- Condicionamiento de reflejos
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Los reflejos son respuestas del sistema nervioso prefijadas natural y evolutivamente en el mismo. Los organismos, o sea la materia orgánica o protoplasma, ya sea en el reino vegetal, animal o humano, están dotados en cierta forma lejana de este mecanismo, en general, aun cuando el sistema nervioso, como acontece en las plantas y los animales inferiores, no esté estrictamente constituido. De esta manera resultaría un tanto impropio aplicar-aunque no fuera más que metafóricamente-, en general, el nombre de reflejo a los denominados tropismos. Los vegetales poseen, como sabemos, fototropismo y geotropismo, positivo o negativo (tal como acontece también con algunos animales invertebrados). Responden con ellos automáticamente a estímulos como la luz, o como la gravedad, sea "moviéndose" hacia la luz o la tierra, o eludiéndolas, alejándose. Sólo por analogía podríamos hablar aquí de conductas o comportamientos reflejos. Son reacciones ciertamente espontáneas de la materia portadora de vida, pero no pertenecen a la clase del concepto de reflejo nervioso. Sea dicho esto para comprender que el condicionamiento de los reflejos sólo es posible, cuando se da en el ser orgánico un sistema muy complejo, de tipo o tejido neuronal, cuyo paradigma o arquetipo lo constituye el sistema nervioso de los animales superiores.
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Sistema nervioso
Este aparato de los animales superiores se denomina por estar compuesto por células prácticamente pertenecientes al mismo tipo, o poseedoras de la misma naturaleza. El modelo que nos resulta más próximo y que acaso nos sirva en mayor medida para comprender el reflejo condicionado, es el humano, aun cuando el "condicionamiento" se da también en animales próximos a nosotros en la escala evolutiva. La neurona es la célula básica de este sistema. En los seres orgánicos más elevados el sistema nervioso se divide en sistema nervioso central y periférico. El primero está constituido por los órganos del encéfalo y la médula espinal. El periférico emerge centrífugamente del central a través de los nervios eferentes, constituyéndose en los transmisores de la motricidad estriada o lisa. Y penetra centrípetamente desde los nervios aferentes, portadores de las diversas sensaciones, sean del mundo interno o externo, con dirección al sistema nervioso central. Estas sensaciones no arriban en su totalidad a la corteza cerebral en todo momento y pueden llegar hasta la médula u otros órganos nerviosos subcorticales. La corteza es el "sitio" de la conciencia en el hombre. Dicho esto burdamente, porque desde Freud el aparato psíquico humano no se acaba en la conciencia. El psiquismo, desde el creador del psicoanálisis tiene umbrales internos por los cuales algunos elementos pertenecen al yo consciente y otros al inconsciente. Las razones por las cuales se da la conciencia humana o reflexión, pasando desde el mundo bioquímico de la neurona al autoconocimiento, siguen siendo un misterio indescifrado para la ciencia. El lugar de la "comunicación de las sustancias", en términos cartesianos, sigue constituyendo un enigma. Hacia el siglo XVII y siglo XVIII este problema mantuvo en vilo al filosofar. Descartes habló de un presunto contacto en la glándula pineal. Malebranche de un sistema paralelo que se intercomunicaba por la mediación divina. Leibniz habló de una armonía preestablecida por Dios. Lo cierto, como dijimos, es que hasta ya entrado el siglo XXI el problema no ha tenido una solución, presintiéndose como lejano el momento en que la tenga.
Los reflejos
Se denominan reflejos, en el sistema nervioso, a aquellas respuestas prediseñadas en las cuales una respuesta sigue automáticamente a un estímulo. Tal es el caso -pongamos como clásicos ejemplos- del reflejo rotuliano o el agrandamiento del diámetro pupilar cuando disminuye el aflujo de luz. O la situación inversa cuando la sensación luminosa se incrementa. Los ejemplos serían cuantiosos. Todo el sistema parasimpático y sistema simpático, de la parte neurovegetativa del sistema nervioso periférico es un enjambre abigarrado de reflejos. Todos nuestros órganos internos, sean torácicos o abdominales, viven ejecutando, de continuo, actividad refleja. La totalidad de esta actividad de estímulos y respuestas, de nervios de conducción aferente y eferente, descansan en el arco reflejo. El arribo de un estímulo es transportado hacia un cuerpo neuronal y desde el cuerpo neuronal se desencadena una respuesta o efecto de músculos o glándulas. Todo el funcionamiento o fisiología de los organismos dotados de sistema nervioso se asientan sobre la actuación de este estructurado esquema.
Los reflejos condicionados (Ivan Pavlov)
Se denominan de este modo a aquellos reflejos que producen una respuesta natural, pero a un estímulo que no debiera promoverla. Luz y pupila están vinculadas de manera natural, prefijada. Y así con el resto de los demás estímulos. El reflejo condicionado quiebra esta necesaria o -como también la llamamos- prefijada vinculación natural. Un estímulo impropio provoca un efecto que corresponde por "naturaleza", a otro estímulo.
Esto significa que en los organismos superiores se puede dar una ruptura de la fisiología normal del funcionamiento del sistema nervioso. Fueron los descubrimientos del investigador ruso Pavlov, los que descubrieron el condicionamiento de los reflejos que estamos analizando.
Experimentos de Pavlov
El eminente fisiólogo y neurólogo ruso Iván Pávlov realizó sus experimentos históricos con perros. Los sometió al estímulo del alimento, y mediante una incisión en sus estómagos recolectaba, como efecto, el jugo gástrico que producían. Al mismo tiempo, acompañando la actuación del estímulo natural, hacía llegar el sonido de una campanilla hasta el oído de los animales. A lo largo de un período de tiempo trabajaba con la estimulación simultánea, guiado por su hipótesis experimental. Al cabo de un lapso de la doble estimulación, Pavlov abandonaba el estímulo específico de la comida y solamente daba curso al de la campanilla. El efecto aguardado por la hipótesis, entonces se verificó de modo palmario: los animales producían los jugos gástricos naturales, pero como respuesta a un sonido, que no es estímulo específico. Así quedaba demostrada una conexión nerviosa creada artificialmente por el experimentador.
Esto dio lugar al nacimiento experimental de la reflexología. En principio en el orden orgánico. Más tarde también en el orden psicológico. El sistema político imperante en Rusia luego de la revolución bolchevique, habría de adoptar los principios pavlovianos para intentar construir un nuevo modelo de fisiología y de psicología. Con posterioridad, la validez de las demostraciones pavlovianas ingresarían al mundo científico occidental y se transformarían en aportes inconmovibles de la Biología, y, en cierto modo, de toda una corriente de enfoques de explicaciones para psicología normal y psicopatológica, dando lugar a numerosas corrientes terapéuticas orgánicas o mentales. Tampoco faltaron aquellas doctrinas que, siguiendo en lo fundamental con sus propios rumbos teóricos, acoplaron a su bagaje de ideas los conceptos incontrovertibles aportados por Pavlov.
Véase también
Enlaces externos
Bibliografía
Biología. Claude A. Villee, Eudeba, Buenos Aires, 1961
Compendio de biología humana. Paul Chauchard, Eudeba, Buenos Aires, 1961
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