- Desembarco de Jaime I de Aragón en Mallorca
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Desembarco de Jaime I de Aragón en Mallorca
El Desembarco de Jaime I en Mallorca (Rey de la Corona de Aragón conocido también por el sobrenombre de Jaime I el Conquistador), tuvo lugar en la bahía de Santa Ponsa, en lo que hoy en día comprende el término municipal de Calviá, en Mallorca, archipiélago de las islas Baleares, España. Se llevó a cabo con el objetivo de conquistar la isla y finalizar con los actos de piratería que el rey musulmán permitía desde su gobierno.
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Desembarco y primera batalla
El sábado 8 de septiembre de 1229 una escuadra de reconocimiento y exploración, llegó a orillas de la costa de Santa Ponsa y ancló. Mientras tanto, el rey Jaime I (comandando un ejército compuesto de 155 naves grandes y otras más pequeñas, que transportaban 1.500 caballeros y 15.000 soldados, además de intendencia y máquinas de asedio), esperaba anclado en las cercanías del islote Pantaleu preparando el asalto. El rey musulmán de la isla, Abú Yahya, disponía entre 18.000 y 42.000 hombres y entre 2.000 y 5.000 caballos (según las distintas crónicas).
La transcripción al castellano de la crónica escrita por el Rey Jaime I dice:
Encontramos un lugar que tenía por nombre Santa Ponsa y decidimos que era un buen sitio para atracar. El domingo a mediodía un sarraceno llamado Alí, de La Palomera, vino nadando hasta nosotros, y nos dio noticias de la isla, de la ciudad y del Rey. Yo ordené que cuando fuese media noche, las galeras y las taridas levasen anclas...Al día siguiente las fuerzas de Jaime I descansaron al abrigo del Pantaleu y recibiron al moro alí. El lunes, después de medianoche, se produjo el desembarco general, en el cual las fuerzas cristianas se enfrentaron a 5000 sarracenos, ocasionando la muerte de 1500 de ellos, encuentro en el que el rey, seguido por 24 caballeros aragoneses, produjo una escaramuza temeraria contra 400 infieles que desagradó a los Hermanos Montcada (Que posteriores estudios los identifican como tío y sobrino) y éstos lo reprocharon por su temeridad.
El martes, el rey descansó en el campamento que habían instalado en la playa de Santa Ponsa, la armada, que había avanzado hasta La Porrassa, se asentó esperando órdenes. Mientras tanto, el grueso de las fuerzas del Valí, que ya habían salido de la ciudad de Palma, avanzaron hacia Santa Ponsa uniéndose a las divisiones moras que anteriormente se habían dispersado. Avisados los cristianos de los movimientos enemigos, el monarca ordenó permanecer en alerta para poder repeler un hipotético ataque por sorpresa.
La batalla de Portopí
Se cuenta que la mañana del miércoles (día 12), los Montcada y Nuño Sánchez, discutieron por decidir quién de ellos marcharía en vanguardia de las tropas en la batalla que pensaban entablar a la jornada siguiente, y que finalmente, ese mismo día y sin esperar a Sánchez, ellos fueron los primeros que partieron con sus hombres al combate, avanzando hacia posiciones rivales, obligando luego al resto del ejército a secundarles. Según Desclot, fue el propio Rey quien ordenó iniciar la incursión, poniendo en vanguardia a los Montcada. Lo cierto es que ese día, tío y sobrino chocaron con las huestes del Rey musulmán de la isla (en la Sierra de Na Burguesa o Sierra de Portopí), dando así inicio a la llamada Batalla de Portopí.
La primera acometida de los Montcada contra los musulmanes pareció en principio victoriosa, pero después, fueron rodeados por fuerzas superiores en número a las suyas, pereciendo los dos nobles en la consiguiente lucha. Más tarde, el obispo de Barcelona, Berenguer de Palou, comunicó al Rey la muerte de ambos caballeros, los cuales eran muy apreciados por el monarca.
Jaime I, que en ese momento desconocía la muerte de aquellos hombres, continuó su camino avanzando con el resto del ejército, hasta que tomó contacto con el enemigo en la sierra. En combate general, y al toparse con un fuerte contingente de caballería musulmana (que obligó el retroceso de las tropas de Nuño Sánchez), éste hizo famosa la exclamación, ¡Vergonya, cavallers, vergonya! "¡Vergüenza caballeros, vergüenza!"), ante la cobardía mostrada por lo que se presumía el orgullo de las tropas de asedio catalanas.
Al final del día y de los sucesivos combates, el monarca y su ejército derrotaron a los musulmanes (que se retiron a Madina Mayurqa, hoy Palma de Mallorca), ganando las fuerzas cristianas una posición estratégica en la sierra, desde donde podían divisar la ciudad. La guarnición, se acuarteló en Bendinat (topónimo que según una tradición local provendría del catalán Bé hem dinat, "bien hemos comido").
El Jueves, el campamento se fortaleció con trincheras, la armada, acampada en la Porrassa, avanzó hacia Portopí, en donde apresaron varias embarcaciones sarracenas que permitió que una parte de la flota del Rey, anclase frente a la ciudad.
El viernes, enterraron a los Montcada entre escenas de dolor en la sierra de Bendinat, junto a un pino que se conservó hasta 1914 y que era conocido popularmente como El pino de los Montcada. Un grupo de poetas catalanes y del sur de Francia, construyeron junto al pino, un monumento con zócalo de piedras de Santanyí, con una gran cruz de estilo gótico, en cuyo centro están dibujadas las Barras catalanas. Una de las caras del zócalo, lleva el escudo de armas de los Montcada y la otra las fechas conmemorativas. Esta expedición fue organizada y llevada a cabo por el prestigioso literato canónigo Colell, además, participó también en la misma Jacinto Verdaguer. El monumento se encuentra situado en el entramado del Paseo Calviá.
Cerco de Palma de Mallorca
El dolor por la pérdida de los Montcada y la decisión del próximo emplazamiento del campamento, mantuvo al rey y a sus tropas ocupado durante los siguientes ocho días. A partir de ahí, avanzaron y camparon a pocos kilómetros de las murallas de Palma, por lo que Jaime I, ordenó que se montasen dos trabucos, un fonévol y un Manganell turques y comenzaron a bombardear la ciudad.
Los musulmanes respondieron con catorce algardas y dos trabucos. Ante el imparable avance de las tropas del rey, los moros, ataron a varios prisioneros cristianos en lo alto de las murallas, para impedir así que éste los bombardease. Jaime I encomendó los prisioneros a dios y redobló las descargas que, al pasar por encima de las cabezas de éstos, provocó que los musulmanes los devolviesen al calabozo viendo fallido el chantaje.
Jaime I en respuesta a la estratagema musulmana, respondió lanzando con sus catapultas las cabezas de 400 musulmanes que habían capturado en una escaramuza (comandada por el lugarteniente del Valí, Fati Allah), intentando reabrir la fuente de agua de abastecimiento de la Medina que anteriormente habían cegado los cristianos.
Los musulmanes al verse perdidos, ofrecieron dos negociaciones para tratar la rendición de Abu Yahya, el cual ofrecía la ciudad y la isla con la condición de que sus vidas fuesen respetadas y se dejase partir a quien desease. Jaime I, a fin de cortar por lo sano, salvar vidas y recibir una ciudad casi intacta, era partidario de llegar a un acuerdo, pero los parientes de los Montcada y el obispo exigían venganza y exterminio. Ante semejante panorama, el rey se vio obligado a ceder a éstas pretensiones y continuar con la campaña que culminó con la toma de Palma de Mallorca (31 de diciembre de 1229).
La visión de la Conquista de Ibn'Amira Al-Mahzumi
Se ha traducido recientemente por Guillem Rosselló Bordoy y Nicolau Roser Nebot la primera crónica conocida de la conquista de Mallorca descubierta por el profesor Muhammad Ben Ma'mar. Escrita por un hombre acomomodado que huyó a África tras la derrota y desde el punto de vista de los vencidos es interesante confirmar algunos hechos conocidos por las crónicas cristianas y conocer algunos otros detalles. Por ejemplo, se confirma el número de 150 barcos para la escuadra cristiana, así como su desvío por la costa de Tramuntana que fue divisado por los vigías de las talayas costeras. No así sucede con el trato que se le dio a la postre al gobernador musulmán de Mallorca que parece que fue ajusticiado junto a su familia sin cumplir las promesas hechas en el pacto de rendición.
Véase también
Bibliografía
- Pere Xamena Fiol: Historia de Mallorca, Editorial Moll, Palma de Mallorca, 1978.
- Calvià del verde al azul (Historia, economía y sociedad) Editado por el ajuntament de Calvià, ISBN 84-505 4704-0
- Álvaro Santamaría: Determinantes de la conquista de Baleares (1229-1232) [1].
- Jerónimo Zurita: Anales de la Corona de Aragón [2] (1580), Libro III [3].
- Muhammad Ben Ma'mar (estudio y edición): "Kitab Tarih Mayurqa", Ibn Amira Al Mahzumi (autor del texto). G.Rosselló Bordoy/Nicolau Roser Nebot (Traducción). Publicado por Conselleria de Presidència/Universitat Illes Balears, 2008
Enlaces externos
Desembarco de Jaime I de Aragón en Santa Ponsa
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