- Tipología lingüística
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La Tipología lingüística se refiere a la clasificación de las lenguas teniendo en cuenta sus similaridades gramaticales. La clasificación tipológica contrasta con la clasificación genética de las lenguas. Este otro método de clasificación se centra en las relaciones filogenéticas entre las lenguas que comparten la herencia de una lengua común (véase lingüística histórica). Una clase genética es una familia lingüística, mientras que una clase tipológica es un tipo de idioma.
Contenido
Tipología sintáctica
La tipología de orden se interesa por el orden de constituyentes básico. Comúnmente se estudia el orden básico del verbo en relación a los participantes en la predicación verbal y el orden relativo entre un nombre y sus complementos.
Orden de constituyentes oracionales
En la clasificación tipológica respecto al orden de orden respecto al orden del sujeto, el verbo y el objeto existen seis posibilidades lógicas:
- Sujeto Verbo Objeto (SVO)
- Sujeto Objeto Verbo (SOV)
- Verbo Sujeto Objeto (VSO)
- Verbo Objeto Sujeto (VOS)
- Objeto Sujeto Verbo (OSV)
- Objeto Verbo Sujeto (OVS)
Algunas lenguas dividen el verbo en una forma auxiliar por un lado y un infinitivo o participio por otro, insertando el sujeto entre medias. Por ejemplo:
- (alemán) ("Im Wald habe ich einen Fuchs gesehen" - «En el bosque he yo un zorro visto»)
- (holandés) "Hans vermoedde dat Jan Piet Marie zag leren zwemmen" - *«Hans sospechaba que Jan Piet Marie vio enseñar nadar»)
- (galés) "Mae'r gwirio sillafu wedi'i gwblhau" - *"Is the check spelling after to complete").
En este caso, la tipología no se basa en tiempos analíticos. El alemán, por lo tanto, es SVO/VSO (sin "im Wald", el sujeto aparecería en primer lugar) en las oraciones principales y el galés es VSO (y O iría tras el infinitivo). Tanto al alemán como al holandés se les clasifica como lenguas V2, ya que el verbo de una oración principal casi siempre ocurre en segundo lugar.
Algunas lenguas (normalmente las flexivas) son difíciles de clasificar debido al hecho de que aceptan muchas combinaciones de verbo, objeto y sujeto como posibilidades correctas. Entre ellas se encuentran el latín, polaco y el esperanto.
Orden del nombre y sus complementos
Los tipos usualmente considerados son:
- Orden relativo del adjetivo. Existiendo las posibilidades en que el nombre precede al adjetivo (NA) y en la que el adjetivo precede al nombre (AN). Esta tipología en ciertas lenguas como el español resulta dificultosa porque el orden depende del tipo de adjetivo, en español hay adjetivos que casi siempre anteceden (último, mismo, ...) y otros que siempre siguen al nombre (epitelial, fotográfico, ...), mientras que otros cambian de significado si el adjetivo sigue o precede al nombre: un viejo amigo / un amigo viejo.
- Orden relativo de los determinantes. Existiendo igualmente dos posibilidades en que el nombre preceda al determinante (Ndet) y en la que el determinante preceda al nombre (detN). En algunas lenguas puede llegar a suceder que cada tipo de determinante concreto tenga un orden básico diferente, siendo necesario distinguir entre demostrativos, artículos, posesivos, etc.
- Orden de otros complementos nominales. Típicamente se considera si el complemento nominal en función genitiva precede o sigue al nombre.
Orden núcleo-complemento
Otra diferencia importante entre las lenguas es la mayor o menor tendencia a colocar el núcleo de un sintagma al principio o al final de dicho sintagma. Las lenguas con orden básico de constituyentes SOV y posposiciones tienen mayor tendencia a ser de núcleo final, mientras que las lenguas con orden VSO y preposiciones tienen mayor probabilidad de ser de núcleo inicial. Muchas lenguas no son consistentes en el marcaje, es decir, a veces con ciertos sintagmas tienen núcleo inicial y en con otros sintagmas tienen núcleo final, o alguna otra posibilidad. El español por ejemplo suele ser de núcleo inicial: los determinantes preceden al nombre, el adjetivo calificativo sigue al nombre, el objeto no-pronominal del verbo va detrás de él, las preposiciones anteceden al sintagma que introducen, etc.
Marcaje núcleo-complemento
Otra característica interesante cuando además del orden el núcleo (modificado) y el complemento (modificador) se diferencian por algún tipo de marca morfosintáctica o partícula (este tipo de marca puede ir acompañado a veces de cierta rigidez en el orden modificado-modificador: núcleo final frente a núcleo inicial). Cuando estas marcas existen entonces, las lenguas pueden presentar mayor tendencia al marcaje de núcleo o al marcaje de complemento. Al igual que en el caso del orden núcleo-complemento existen lenguas consistentes y otras en que el marcaje dependerá del tipo de sintagma.
También existen ejemplos lenguas de marcaje nulo en los que no ni el núcleo ni el complemento tienen marca y su distintividad reside exclusivamente en la posición. E incluso existen lenguas con marcaje doble de ambos elementos elementos llevan marcas diferentes, por lo que la distinción vuelve a recaer en las marcas especiales, siendo redundante el marcaje.
Tipología morfosintática: Ergatividad y acusatividad
Otra clasificación tipológica interesante es la que se refiere al tipo de marcaje morfosintáctico básico de los participantes en la predicación verbal tanto de verbos intransitivos (donde sólo existe un participante S), como de verbos transitivos (donde existen al menos dos participantes A y O). Los dos patrones más frecuentes en las lenguas del mundo son:
- marcaje nominativo-acusativo, donde S y A reciben el mismo tratamiento (caso nominativo) y O un tratamiento diferente (caso acusativo). Estas lenguas suelen poseer la llamada voz pasiva.
- marcaje ergativo-absolutiva, donde S y O recbien el mismo tratamiento (caso absolutivo) y A un tratamiento diferente (caso ergativo). En estas lenguas la voz inversa se llaman voz antipasiva.
Si la lengua tiene casos, esto se determina teniendo en cuenta si el sujeto de un verbo intransitivo tiene el mismo caso que el sujeto o el objeto de un verbo transitivo. Si no coinciden dichos casos, pero el orden es SVO o OVS, se determina teniendo en cuenta si el sujeto del verbo intransitivo está en el mismo lado que el sujeto o el objeto del verbo transitivo.
En muchas ocasiones una lengua mezcla el uso del acusativo y el ergativo (por ejemplo, la morfología ergativa marca los argumentos del verbo, sobre una sintaxis acusativa), o tiene un comportamiento ergativo tan solo en algunos contextos (a esto se le conoce como ergatividad escindida, y se basa normalmente en la persona gramatical de los argumentos o en el tiempo/aspecto del verbo).
Tipología morfológica
La tipología morfológica se refiere a la estructura interna de las palabras. El significado de muchas expresiones complejas se forman a patrir de expresiones más simples o nociones más básicas, la capacidad expresiva del lenguaje humano depende en cierto grado de la composicionalidad del signficiado. Respecto a los procedimientos de formación de palabras como la [[composición (lingüística)|composición, la derivación y la flexión las lenguas se clasifican según varios criterios:
- Número de morfemas diferentes por palabra,
- Lenguas aislantes, en estas lenguas las palabras tienden a ser monomorfémicas. Cuando existen palabras de más de un morfema tienden a formarse por composición, más que derivación o flexión.
- Lenguas sintéticas, en estas lenguas las palabras incluyen una raíz y algunos morfemas derivativos o flexionales adicionales, en ellas las palabras, especialmente los verbos y nombres, raramente son monomorfémicas, entre ellas se distingue entre:
- Lenguas aglutinantes o segmentables, tienden a construir largas secuencias de morfemas o afijos, construyendo así palabras largas. La mayoría de palabras en lenguas aglutinantes pueden ser segmentadas en morfos que realizan una única función, así en ellas el número de funciones por morfema es cercano a uno, aunque el número de morfos por palabra puede ser alto.
- Lenguas fusionantes, en ellas las palabras tienden a realizar más de uno o dos morfemas por palabra, llevando así las palabras no sólo información semántica (raíz), sino también morfemas gramaticales. La diferencia es que en ellas una terminación o morfo frecuentemente marca simultáneamente diferentes funciones gramaticales y sintácticas. En estas lenguas el número de funciones gramaticales por morfo puede notablemente alto.
- Lenguas polisintéticas, lenguas en que algunas palabras tienen un número de morfemas asombrosamente alto y muchas palabras equivalen semánticamente a oraciones en lenguas que no sean polisintéticas.
- Formas de señalar relaciones sintácticas
- Lenguas analíticas, donde las relaciones sintácticas mediante morfemas libres o palabras sueltas. Las lenguas aislantes necesariamente deben ser analíticas, aunque una lengua analítica no tiene porqué ser aislante en extremo (el chino mandarín es un caso de lengua claramente analítica, pero debido al abundante uso de la composición las palabras no siempre son monomorfémicas.
- Lenguas flexivas, donde algunas relaciones sintácticas y gramaticales se marcan mediante afijos cuya forma fonética determina el valor de las diferentes categorías gramaticales.
El criterio del número de morfemas por palabra y la forma de marcar las relaciones gramaticales no son estadísticamente independientes, si bien no existe una relación fija entre ellas. Las lenguas aislantes tienen que ser necesariamente analíticas. Por otra parte aunque las lenguas analíticas no tienen porqué ser aislantes, estadísticamente tienden a ser aislantes. Las lenguas flexivas tienden a ser aglutinantes o fusionantes.
Lenguas analíticas y sintéticas
Otra vieja distinción, es la que se hace entre lenguas analíticas y lenguas sintéticas. Dicha distinción ha sido abandonada en parte, porque resulta difícil definir con precisión qué es una lengua analítica o qué es una lengua sintética. Realmente apreciamos lenguas más sintéticas que otras en ciertos aspectos, pero existe todo un gradiente entre ambos extremos.
Se piensa erróneamente que las lenguas analíticas tienen una gramática más sencilla que las lenguas sintéticas. Las lenguas analíticas usan en mayor medida procedimientos sintácticos para marcar las relaciones sintácticas, mientras que las sintéticas la codifican mediante procedimientos morfológicos como la inflexión. En otras palabras, en un lenguaje puramente sintético el orden de las palabras no es tan significativo como en una lengua más analítica.
Las lenguas chinas y algunas lenguas africanas, por ejemplo, son altamente analíticas, y el significado está muy ligado al contexto. Ambos grupos lingüísticos presentan algunas inflexiones, y tuvieron más en el pasado, sin embargo, se han vuelto menos sintéticos y más puramente "analíticos" con el tiempo. En ciertas lenguas, también encontramos casos de gramaticalización por el cual se crean inflexiones nuevas.
El latín, que es altamente sintético, usa sufijos e inflexiones para locuciones latinas son -aunque no totalmente- autocontenidas, una oración inteligible en latín puede construirse con palabras puestas en casi cualquier orden arbitrario. El latín tiene un complejo sistema de sufijación y una sintaxis simple, mientras que el chino es exactamente lo contrario. Así en latín, el orden de los componentes no está restringido por la sintaxis o la gramática, sino por criterios pragmáticos, relacionados con la posición de foco (lingüística) y el tópico.
Lenguas aglutinantes y fusionantes
Otra peculiaridad de las lenguas ampliamente flexivas tiene que ver con como es la unión o funcionalidad de las marcas o morfemas gramaticales. En algunas lenguas, llamadas aglutinantes, las palabras son fácilmente segmentables en una secuencia de morfemas cada uno con un significado concreto bien definido. Mientras que en otras lenguas se segmentación secuencial es problemática y aún cuando existe, resulta que alguno de los morfemas "fusiona" en sí mismo varias categorías gramaticales.
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