- Kulturkampf
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El Kulturkampf, o combate cultural (del idioma alemán kultur cultura y kampf lucha), fue el nombre dado por Rudolf Virchow a un conflicto que opuso al canciller del Imperio alemán, Otto von Bismarck, a la Iglesia Católica y al Zentrum, partido de los católicos alemanes, entre 1871 y 1878. Fue esencialmente un conflicto legislativo del gobierno en el plano confesional contra el catolicismo político desde el parlamento, con el apoyo de partidos tradicionalmente liberales y anticlericales.
Ideológicamente las acciones gubernamentales tenían una base pangermanista y anticatólica que llevaron a una fuerte tensión a nivel jurídico-legislativo entre el secularismo y la libertad religiosa.
Contenido
Escenario
El Zentrum era contrario a la unificación alemana bajo hegemonía prusiana y al centralismo bismarckiano, y era partidario de Austria, del federalismo, de los particularismos de los Estados católicos (Baviera) y de las reivindicaciones de las minorías nacionales (alsacianos, polacos, etc.).
Para Bismarck, prusiano y protestante, el catolicismo era un elemento extraño que amenazaba la unidad del nuevo Imperio alemán (18 de enero de 1871), tanto más por cuanto que la proclamación del dogma de la infalibilidad papal molestó a los protestantes, comprometía la obediencia al Estado de numerosos católicos ultramontanos, e inclusive provocó la escisión de algunos sectores católicos (los veterocatólicos.
Existe también un "lado polaco de la cuestión"[1] que, en opinión de Bismarck, fue determinante en su decisión. En efecto, los pangermanistas hablan con indignación de los «Daicz katolicki», esos alemanes establecidos en la Polonia prusiana y que habrían sido "polaquizados" por el clero católico. Hacia finales de siglo, Tannenberg, que representaba al pangermanismo populista, mencionaba a jóvenes polacas que llegaban a Alemania para trabajar y tenían un novio alemán, siendo los hijos educados "a la polaca": "¡El abuelo se llamaba Schroeter, el nieto se llama Szreda y es un agitador polaco de primera!"
Medidas
El canciller desea establecer nuevas relaciones entre el Estado y la Iglesia Católica, defendida en el Reichstag por el partido Zentrum. Se lanza contra ella en una lucha legislativa en Prusia y en el Imperio alemán entre 1871 y 1887. Fue suprimido el departamento católico en el Ministerio de Cultura de Prusia y se dio protección oficial a los veterocatólicos, que rechazaban la infabilidad pontificia.
Así, el párrafo de la cátedra (10 de diciembre de 1871) prevé penas de cárcel para los predicadores que critiquen al Estado. La Ley del 11 de marzo de 1871 sobre la inspección escolar establece un control de las escuelas por parte del Estado. El 4 de julio de 1872 los jesuitas son expulsados. Las leyes de mayo de 1873 controlan la formación y el nombramiento del clero. Por último, el matrimonio civil pasa a ser obligatorio en Prusia en 1874 y el 6 de febrero de 1875 en el Imperio alemán. El mismo año se suprimen las subvenciones a la Iglesia.
Ante la negativa a aceptar esta nueva legislación, numerosos sacerdotes fueron encarcelados y miembros del alto clero fueron depuestos o expulsados. Se disolvieron muchas de las órdenes religiosas y se rompieron las relaciones con Roma; la mayoría de los obispados de Prusia quedaron vacantes. Donde más impacta el Kulturkampf es en las regiones de mayoría polaca (quienes son mayoritariamente católicos y carecían de nación soberana, ya que Polonia se encontraba repartida entre Prusia, Austria y Rusia), especialmente en la Provincia de Posen.
A partir de 1878, Bismarck empieza a modificar su política: suprime, suaviza o deja en suspenso algunas de las leyes. Esto se debe a que el Zentrum se convierte en un aliado necesario contra el Partido Socialdemócrata de Alemania, puesto que gana en las elecciones al Reichstag en 1874 con un 12% más de votos. Y también se debe a la muerte en 1878 de Pío IX y la elección de León XIII, con quien inicia un proceso de reconciliación.
A partir de allí Bismarck justificó algunas de sus medidas, ante los numerosos representantes católicos del parlamento alemán, aludiendo a la necesidad de germanización de los polacos al interior de las fronteras alemanas. En 1886 se reactivará un proceso similar, pero con características más pangermanistas que anticatólicas, pero no tuvo mayor éxito.
En Suiza
Se produjo un movimiento similar en Suiza de modo simultáneo, que dio por resultado la modificación de la Constitución de 1874 y la adopción de artículos de excepción, que expulsaban a los jesuitas, y hacía inelegibles a curas y monjes, limitando el número de obispados y la creación de nuevos conventos.
Notas
Bibliografía
- Diccionario enciclopédico Salvat. Tomo 16.
Enlaces externos
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