Clásicos del Club Deportivo Guadalajara

Clásico Guadalajara - Oro de 2008 en la Superliga Femenil Mexicana (limeffe).

El Club Deportivo Guadalajara a lo largo de su historia ha jugado una serie de partidos de alto grado de interés y apasionamiento para los aficionados; han sido varios los equipos que por distintas circunstancias han entablado una rivalidad deportiva con el Club Guadalajara.

En la época amateur surgió el que actualmente es uno de los clásicos más antiguos del fútbol mexicano, el Guadalajara contra Atlas, rivalidad que existe desde 1916 hasta nuestros días, surgiendo por la diferencia de clases sociales entre los jugadores y aficionados de ambos equipos. Sin embargo, antes de Atlas existieron partidos que levantaban pasiones encontradas, el llamado primer clásico tapatío fue contra el Club Liceo para Varones, institución que fundo su equipo de fútbol en 1906.

Para la década de los 1920s surge en los llanos de Guadalajara una rivalidad, que los antiguos llamaban "El Verdadero Clásico Tapatío", el Guadalajara contra Nacional. Entre ambos equipos ganaron catorce títulos consecutivos en el período que abarca de 1920 a 1934, logrando otros tres títulos de 1936 a 1939, siendo únicamente interrumpidos por el título del Atlas de la temporada 1934-1935. Durante estas dos décadas la afición popular de Guadalajara se fue concentrando en apoyar a estos dos equipos, por lo cual se volvió en un duelo de gran interés para la ciudad hasta 1965 cuando el Nacional desciende a Segunda división mexicana y nunca regresaría al máximo circuito.

En 1923 surgió una nueva rivalidad contra el entonces equipos de joyeros de Oblatos, llamado Club Deportivo Oro, el Oro vendría a representar una institución ejemplar en el fútbol tapatío que de los llanos paso a ser una de las mejores organizaciones futbolísticas, pero que sin embargo siempre tuvo que vivir a la sombra del Guadalajara y del Atlas, por lo que los duelos ante estos equipos solían ser de alto grado de interés para la institución.

Con la profesionalización del fútbol mexicano surgieron los llamados nuevos clásicos. A finales de la década de los 1950s específicamente en 1959, Emilio Azcárraga Milmo heredero propietario de Telesistema Mexicano, la empresa que hoy es Televisa, adquiere al equipo América y a partir de ese momento se buscó hacer una promoción intensa para que el equipo se arraigara en la sociedad mexicana.

Durante la década de los 1960s el Guadalajara atravesaba por su época de Campeonísimo, ganando casi todos los torneos que le tocaba disputar, por lo cual América busco esta popularidad del equipo tapatío para crear una antagonia y hacer que el partido se considerara un clásico, utilizando la figura de personajes como Fernando Marcos para crear un cierto "Pique" entre instituciones. La bronca que se generó en el estadio Olímpico de Ciudad Universitaria, en 1965, cuando el defensa Guillermo "Tigre" Sepúlveda, tras ver ser expulsado, se quitó la playera rojiblanca y se la mostró a la banca americanistas diciéndole a los jugadores "cremas": "con esta tienen para sentir miedo...", fue el punto cumbre para que la rivalidad llegará a arraigarse.

Otras rivalidades han surgido con el tiempo pero sin llegar a considerarse clásicos en su totalidad, equipos como la UNAM. y Cruz Azul han logrado causar duelos pasionales contra el Guadalajara, pero aún no lograr lo suficiente para ser clásico.

Clásico Tapatío

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El Clásico Tapatío, es un derbi que se juega entre los dos equipos más antiguos e importantes de la ciudad de Guadalajara, el Club Deportivo Guadalajara y el Club de Fútbol Atlas. Es considerado el clásico más antiguo del fútbol mexicano ya que su inicio data al año de 1916, siendo un juego que se vive con gran apasionamiento por parte de los seguidores de uno y otro club.

El primer partido entre estos equipos se jugó el 15 de septiembre de 1916, exactamente un mes después de la fundación del Atlas, el partido termino empatado sin goles y fue suspendido debido a la falta de garantías para continuar con el juego, la formación de los equipos ese día fue la siguiente:

Guadalajara: Juan Rodríguez; Agustín Gallardo, Ángel Bolumar, Gregorio Orozco, José Espinosa, J. Macías, S. Bioart, Salvador Palafox, Jesús Orozco, Everardo Espinosa y Rafael Higinio Orozco.

Atlas con: Alfonso Cortina; Luis García Aguilar, Juan José "Lico" Cortina, Federico Ochoa Reyes, Rafael Antonio Orendáin, Francisco Quintero, Ernesto Navarro, Federico Collignon, Pedro Fernández, Del Valle y Tomás Orendáin.

Los capitanes eran Rafael Higinio Orozco por Guadalajara y Juan José "Lico" Cortina por Atlas; mientras que el árbitro central del encuentro fue Ignacio Calderón, padre de Ignacio "Cuate" Calderón y Carlos Calderón, que serían más adelante jugadores de Chivas; como abanderados estuvieron Gabriel Romo y Guillermo Gómez Arzápalo.

El partido se disputó en el que sería el primer estadio del Atlas, un terreno ubicado por la avenida Vallarta, a un costado del antiguo Country Club de Guadalajara, siendo su propietario el ingeniero Eugenio Pinzón, gerente de la compañía Hidroeléctrica e Irrigación de Chapala. En esos días tanto jugadores del Guadalajara como del Atlas eran conocidos y mantenían cierta relación cordial, al partido asistieron las familias de ambos bandos en calandrias y caletas que fueron acomodadas alrededor del campo de juego.

Durante el transcurso del encuentro, en un avance del Guadalajara, Rafael Higinio Orozco realizó un tiro de gran fuerza que impactaría en la cara del atlista "Tony" Orendáin, y como éste jugaba con lentes, al ser impactado por el balón de cuero sus anteojos se rompieron, dejándole ambos ojos morados. En esos momentos todos los jugadores empezaron a pelearse, e incluso las familias se metieron, debido a la falta de garantías de seguridad, el encuentro fue suspendido sin que se anotara ningún gol. Los jugadores rojiblancos y sus familias se retiraron por un costado de la avenida Vallarta, lo mismo hicieron los rojinegros, pero por la otra lateral, terminando así con el primer clásico tapatío.^[2]

Los aficionados al Atlas manejan la versión de que el primer clásico fue en enero de 1917 con un 18-0 a favor de los rojinegros, este dato resulta muy inconsistente pues no se cuenta con un registro oficial de este encuentro, existe una fotografía que se maneja es de ese encuentro pero corresponde a la primera fotografía que se tomó el Atlas, en septiembre de 1916. Se presume que los datos de este partido fueron tomados de una nota que se publicó en el diario tapatío El Informador, irónicamente el diario aún no existía en la fecha en que se disputó el partido.

Quién saco la información sobre ese partido fue Ezequiel Aldrete, un periodista que escribía remembranzas deportivas para el diario El Informador en los años 1960s, la nota se publicó el 29 de mayo de 1965 y en ella se publicaba un supuesto encuentro que ocurrió en 1917 por la Copa Manuel M. Diéguez, en la nota nunca se comenta cual fue la alineación titular del Guadalajara, ni quienes fueron los encargados de anotar los supuestos dieciocho goles del Atlas.

La historia verdadera cuenta que el señor Lino Cortina le comentó a Aldrete que en 1917 si se jugó un encuentro pero fue entre amigos de ambos clubes, a partir de ahí el rumor creció y Aldrete nunca quiso aclararlo, según las propias palabras del "Tubo" Gómez, ex portero del Guadalajara, Ezequiel Aldrete le comentó que el hecho nunca ocurrió si no que simplemente fue una cascarita, pero nunca quizó desmentirlo porque era aficionado al Atlas.^[3]

El 6 de junio de 1943 se disputó el primer clásico en la era profesional, se dio en el torneo de la Copa México, terminando con un marcador de 3-1 a favor del Atlas; con goles de Fidencio "Toronjo" Casillas en dos ocasiones y Agustín "Chino" Medina por parte del Atlas, mientras que Manuel "Cosas" López anotó por el Guadalajara.

Fue hasta el 5 de diciembre de 1943 cuando se dio el primer partido en liga profesional de estos dos equipo, en esa ocasión Chivas se alzaría con el triunfo con un marcador de 7-3, con goles de Pablo González (3), Luis Reyes (2), Javier De la Torre y autogol del "Loco" Ornelas para el Guadalajara y José Alberto Valdivieso (2) y Agustín "Loco" Medina por Atlas, ese día los equipos alinearon de la siguiente manera:

Guadalalajara: "Poeta" Pérez; "Pelón" Gutiérrez, "Chato" Hidalgo, Wintilo Lozano, Rafael "Rafles" Orozco, "Zarco" Vázquez, "Tilo" García, Max Prieto, Pablo "Pablotas" González, Luis Reyes y Manuel "Cosas" López.

Atlas: "Ranchero" Torres; Ornelas, R. Ruvalcaba, Aldrete, Silva, J. Ruvalcaba, Acosta, Alberto Valdivieso, Medina, Casillas y Lupe Velázquez.

Clásico contra Nacional

Octavilla publicada el 26 de septiembre de 1963, anunciando el juego entre Guadalajara y Nacional.

Algunos le llaman el "Verdadero Clásico Tapatío" por la magnitud de popularidad que alcanzó durante la época amateur de la Liga de Occidente especialmente en la década de los 1920s, fue escenario de grandes duelos entre jugadores surgidos de las mejores canteras Jaliscienses de la primera mitad del Siglo XX, enfentó a albirojos y albiverdes, al equipo de Las Colonias contra el equipo de las Barriadas, las Chivas contra los Pericos, era el Guadalajara contra Nacional duelo de grandes pasiones.

Ambos equipos fueron fuente de jugadores que nutrieron las selecciones Tapatías y de Jalisco durante varios años, se caracterizaron por usar únicamente jugadores surgidos de sus fuerzas inferiores, aunque con la profesionalización Nacional renuncio a esta tradición. Su auge floreció debido a la popularidad de estos equipos entre la clase obrera y la clase media baja, y su intensa historia quedaría sepultada por el descenso.

Después del fin de la temporada 1919-20, la hegemonía que había impuesto el Atlas sobre los equipos del fútbol de Jalisco se acabaría, Guadalajara empezó a ganar los torneos con tal facilidad que lograría adjudicarse un tetracampeonato dejando en la orilla en tres ocasiones a los rojinegros. Durante este período, en la temporada 1922-23 asciende de la segunda fuerza un equipo del barrio de Mexicaltzingo, conocido antes como el Club Único, ahora llamado Nacional.

La primera ocasión en que se enfrentaron rojos y verdes en la primera fuerza, fue en la temporada 1922-1923 en la que tomaron parte el Atlas, el Veloz, El Colón, el Guadalajara y el Nacional. El memorable encuentro fue en la cuarta fecha del torneo de lo cual los carteles fijados en las esquinas de las casas de Guadalajara lacónicamente dijeron: "Fut-Bol Domingo 14 de enero de 1923, Campo Atlas (Paradero), Guadalajara (CAMPEÖN) vs Nacional (Amo de la Taquilla) ¡No falte usted! El boleto del tranvía le dará el derecho de entrada."

El inmueble rojinegro fue insuficiente, por lo cual hubo invasión del público al terreno de juego, a lo que el señor árbitro Fedérico Collignon respondió retrazando el juego por más de un cuarto de hora. Acomodados ya los espectadores, los jugadores tomaron sus lugares y las alineaciones fueron las siguientes:

Nacional: Alfonso Ávila, Lorenzo "La Yegua" Camarena, Rafael Fierro, Manuel Benavides, Juan Valencia, Simón García, Teófilo Zúliga, Miguel Alatorre, Juan Vázquez, Daniel Gómez y Alfonso Carranza.
Guadalajara: Juan Rodríguez, Ángel Bolumar, Daniel Huerta, J. Jesús Arias, J. Jesús Aceves, Juan Billón, Anastasio Prieto, Gerónimo Prieto, Antonio Villalvazo, Ignacio de la Peña e Higinio Huerta.

En esa ocasión la afición del barrio de Mexicaltzingo salió descorazonada, el campeón Guadalajara impuso su ley y un marcador de tres goles a uno. Por el Guadalajara anotaron "El Perico" Huerta, Nacho de la Peña y Tacho Prieto, mientras que por el Nacional marcó el del honor Juanito Vázquez.

Cuando agonizaba el año de 1923, se jugó el tercer clásico en primera fuerza entre los entonces equipos más populares de Jalisco el Guadalajara y el Nacional. Desde el viernes antes del juego los aficionados buscaban algún lugar entre billares y bolerías para obtener el programa del juego y ver la alineación de su conjunto favorito, para después convertirlo en el tema de conversación predilecto entre amigos y familiares.

En las barriadas únicamente se hablaba de las hazañas de Hilario "El Moco" López, "El Patarato" Sánchez, "La Yegua" Camarena, las atrapadas de Alfonso Ávila y el juego recio de "El Titlas" Valencia, mientras que en las colonias se hablaba del buen juego desempeñado a lo largo de la temporada por los hermanos Gerónimo y Anastasio Prieto, la enjundia de "El Perico" Huerta y la sobriedad de Ángel Bolumar.

Desde las 12 horas del domingo 30 de diciembre de 1923 la gente se trasladó a pie o en tranvía para esperar en los alrededores del campo Guadalajara la apertura de las taquillas para comprar sus boletos y acomodarse en las graderías de madera. Muchos eufóricos mataban el tiempo escuchando las melodías revolucionarias de la popular banda "tepachera" o asomándose por encima de los canceles del Club Guadalajara para tratar de ver a las bañistas en la piscina. Para las 14 horas la cola era inmensa y el parque empezó a llenarse. Los jugadores empezaron a salir al campo de juego portando uniformes de manga larga con ancho cuello abierta hasta el plexus, pantaloncillos hasta la rodilla y las medias en ocasiones por encima de éstas.

El árbitro Camba da inicio a las acciones, por el Guadalajara alinearon C. Tirado en la portería, Daniel Huerta, Jesús Arias, Juan Billón, Gabriel "Chato" Aceves, E. Pellat, J. Asterio Díaz, Anastasio "Médico" Prieto, Higinio "Perico" Huerta, Antonio Villalvazo y Figueroa; mientras que por el Nacional salieron Alfonso Ávila, Rafael Fierros, Lorenzo "Yegua" Camarena, Manuel Benavides, Juan Valencia, Simón García, Teófilo Zúñiga, Miguel Alatorre, Hilario "Moco" López, Daniel Gómez y Juan Vázquez. La primera parte es totalmente dominada por el Nacional y se ubica al frente del marcador por 3 goles a 0, para la segunda mitad el Guadalajara reacciona y comienza a anotar goles y lograría el empate a tres tantos.

El partido se siguió desarrollando pero después de un error arbitral la bronca entre los aficiones se desató, golpeándose en las tribunas e invadiendo la cancha, algunos incluso hicieron relucir alguna arma blanca ya que en aquel entonces la vigilancia policiaca en los estadios no existía. Con el tiempo los ánimos lograron serenarse y el partido se reanudo y con gol de último minuto el Nacional se alzó con la victoria, así termino uno de los clásicos más violentos del fútbol de Jalisco.

En la temporada 1924-25 el Guadalajara y el Nacional llegaron a la recta final del torneo muy cercanos en puntos, al final el Guadalajara se alzaría con la Copa después de que se marcó un penal en su último encuentro de la liga, acto que causo gran molestia entre los jugadores aficionados del Nacional, los cuales lograron tomar venganza en la siguiente temporada al coronarse campeones, repitiendo un año después llegando a ser entonces bicampeones del fútbol jalisciense. A partir de ese momento en las canchas de Jalisco existieron únicamente dos equipos, o se coronaba el Guadalajara o lo hacía el Nacional, pero siempre uno de los dos siempre ocupaba alguna de las dos primeras posiciones hasta que llegó la profesionalización del fútbol, cuando el Nacional fue relegado y se unió al CISMA de Jalisco, mientras que Guadalajara junto con Atlas se unirían a la nueva Liga Mayor.

Tiempo después, en 1951 el Nacional logra ingresar a la segunda división gracias a la buena administración de Antonio Casillas, logrando el ascenso a primera al coronarse campeón de la temporada 1960-61. Permaneció hasta 1965 en el máximo circuito, y actualmente el equipo juega en la tercera división, por lo que la historia de éstos clásicos únicamente se puede seguir escribiendo en partidos de las fuerzas básicas.

Referencias