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Batalla de La Ciudadela
Batalla de La Ciudadela Parte de Guerras civiles argentinas Fecha 4 de noviembre de 1831 Lugar alrededores de Tucumán, Argentina Resultado Victoria de los federales Beligerantes Ejército Federal Ejército Unitario Comandantes Facundo Quiroga Gregorio Aráoz de Lamadrid Bajas 50 Batalla de La Ciudadela, combate ocurrido durante las guerras civiles argentinas, librado entre las fuerzas federales al mando de Juan Facundo Quiroga y los unitarios de Gregorio Aráoz de La Madrid en las afueras de Tucumán, Argentina, el 4 de noviembre de 1831.
Contenido
Antecedentes
La Liga Unitaria del Interior había durado lo que duró el mando del general José María Paz. Con la prisión de éste en manos de los federales, Lamadrid retrocedió con su ejército hacia Tucumán. Mientras tanto, Quiroga recuperaba el poder en Cuyo, aunque el reumatismo le impedía moverse con la debida rapidez.
Lamadrid logró reorganizar el ejército en su provincia natal y rechazó los ataques de sus enemigos en Salta. También rechazó a Juan Felipe Ibarra en Río Hondo, obligándolo a regresar a Santiago del Estero. Quiroga envió a su segundo, Bargas, a enfrentar a los unitarios en Catamarca, pero éste fue derrotado en Miraflores. Entonces el mismo Quiroga se puso al frente de sus hombres y avanzó hacia Tucumán, persiguiendo a Lamadrid.
Desarrollo
El 3 de noviembre al mediodía hubo un principio de batalla en Famaillá, pero las tropas federales fueron detenidas por la espesa selva. A la mañana siguiente, ya en la Ciudadela, Quiroga dividió sus fuerzas en dos mitades, la izquierda, al mando del general José Ruiz Huidobro, y la derecha, al mando de Martín Yanzón y Nazario Benavídez, que serían después gobernadores de la provincia de San Juan. Las fuerzas de Lamadrid iban al mando de Javier López y Juan Esteban Pedernera.
La batalla se desarrolló durante dos horas y media, sin decidirse para ninguno de los dos bandos, y varias veces la victoria pareció a punto de declararse a favor la Lamadrid. Pero Quiroga traía personalmente de regreso al campo de batalla a cada regimiento que se dispersaba, y lentamente quedó claro que la victoria quedaría para las fuerzas federales. Por otro lado, la eficacia con que el caudillo federal era obedecido, mientras los unitarios se celaban mutuamente, hizo que la superioridad numérica de los tucumanos fuera poco importante en el resultado. Lamadrid achacó la derrota a las dudas que tuvieron algunos de sus coroneles al ordenárseles atacar, sobre todo Juan Esteban Pedernera.
Hubo menos de 50 muertos en el campo federal, entre ellos el coronel Bargas y otros tres oficiales. Como escribió Quiroga en el parte de la victoria,
"Los enemigos han perdido hasta la esperanza de dominar a los pueblos, y entre los muertos, el coronel de artillería don Juan Arengreen, el del 5to, don José María Aparicio…"Le faltó agregar más de doscientos muertos y más de mil prisioneros.
Consecuencias
Lamadrid y la mayor parte de sus oficiales intentaron refugiarse en Salta, pero el gobierno provincial se negó a armar un nuevo ejército para oponer a Quiroga, y tuvieron que huir a Bolivia.
La victoria federal terminó por varios años con los intentos del partido unitario de controlar Argentina.
Bibliografía
- David Peña, Juan Facundo Quiroga, Ed. Coni Hermanos, Bs. As., 1906
- Carlos Páez de la Torre, Historia de Tucumán, Ed. Plus Ultra, Bs. As., 1987
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