseaban poner en escena. Emigró a Francia y tomó parte en las actividades de los maquis, lances que posteriormente se referiría con fruición. Concluida la Segunda Guerra Mundial, vivió durante varios años en París, hasta regresar a Santander, de donde partió para Madrid en busca de una notoriedad que no tardaría en conquistar.

Durante el franquismo

La pintura de Quirós atrajo pronto el interés ded sensibles aficionados, entre los que se contaba el Conde de Quintanillas y Felipe Santullano, que tanto bullía en los más exigentes núcleos de la actividad pictórica. Durante los años 50 expuso en la Galería Dintel de Santander, y raras veces en Madrid. No era Quirós proclive al trato continuo con los marchantes, y tuvo la merecida suert de imponerse por sí sólo al creciente número de aficionados al arte que, tras épocas de indiferencia o de desidia, adquirían cuadros o admiraban revelaciones.

Durante mucho tiempo no expuso en Santander, hasta una triunfante reaparición en la Galería Dintel, durante la segunda etapa de la misma. A partir de entonces menudearon las visitas a la ciudad, y en los últimos años la silueta gallarda de Antonio Quirós era un capítulo insustituible del verano santanderino.

Durante la transición

En 1976 tuvo lugar la magna exposición antológica de la Sala del Patrimonio Artístico y Cultural, manifestación que exhibía 163 óleos y varios dibujos, demostración muy propia para embriagar la mirada y la sensibilidad; el lujoso catálogo fue prologado por José Hierro.

Las últimas exposiciones de Quirós, se celebraron en la Galería Biosca de Madrid, sin que el paso del tiempo acusase el menor síntoma de decadencia creadora, aunque sí se percibiera algún descuido de orden técnico. El Museo de Santander dedicó con pleno acierto una sala a la obra de Quirós, con relevantes piezas. Su villa de origen, Ucieda, le tributó en 1975, en emotivo homenaje, muy agradecido por el artista, que, tras una aparente frigidez elegante, guardaba un culto vivísimo por su región.

El artista murió en 1984 en una clínica de Londres, donde se intentaba salvarle de una dura dolencia mediante una intervención desesperada. Su cuerpo fue trasladado a Santander y enterrado en el Panteón de Hombres Ilustres del cementerio de Ciriego. Antonio Quirós estaba casado con una dama norteamericana, con la que tuvo un hijo.

Bibliografía

• Linares Argüelles, Mariano; Pindado Uslé, Jesús; Aedo Pérez, Carlos. Gran enciclopedia de Cantabria. Editorial Cantabria. 1985. ISBN 84-86420-00-8 (Obra completa)ISBN 84-86420-07-5 (Tomo VII).