- Aragonés del Valle de Tella
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Aragonés del Valle de Tella
Variedades del aragonés Aragonés d'a balle de Tella Nombre local: hablantes: ? Localización geográfica: Valle de Tella, cerca del valle del Cinca en el centro-norte de Sobrarbe Lugar(es) principal(es): Tella, Escuaín, Biés, Revilla, Arinzued, La Miana, Cortalaviña, Estaronillo e Mirabal Rasgos dialectales: (Nor)centrales de transición a los orientales. Vitalidad: Baja Escritores principales: El aragonés del Valle de Tella es el nombre con el que se conocen los rasgos más característicos del aragonés de tipo central hablado en el Valle de Tella, tradicionalmente clasificado como forma local del belsetán o aragonés del vecino Valle de Bielsa, aunque algunas características diferentes de éste le hacen también más estrechamente relacionado con otras hablas que hay en la comarca, como el aragonés del Valle de Puértolas, con el que limita por el sur, siendo peculiar y presentando algunos rasgos de transición entre uno y otro que le dan su personalidad, que son los que se presentan en este artículo.
Se ha de entender el habla de Tella no como un habla definida y aislada en su valle, sino como una variedad que se ha conservado mejor y sin tanta castellanización como las otras de Sobrarbe por que su valle es uno lateral del Cinca sin ningún río o interés minero y por eso no han sido llevados turistas en los últimos años, ni personal de las empresas eléctricas que hicieron las obras hidráulicas de la comarca a lo largo del siglo XX y eso ha hecho que se haya podido conservar mejor el habla. Se ha de pensar que, después de eso, las características que en este artículo se definen tienen su foco de más pureza en los lugares de la parte alta del valle (Escuaín, Rebiella, Arinzuet, La Miana y la propia Tella), mientras que los lugares de debajo del Cinca (La Infortunada y el Espital) no cumplen todos los rasgos, siendo su habla más difícil de clasificar, más mezcladas con las de otras hablas de la comarca (prolongados desde otros polos dialectales, como Chistau, Bielsa y el área de Aínsa) y también más castellanizada.
Se conocen pocos estudios hechos de esta forma del aragonés, y la única manifestación escrita que se ha podido conservar es un texto del año 1983 titulado “La Caridá de Tella”, escrito por Isabel Sesé, natural de Tella, donde se habla de su fiesta el día de San Juan, en junio, y el acto central de las fiestas del lugar que se llama La Caridá. El texto se publicó en el número 3 de la revista Orache.
Aunque su vitalidad es mínima por la despoblación que tuvo que sufrir el valle en los años 50 y 60, goteada de familias que se marcharon, Tella, Arinzuet y Escuaín fueron los únicos lugares que no se despoblaron del todo pero porque quedaron pocas personas. Otras que se marcharon, después volvieron con los años y son las responsables de que las casas estén pobladas de nuevo.
Contenido
Características
El aragonés de Tella no es muy diferente de otras hablas de tipo central que hay en el Sobrarbe, y manifiesta algunas características que también son definitorias de otras hablas bien descritas (sobre todo el belsetán) y de otras formas locales de la lengua aragonesa en la comarca de Sobrarbe.
Morfología verbal
Como habla norcentral que es, el aragonés en el Valle de Tella presenta muchas características que son comunes con el aragonés belsetano y el chistabino en la conjugación de los verbos, porque esos dos son las hablas arquetípicas de esta parte del Sobrarbe, pero también lo están con el aragonés del Valle de Puértolas y del Valle de Vió. Algunos de estos rasgos sólo se han descrito en estos lugares, pero se ha de pensar que antes también fueron más comunes en el aragonés central.
Infinitivos
Los infinitivos verbales en el Valle de Tella actualmente contemplan la pronunciación de la –r final, a diferencia del chistaban, y puntualmente, también, en el Valle del Cinca y La Fueva. Saroïhandy documentó que en la mayor parte del Sobrarbe, a finales del siglo XIX, aún se oían los infinitivos con –re llamada paradógica, que aún subsiste en la actualidad en el aragonés hablado en Chistén. No obstante, el filólogo francés no hizo ninguna mención en sus estudios del Valle de Tella pero podemos pensar que se hiciera pero actualmente no se encuentra, no se puede concluir nada.
Gerundios
Como en todo el aragonés central y occidental, y dentro del aragonés oriental, también en el chistabino y el fobano, los gerundios se hacen con las terminaciones –ando, -endo e –indo.
- Minchando, pasturando, dormindo, correndo, fendo, plebendo, indo, estofando, clamando, puyando, sofrindo, etc.
Fonética
Como en chistabino, belsetano y el aragonés del Valle de Puértolas hay algunos casos de pérdida de la-o final detrás de -z:
- troz.
Está documentado el empleo regular de diya con epéntesis antihiática, que en aragonés general es día pronunciándose esporádicamente diya.
Hay casos en –nn- geminada de origen latino como ninneza. Algunos filólogos han documentado formas como baranato que en Bielsa tienen –nn- geminada y que podrían ser malas transcripciones por parte de filólogos que ni veían ni esperaban ese encontrar ese caracter.
Como en belsetán el grupo –it- que deriva del grupo latino –CT-, -ULT- es –t-, sin –i- delante:
- muto, muta, feta.
Hay algún caso de castellanización fonética como allegar en vez de aplegar.
Léxico
El empleo de la palabra añada y año parece indicar que significan dcosas diferentes, añada es un periodo temporal repetitivo con días especiales y el otro un tiempo añal determinado.
- Cada añada, cuan remata la «Caridá» toz asperamos que i-allegue un'altra begata lo 26 de chunio de lo siguién año.
- (Cada año, cuando termina la Caridá todos esperamos que llegue otra vez el 26 de junio del año siguiente).
La palabra rolde del aragonés general tiene la variante corroído.
Referencias
Categoría: Dialectos del aragonés
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