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Revolución liberal
La revolución liberal es el nombre con el que se designa la revolución política incluida en el proceso de cambio revolucionario en todos los ámbitos con el que se cierra la Edad Moderna y comienza la Edad Contemporánea.
El componente económico de ese cambio es la Revolución Industrial y el componente social la Revolución Burguesa.
Contenido
Localización temporal
Se localiza en el tiempo entre finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX, y espacialmente en Europa occidental (aunque se extiende más allá de este marco inicial tanto en el tiempo como en el espacio).
Influencia en las instituciones
Institucionalmente, este cambio político se produce entre la Monarquía Absoluta propia del Antiguo Régimen y el Estado Liberal (bajo la forma de una República como la francesa de 1793, una Monarquía Constitucional como la francesa de 1789 o la española de 1812, o incluso un Imperio como el Imperio Napoleónico).
La ideología
La ideología conocida como liberalismo es la doctrina justificativa de la Revolución liberal.
El término
Al igual que el término liberal es una creación española (los diputados de las Cortes de Cádiz se autodenominaban liberales por ser partidarios de la libertad), el término Revolución Liberal se aplica muy especialmente al proceso revolucionario español, que se inicia en esas Cortes y continúa en el trienio liberal y en el comienzo del reinado de Isabel II, coincidiendo con la Guerra Carlista. Algunos textos de la época se referían a la Guerra de Independencia y al periodo que la sigue (1808-1839, entre el levantamiento del 2 de mayo y el abrazo de Vergara) como la Revolución Española por similitud con la Revolución Francesa (aunque este término se usa mucho más comúnmente para designar a los movimientos revolucionarios simultáneos a la Guerra Civil Española (1936-1939).
Por países
Para otros países puede aplicarse el término por extensión: la independencia americana sería un claro ejemplo de revolución liberal. La misma revolución francesa lo es, e igualmente los ciclos revolucionarios europeos denominados revolución de 1820 (iniciado en España), revolución de 1830 y revolución de 1848. Sin embargo, la historiografía suele utilizar más comúnmente el término Revoluciones burguesas para referirse a cada uno de esos procesos revolucionarios incluso en su aspecto estrictamente político, a pesar de la impropiedad.
Historia
A finales del siglo XVIII, en muchos países, los estados estaban próximos a la bancarrota a causa de los elevados y crecientes gastos militares. Dada esta situación la nobleza y el clero son vistos como estamentos abusivos ya que ellos no pagan los impuestos que el Tercer Estado sí paga. Este privilegio se les acaba poco después del déficit estatal ya que se les pide que ellos también contribuyan a este pago. Esto hará que estos dos estamentos, antes privilegiados, se unan junto con los ilustrados burgueses con ideas liberales para acordar una revolución contra la corona.
A estos burgueses se les llama liberales porque traían la libertad al pueblo, una libertad lejos de la opresión de la monarquía absoluta y de todo lo que tuviese que ver con esos tiempos en los que el pueblo no tenía derechos, en contra de las trabas al comercio industrial, en definitiva: en contra de la tradición. Su objetivo era el progreso material y la búsqueda de la felicidad y el bienestar general. Los fundamentos básicos del liberalismo se encuentran plasmados en una obra llamada "Tratado sobre el gobierno civil" en 1689 del inglés John Locke.
Los burgueses que habían ido creciendo económicamente tenían presente la idea de poder tener en sus manos el poder político ya que ellos eran los ilustrados y los que llevaban la luz y liberaban de la religión (sinónimo de superstición y oscuridad. Voltaire, revolucionario francés, fue el primero en atacar la religión ya que decía que estaba llena de fanatismo e iba en contra de la razón. ) a la sociedad para crear un nuevo régimen constituido por la libertad, la igualdad (legal, no social. Al principio se quería conseguir esta última pero como a los principales revolucionarios, los burgueses, no les beneficiaba lo dejaron en igualdad legal.) y la propiedad, derechos inalienables de todo ser humano. Estos derechos se inscriben por primera vez junto con los de la separación de poderes de Montesquieu y la soberanía nacional (sufragio censitario) de Rousseau en una constitución creada por los primeros candidatos votados para el gobierno del país. Estos mismo también escribieron en 1755 el "Discurso sobre la desigualdad" y en 1762 en "El contrato social".
En Inglaterra se crean sociedades masónicas, sociedades de gente ilustrada en la que se reunía para tratar temas ilustrados.
Todo el reflejo de la ilustración está plasmada en la "Enciclopedia" de 1751 por D'Alembert y Diderot.
Por otra parte, los monarcas que gobernaban estos países en los que comenzaban a darse principios revolucionarios liberales, comenzaron a plantearse en modificar su forma de gobierno para no ser arrebatados del trono, es lo que se llama "el despotismo ilustrado". Aquí los gobernantes hacían todo para el pueblo pero sin el pueblo, es decir, antes de pedir consejo al pueblo hacían lo que creían conveniente. Por ejemplo: quitar las trabas del comercio industrial, nueva implantación de impuestos (quién más tenga más paga), legislación única para todos, supresión de la tortura como método para interrogar a presuntos culpables, etc.
Algunos monarcas ilustrados son: "Luis XVI, Carlos III, Catalina II y Federico de Prusia."
Bibliografía
- TORENO, Conde de (1851). Historia del levantamiento, guerra y revolución de España. París.
- HOBSBAWM, Eric J. (1987). Las Revoluciones Burguesas (The Age of Revolution). Barcelona: Labor. ISBN 84-335-2978-1.
Categoría: Conceptos liberales
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