- Juan Pío Montúfar
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Juan Pío Montúfar
II Marqués de Selva Alegre
Predecesor Manuel de Urriés
como Presidente de la Audiencia de QuitoSucesor Manuel de Urriés
como Presidente de la Audiencia de Quito
Datos personalesNacimiento 29 de mayo, 1758
Quito, Imperio español.Fallecimiento 15 de septiembre, 1819
Alcalá de Guadaíra, Imperio español.Cónyuge Josefa Teresa Larrea Profesión Politico. Tratamiento Su Alteza Serenísima, Su Excelencia don Su Alteza Serenísima Juan Pío Montúfar y Larrea, II marqués de Selva Alegre (Quito, 1758 - Alcalá de Guadaíra, 1819), patriota ecuatoriano que fue calificado como El primer presidente de América libre. Participó activamente en el proceso emancipador: en 1809 formó y presidió la Junta Suprema de Gobierno de Quito, que el 10 de agosto depuso a las autoridades coloniales y proclamó la independencia, fue una figura clave en el movimiento independentista de los criollos quiteños entre 1809 y 1812, precursor de la independencia del Ecuador.
Contenido
Biografía
Nació en Quito el 29 de mayo de 1758 en el seno de una de las familias más importantes e influyentes de la época, formada por la unión entre el granadino don Juan Pío Montúfar y Frasso, primer marqués de Selva Alegre, y doña Rosa Larrea y Santa Coloma. Fue bautizado el 20 de abril de 1762 con los nombres de Juan Pío María Torcuato.
Tras la temprana muerte de su madre y después de su padre, Juan Pío y sus hermanos pasaron a vivir con sus abuelos maternos en una mansión cercana a la Plaza Grande, en el mismo lugar que hoy ocupa la poco conocida Plaza Chica. Su abuelo le procuró maestros privados de la mejor categoría, entre los que destacó Apolinario Hoyos. Estudió además gramática latina y llegó a dominar el idioma.
A los 16 años empezó a trabajar en varias de las haciendas de la familia, solicitando más tarde la administración de sus herencias en Cochicaranqui, Angla y Milán. Se casó en 1779 con la dama riobambeña Josefa Teresa Larrea.
Fue gran amigo de Eugenio Espejo, José Mejía Lequerica, Francisco José de Caldas y Anastacio Guzmán y Abreu, por lo que estaba considerado no solo un hombre de gran pocisión social sino también un filósofo de corriente revolucionaria.
Vida pública
Fue Regidor de Cabildo de la ciudad de Quito durante 5 años, cargo al que renunció para convertirse en vendedor de Bulas de Vivos y de Difuntos, que consistía en un rentable monopolio de certificados que otorgaba el Obispado para rescatar almas del Purgatorio.
En 1783 fue electo Alcalde de Segundo Voto del cabildo de la ciudad de Quito, y como tal remató las propiedades jesuítas de la Hacienda Chillo. En 1786 obtuvo el Marquesado de Selva Alegre que le correspondía por herencia paterna. Su esposa murió el mismo año mientras él se encontraba en Nueva Granada arreglando asuntos del marquesado.
En 1790 obtuvo el título de Caballero de la REal y Soberana Orden de Carlos III. En 1791 fue elegido Intendente Diputado de La Alameda, y en noviembre de ese mismo año fue fundador de la Sociedad Patriótica de Amigos del País, mismos que publicarían el periódico revolucionario "Primicias de la Cultura de Quito", junto a Eugenio Espejo. En 1794 financió la colocación de varias banderas revolucionarias por toda la ciudad de Quito.
En 1797 obtuvo las rentas del Mayorazgo de los Montúfar en Madrid. En 1780 se convirtió en Consejero del Barón de Carondelet, Presidente de la Audiencia de Quito. En 1802 recibió a los sabios Alejandro Von Humboldt y Aimé Bonpland, recibiendo como gratitud por su larga hospedería una especie vegetal que Humboldt bautizó como Montúfari.
Presidente de la Junta de Gobierno Autónoma de Quito
En 1808 Montúfar mantuvo varias reuniones inspirado por el pensamiento de su amigo personal, Eugenio Espejo, y en conjunto con otros marqueses, hacendados, intelectuales y burócratas, en su hacienda de Los Chillos. De estas reuniones saldría la idea de una Junta de Gobierno para la Audiencia ejercida por el pueblo y no por un enviado del Rey. Una denuncia causó la aprehensión de los implicados, bajo el cargo de complot contra la corona, pero fueron liberados pocas semanas después por falta de pruebas. Este capítulo es conocido como la Revolución de los Marqueses.
Cuando Napoleón invadió España en 1809, Montúfar encontró la oportunidad perfecta para poner en marcha los planes de hacía un año atrás, deponiendo al presidente de la Audiencia de Quito y formando una Junta de Gobierno, leal a Fernando VII. En el acta de posesión de las nuevas autoridades quiteñas, Montúfar recibió el cargo de Presidente de la misma, con el trato de Su Alteza Serenísima, motivo por el que varios historiadores consideran este hecho como un intento de instaurar una monarquía quiteña, separada de la española y con cabeza en el marqués.
64 días después de asumir como presidente de la Junta de Gobierno de Quito, Montúfar renunció al cargo el 22 de septiembre debido a las diferencias surgidas en el seno de la misma sobre el rumbo que tomaría la política de la Audiencia, además de ver las difíciles condiciones militares que se avecinaban con las fuerzas que pronto llegarían desde Lima y Bogotá. Se retiró entonces a su propiedad en Latacunga.
Una vez repuesto el órden en la Audiencia, el 4 de diciembre de 1809 el nombre de Montúfar fue incluido en la lista de traidores que debían ser apresados, pero el marqués pudo huír. En 1812 él y sus hijos obtuvieron (por su condición de nobles) el perdón del nuevo presidente de la Audiencia, Toribio Montes, aunque tuvo que perder gran cantidad de sus bienes y fue exiliado a Loja.
Últimos años
En enero de 1813 fue acusado nuevamente de complotar contra la Corona debido a varias reuniones que mantuvo con personajes de corriente revolucionaria en su hacienda La Ciénega,al sur de Quito, por lo que fue enviado en un barco para ser juzgado en España, aunque fugó a mitad de camino hacia el puerto de Tumaco. De vuelta en Quito fue nuevamente perdonado por el presidente Montes.
En 1816 recibió la noticia de la muerte de su hijo Carlos de Montúfar, quien fue fusilado por mantener correspondencia con los próceres colombianos Antonio Nariño y José María Cabal y por haber sido hecho prisionero en la Nueva Granada, en el combate de la Cuchilla del Tambo.
En enero de 1818 logró que le fuera concedido nuevamente el pasaporte a España, a donde viajó para encontrarse con su hijo Javier en Madrid, a quien había heredado el marquesado y las respectivas rentas del mayorazgo de los Montúfar 5 años antes. Después viajó a Alcalá de Guadaíra-Cádiz, donde fue bien recibido por la nobleza de la ciudad y se asentó hasta su muerte el 15 de septiembre de 1819, a los 61 años de edad, recibiendo sepultura en la Catedral de la ciudad.
Referencias
- Diccionario Biográfico del Ecuador de Rodolfo Pérez Pimentel - Juan Pío Montúfar y Larrea
- Revista Vistazo. Núm. 914 (15 de septiembre de 2005), p. 113
Enlaces externos
- GENEALOGÍA. Orígenes y descendencia de Juan Pío Montúfar y Larrea en la base de datos genealógica para Ecuador de Mauricio Alvarado-Dávila.
Predecesor:
Juan José Marío Pío de Montúfar y Frasso
1747 - 1761Marqués de Selva Alegre
1761 - 1819Sucesor:
Joaquín Montúfar y Larrea
1819 - 1850Predecesor:
Manuel de Urriés,
Conde de Ruíz de Castilla
como Presidente de la Audiencia de Quito
1806 - 1809Presidente de la Junta de Gobierno Autónoma de Quito
1809 - 1809Sucesor:
Manuel de Urriés,
Conde de Ruíz de Castilla
como Presidente de la Audiencia de Quito
1809 - 1811Categorías:- Nacidos en 1758
- Fallecidos en 1818
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