- Marrano (judeoconverso)
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El término marrano[1] hace referencia a los judíos convertidos externamente al cristianismo en las coronas de Castilla y Portugal y que siguieron observando clandestinamente sus costumbres y su religión original.
En sus orígenes, entre los siglos XV y XVII, se utilizó popularmente en castellano y portugués para designar despectivamente a todos los judeoconversos y a sus descendientes, llevando implícita la insinuación de catolicismo fingido.
En la actualidad, el término marrano, a pesar de sus connotaciones originarias, ha sido incorporado por la historiografía internacional y al acervo de otros idiomas como el inglés, francés o alemán, habiéndose generalizado su significado para nombrar a los judaizantes de toda la península Ibérica y, eventualmente, a cualquier descendiente de judíos conversos de dicho territorio.
También se les ha denominado judaizantes o cripto-judíos. Por su parte, los judíos sefardíes prefieren utilizar la palabra hebrea Anusim, (אֲנוּסִים, 'forzados'), o bien Benei anusim (בְּנֵי אֲנוּסִים, 'hijos de anusim'), término legal rabínico que se aplica a los conversos obligados a dejar el judaísmo contra su voluntad. En todo caso esos términos tienen un carácter general y no identifican el origen geográfico.
El investigador Israël Salvator Révah definió al marrano como «un católico sin fe y un judío sin saber, aunque un judío por voluntad».
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El término «marrano» y apelativos relacionados
La palabra «marrano» procede del árabe muḥarram,[1] ('cosa prohibida'), expresión usada para designar, entre otras muchas cosas, al cerdo, cuya carne está prohibida para judíos y musulmanes. La palabra se utilizó primero en el romance peninsular para designar a este animal (documentada desde 965). Para designar, de forma hiriente, a los cristianos nuevos está documentada en castellano desde comienzos del siglo XIII,[2] seguramente porque estos conversos se abstenían de comer carne de cerdo. En 1691, por ejemplo, Francisco de Torrejoncillo en su libelo antisemita[3] Centinela contra judios: puesta en la torre de la iglesia de Dios con el trabajo, escribía una descripción del término:
Otro nombre que les davan antiguamente por afrenta, de mas de perros ó canes, que era llamarlos marranos, como lo dize Didarus á Velazquez. Pues qué razon avria para darles este nombre, llamando a los Judíos marranos? Muchas razones dan estos graves Autores [...] Otros dizen, que los Españoles les salió este nombre, llamandoles marranos, que en Español quiere decir puercos; y asi por infamia les llamaban puercos marranos a los Christianos nuevos, y dávanles, y se les puede dar este nombre con gran propiedad, porque entre los marranos, cuando gruñe, y se quexa uno de ellos, todos los demás puercos o marranos acuden a su gruñido; y como son assi los Judíos, que al lamento del vno acuden todos, por esso les dieron titulo, y nombre de marranosAunque en un principio el término se empleaba tanto para los conversos procedentes del judaísmo como del Islam, con el tiempo a estos últimos se les denominó moriscos, y la voz «marrano» quedó para designar únicamente a los judeoconversos.
En Portugal se conocía despectivamente a los judeoconversos como cristãos novos y en las Islas Baleares como xuetes ('chuetas').
El término «marrano» está estrechamente relacionado con otros apelativos:
- Los convertidos del Judaísmo al Catolicismo eran llamados conversos o cristianos nuevos. Este término era igualmente aplicado a los conversos procedentes del Islam y tenía carácter discriminatorio, aunque menos insultante que la voz «marrano».
- Aquellos conversos que practicaban la Ley Judía o, al menos, una reconstrucción de los ritos y creencias del Judaísmo, eran denominados judaizantes (en la actualidad se les denomina criptojudíos, literalmente «judíos secretos», y sus prácticas religiosas se denominan criptojudaísmo). Sobre las prácticas de los judaizantes existe abundante documentación en los procesos de la Inquisición, aunque a veces es difícil deslindar cuáles corresponden a hechos reales y cuáles son acusaciones calumniosas producto del antisemitismo.
- Los sefardíes (literalmente "españoles") son los descendientes de los miembros de la comunidad hispanojudía que mantuvieron su fe y tuvieron que exiliarse en 1492, tras lo cual se dispersaron por Europa y el Mediterráneo. Con posterioridad algunos marranos se reintegraron en esta comunidad, a veces con el recelo de los que se habían mantenido fieles al judaísmo. Otros emigraron a América, aunque las autoridades vigilaban que sólo cristianos viejos lo hicieran. En la actual América Latina, muchos dicen descender de aquellos que mantuvieron su fe y creen poder reconocerse por los apellidos.
Las conversiones
Desde los asaltos a las juderías de 1391, y a causa del creciente antisemitismo imperante en los reinos cristianos españoles durante el siglo XV, tuvieron lugar numerosas conversiones de judíos, muchas de las cuales eran forzosas o tenían la única finalidad de evitar las persecuciones. Las conversiones aumentaron significativamente al producirse la expulsión de los judíos de España, en 1492.
Desde mucho antes, la comunidad judeoconversa, relativamente poderosa, había llegado a ser objeto de los recelos de los cristianos viejos, que habían conseguido medidas de discriminación legal (estatutos de limpieza de sangre) a partir de la revuelta anticonversa de Toledo de 1446 dirigida por Pedro Sarmiento. Desde 1478 su ortodoxia religiosa fue objeto frecuentemente de procesos por parte de la Inquisición española, y más tarde también en Portugal, donde entre 1580 y 1640 volvieron a estar bajo su jurisdicción por la unificación de aquel reino con la Monarquía Católica de los Habsburgo.
Clasificación de los «marranos»
Se pueden identificar tres categorías para los marranos y sus descendientes. Los primeros corresponden a aquellos que, exentos de cualquier afecto por el judaísmo e indiferentes a la religión en general, recibieron con dicha conversión la posibilidad de cambiar su condición oprimida por las excelentes oportunidades que se abrieron al convertirse al cristianismo. Simulaban ser cristianos cuando resultaba adecuado y hacían mofa de los judíos y el judaísmo. Ciertos poetas españoles se pueden asociar a esta categoría, entre los que podemos nombrar a:
- Pero Ferrus,
- Juan de Valladolid,
- Rodrigo Cota y
- Juan de España de Toledo, también conocido como «El Viejo», a quien se consideraba un connotado talmudista,
- el monje Diego de Valencia, otro judío bautizado.
Estos dos últimos empleaban palabras en hebreo en sus pasquines para burlarse del pueblo judío.
Drama en Lisboa
Tras la expulsión de los judíos de Castilla y las provincias de los Reyes Católicos, muchos de éstos trataron de huir hacia Portugal. Por influencia de algunos prelados, fueron obligados a entregar todos los hijos e hijas menores de 14 años para ser devueltos y ser educados bajo el catolicismo, creando una de las más dolorosas tragedias del judaísmo del siglo XV. Posteriormente huyeron hacia Ámsterdam, donde hoy en día se encuentra una excelente documentación de estos hechos en el Museo Histórico JHM. La Sinagoga producto de este éxodo fue una de las más grandes de aquellos tiempos, y sigue en uso.
La diáspora
La coincidencia entre la fecha 3 de agosto de 1492, en que Cristóbal Colón partió en su viaje en busca de la India, y el término en el cual los judíos de la península Ibérica la abandonaron, permite suponer la influencia de esa decisión por parte de los Reyes Católicos. Esto condujo a una de las diásporas más grandes, graves y hasta el día de hoy inconclusa del pueblo judío. En América fueron registrados muchos judíos, incluso conscientemente, los cuales fueron perseguidos y nuevamente amenazados por la Inquisición en el Reino de Nueva Granada en Cartagena y todas las consecuentes.
A los descendientes de éstos se les perdió casi en su totalidad la identidad judía hasta el día de hoy. Los métodos de análisis del ADN permiten hoy en día cerrar los eslabones que confirman esta suposición, pues los nombres de muchas familias son conocidos entre los sefarditas.
Referencias y notas
- ↑ a b Marrano: adj. despect. Se decía del converso que judaizaba ocultamente. U. t. c. s. (DRAE).
- ↑ Joan Corominas: Breve diccionario etimológico de la lengua castellana. Madrid, Gredos, 1987.
- ↑ Redondo, Agustín. Revisitando las culturas del siglo de oro: mentalidades, tradiciones culturales, creaciones paraliterarias y literarias. Salamanca: Universidad de Salamanca. ISBN 847800422X. http://books.google.es/books?id=xwVl7uqR7PoC&pg=PA76&lpg=PA76&dq=%22Francisco+de+Torrejoncillo%22&source=bl&ots=nRUgVUm4cp&sig=fZtyR5DSdpX0hLGLQvoKxC0XTk8&hl=es&ei=TffmStLwGIXymwPvx4moCA&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=5&ved=0CBYQ6AEwBA#v=onepage&q=%22Francisco%20de%20Torrejoncillo%22&f=false.
Véase también
- Cristiano nuevo
- Cripto-judaísmo
- Estatutos de limpieza de sangre
- Judensau
- Racismo en España
- Inquisición
Enlaces externos
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- Cristianismo y judaísmo
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