- Lope García de Castro
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Lope García de Castro
Presidente de la Audiencia de Lima
Gobernador del Perú22 de septiembre de 1564 – 30 de noviembre de 1569 Predecesor Hernando de Saavedra Sucesor Francisco de Toledo
Datos personalesNacimiento 1516
Villanueva de Valdueza, Astorga, EspañaFallecimiento 8 de enero de 1576
Madrid, EspañaProfesión Político, abogado y militar. Lope García de Castro (* Villanueva de Valdueza, 1516 - Madrid, 8 de enero de 1576), fue un licenciado en leyes y militar español que llegó a ser Gobernador provisional del Perú y Presidente de la Real Audiencia de Lima. No ostentó el título de Virrey, pero estuvo investido de amplias facultades gubernativas, con la tarea de imponer orden en el Perú, amenazado por múltiples revueltas y con gravísimos problemas administrativos. Fue también Caballero de la Orden de Santiago.
Contenido
Datos biográficos
Lope García de Castro nació en la villa leonesa de Villanueva de Valdueza, en la jurisdicción del obispado de Astorga.
El 9 de septiembre de 1534 ingresó al Colegio Mayor de San Bartolomé perteneciente a la Universidad de Salamanca. Se graduó de licenciado en leyes y se le encargó la cátedra de Instituta de la Universidad.
En 1541 fue nombrado oidor de la Real Audiencia de Valladolid. A continuación fue promovido a la Corte, primero como miembro del Consejo de Órdenes Militares y después como ministro del Supremo Consejo de Indias (26 de mayo de 1558).
Nombramiento como Gobernador del Perú
Cuando llegaron a España las desagradables noticias sobre el desarreglo personal y administrativo del Virrey Conde de Nieva, el rey Felipe II envió al Perú a García de Castro para hacerse cargo del gobierno (16 de agosto de 1563). Iba con los títulos de Gobernador y Capitán General del Virreinato del Perú y Presidente de la Real Audiencia de Lima, más no de Virrey. Pero tardó en hacerse a la mar y cuando llegó a Lima (22 de septiembre de 1564), el Virrey Conde de Nieva ya había fallecido hacía meses, en misteriosas circunstancias.
García de Castro entró en la capital de Virreinato, de noche y en silencio, lo que contrastó con el aparatoso ingreso de su antecesor. De acuerdo a las instructivas reales recibidas, debía continuar las investigaciones para esclarecer la muerte de su predecesor y castigar a los culpables, para lo cual la Audiencia, que dejaba el gobierno, le suministró los datos reunidos. Pero la misma Audiencia le aconsejó que fuera prudente al respecto, por lo que el gobernador analizó cuidadosamente el asunto. Finalmente, tomó la decisión de no continuar con la investigación, a fin de no ocasionar mayor escándalo, dadas las circunstancias en que se produjo la muerte del Virrey. El crimen quedó pues impune.
El oidor Juan de Matienzo defendió la posición de Lope García quien, sin título de Virrey, actuó como tal, y sostuvo que podía ser un ensayo de gobierno o de transición establecido por la Corona
Fase de ensayo
El período gubernativo de García de Castro puede interpretarse como una fase de ensayo, en busca de perfeccionar y dar forma definitiva al sistema administrativo del Perú colonial. Este carácter provisional y ensayístico se vislumbra con el establecimiento de las audiencias de Charcas (1559), Quito (1563) y Chile (1567), mediante lo cual se pretendía descentralizar el ministerio judicial y descargar de trabajo a los funcionarios asentados en Lima. Fue acordado, de todas formas, que la responsabilidad política del área comprendida en dichas audiencias quedaría exclusivamente en manos del gobernador del Perú. La Audiencia de Chile, cuyo primer Presidente fue Melchor Bravo de Saravia, sería suprimida en 1573, para ser restablecida definitivamente en 1609.
Una ola de intranquilidad social conmovió al virreinato en esta fase de incertidumbre y proyectos, dando origen a protestas de la primera generación de criollos, hijos de los conquistadores. También la población indígena dio muestras de su descontento, a tal punto que el Gobernador, en carta enviada al Rey, informó que todos los indios del Perú trataban de levantarse, y que la causa de estas alteraciones era el foco de la resistencia inca en Vilcabamba. En efecto, hubo un intento de rebelión de los indios huancas en Jauja en 1565, así como conatos de rebelión de mestizos del Cuzco en 1567, todos ellos vinculados con el rebelde Titu Cusi Yupanqui, el tercer Inca de Vilcabamba.
Como medida para evitar alzamientos, se prohibió en 1566, bajo pena de muerte, que los mestizos y los mulatos portaran armas de fuego, y se ordenó además que nadie llevara armas al Perú sin real licencia.
Intento de reducción de Titu Cusi Yupanqui
Uno de los primeros cuidados que tuvo el gobernador fue intentar la reducción de Titu Cusi Yupanqui, a quien los orejones o nobles incas de Vilcabamba ciñeron la borla imperial en reemplazo de su hermano Sayri Túpac, cuando éste se acogió al llamado amistoso del Virrey Andrés Hurtado de Mendoza, instalándose en el Cuzco. Titu Cusi permaneció pacífico en su reducto mientras vivió Sayri Túpac, pero al fallecer éste, empezó a hostilizar a los españoles, convirtiéndose en el terror de los mercaderes viajantes.
García de Castro encargó al licenciado Juan de Matienzo la concertación de un encuentro con el inca. Efectuado éste en el puente de Chuquichaca, Titu Cusi entregó al magistrado dos memoriales en los cuales expresaba sus quejas por los injustos tratos que había sufrido su padre, Manco Inca, y las condiciones para abandonar su refugio. Aceptó que algunos misioneros entrasen hasta Vilcabamba para adoctrinar a los nativos; incluso aceptó recibir con sus familia el bautizo, adoptando el nombre de Diego de Castro (28 de agosto de 1568); luego dictó a los frailes una Relación en los cuales vertió sus recuerdos del Incario y de la conquista española. Pero no abandonó el reducto, y algún tiempo después, ya bajo el gobierno del virrey Toledo, sufrió una pulmonía que le ocasionó la muerte (1571). Correspondería al nuevo Virrey poner punto final a la resistencia inca en Vilcabamba.
Obras y medidas importantes
Este gobierno, que duró cinco años, dos meses y cuatro días, se destacó por su acierto y prudencia.
- Introdujo de manera definitiva el almojarifazgo, impuesto que gravaba la entrada y circulación de mercancías (impuesto que se había dejado de cobrar en los primeros años de la conquista); y creó el impuesto de "señoreaje", sobre los marcos de plata que se amonedasen y acuñasen.
- Anuló las encomiendas perpetuas, los oficios vendidos y las mercedes otorgadas a algunos conquistadores por sus dos antecesores, el Marqués de Cañete y el Conde de Nieva. Estas medidas provocaron la recuperación de las cajas reales.
- Dividió el Virreinato en provincias o corregimientos, cada una de ellas con un Corregidor de indios a la cabeza. Implantados en 1565, los Corregidores fueron dotados con la responsabilidad de administrar justicia en litigios de cualquier índole, ejercer la protección de los indios y llevar a cabo la recolección de sus tributos. Esta medida ha sido censurada por algunos autores, al punto de tenerla como nociva, debido a los abusos que muchos de tales Corregidores cometieron con los indios, y que más que ser sus defensores como en teoría estaban obligados a serlos, vinieron a ser opresores de los mismos.
- Dotó con recursos económicos a las Compañías de Lanzas y Arcabuces, únicas tropas oficiales del gobierno.
- Inició la explotación de la minas de azogue de Huancavelica (1566).
- Dispuso la puesta en funcionamiento de la Casa de Moneda de Lima, que empezó a fabricar reales de plata en 1568. Dejaron así de circular los tejos de oro, las barras de plata y el peso ensayado en calidad de primitivas monedas de cambio. Años después, el Virrey Toledo trasladó la Casa a Potosí.
- Se erigió la Sala del Crimen de la Real Audiencia de Lima, conformada por cuatro alcaldes que gozaban de las prerrogativas de los oidores, según lo había dispuesto el rey Felipe II por Cédula del 18 de diciembre de 1568.
- Auspició la famosa expedición marítima de Álvaro de Mendaña que partió del Callao el día 19 de noviembre de 1567 y que condujo al descubrimiento de las islas Salomón, en Oceanía. Mendaña (quien era sobrino del gobernador) reconoció las islas que bautizó con los nombres de Guadalcanal, San Cristóbal y Santa Isabel. En septiembre de 1569, retornó a Callao, tras recorrer más de 27.000 kilómetros.
- Igualmente, auspició la entrada de Juan Álvarez Maldonado a la región de los Mojos, que dio lugar a la exploración de la hoya del Madre de Dios (1567-1569).
- El 12 de febrero de 1567 el capitán Martín Ruiz de Gamboa fundó la ciudad de Santiago de Castro, en el Archipiélago de Chiloé, sur de Chile. Fue bautizada con ese nombre en honor del Apóstol guerrero y del Gobernador Lope García de Castro. Es la actual Castro, la tercera ciudad más antigua de Chile con existencia continuada. Otra ciudad con ese nombre estableció el capitán Francisco Quintero en el valle de Vili, como capital de la provincia de Atacames y Esmeraldas, en el Reino de Quito, actual Ecuador (1568).
- En cuanto al Patronato Real, se mandó erigir en 1565 la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, en Pacasmayo, y se fundó el monasterio de Santa Clara, en Huamanga, en 1568.
- En Lima se fundó el pueblo de Santiago del Cercado (más conocido como el Cercado de Lima), a fin de que sirviera como reducto de los indígenas que brindaban su mano de obra a los vecinos, como en el trabajo de las huertas y otras labores. Lo conformaban cerca de mil indios hasta entonces desperdigados en toda la ciudad. Fue comisionado para las obras necesarias, demarcación de plazas, calles, etc., el Regidor D. Diego de Porras Sagredo.
Otros hechos importantes
- Se erigió el Arzobispado de Santa Fe de Bogotá (1565), que fue la segunda arquidiócesis establecida en América del Sur, después de la de Lima, esta fundada en 1547. La diócesis de Popayán, hasta entonces sufragánea de Lima, pasó a serlo del flamante arzobispado.
- La inmensa arquidiócesis de Lima abarcaba entonces las diócesis de Panamá, Cuzco, Nicaragua, Quito, Río de la Plata o Asunción, Charcas, Santiago de Chile (fundada en 1561) y La Imperial (también en Chile, fundada en 1564).
- Se realizó el Segundo Concilio Provincial Limense presidido por el Arzobispo Jerónimo de Loayza, el mismo que se inauguró el 2 de marzo de 1567 y fue clausurado el 21 de enero de 1568. Las constituciones de este Concilio destacan por la intención de establecer un nuevo orden en la “república de indios”: proponían la extinción del uso de la coca, la reducción de los nativos en pueblos de traza hispánica, el fomento de la evangelización en quechua y aimara y la eliminación de ciertas costumbres “abominables” (como el deformar cráneos, por ejemplo).
- El gobierno de Lope García de Castro auspició también la instalación de la Compañía de Jesús en el Perú, con la llegada en 1568 del provincial padre Jerónimo Ruiz del Portillo y un pequeño grupo de sacerdotes. Los jesuitas llegaron dispuestos a implantar las reformas emanadas del Concilio de Trento y fundaron el Colegio Máximo de San Pablo de Lima.
Lope García de Castro dejó pues prefiguradas las líneas de gobierno que iba a proseguir y consolidar luego su sucesor, el virrey don Francisco de Toledo.
Catástrofes naturales
En cuanto a desgracias de la naturaleza, debemos mencionar el terremoto de Quito y la consiguiente erupción del volcán Pichincha del 16 de noviembre de 1566, que cubrió la zona con una pesada lluvia de ceniza. Hubo una completa oscuridad en pleno día, hasta las 11 horas. Fue el preludio de la gran erupción que ocurrió en 1575.
El 4 de abril de 1568, en la tarde, se sintió un fuerte temblor en Lima, poco después de la llegada de los primeros Padres Jesuitas al Perú. Sin embargo, algunos autores disienten en la fecha, y no fijan la hora en que se verificó.
Entrega de mando y retorno a España
El 30 de noviembre de 1569 Lope García de Castro entregó el mando al Virrey enviado para sucederle: Don Francisco de Toledo.
Después de la transmisión del mando, García de Castro permaneció algunos meses más en el territorio peruano, mientras culminaba la visita a los primeros magistrados de la Audiencia de Charcas. Luego se embarcó para España en donde reasumió su plaza en el Consejo de Indias. Fue premiado por su buena labor en el Perú con el otorgamiento de una renta anual de 6 mil pesos, cuyo pago se efectuaría con los tributos obtenidos en las cajas de ese país (26 de noviembre de 1573).
Bibliografía
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- Hampe Martínez, Teodoro: La caída del imperio inca y el surgimiento de la colonia. Primer tomo del Compendio histórico del Perú. Editorial Milla Batres. Tercera Edición. Lima, 2005. ISBN 9972-58-108-X
- Inca Garcilaso de la Vega: Historia general del Perú. Tercer Tomo. Lima, Editorial Universo S.A., 1972.
- Tauro del Pino, Alberto: Enciclopedia Ilustrada del Perú. Tercera Edición. Tomo 7. FER-GUZ. Lima, PEISA, 2001. ISBN 9972-40-156-1
- Vargas Ugarte, Rubén: Historia General del Perú. Tomo II. Editor: Carlos Milla Batres. Lima, Perú, 1981. ISBN 84-499-4813-4
- Varios autores: Grandes Forjadores del Perú. Lima, Lexus Editores, 2000. ISBN 9972-625-50-8
- Varios autores: Historia General de los peruanos. Tomo 2. Obra editada con el auspicio del Gobierno Revolucionario del Perú. Lima, 1973.
Véase también
Predecesor:
Hernando de Saavedra
Presidente de la Audiencia
1564Gobernador y Presidente de la Audiencia
1564 – 1569Sucesor:
Francisco de Toledo
Virrey del Perú
1569-1581Categorías:- Nacidos en 1516
- Fallecidos en 1576
- Generales de España del siglo XVI
- Naturales de la provincia de León
- Gobernadores del Perú
- Militares de la provincia de León
- Presidentes de la Audiencia de Lima
- Oidores de la Real Chancillería de Valladolid
- Políticos de Castilla y León
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