- Incendio del Reichstag
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El incendio del Reichstag en 1933 es un hecho fundamental en el establecimiento de la Alemania nazi. La investigación inicial y los nazis acusaron al comunista neerlandés Marinus van der Lubbe de haberlo perpetrado, pero póstumamente la justicia alemana conmutó la sentencia por 8 años de prisión y posteriormente la misma fue derogada por el gobierno democrático Alemán vigente en el año 2008.[1] A día de hoy, la cuestión de la autoría no ha podido ser totalmente esclarecida por los historiadores, pero, políticamente, los grandes beneficiados del suceso fueron los propios nazis.[2]
Contenido
Los hechos
El incendio comenzó a las 21:14 horas en la noche del 27 de febrero de 1933, cuando una estación de bomberos de Berlín recibió la alarma de que el edificio del Reichstag, sede oficial del parlamento alemán, estaba ardiendo. El fuego pareció haber sido iniciado en varios lugares, y en el momento en que llegaron la policía y los bomberos, se produjo un enorme incendio en la Cámara de Diputados. Buscando pistas, la policía rápidamente encontró a Marinus van der Lubbe, medio desnudo, agachándose tras el edificio. Van der Lubbe era un ex comunista holandés y albañil desempleado que había estado rondando por Europa en los últimos dos años antes de 1933.
Adolf Hitler y Hermann Göering, líderes del partido nazi llegaron poco después al lugar y cuando vieron a Van der Lubbe, un supuesto agitador comunista, Göring declaró inmediatamente que el fuego fue iniciado por los comunistas y mandó arrestar a los líderes del partido en la ciudad de Berlín.
Consecuencias
Hitler aprovechó la situación y declaró el estado de emergencia y animó al anciano presidente Paul von Hindenburg a firmar el Decreto del Incendio del Reichstag, aboliendo la mayoría de las disposiciones de derechos fundamentales de la constitución de 1919 de la República de Weimar.
Los líderes nazis tenían preparada la demostración de que el incendio del Reichstag fue organizado por la Comintern, y en los primeros días de marzo de 1933, fueron arrestados los ciudadanos búlgaros Georgi Dimitrov, Vasil Tanev y Blagoi Popov tres hombres que jugaron roles fundamentales durante el juicio de Leipzig, conocido como «El juicio del incendio del Reichstag». Dimitrov era, a la sazón, presidente del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista. En un largo juicio él mismo demostró su inocencia y el carácter político del incendio, utilizado por las autoridades nazis para desprestigiar al movimiento comunista alemán e internacional.
Hitler había jurado como Canciller y jefe de la coalición de gobierno el 30 de enero de 1933. Su primer acto fue pedirle al Presidente Hindenburg que disolviera el Reichstag, de manera que pudiera aumentar el número de escaños nazis tanto en el parlamento como en el gobierno. La petición de Hitler fue aceptada y se fijaron elecciones para el 5 de marzo de 1933. El objetivo de Hitler fue abolir la democracia de una forma más o menos legal al activar la Ley Habilitante. La Ley Habilitante fue un poder especial permitido por la Constitución de Weimar para darle al Canciller el poder de pasar leyes a decretos, sin la intervención del Reichstag. Se suponía que el Acta Permisiva era usada solamente en tiempos de extrema emergencia, y de hecho, había sido usada solamente una vez antes, en 1923–1924, cuando el gobierno usó la Ley Habilitante para rescatar a Alemania de la hiper-inflación. Para activar la Ley Habilitante se requería una votación por una mayoría de dos tercios en el Reichstag. En enero de 1933, los nazis solamente tenían el 32% de los escaños y aun así no estaban en posición de activar la Ley Habilitante.
Véase también
Bibliografía
DIMITROV, Georgi. El incendio del Reichstag. Editorial Grijalbo, Colección 70. México, D. F.
Referencias
Categorías:- Propaganda de la Alemania nazi
- Alemania en 1933
- Incendios
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