3C 58

3C 58

Imagen en rayos X de 3C 58.
Constelación	Cassiopeia
Ascensión recta α	02h 05min 38s
Declinación δ	+64º 49.7’
Distancia	10.000 años-luz
Magnitud visual	+8,17
Magnitud absoluta	+3,70
Tipo espectral	F (Estrella de neutrones)
Período	0,066 s

3C 58 o 3C58 (también SNR G130.7+03.1)^[1] designa a un púlsar y a la nebulosa sincrotrón circundante emplazados dentro de la Vía Láctea. Está situado a unos 10.000 años luz en dirección a la constelación de Cassiopeia. 3C 58 posiblemente es el resto de la supernova SN 1181 observada por astrónomos chinos y japoneses en 1181. Sin embargo, recientes estudios señalan que su edad puede ser de varios miles de años, por lo que no estaría asociado con esta supernova.^[2]

Estudios realizados con el Observatorio de rayos X Chandra muestran que el pulsar central (PSR J0205+6449)^[3] es una estrella de neutrones en rápida rotación, rodeada por un brillante toro emisor de rayos X. Un chorro de rayos X surge en ambas direcciones desde el centro del toro, extendiéndose a lo largo de varios años luz. El pulsar muestra pulsaciones muy rápidas cada 66 milisegundos en longitudes de onda de radio.^[4]

Observaciones actuales evidencian que la superficie del pulsar se ha enfriado, llegando a ser algo inferior a 1.000.000 K. La superficie relativamente “fría” fue una sorpresa para los astrofísicos, ya que la teoría estándar predice una superficie mucho más cálida para una edad de sólo 830 años. El enfriamiento de un pulsar se debe a las colisiones entre neutrones y otras partículas subatómicas en su denso interior; estas colisiones producen neutrinos que disipan la energía a medida que escapan de la estrella. La excesiva velocidad de enfriamiento de 3C 58 indica que la interacción entre neutrones y protones no es bien entendida en las condiciones extremas de los púlsares, o que se encuentra presente alguna forma exótica de materia subatómica.^[4] En este sentido, se ha propuesto que 3C 58 puede no ser una estrella de neutrones, sino una estrella de quarks, estrella exótica en la que, debido a la alta densidad, la materia existe en forma de quarks desconfinados.

Referencias