- Tomás Alvira
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Tomás Alvira Alvira (Villanueva de Gállego, Zaragoza, 1906 - 7 de mayo de 1992) fue un educador y profesor español. Matriculado en Químicas en 1922. Fue profesor, a partir de 1928, en diversos centros: dio clase en un colegio de Escolapios; fue ayudante de cátedra del Instituto de Logroño; profesor auxiliar de la Escuela de Peritos; profesor del Colegio femenino La Enseñanza; Director Técnico de la Academia Politécnica. En 1934 le eligieron Director del Instituto de Cervera del Río Alhama. En 1942 se encuentra el dato más exótico de su curriculum docente: es nombrado Jefe de estudios del hijo del Jalifa de Marruecos, Muley El-Medhí. En 1945 obtiene en propiedad la cátedra de Instituto de Ciencias Físicas Naturales. En 1950 es nombrado Director del Colegio de Huérfanos de la Guardia Civil. Participa luego en la creación de Fomento de Centros de Enseñanza. Desde 1973 a 1976 es Vicedirector del Centro Experimental del Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad Complutense; y luego, Director de la Escuela Universitaria de Fomento de Centros de Enseñanza. Su máxima innovación, fue la creación del Aula viva.
Contenido
Vida
Realizó Bachillerato en el Instituto de Zaragoza, matriculándose más tarde en Químicas en 1922. A partir de 1928, fue profesor en diversos centros: dio clase en un colegio de Escolapios; fue ayudante de cátedra del Instituto de Logroño; profesor auxiliar de la Escuela de Peritos; profesor del Colegio femenino La Enseñanza; Director Técnico de la Academia Politécnica, y más.
En 1934 fue Director del Instituto de Cervera del Río Alhama, cuyo claustro estaba compuesto por profesores de todo tipo de ideología política: desde los radicales de izquierda hasta los de derecha, lo que revela su talante dialogante y conciliador.
Durante las primeras semanas del mes de julio de 1936 se trasladó a Madrid para las oposiciones de agregado de Instituto. Estuvo residiendo en El Rolmo, un hostal pequeño, cuyas ventanas daban a la Gran Vía.
Empezó las oposiciones con buena letra: al terminar el cuarto ejercicio le aventajaba solo un opositor. Ya tenía planeado su futuro: en cuanto terminara la prueba final, regresaría a Zaragoza para casarse con Paquita, una antigua alumna de su padre en el Grupo escolar “José Gascón y Marín”, a la que conocía desde enero de 1926 en un viaje de estudios que realizó en Barcelona.
Al poco tiempo, se reencuentra con José María Albareda, viejo conocido de la Universidad de Zaragoza, y le presenta a dos jóvenes, fieles del Opus Dei: [Isidoro Zorzano] http://www.opusdei.es/art.php?p=120 (ingeniero) y Juan Jiménez Vargas (médico). Comienza a estudiar con ellos en la pensión en la que se aloja Albareda, situada en la calle Menéndez Pelayo, en frente del Parque del Retiro.
El 1 de septiembre de 1937, conoce a Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei[1], donde oye hablar por primera vez, de la posibilidad de ser santo en la vida cotidiana, en el trabajo profesional, tanto en el celibato como en el matrimonio. Fue la primera persona que se propuso vivir el ideal cristiano en el matrimonio según el carisma del Opus Dei en 1947.
Al poco de conocer a San Josemaría, decide atravesar a pie los Pirineos, junto con éste y otros fugitivos, y así reunirse con su familia, que ha quedó en la otra parte de España. A causa del hambre y de largo tiempo caminando, Tomás, pierde las fuerzas, y el guía ordena que se siga adelante abandonando allí a Tomás. No puede poner en peligro a toda la expedición. Pero tras una conversación de San Josemaría con el guía, decide cambiar de opinión y parar un rato a descansar. Por fin llegan al otro lado; y en 1939, cuando termina la guerra, comienza a trabajar en un Instituto de Gijón.
El 16 de junio de 1939, se casa con Paquita en la iglesia de San Gil de Zaragoza. También será en este año, cuando comience a dar clases en el Ramiro de Maeztu, donde conoce, tras varios años, un profesorado excepcional: Gerardo Diego, Guillermo Díaz-Plaja, Antonio Millán-Puelles, Rafael Lapesa, Valentín García Yebra, el Nobel Vicente Aleixandre...
En 1942, es nombrado Jefe de estudios de Muley El-Medhí, hijo del Jalifa de Marruecos. Durante este periodo, se tiene que preparar su tesis doctoral en el Instituto de Edafología. Obtiene en propiedad la cátedra de Instituto de Ciencias Físicas Naturales en 1945. En 1950 se le nombra como Director del Colegio de Huérfanos de la Guardia Civil, y allí será donde ponga en práctica sus teorías pedagógicas, ajenas a cualquier clasismo y discriminación. También participa en la creación de Fomento de Centros de Enseñanza.
Desde 1973 a 1976 es nombrado vice-director del Centro Experimental del Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad Complutense; y más tarde, Director de la Escuela Universitaria de Fomento de Centros de Enseñanza.
En 14 años, Tomás, y su mujer Paquita, tuvieron nueve hijos.[1]
La última novedad, es que en el 2009 se ha iniciado el proceso de beatificación de Tomás junto con su mujer Paquita.[2]
Anécdota
Dio su primera clase a los 9 años. Esto fue, porque su padre, que también fue profesor, le pidió que diera una clase a los niños de siete años. Quería ver cómo se defendía: Explícale los ángulos le dijo su padre, haciendo que se iba de clase. Don Tomás, se dirigió a la pizarra y dibujó dos circunferencias y cuatro rayas, como si se tratase de dos esferas de reloj. Y comenzó a explicarles los ángulos: rectos, agudos y obtusos: mirad, esto son las tres, las cinco, las seis. * Illanes, J.L. (1984). Mundo y Santidad. pp. 65 y ss.
Aula viva
La innovación esencial de su pensamiento pedagógico es lo que denominó como AULA VIVA la cual definía como: aquella en la que el profesor no sólo tiene en cuenta la memoria de los alumnos que se refleja en los exámenes, sino también el entendimiento y la voluntad. La que hace pensar a cada alumno cultivando su personalidad y potenciando su libertad, porque libre es el que piensa por cuenta propia, con la debida preparación, y no repite inconscientemente lo que otros le dicen . Y explicaba: Aula viva es aquella en la que el profesor procura despertar en el alumno el deseo de saber, de amor al saber, considerándolo como un bien en sí mismo. No podemos instar a los alumnos al estudio por el premio o por el castigo ¡hay que lograr que sientan deseo de saber!
Su pedagogía [2] se oponía al conservadurismo y a las rigideces. Era —me atrevería a decir— un mezcla de comprensión y profundo respeto hacia el alumno, en perfecto equilibrio con la exigencia. Hablaba con ternura, con cariño —recuerda uno de sus discípulos—. No le teníamos miedo, y sin embargo, infundía un gran respeto. Consiguió conjugar exigencia y respeto con un afecto y un cariño auténtico por sus alumnos. Eso explica esta aparente paradoja: la mayoría de sus discípulos destacan en él su ternura, y afirman al mismo tiempo que era un hombre de carácter fuerte. Fortaleza y ternura; exigencia y cariño: posiblemente éste era su secreto.
Referencias
- http://www.opusdei.es/
- http://www.revistaecclesia.com/index.php?option=com_content&task=view&id=8692&Itemid=65
- http://www.conelpapa.com/quepersigue/opusdei/tomasalvira.htm
- http://www.larazon.es/noticia/la-educacion-por-sexos-no-discrimina-y-es-constitucional
Bibliografía
Los padres, primeros educadores Cómo ayudar a nuestros hijos El “Ramiro de Maeztu”, pedagogía viva, 1992
Biografía
- Vázquez, Antonio (2007). Tomás Alvira y Paquita Domínguez: la aventura de un matrimonio feliz (1ª edición). ASTOR JUVENIL PALABRA. ISBN 9788498401196.
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