Silvino Olivieri

Silvino Olivieri
Coronel
Nacimiento	5 de agosto de 1820 Abruzos,  Italia
Fallecimiento	2 de octubre de 1856 Colonia Nueva Roma,  Argentina

Silvino Olivieri (n. Abruzos, Italia, 5 de agosto de 1820 – f. Colonia Nueva Roma, 2 de octubre de 1856) fue un militar italiano radicado en la Argentina, donde dirigió una Colonia Agrícola Militar. Fue asesinado por la dureza con que trataba a sus subalternos.

Entre Italia y el Río de la Plata

Se enroló muy joven en el ejército italiano y estudió en la academia militar del Reino de Nápoles. Durante la agitación revolucionaria de 1848 participó en la revolución nacionalista de Roma. Después de la derrota ante las fuerzas del Papa y sus aliados emigró a América.

Desembarcó en Montevideo y se enroló en la defensa de la ciudad contra el sitio de Oribe. Pocos meses después, éste fue levantado por Justo José de Urquiza; Olivieri se enroló en las tropas italianas del Ejército Grande, con el que participó en la batalla de Caseros. Más tarde fue el comandante de la Legión Italiana durante el sitio de Buenos Aires, impuesto por el federal Hilario Lagos, destacándose en varios combates parciales en la zona de Plaza Lorea, y en uno de ellos fue herido. La Legión fue oficialmente disuelta en agosto de 1853, tras el final del sitio.

Regresó a Italia y se unió a otras conspiraciones de los nacionalistas, por lo que fue arrestado y condenado a 18 años de prisión. El gobierno del Estado de Buenos Aires, tras varias gestiones, logró que se le conmutara la pena por la de destierro perpetuo en Roma. Regresó a Buenos Aires.

La Colonia Nueva Roma

Al llegar, en octubre de 1855, fue nombrado comandante de la Legión Agrícola Militar, organización de soldados colonos de origen italiano. El plan era organizar un contingente de 600 militares y sus familias, para fundar una colonia agrícola en la frontera sur de la provincia de Buenos Aires.

Sólo logró reunir unos 150 italianos. Muchos de ellos eran sus antiguos soldados de Montevideo y Buenos Aires, que nunca habían sido otra cosa que soldados, y que habían fracasado en insertarse en la vida civil. El resto, hasta un total de 400 hombres, eran argentinos, lo cual sería una fuente de conflictos.

En febrero de 1856 – tras un viaje en el que perdieron varias personas por una epidemia de cólera – fundaron la Colonia Nueva Roma, sobre el río Sauce Chico, cerca de Bahía Blanca. Las instalaciones militares y civiles comenzaron a ser construidas de inmediato, pero avanzaron lentamente.

Además del mando militar, también la autoridad civil de la Colonia estaba en manos de Olivieri. Enseguida se hizo notar la falta de una preparación adecuada del comandante y sus oficiales: impuso una disciplina férrea, adecuada para un regimiento, pero muy poco útil como fundamento de un futuro centro de población civil. Además, Olivieri tenía sus propios objetivos políticos, entre los cuales estaba ensayar una posible autonomía política de la Colonia respecto de Buenos Aires; en la práctica, Olivieri no rendía cuentas a nadie de sus actos.

Para empeorar las cosas, se lo acusaba de favoritismo en favor de los napolitanos, y en contra de los argentinos y los italianos del norte.

Ante la ola de críticas y protestas, el coronel reaccionó aumentando la severidad de la disciplina sobre militares y civiles, y arrestando a varios oficiales, a los que envió presos a Buenos Aires; entre ellos al segundo jefe, comandante Calzadilla.

En el mes de octubre de 1856, arrestó a 16 sargentos, acusándolos de querer desertar y llevarse los caballos. Decidió ejecutarlos, para lo cual viajó a Bahía Blanca a buscar al capellán de la Legión, para que les prestase auxilios espirituales antes de la ejecución. En el momento de su llegada, los soldados se rebelaron y pusieron en libertad a los presos. Olivieri fue muerto en la refriega; nos días después, también el capellán murió, por la gangrena que surgió en la herida que recibió en la revuelta.

La Colonia se disolvió, y los soldados y civiles fueron trasladados a Bahía Blanca. Mientras los civiles se incorporaron a la vida de la pequeña ciudad, los soldados argentinos fueron incluidos en las tropas de línea de la frontera. Gran parte de los italianos volvieron a incorporarse a la Legión Italiana, en Buenos Aires.

Bibliografía

• Cutolo, Vicente, Nuevo diccionario biográfico argentino, 7 volúmenes, Ed. Elche, Bs. As., 1968-1985.
• De Marco, Miguel Ángel, La patria, los hombres y el coraje, Ed. Emecé, Bs. As., 2006. ISBN 978-950-04-2776-0
• Frigerio, José Oscar, Silvino Olivieri, la Legión Valiente y la fundación de la Nueva Roma, Revista Todo es Historia, N° 266, Bs. As., 1989.