- Ajoblanco (revista)
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Ajoblanco es el nombre de una revista española mensual que se publicó entre 1974 y 1980 en su primera etapa y entre 1987 y 1999 en la segunda. Junto a otras cabeceras como Star y Nueva Lente, Ajoblanco fue uno de los primeros puntos de encuentro y difusión de la contracultura en España.[1] La revista supuso todo un revulsivo cultural en su época.
Primera etapa
La revista apareció por el impulso de José Ribas, un estudiante barcelonés de Derecho, de ideología anarquista y procedente de una familia burguesa, que aglutinó a su alrededor a filósofos, poetas, arquitectos, artistas y dibujantes de cómics de la escena contracultural de Barcelona de los años 1970. Todos ellos participaron en un proyecto que aunaba la oposición al régimen franquista con la independencia de los partidos de izquierdas de la oposición (especialmente, el PSUC, la Assemblea de Catalunya y Bandera Roja). Junto a la política, los intereses de la primera etapa de Ajoblanco incluyen contenidos sociales inéditos hasta entonces en España como la antipsiquiatría, el ecologismo, el colectivismo, el movimiento gay y el urbanismo sostenible. Además de textos narrativos periodísticos que destacaban por originalidad y renovación.
Alrededor de Ribas se establece un equipo de redacción no jerarquizado que incluye a Toni Puig, Fernando Mir (Ribas, Puig y Mir son, en realidad, el núcleo duro de Ajoblanco), Luis Racionero, María José Ragué, Quim Monzó, Santiago Soler Amigó, Juanjo Fernández, Jordi Alemany, Ramón Barnils (director ante las autoridades de la revista), Ana Castellar, Albert Abril, Maria Dolls Nuria Amat, Karmele Marchante, Federico Jiménez Losantos... A ellos se sumaron las contribuciones de los lectores de la revista, hasta 2.000 a lo largo del periodo 1974-1980 (según el cálculo de Ribas, expresado en una en una entrevista en el diario El Mundo, el 12 de mayo de 2007). En su momento de mayor éxito (hacia 1977) Ajoblanco contó con un millón de lectores ( es mentira, Ajoblanco llegó a un tiraje máximo de 65000 ejemplares y no existen datos fiables del número de lectores.), gracias a que sus estructuras nunca llegaron a profesionalizarse del todo. Su idea era promover una cultura libertaria que condicionara un cambio social.
De hecho, fueron frecuentes las disensiones dentro de la redacción de la revista, donde convivían el impulso ácrata de Ribas (que llegó a afiliarse a la CNT) y Racionero, con otros miembros del equipo, más cercanos al comunismo o al catalanismo. A partir de 1978, la revista entra en una crisis que se acentúa cuando, en 1979, Ribas (que pretendía trasladar una parte de la redacción a Madrid) abandona Ajoblanco. Un año después, la revista deja de publicarse por culpa de sus problemas financieros y de la realidad de su consejo de administración lejos de la línea editorial de la revista, que provocó el abandono de la mayor parte de sus colaboradores y del equipo de administración causados por las imposiciónes de una nueva gerencia a cargo de Antonio Aponte.
Segunda etapa
Ribas, que pasó cuatro años en Madrid y dos más en Londres, regresó a Barcelona en 1986 con la idea de reflotar Ajoblanco. Para ello contactó con los otros miembros del triunvirato (Toni Puig y Fernando Mir) que empezaron a trabajar para que la revista volviera a los kioscos en octubre de 1987.
"Si el primer Ajoblanco fue el del descubrimiento de la identidad, el segundo fue el del rigor y el de la lucha".
José Ribas, entrevistado en El Mundo, el 12 de mayo de 2007La revista, en esta segunda etapa, se profesionaliza a través de la creación de una empresa editora (Odeón) y adopta una postura muy crítica con los gobiernos del PSOE en España y de CiU en Cataluña. Así, en 1996, y sin abandonar su equipaje libertario, Ajoblanco alcanza un acuerdo de gestión con Unidad Editorial (la empresa editora del también crítico con el PSOE, pero desde un planteamiento conservador, El Mundo). La alianza permitió que la revista, que por entonces había alcanzado gran relevancia en América Latina, sobreviva tres años más a pesar de su crisis financiera.
En 1999, el número de 125 de Ajoblanco se despide de sus lectores con la promesa de reencontrarlos en internet. La página web de la revista, sin embargo, nunca llega a ofrecer contenidos inéditos. Sólo en 2004, Ajoblanco volvió a los kioscos por un mes con un número especial que incluía una recopilación de las mejores páginas de su primera época. En 2007, José Ribas publica Los 70 a destajo (editado por RBA), su crónica de los años 70 y de la primera etapa de Ajoblanco.
Referencias
- ↑ Alpuente, Moncho en el artículo ""Star": ataque frontal contra el "buen gusto"", para El País, 16/07/1976.
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