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Falacias de definición
Las definiciones pueden ser erróneas de varias formas. Por conveniencia nos podemos referir a ellas como falacias de definición (por analogía con falacia lógica).
Contenido
Circularidad o tautología
Existe una denominación general para las dos primeras fuentes de errores: definición circular. Una definición circular no arroja luz alguna sobre el objeto o asunto sobre el que queremos obtener información.
Definir con un sinónimo
Una definición no es buena si simplemente nos da una palabra sinónima. Por ejemplo: supongamos que definimos la palabra virtud utilizando simplemente la palabra excelencia. Podría ser perfectamente real que todas las virtudes son excelencias, y que todas las excelencias son virtudes, pero la palabra excelencia por sí misma no es una buena definición de virtud. Uno siempre puede simplemente preguntar, "¿pero qué quiere decir excelencia?". Seguramente, si uno tiene una confusión básica sobre lo que significa virtud, entonces también tendrá una confusión filosóficamente básica con lo que quiere decir excelencia.
Definir con un cuasi-sinónimo
Una definición no es buena si utiliza un sinónimo muy cercano. Por ejemplo, supongamos que definimos bello como "poseedor de valor estético". Las palabras bello y estético tienen un significado muy cercano. Por lo que si uno tiene curiosidad por la belleza también tendrá curiosidad por la estética. Lo realmente útil es qué características generales poseen todos los objetos bellos, o todos los objetos que tienen valor estético.
Definiciones excesivamente amplias
Una definición es demasiado amplia si se aplica a cosas que no son parte de la extensión semántica de la palabra definida. Por ejemplo: Soltero: Varón no casado. A primera vista puede parecer buena, pero puede aplicarse a muchas cosas, por ejemplo, animales varones o bebés varones, que evidentemente no son solteros. Para corregir esta falacia hay que hacer más precisa la definición. En el caso de soltero podría ponerse "hombre adulto no casado".
Definiciones excesivamente precisas
Las definiciones pueden ser demasiado precisas, esto es, puede ser que excluyan cosas que deberían aplicarse al objeto definido. En este caso quedarían fuera miembros de la definición de la palabra. Por ejemplo: Mueble: objeto usado para sentarse. Por supuesto, algunos muebles no se utilizan para sentarse, como es el caso de las mesas. Por lo tanto, aunque algunos muebles sí que son para sentarse, no todos son para ello.
Oscuridad
Las definiciones pueden ser erróneas al utilizar un lenguaje oscuro, ambiguo o figurado. Supongamos que definimos Amor como "el estremecimiento insensible del alma". Esto no es de ninguna utilidad. Si nos dan una definición como esta tenemos derecho a preguntar: "¿Pero qué es el estremecimiento insensible del alma? ¿Cómo podemos reconocerlo? ¿Está el alma de Elena estremeciéndose insensiblemente ahora?". Las definiciones deben hacerse en un lenguaje llano, franco y sencillo para que puedan ser entendidas por las personas a las que se las ofrecemos (véase jerga).
Existe en la literatura anglosajona una definición de Samuel Johnson para avena, "Avena: Cierto tipo de grano que en Inglaterra se da generalmente a los caballos, pero en Escocia sustenta a personas", a la que su socio escocés James Boswell añadió: "Esto es por lo que Inglaterra es principalmente conocida por sus caballos y Escocia por su gente".
Véase también
Categoría: Falacias
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