- Ajivika
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Áyivika es una de las antiguas doctrinas no ortodoxas de la India. No se conoce directamente sino por las citas, menciones y críticas en textos del yainismo y el budismo.
- ājīvika, en el sistema AITS (alfabeto internacional para la transliteración del sánscrito).
- आजीविक, en escritura devanagari del sánscrito.
- Pronunciación: /áyivika/.[1]
- Etimología: áyivaka significa ‘seguimiento de reglas especiales con respecto a la manutención’. Es más común la forma áyivika.[1]
Un áyivika era un mendigo religioso que seguía las reglas del credo fundado por Góshala (Makkhaliputra); según el Brijat-yataka de Varaja Mijira.[1] Esa primera ā acentuada representa lo ‘especial’. Sin la á acentuada, la palabra ayívaka significa ‘que no mantiene la vida’, mientras yívaka significa ‘con vida’ (siendo yivá: ‘vida’, alma).[1]
En el Lalita-vistara esta palabra aparece como áyivaka (ājīvaka en AITS), que es etimológicamente más correcta.[1]
Contenido
Historia
Según la tradición, el fundador de la doctrina de los áyivikas fue el sabio Góshala. Se le conoce como:
- Makkhali Góshala (en palí).
- Maskarin Góshala o Maskari Góshala (en sánscrito), siendo maskarin: ‘que lleva una vara de bambú [maskara]’, un brahmán en el cuarta etapa de su vida, o sea un saniasin (mendigo religioso con una vara); y gó-shala: ‘establo para vacas’ (go: ‘vaca’).
Según la tradición, vivió en los siglos VI y V (f. 484 a. C.).
En las Cuevas de Barabar (en Bijar) se descubrieron siete cuevas habitadas por los áyivikas en la época del emperador mauria Ashoka (273–232 a. C.).[2]
Concepciones
Sin lugar a dudas los áyivikas se oponían al sistema de castas de la India y a la creencia en el karma, de manera que para ellos el destino no era consecuencia de las acciones humanas. El principio de base de esta doctrina era niiati, el destino. Los áyivikas eran fatalistas estrictos, deterministas, pues consideraban que el destino era el verdadero determinante de cada suceso.[3] Ningún esfuerzo humano puede cambiar el destino: los acontecimientos futuros ya existirían de alguna manera, debido a que están determinados.[3]
Después de veinticuatro años de ascetismo, Góshala enumeró «seis factores inevitables de la vida»:[3]
- aumento y pérdida
- alegría y dolor
- vida y muerte
Agregó dos senderos de vida: la canción y la danza.[3]
Se discute si eran no teístas o si rendían culto al dios Shivá[4] o al dios Visnú.[5] La cosmología de los áyivikas era muy complejo, con un universo extenso que pasaba por un número inmenso de ciclos del tiempo. Según algunos, negaban la existencia del alma, según otros simplemente negaban que el destino de la yivá (‘vida’, ser vivo) dependiera de las acciones humanas.[3]
Al principio se hallaban relacionados con el budismo y el yainismo, del que quizás fueran incluso una variedad, pues la primera referencia conocida del áyivika se encuentra en los primitivos textos canónicos yainas.
Atomismo
El escritor Pakudha Kachaiana, contemporáneo de Buda, elaboró una teoría atomista con siete sustancias (en orden de sutilidad): tierra, agua, fuego, aire, alegría, dolor y vida, que son increados y constantes. Para esta concepción atomista existen cuatro variedades de átomos, con los que se forman los cuatro elementos de la naturaleza: tierra, agua, fuego y aire; todos poseen la capacidad de combinarse.[3]
La yivá (vida) no es algo compuesto de átomos, sino lo que percibe, lo que entra en conocimiento de las combinaciones de los mismos. Las variedades de átomos, las percepciones de alegría o placer y dolor y la vida constituyen las siete esencias a que queda reducido todo lo existente.[3]
Los átomos son eternos, indivisibles, indestructibles y no han sido creados por nadie. Las variedades de átomos no pueden convertirse unas en otras. Los átomos son capaces de moverse en cualquier dirección. Las propiedades de los cuerpos dependen de los átomos que los componen, de la cantidad de átomos por unidad de volumen y de la manera en que los átomos están combinados. La creencia de los áyivikas apareció como una doctrina realista y para algunos materialista, opuesta a las antiguas religiones indias y a las filosofías budista y yaina.
Escrituras
Por referencias de fuentes yainas se sabe de la existencia de una colección de escrituras áyivika.[6] De ellas solamente sobreviven las citas críticas realizadas por yainas y budistas.[7] Un comentarista yaina elaboró la siguiente listas de escrituras áyivika:
- Diviam (de la divinidad).
- Autpatam (de los presagios).
- Bhaumam (de la tierra).
- Angam (del cuerpo).
- Suaram (de los sonidos).
- Lákshanam (de las características y marcas).
- Vianshanam (de los signos y símbolos)[8]
Existen también referencias a prácticas de medicina alternativa áyivika.[6]
Ayívikas famosos
Bindusara (el padre del emperador Ashoka), era creyente de esta doctrina, que alcanzó su pico de popularidad durante la vida de Ashoka, y luego quedó relegada en el olvido. El movimiento ayívaka pudo haber continuado existiendo en la India hasta fecha tan tardía como el siglo XIV. En el sur de la India existen inscripciones del siglo XIII que mencionan a los ayívakas. Pero en ese momento de la historia quizá el término ayívika se refería al asceta de cualquier tradición en lugar de referirse a los seguidores de la tradición ayívika que existía en siglos anteriores.
También fueron ayívikas Subhadrangui (el preceptor de la madre de Asoka y reina principal del rey Bindusara), y el escritor Chanakia (el ideólogo fundador de la dinastía mauria).[9]
Creencias y prácticas
A lo largo de la historia del movimiento ayívika, las prácticas y creencias de la ayívikas son difíciles de reconstruir, porque se han conservado sólo en fuentes externas, a menudo hostiles. Los ayívikas parecen haber sido exponentes de una filosofía de determinismo absoluto, en el que las acciones y elecciones humanas no son capaces de vencer las fuerzas del destino. Los ayívika seguían un estricto régimen de ascetismo, similar en muchos aspectos a las prácticas llevadas a cabo por los yainas: ayunos extremos, indiferencia hacia la incomodidad física y la vida a la intemperie. Se dice que Góshala vivía sin ropas. No está claro si todos los ayívikas vivían como vagabundos desnudos, o si se trataba de una práctica que solo llevaban a cabo los devotos más vehementes. Al igual que sus homólogos yainistas y budistas, estaban fuertemente en contra del sistema de castas y fueron principalmente no teístas. Se dice que cuando sentían que su cuerpo o mente estaban empezando a declinar, los líderes ayívika a veces ponían fin a su vida voluntariamente, ya sea por el ayuno hasta la muerte, o ―como en el caso de Purana Kassapa― por ahogamiento en un río.
Referencias
- Basham, A. L. (2002). History and doctrines of the ājīvikas. Nueva Delhi (India): Moltilal Banarsidass Publications. ISBN 81-208-1204-2.
Notas
- ↑ a b c d e Véase la entrada ājīvika, que se encuentra 15 renglones antes del final de la primera columna de la pág. 133 en el Sanskrit-English Dictionary del sanscritólogo británico Monier Monier-Williams (1819-1899).
- ↑ «Entrance to one of the Barabar Hill caves», en la Biblioteca Británica.
- ↑ a b c d e f g Doctrines and history of the ajivikas.
- ↑ Jitendra Nath Banerjea: Paurānic and tāntric religion: early phase (pág. 92).
- ↑ James Hastings: Encyclopedia of religion and ethics, parte 1 (pág. 266).
- ↑ a b Basham:214
- ↑ Basham:216
- ↑ Basham: 213
- ↑ Según el Asoka-avadana-mala.
Enlaces externos
- Philtar.ucsm.ac.uk («Doctrines and history of the ajivikas», doctrinas e historia de los áyivikas).
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