Convento de San Felipe el Real

Coordenadas: 40°24′59.09″N 3°42′18.04″O / 40.4164139, -3.7050111

El Convento de San Felipe el Real en una xilografía de 1878.

Casa Cordero en la actualidad, el segundo edificio en antigüedad dentro de la organización de la Puerta.

El Convento de San Felipe el Real (Denominado más abreviadamente como San Felipe el Real) fue un antiguo convento madrileño de monjes agustinos calzados, situado al comienzo de la Calle Mayor de Madrid, junto a la Puerta del Sol.^[1] Construido entre los siglos XVI y XVII, estaba edificado sobre un gran pedestal (que protegido con sus barandillas) en el que se encontraba el más célebre mentidero de la villa (las Gradas de San Felipe). Uno de sus huéspedes ilustres fue Fray Luis de León.^[2] Se encontraba en frente del palacio de Oñate.

Historia

Los inicios del convento se pueden remontar a 1539 cuando Francisco Osorio propone al Ayuntamiento de Madrid la creación de un Convento de Agustinos Calzados. El arzobispo de Toledo, don Juan Martínez Silíceo, lo denegó alegando que en Madrid ya había dos monasterios mendicantes: el de San Francisco y el de Nuestra Señora de Atocha. No obstante el arzobispo de Toledo tuvo que ceder a los ruegos del príncipe Felipe. Cuenta además el príncipe con el apoyo de María de Aragón, tía de Carlos I y priora del convento de Agustinas de Nuestra Señora de Gracia. Entre otras de las personas cercanas a la realeza que dieron apoyo a su construcción fueron Leonor de Mascareñas.

El convento de Agustinos de San Felipe del Real fue fundado en 1547 mediante a la Bula del Papa Paulo III de 20 de junio.^[2] Los Agustinianos tomaron posesión del templo en esta fecha. El templo se dedicó a San Felipe Apostol por ser el príncipe Felipe gran devoto. Para la construcción se utilizó parte de un solar en propiedad del Conde de Orgaz que lo cedió a la Orden a cambio de una capilla. Otros solares fueron ofrecidos en las cercanías de la calle ancha de la Puerta del Sol (así se denominaba a la Puerta). La entrada al convento se encontraba en el eje de la actual calle de Esparteros. En los inicios se construyó una capilla de madera que se inauguró el 14 de marzo de 1545. La Iglesia se realizó según los planos Luis de la Vega y Gaspar de la Vega. Para salvar el desnivel del terreno el edificio se montaba sobre una plataforma, denominada "Lonja". Debajo de la Lonja se encontraban las "covachuelas" espacio dedicado a mercadillos. Este espacio alrededor del Convento fue cedido por el Ayuntamiento de Madrid bajo la condición de estar despejado y no ser empleado para otro fin que el público.

Durante el siglo XVI el convento poseía unos fuertes muros que separaban la vida conventual del bullicio exterior de la Puerta del Sol. La construción de la fachada por el arquitecto Juan Gutierrez Toribio daba lugar a una superficie con gradas que se denominaba: lonja de San Felipe. En dicha superficie se agregaban los habitantes de Madrid para intercambiar noticias, rumores, calumnias, inventos, secretos y opiniones. Es por esta razón por la que se denominó "mentidero" de Madrid.^[1] Las gradas de San Felipe eran también los sitios de reunión de los soldados procedentes de la guerra de Flandes. Era un lugar idóneo para reclutar soldados destinados a los países Bajos Españoles. Un día el balcón de la lonja se hundió debido al peso debido causado por la aglomeración de gente que había en ella, era el día en el que se iba a presenciar la prisión de un reprobo, el accidente causó numerosos muertos y heridos.

La iglesia se quemó en 1818 y con ocasión de la guerra de Independencia dejó de existir la Iglesia de San Felipe. El asesinato de Juan de Tassis y Peralta conde de Villamediana el 22 de agosto de 1622 en la puerta del vecino palacio de Oñate. Fue derruido para ensanchar la calle Mayor y, en su lugar, se construyó el primer edificio de apartamentos de la ciudad, las Casas de Cordero (1842-1845).

Características

Su claustro renacentista era considerado uno de los mejores de la Villa y Corte. Aparte de la conocida lonja con las gradas que se denominaban el mentidero, San Felipe el Real poseía debajo de su planta unas galerías denominadas covachuelas que eran lugar y mercado de diferentes mercancías de diversa índole, entre ellas juguetes.

Referencias

Véase también

• Historia de la Puerta del Sol
• Palacio de Oñate