- Luis Antonio Enrique de Borbón-Condé
-
Louis Antoine Henri de Bourbon-Condé, duc d’Enghien (Chantilly; 2 de agosto de 1772 - Vincennes; 21 de marzo de 1804), único hijo de Luis Enrique, Duque de Enghien, Príncipe de Condé y Duque de Borbón, y el último descendiente de la rama Borbón-Condé.
Contenido
Biografía
Desde 1789, a los pocos días de la caída de la bastilla, su padre huye con él hacia los Países Bajos donde el joven duque de Enghien, de 17 años, se une al Ejército de los Emigrantes organizado en Alemania bajo el mando de su abuelo, Luis José de Borbón-Condé, el actual príncipe de Condé, y su padre, el duque de Borbón. El propósito de este ejército es marchar sobre Francia para restaurar el Antiguo Régimen.
En 1792 el duque de Enghien se convierte en jefe autoproclamado del Ejército Real Francés. Estuvo además implicado en el intento de invasión de Francia junto a los ejércitos combinados de Austria y Prusia bajo el mando del duque Carlos Guillermo Fernando de Brunswick. Sin embargo, a pesar de la derrota, el 2 de febrero de 1794, recibió de manos del conde de Provenza la Croix de Saint-Louis por su valeroso comportamiento.
Al disolverse el Ejército tras el Tratado de Lunéville en 1801, el duque se instaló en Ettenheim, Baden, Alemania y se casó secretamente con la princesa Carlota de Rohan-Rochefort, sobrina del Cardenal de Rohan de quien estaba sumamente enamorado.
Habiendo escuchado sobre un complot realista para asesinarlo complotado por el Mariscal Georges Cadoudal y el ex General Jean-Charles Pichegru[1] y convencido que el joven Enghien formaba parte del mismo, Napoleón I dispone su captura.
Fue arrestado la noche del 15 al 16 de marzo de 1804 junto a otras personas. El duque fue llevado primero a Estrasburgo y después encerrado en el Castillo de Vincennes. Fue puesto en manos de un consejo de guerra compuesto por siete coroneles y por el General Hilin quien lo presidía. Fue condenado a muerte.
En vano Enghien negó su culpabilidad. Fue fusilado el 21 de marzo y su cuerpo fue dejado en una fosa a los pies del Pabellón de la Reina.
Consecuencias de su muerte
Los hechos provocaron la indignación de las cortes europeas por las violaciones a la soberanidad por parte del Estado Francés, la suerte corrida por el Duque dio una imagen negativa a Bonaparte quien aún era Primer Cónsul y esperaba causar una buena impresión en los países vecinos.
Después de la reacción indignada de toda Europa, los principales autores del fusilamiento se declararon sin responsabilidad del mismo. Charles Maurice de Talleyrand, quien era el Ministro de Asuntos Exteriores e indicado como el mayor responsable, habría definido la muerte del Duque con las siguientes palabras:
- "Ha sido peor que un crimen, ha sido un error".[2]
El General Savary, jefe de la policía secreta, inculpada por el hecho, declaró en sus memorias de no ser el único responsable, Joseph Fouché entregó a Napoleón información determinante y errónea para la decisión de actuar, y sostuvo que intentó en un último momento de convencer al Primer Cónsul de no reaccionar en contra del duque.
La única persona que asumió su responsabilidad fue el propio Napoleón Bonaparte quien en sus memorias declaró:
- "Hice arrestar al duque de Enghien porque era necesaria la seguridad, el interés y el honor del pueblo francés, durante ese tiempo el Conde de Artois confesó tener a sesenta asesinos en París. En circunstancias similares, volvería a actuar de la misma forma".[3]
Las pruebas que involucraban al duque en la conspiración nunca fueron encontradas,[4] y de hecho, los cargos contra el joven duque se cambiaron de conspiración a alta traición, por haber tomado las armas contra su país.
La interpretación que se le da a la decisión de proceder al rapto y asesinato del duque es la siguiente: en un contexto de acusaciones por parte de los partidarios de Moreau (recientemente encarcelado, acusado por conspiración) que lo acusaban de querer reinstaurar la monarquía, además de la conspiración de los realistas dentro de Francia y en el extranjero para eliminarlo. Nopoleón quiso dar un mensaje a ambos partidos, a los republicanos, para demostrar que no estaba a favor de la monarquía, y a los realistas para frenar cualquier intento de complot.
El motor de la acción, ciertamente, no fue la escasa peligrosidad de Enghien, quien con su juventud, su matrimonio por amor y el sacrificio al que fue entregado, hicieron de él un emblema del héroe romántico. Después de la restauración, en 1816, Luis XVIII dispuso el traslado del cuerpo del duque a la Sainte-Chapelle de Vincennes, bajo el monumento de Lenoir.
Enghien en la literatura
El episodio de la ejecución fue mencionado en obras teatrales y literarias.
Tolstói
León Tolstói en su más notable novela Guerra y paz, hace del hecho un objeto de discusión en el salón del personaje Anna Pavlovna Sherer, donde está presente un emigré, el visconde de Mortemart, quien habría conocido personalmente al desafortunado duque:
- "El grupo reunido en torno a Mortemart comenzó a discutir inmediatamente el asesinato del duque de Enghien.
- - Después del asesinato del duque incluso hasta los más acérrimos admiradores de Bonaparte dejaron de verlo como un héroe. Después de lo acaecido, había un mártir más en el cielo y un héroe menos en la tierra.
- El visconde de Mortemart afirmó que la causa de la muerte del duque era su propia magnanimidad, que era el principal motivo de Bonaparte para odiarlo".
Más adelante:
- "Había una anécdota popular en la que se contaba que el duque de Enghien se había escabullido secretamente a París para visitar a Mademoiselle George, que le valió encontrarse con Bonaparte, quien también era admirador de la actriz. En presencia del duque, Napoleónm, sufrió una de sus crisis de desmayos, quedando a su merced. Enghien lo ayudó a volver en sí y esta magnanimidad fue pagada con la muerte.[5] "
Alejandro Dumas
El asesinato del duque de Enghien también fue tocado en la novela de Alexandre Dumas padre, El caballero Hector de Sainte-Hermine:
- "El sentimiento dominante en la mente de Bonaparte en ese momento no fue el miedo ni la venganza, si no el deseo de hacer entender a toda Francia que la sangre de los Borbón, tan sagrada para los realistas, era para él como la de cualquier otro citadino de la república."
Bibliografía
- David G. Chandler, Las Campañas de Napoleón, Milán, 1998, ISBN 88-17-11577-0
- Max Gallo, Napoléon, Paris, Edition Robert Laffont, 1997, ISBN 2-221-09796-3
- Pier Damiano Ori - Giovanni Perich, Talleyrand, Milán, 1978.
Notas
- Este artículo fue creado a partir de la traducción del artículo Luigi-Antonio Enrico di Borbone-Condé de la Wikipedia en italiano, bajo licencia Creative Commons Atribución Compartir Igual 3.0 y GFDL.
- ↑ Los rumores resultaron ser falsos.
- ↑ Esta frase le fue atribuida por el jefe de polícia Joseph Fouché en sus Mémoires.
- ↑ Max Gallo, op. cit. en Bibliografía, pág. 956
- ↑ El mismo Cadoudal, arrestado en Francia y ajusticiado poco después, admitió haber vuelto de Inglaterra para organizar un atentado en contra de Napoleón, sin embargo negó en todas sus declaraciones que Enghien estuviera involucrado.
- ↑ La actriz Marguerite-Joséphine Wiemer, conocida como Madame George, fue efectivamente amante de Napoleón, pero no existe ninguna evidencia histórica que la involucre con el duque de Enghien.
Categorías:- Casa de Borbón en Francia
- Príncipe de Condé
- Primer Imperio Francés
Wikimedia foundation. 2010.