- Batalla de Lissa (1866)
-
Batalla de Lissa (1866)
Batalla de Lissa Parte de Guerra Austro-Prusiana
La Batalla Naval de Lissa, pintura de Carl Frederik Sorensen.Fecha 20 de julio de 1866 Lugar Mar Adriático, cerca de la costa norte de la isla de Lissa Resultado Victoria decisiva austriaca Beligerantes Reino de Italia Imperio Austríaco Comandantes Carlo di Persano Wilhelm von Tegetthoff Fuerzas en combate 12 acorazados
10 cruceros
4 cañoneras7 acorazados
6 cruceros
12 cañonerasBajas 2 acorazados hundidos
620 muertos
40 heridos38 muertos
138 heridosLa Batalla de Lissa se libró el 20 de julio de 1866 entre la armada austriaca y la armada italiana cerca de la isla de Lissa (actual Vis), en el Mar Adriático, en el marco de la Guerra Austro-Prusiana. Fue una victoria decisiva de la fuerza austriaca frente a una escuadra italiana muy superior. Fue la primera gran batalla naval en la que participaron barcos de vapor.
La batalla fue parte de la Tercera Guerra de Independencia Italiana, en la cual Italia se alió con Prusia en el curso del conflicto contra Austria. El principal objetivo italiano era conquistar Venecia, entonces parte del Imperio Austriaco.
Las flotas estaban compuestas por veleros con motores de vapor y acorazados. La flota italiana contaba con 12 acorazados y 17 veleros y superaba numéricamente a la austriaca, de 18 buques. Los austriacos también estaban en clara desventaja en cuanto al número de armas. Participó asimismo uno de los primeros barcos en los que los cañones estaban montados en una torreta giratoria, el italiano Affondatore.
El conde Carlo di Persano lideró la flota italiana, mientras que la austriaca estaba al mando del contraalmirante Wilhelm von Tegetthoff. El fuerte de Lissa fue puesto bajo la autoridad del transilvano David Urs de Margina.
Contenido
Planes de batalla
La tropa atacante austriaca estaba dividida en tres grupos. La primera división estaba compuesta por los buques armados, la segunda y más poderosa contaba con el barco de madera Kaiser y cinco fragatas. La tercera división estaba formada por pequeñas cañoneras y mercantes armados. El mercante Stadion estaba al frente de la flota y actuaba como guía.
Las tres divisiones avanzaban en formación en V. La primera división bajo el mando de Tegetthoff iba al frente y los barcos más débiles de la tercera división en la retaguardia. Los veleros del comodoro Petz iban en el centro.
El plan austriaco consistía, debido a su escasa potencia de fuego, en acercarse para mantener una lucha con fuego de corto alcance y hundir un pequeño grupo de barcos italianos para conseguir quitarles la moral de luchar.
Pese a su superioridad, los italianos no estaban preparados para la batalla. Estaban ocupados preparando un desembarco cuando recibieron noticias de que la flota austriaca se les estaba acercando. Persano canceló el desembarco y ordenó a la escuadra salir al mar formando una columna. Sin embargo, poco después canceló la orden y la sustituyó por la de formar una línea de frente rectilíneo, tal y como se usaba en las batallas navales de veleros.
La primera división de avance consistía en el Principe di Carignano, el Castelfidardo y el Arcona, bajo el mando del almirante Vacca. La segunda división del capitán de primera clase Faà di Bruno iba en el centro y contaba con los navíos Re d’Italia, Palestro y San Marino, y la tercera división, en la retaguardia, se componía del Re di Portogallo, el Maria Pia y el Varese dirigidos por el capitán Augusto Riboty. Además de estos acorazados, los veleros iban distribuidos entre las tres divisiones.
Antes de la batalla, Persano causó confusión entre sus filas al decidir transferir su bandera al Affondatore, el cual se había quedado fuera de la línea de batalla como reserva. Sin embargo, la señal para decelerar y bajar los botes para transportar al almirante no llegaron a la primera división, la cual se adelantó dejando una brecha en la línea. Persano no llegó a informar del cambio de bandera, por lo que los italianos continuaron mirando al buque insignia, el Re d’Italia, esperando órdenes.
El encuentro de las escuadras a las 10 en punto
Al ignorar los avisos de «barcos sospechosos en la noche» de sus vigías, Persano permitió a los austriacos reorganizar su flota preparándola para el ataque. Tegetthoff vio el hueco en la escuadra italiana, por lo que envió a su flota hacia la brecha y se concentró en un ataque a corta distancia. Mientras los austriacos se acercaban, la primera división italiana, al mando de Vacca, abrió fuego intenso sobre el oponente. Los austriacos sólo pudieron contestar con unas pocas salvas. Como Persano estaba cambiando su bandera no pudo dar ninguna orden a todos sus barcos. Las segunda y primera divisiones no se unieron al combate y los austriacos cruzaron la brecha sufriendo serios daños, pero ninguna pérdida. El Drache recibió 17 impactos, perdiendo su palo mayor. Su capitán, Von Moll, resultó muerto, pero su subordinado Karl Weyprecht consiguió devolver el barco a la línea de combate.
A las 10:43 de la mañana, los austriacos habían de llevar a los italianos a una lucha cercana. El Habsburg, el Salamander y el Kaiser Max de la flota austriaca abandonaron su escuadra para enzarzarse contra la primera división italiana; y el Don Juan, el Drache y el Prinz Eugen se enfrentaron a la segunda. Persano, quien estaba en el barco más poderoso de las dos flotas, el Affondatore, se mantuvo cerca del combate.
Con la confusión que reinaba en el bando italiano, el comodoro von Petz aprovechó la oportunidad de tomar su segunda división hacia la retaguardia italiana. Los barcos veleros austriacos de la segunda división se enfrentaron a los modernos acorazados italianos con pesadas armas. La fragata Novara recibió 47 impactos. El Erzherzog Friedrich fue dañado bajo la línea de flotación aunque consiguió mantenerse a flote, mientras que el Schwarzenburg fue inutilizado por el fuego italiano.
El final de la batalla
Viendo que las cosas iban mal, Persano se lanzó al combate, decidiendo atacar al buque Kaiser en vez de acudir en ayuda de la segunda división italiana, que estaba mucho más cerca de él y estaba sufriendo mucho. Sin embargo, el Kaiser consiguió esquivar al Affondatore. El capitán del Re di Portogallo decidió perseguir al Kaiser, atacándolo con un potente fuego. En el último momento, von Petz giró y se propuso devolver el ataque. No obstante, en el giro se produjo una colisión con el Re di Portogallo, lo que aprovechó el capitán de éste para bombardear al navío austriaco, derribando su palo mayor.
Casi al mismo tiempo, Tegetthoff envió a su buque insignia, el Erzherzog Ferdinand Max, contra el Re d’Italia y el Palestro. En ambos casos sólo logró impactar unos pocos disparos, pero estos causaron serios daños, especialmente en el Palestro, que empezó a arder.
Mostrando una especial valentía, el capitán del Palestro, Cappellini, dijo a sus hombres que podían abandonar el barco pero que él se quedaría, y sacó el buque fuera de la batalla. Su tripulación se negó a abandonarle. El Palestro se hundió finalmente a las 2:30 de la tarde, sobreviviendo tan sólo 19 hombres de los 230 de la tripulación.
Mientras, el Erzherzog Ferdinand Max rodeó al Re d’Italia sin dejar de dispararle y consiguió un buen impacto aprovechando un error del capitán italiano en el momento crucial del combate. El barco italiano arrió la bandera en señal de rendición. Según la leyenda, el capitán Faà di Bruno se suicidó tras dar la orden.
El Erzherzog Ferdinand Max se retiró debido a los importantes daños que tenía tras llevar a cabo tres combates. El Ancona le cerró el paso. En la excitación de la batalla, los italianos podían haber destruido completamente el buque insignia austriaco, pero olvidaron introducir las balas y en los cañones sólo había pólvora.
Tras su encuentro con el Re di Portogallo y el Maria Pia, el comodoro Von Petz se encontró a corta distancia del Affondatore. Pese a ser un perfecto blanco de tiro para el buque italiano, el Kaiser sobrevivió gracias a que Parsano ordenó la retirada.
Consecuencias
El encuentro del Kaiser con el Affondatore fue el último enfrentamiento importante de la batalla. Con dos acorazados hundidos, los italianos se retiraron aunque aún hubo intercambios de disparos durante algunas horas más. Los marineros de Tegetthoff, casi exclusivamente venecianos y croatas, gritaron: «¡Viva San Marco!», el grito de guerra en honor al patrón de Venecia. Este fue el primer y último combate en el que participó el Affondatore.
Persano volvió y anunció una gran victoria, causando una gran celebración hasta que se hizo pública la realidad de la batalla. Fue juzgado por cobardía y expulsado de la batalla.
Tegetthoff volvió a casa como un héroe, fue ascendido a vicealmirante y es considerado como uno de los mayores comandantes navales de la historia austriaca.
El enfrentamiento no tuvo grandes consecuencias en la guerra, ya que la victoria austriaca se vio ensombrecida por la gran victoria prusiana en Königgrätz. Austria, derrotada por Prusia, aceptó ceder Venecia a Italia pese a las derrotas de este país. Sin embargo, los esfuerzos de Tegetthoff fueron importantes para impedir que los italianos tomasen posesión de las islas de Dalmacia.
Los historiadores modernos consideran que la de Lissa fue una de las batallas navales en una época en la que las defensas eran mucho más poderosas que las armas con las que debían ser destruidas. Esto se debió a un pobre avance de los cañones en ambos bandos debido a que ninguno de los barcos fue a la batalla con todo su armamento.
Bibliografía
- Richard Hill, Les guerres maritimes, 1855-1905, Autrement – Atlas des guerres, París 2003.
- Léon Haffner, Cent ans de marine de guerre, Editions du Gerfaut, París 2002.
- Michel Depeyre, Entre vent et eau, un siècle d'hésitations tactiques & stratégiques 1790-1890, Económica, París 2003.
- Vice-Amiral Touchard, «À propos du combat de Lissa», en Revue maritime et coloniale, n° 1 de 1867.
- L. Buloz, Lissa, en La Revue des Deux Mondes, 15 de noviembre de 1866.
Categorías: Batallas de Italia | Batallas de Austria | Batallas del siglo XIX | Batallas navales | Italia en 1866 | Austria en 1866
Wikimedia foundation. 2010.