- Reacción de Termidor
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La Reacción de Termidor fue una revuelta en la Revolución francesa contra los excesos del Reinado del Terror. Fue provocada por la decisión del Comité de Salvación Pública de ejecutar a Robespierre, Saint-Just y otros líderes del Terror. Esto provocó el fin de la fase más radical de la Revolución francesa.
Contenido
Antecedentes
Tras los primeros años de la Revolución francesa, la vida política de Francia se hallaba controlada por dos partidos: los girondinos y los jacobinos, siendo que tras la caída de la monarquía en 1791 los jacobinos empezaron su predominio político ansiando una radicalización de la Revolución. No solamente bastaría destruir el Antiguo Régimen sino también era preciso transformar la sociedad y cultura francesa, rompiendo los lazos que la unían aún con el pasado. Dentro de ese proyecto se transformó la economía nacional mediante el control de precios fijando una Ley del máximo general (setiembre de 1793 y febrero de 1794), y estableciendo el curso legal forzoso del papel moneda aunque éste pronto se devaluó (con los billetes llamados assignats o "asignados"), del mismo modo se buscó que el clero católico jurase fidelidad a la Revolución y se lanzó una basta campaña gubernamental de "descristianización" prohibiendo el culto religioso y promoviendo primero el ateísmo y luego un impreciso deísmo mediante el Culto de la razón y del Ser supremo.
La guerra exterior contra las potencias absolutistas continuaba y ello exigía a la Convención Nacional un enorme esfuerzo de mantener ejércitos, alimentarlos y armarlos, además de haberse interrumpido casi todo el comercio exterior. Para asegurar el abastecimiento de las ciudades se recurrió a la incautación de las cosechas en el campo.
Resultaba obvio que esta serie de transformaciones y medidas impopulares serían sostenibles solamente mediante un régimen que asegurase una obediencia total, recurriendo a la represión violenta si fuese necesario. La reacción a esta represión alcanzó su cénit en el asesinato del líder jacobino Jean-Paul Marat en junio de 1793, que dejó a Maximilien Robespierre como únido jefe de los jacobinos e inició un periodo de nuevas represiones. Así, en setiembre de 1793 el predomnio de los jacobinos dio lugar al Reinado del Terror, donde los líderes jacobinos dirigidos por Robespierre se encargaron de condenar a muerte a miles de ciudadanos por razones políticas, incluyendo revolucionarios rivales como los girondinos e inclusive a revolucionarios radicales como Georges-Jacques Danton y Jacques-René Hébert.
Impopularidad del régimen
El Terror había aislado a Robespierre y a los jacobinos, acusados por los sans culottes de no ser lo bastante radicales y por la burguesía de ser causantes de inestabilidad interna. Las muertes de Danton y Hébert habían dejado a Robespierre sin dos valiosos aliados, para colmo el ejército repubicano francés ansiaba el fin de la represión política para continuar sus campañas de defensa contra los atacantes extranjeros. El hecho que Robespierre pretendiera moderar el ateísmo de los jacobinos y realizara una ostentosa ceremonia en París para homenajear al Ser Supremo el 20 de pradial del año II (el 8 de junio de 1794) causó la ira de los extremistas anticlericales, que dejaron de apoyar a los jacobinos robespierranos en la Convención Nacional.
Dos días depués de la "ceremonia del Ser Supremo", Robespierre aprobó en el Comité de Salvación Pública la Ley del 22 de pradial, que simplificaba el proceso judicial, ampliaba las competencias del Tribunal Revolucionario y además permitía que
"cada ciudadano capture conspiradores y contrarrevolucionarios y los presente a las autoridades, debiendo denunciarlos en cuanto se entere de su existencia".Tal norma no había sido debatida por la Convención Nacional pero atemorizó en general a la opinión pública, al instaurar un clima general de sospechas donde prácticamente cualquier individuo podía ser denunciado, procesado, y condenado, por simples sospechas o calumnias. Otro peligro que advirtió la facción más radical fue que ahora Robespierre y sus partidarios más exaltados (como Louis de Saint-Just) podrían concentrar casi todo el poder en sus manos e instaurar una dictadura de facto, en tanto la ley les permitía deshacerse de sus enemigos con extrema facilidad.
Conspiración y rebelión
Una vasta conspiración antijacobina empezó a formarse casi de inmediato, uniendo a los variados enemigos de Robespierre que ahora temían hasta por sus propias vidas, siendo que un motivo principal de la revuelta ya no era la simple discrepancia ideológica sino la amenaza de morir en la guillotina por una simple sospecha. La conspiración estalló finalmente el 9 de termidor del año II (27 de julio de 1794) cuando Saint-Just estaba por dirigir un discurso al Comité de Salvación Pública, cuando fue interrumpido por el diputado Jean Lambert Tallien, quien acusó a Robespierre de ejercer una tiranía. Cuando Robespierre enfrentó ese discurso, los demás diputados se unieron a la acusación liderados por Villaud-Varenne, antiguo defensor de Robespierre. Éste invocó el apoyo de los diputados moderados pero éstos quedaron en silencio.
Robespierre y Saint-Just, con otros jacobinos radicales, quedaron arrestados por orden de la Convención, pero en la tarde tropas de sans culottes jacobinos de París irrumpieron en la asamblea para liberar a los arrestados. Estas fuerzas trasladaron a Robespierre y Saint-Just junto con otros jefes jacobinos al Ayuntamiento de París esperando resistir allí al mando del general François Hanriot. Entonces la Convención usó sus tropas profesionales al mando de Paul Barras para dispersar a la oposición jacobina y declaró a Robespierre y sus seguidores "fuera de la ley", lo cual implicaba la condena a muerte en un plazo de 24 horas.
Notando que la conspiración era realmente masiva y que las tropas regulares (mejor armadas y disciplinadas) estaban de parte de la Convención, casi todos los militantes jacobinos abandonaron el Ayuntamiento de París en la noche del mismo 27 de julio. En la madrugada del día 28, Robespierre y todos sus seguidores fueron apresados por las tropas de la Convención, y llevados a juicio a la mañana siguiente, donde fueron condenados a muerte casi de inmediato.
Muerte de Robespierre
Robespierre pereció en la guillotina en la mañana del 28 de julio, la misma suerte corrieron Sain-Just, Hanriot y otros 19 incondicionales suyos (incluyendo a su hermano, Augustin Robespierre). La Convención Termidoriana puso fin al Reinado del Terror y anuló algunas normas que habían sido muy resisitidas por la población, como la descristianización, pero mantuvo casi todo el sistema político creado dede 1789, así como el rechazo a la monarquía.
La estabilidad de la República permitió a Francia reconstruir la economía nacional, mientras se excluía del gobierno a casi todos los antiguos jacobinos, inclusive a quienes se habían unido a la conspiración a último momento. La Convención Naciona siguió formando el gobierno de Francia hasta octubre de 1795, cuando fue sustituida por el Directorio.
Referencias
- Merriman, John(2004). "Thermidor"(2nd ed.). A history of modern Europe: from the Renaissance to the present,p 507. W.W. Norton & Company Ltd. ISBN 0-393-92495-5
- The French Revolution A History, por el inglés Thomas Carlyle
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