La Carta de Trabajo de 1927 (italiano: Carta del Lavoro) fue uno de los principales textos legislativos que Mussolini, presenta en sus intentos de modernizar la economía italiana. La Carta fue promulgada por el Gran Consejo del fascismo y la publicidad en el periódico el Lavoro d'Italia el 23 de abril de 1927. Es principalmente diseñado por Giuseppe Bottai, Secretario de Estado de Empresas.

La Carta declara que la empresa privada es lo más eficaz [1], ayudando así a Mussolini para confirmar el apoyo de los ricos industriales que fueron los primeros partidarios del fascismo. Insistió en el hecho de que la intervención del Estado se legitime sólo cuando la empresa privada es deficiente. El artículo 7, por lo tanto, declaró que:

En el artículo 9 se indica que:

Se creó un Tribunal de Trabajo supone que reglamenta el trabajo por cualquier controversia (artículo 5), así como las empresas destinadas a superar toda clase de conflictos. Este objetivo fue más o menos concretado en 1934 la ley sobre las empresas, aunque los trabajadores no tienen la posibilidad de elegir a sus representantes, que fueron nombrados por el Estado. Junto a esos trabajadores representantes designados por el estado, las corporaciones que han representantes de las empresas. Al fin, esta legislación trató de que Mussolini si quedara con su poder personal siendo más importante eso que el nivel de vida del pueblo Italiano, porque, en efecto, era prácticamente inútil.

Véase también

• Corporativismo
• Socialización