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Quino Caso
Quino Caso, pseudónimo de Joaquín Castro Canizales (Quezaltepeque, 7 de noviembre de 1902 - San Salvador, 4 de marzo de 1993) fue un periodista y poeta salvadoreño. Su formación fue autodidacta.
Su actividad literaria y periodística comenzó de muy joven : entre 1915 y 1918 publicó sus trabajos en un periódico pequeño editado por Francisco Flores González. Entre 1918 y 1921 laboró en medios de comunicación de San Vicente y Zacatecoluca, posteriormente fue corresponsal del Diario de Occidente y El Heraldo de Sonsonate. Además prestó sus servicios en el semanario Orientaciones, Lumen, el humorístico Pedro Urdemales y El Nacionalista, entre otros; asimismo trabajó en Patria (1928) de Alberto Masferrer y Diario Latino de Miguel Pinto.
Por razones políticas se exilió en Honduras (1935) y después en Nicaragua (1936) donde trabaja en el diario El Pueblo, y en 1939 sirvió para el diario La Prensa de Pedro Joaquín Chamorro. En Costa Rica (1939) trabajó para la embajada colombiana de aquel país; el siguiente año escribió la Epopeya de Costa Rica, una serie de radio comedias. En esta nación editó sus fábulas Hormiguita Linda y Ratoncito Pérez con portada del guatemalteco Eduardo Laguardia y el costarricense Juan Manuel Sánchez, la cual fue declarada obra de consulta en esta nación (1942).
Regresa a El Salvador en 1944. Funda el semanario Nosotros, que fue posteriormente clausurado bajo influencias gubernamentales. En radio YSU formó Radiocomentarios, censurado un año después; derrocado el gobierno de turno, el espacio regresó. Hacia 1954 en tiempos del presidente Óscar Osorio se integra a la dirección de la Secretaría de Información de la Presidencia. Su presencia en la televisión se dio con el noticiario Telediario Salvadoreño en 1961.
Castro Canizales tuvo varios pseudónimos, entre ellos : Artemio de Lepioche, Martín Gales, T.A. Plasto, Big Ben, etc. El más conocido fue el de Quino Caso. En 1981 se le adjudicó el Premio Nacional de Cultura y en 1983 fue miembro de la Academia Salvadoreña de la Lengua.
Según Escobar Galindo su poesía se ubica en el post - modernismo. De acuerdo a Juan Felipe Toruño :
Su poesía es transparente. Depurada. Fina. Elástica. Subjetiva. Vida y amor.Obra
- Rutas, poesía, San Salvador, 1928.
- Hormiguita Linda y Ratoncito Pérez, poesía infantil, San José, 1942.
- El Soneto Inconcluso, San Salvador, 1978.
- Líricas Pentatrífonías de las Artes, San Salvador, 1980.
Etc.
Fragmento de su poesía
¡LANCEMOS LAS CIUDADES A LOS CAMPOS…!
Mi mensaje a los hombres de buena voluntad.
¡Lancemos las ciudades a los campos,
hombres de pensamiento:
e invirtiendo el sentido de las urbes,
traigamos la campiña a los poblados,
hombres de alma sencilla y fuerte músculo!
Ya es hora de abolir la vida absurda
que aúlla y se atropella en las metrópolis,
de encauzarla a los campos silenciosos,
ávidos de herramientas y de brazos…
Demos otro sentido a las palabras
para dar a la Vida un nuevo soplo…
De LECTURAS NACIONALES DE EL SALVADOR, recopilación de Saúl Flores, San Salvador, 1937.Referencias
- Cañas Dinarte, Carlos (2000). Diccionario escolar de autores salvadoreños. San Salvador: Dirección de publicaciones e impresos.
- Escobar Galindo, David (1995). Indice antológico de la poesía salvadoreña. San Salvador : UCA Editores. ISBN 8484050548.
Categoría: Poetas de El Salvador
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