- Marino Sánchez
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Marino Sánchez Flores
General Marino SánchezGeneral Años de servicio 1911 - 1916 Lealtad Ejército Libertador del Sur, 1914 - 1916 Participó en Revolución mexicana: Nacimiento 18??
Tepoztlán, MorelosFallecimiento 21 de noviembre 1916
San José de los Laureles, MorelosGral. Marino Sánchez Flores fue un militar mexicano que participó en la Revolución mexicana. Nació en el Barrio de San Miguel de Tepoztlán, Morelos. En mayo de 1911 se incorporó a las fuerzas maderistas bajo las órdenes de Lucio Moreno. En marzo de 1911 se incorporó a las fuerzas maderistas del general Amador Salazar. Participó en las tomas de Tepoztlán y Yautepec. Al triunfo de la revolución maderista continuó a las órdenes del general Amador Salazar que fue encargado de custodiar la faja central de Morelos. El 30 de agosto de 1911, Zapata se levantó en armas por el avance de las fuerzas de Victoriano Huerta al sur y el incumplimiento de la repartición de tierras por parte de Madero. Marino Sánchez retornó a la lucha durante el Gobierno de la Convención de Aguascalientes, a donde viajo escoltando la delegación Zapatista. enlistado siempre dentro de la división de Amador Salazar, tomando parte en muchos combates en los estados de Tlaxcala, Hidalgo y Puebla entre 1915 y 1916 hasta que las tropas carrancistas se hicieron de la Ciudad de México. Marino Sánchez controló la zona norte de Yautepec y en torno a Tepoztlán hasta 1916. Las tropas zapatistas y villistas sostuvieron muchos combates en diferentes zonas de la ciudad, sin embargo poco a poco fueron perdiendo terreno, hechos que culminarían con la toma de Morelos por los carrancistas durante los meses de abril y mayo de 1916. Fue gravemente herido en el combate que sostuvo contra las fuerzas carrancistas en la estación de Cascada, del Ferrocarril México-Cuautla, muriendo en la población de Los Laureles, el 21 de noviembre de 1916.
Bibliografía
- López González, Valentín (1980). Los Compañeros de Zapata (Ediciones del Gobierno del Estado Libre y Soberano de Morelos edición). México.
Tomado de Adriano Ortega Sánchez (Tepoztecatl, Tepoztlán: Itlapaquetzali Mutlatos): Tepoztecatl - Tepoztlán: Tu Historia sera Contada 2008 General de Brigada Marino Sánchez Flores del Ejército Libertador del Sur (16 de Septiembre de 1869 - 21 de Noviembre de 1916)
El general Marino Sánchez Flores, nació en su casa ubicada en el Barrio de San Miguel (Las lagartijas), del poblado de Tepoztlán, del Estado de Morelos. Sitio donde creció hasta casarse a los 17 años de edad con Carmen Valderrama xxxxx de 13 años de edad, el 13 de Mayo de 1886. Matrimonio que procreo al despues General Miguel Sánchez Valderrama. Fue Ahijado de Bautizo de Don Librado Piedra y Esposa.
Figura xx. General Brigadier del Ejercito libertador del Sur Marino Sánchez Flores (Fotografía de Brehme 1911).Marino Sánchez Flores, pequeño poseedor de tierras, se descontento con el gobierno estatal de Escandón en Morelos, por la puesta en marcha de la Ley de Reevaluación General de Bienes Raíces, promulgada el 21 de junio de 1909. Si bien en parte esta ley reguló títulos sobre tierras, su intención principal era depreciar las tierras de las haciendas, con fines de que realizaran menos pagos de impuestos. Los campesinos vieron que los hacendados habrían de pagar menos impuestos aún por sus tierras qué lo que pagaban antes, en tanto que la carga habría de aumentar para los pequeños agricultores y otro tipo de dueños de propiedades medianas o chicas que ya estaban pesadamente endeudadas. Así al entrar 1910, los hacendados actuaban a su antojo y muy confiados de su gobierno. Tan es así, que en las elecciones municipales perezosamente vigiladas, de fines de noviembre, los exleyvistas obtuvieron cargos en Tepoztlán. Esto fue tomado como un desliz, pero no un augurio.
Después del 24 de mayo de 1910 enterados de que Emiliano Zapata Salazar, había retado a la autoridad repartiendo lotes a los agricultores para iniciar las siembras, muchos como Marino Sánchez Flores buscó una entrevista con Zapata para conocer las causas de su rebeldía. Les gusto mucho saber que no pagaran renta a la Hacienda del Hospital.
En Noviembre se corrió la voz de que Emiliano Zapata, se entrevisto con el Nuevo Prefecto de Ayala Eduardo Flores, quien le pregunto que si podría contar con él y con su gente si aparecían maderistas por aquellas partes. Zapata le aseguró que sí, y así Flores no se quejo del reparto que en ese momento hacia Zapata.
Por ello en la familia de Marino Sánchez Flores se dice que la importancia del movimiento particular de Zapata fue creciendo conforme la confusión lo hizo en esos meses. El levantamiento muy local de Ayala, muy limitado en su origen e intensiones cobró un valor nacional. Así para esas fechas, también con el alboroto, en Villa de Ayala, un grupo de personas empezó a reunirse en la casa de Pablo Torres Burgos, ahí en una ocasión estuvo Marino Sánchez Flores. Así ahí se decide mandar a Pablo Torres Burgo a entrevistarse con Madero. Querían saber que posición tenía Madero, respecto a su ofrecimiento a los pequeños propietarios que habían perdido sus tierras a causa de los abusos cometidos con las leyes federales de tierras. Las familias de agricultores del estado de Morelos veneraban la Constitución de 1857. Con este fin varios financiaron al profesor Paulo Torres Burgos, Marino Sánchez Flores con $ 5.00, para que se entrevistara con Madero, en el mes de diciembre, y a quien vio en Enero de 1911.
En espera de Paulo Torres Burgos, Lucio Moreno originario de Tepoztlán, fue liberado de la cárcel, donde estaba recluido, motivo por el cual inicio la revolución con Tepepan, sin esperar al primero, en el norte del estado de Morelos. Vivía en Jojutla, conocía a Gabriel Tepepan, líder local que lucho contra la intervención y a favor de Díaz en 1876.
El inicio de la Revolución Mexicana en el estado de Morelos, debió encabezarse por el Representante de la Junta Revolucionaria, el profesor Pablo Torres Burgos; pero Gabriel Tepepan se adelanta el 7 de Febrero de 1911, tomando Tlaquiltenango. Se le sumaron muchos. En esos días al atacar Tepoztlán, Marino Sánchez Flores, se incorporó a las fuerzas de Gabriel Tepepan bajo las órdenes de Lucio Moreno, siendo nombrado para que coordinara el levantamiento armado en la zona de Tepoztlán y Yautepec.
Específicamente en el cerro Tlacuilolcalco fue el punto de contacto, donde junto con Quintín González, Lucio Moreno, Simón Rojas, Marino Sánchez Flores, Refugio Sánchez Flores, Timoteo Sánchez Flores (Tataton), Bernabé Labastida, Felipe Tijera, los hermanos Ayala, los Hernández, los Demesa, entre otros. Juntos todos y después de la reunión, liberaron a 12 presos que estaban en la cárcel de la presidencia municipal de Tepoztlán. Ahí fue incendiado el archivo municipal de Tepoztlán y saqueadas las casas de los jefes políticos. En Santiago Tepetlapa, se unen con ellos los hermanos de Marino, Timoteo y Refugio Sánchez Flores, con pertrechos y más hombres.
Después de esa acción se trasladan a los cerros cercanos a Ixcatepec. Así en las 12 cuevas de los cerros aledaños a Ixcatepec, establecen el cuartel local, los almacenes de armas, los almacenes de pólvora y cartucho, y ubican las cuevas que serán dedicadas al descanso de los animales y de los hombres de apoyo. E inician la planeación para la toma de Yautepec y la de poderse comunicar con otros iniciadores de la revolución. No tienen todavía contactos con Zapata en esta etapa. Eso ocurre hasta el 10 de Marzo, fecha de la asamblea de la Villa de Ayala que fija la entrada de Zapata a la Revolución Mexicana.
Es importante mencionar que gran parte de los primeros zapatistas son pequeños propietarios, rancheros, arrieros y vaqueros, pocos campesinos. Tenían la característica de poder recoger del suelo machetes, armas y lazos a caballo a plena carrera, a disparar con el rifle por abajo del cuello del caballo. Montar a pelo y a silla para hacer las mismas suertes. Cualidades plenamente dominadas por Marino Sánchez Flores.
Ahí, en las cuevas de Ixcatepec, tomaron la decisión de optar por la organizaron los barrios, para proveerse de los abastecimientos (tortilla, pastura y armas) y para realizar acciones de guerra dentro del poblado. Cada casa, cada esquina, cada grupo familiar tiene desde entonces esos nombres claves en náhuatl.
Con la Toma de Tepoztlán, la liberación de los presos y el engrosamiento de los primeros insurrectos, junto con sus hermanos otros hermanos formaron uno de los 3 grupos hechos por Lucio Moreno, que instalo su Cuartel General Revolucionario en la Hacienda Apanquetzalco. Donde se inmovilizó, hasta recibir ordenes de Gabriel Tepepan que se traslado a buscar a Zapata, al saber de la reunión del 10 de Marzo y de la toma de armas de Zapata.
A fines de Marzo, Emiliano Zapata, tiene la necesidad de entrevistarse con Lucio Moreno, para coordinar los ataques a Yautepec y la toma de Cuautla. Ahí se entrevista con un grupo de maderistas citadinos, con los que manda avisar que Paulo Torres Burgos fue fusilado por el gobierno federal y que por lo pronto el coordina la revolución en Morelos y Puebla. El 4 de Abril de 1911, recibe Zapata en Tepexco, de manos de Juan Andrew Almazán el nombramiento de Jefe Maderista en Morelos. El 22 de Abril, Zapata es reconocido como “General del Ejercito Libertador del Sur” para Morelos y Ambrosio Figueroa para Guerrero. Con miedo a una traición no se toma Jojutla. Se cita a reunión en Jantetelco.
Desde ahí a las órdenes de Lucio Moreno, el grupo de Marino Sánchez simula ataques sucesivos al poblado de Yautepec, hasta que con fuerzas combinadas de Román Castro, atacaron y tomaron Yautepec en 8 horas el día 1° de Mayo de 1911, cosa del medio día. Poblado que conservan por cuatro días para que Zapata tome Jonacantepec.
Figura xx. General Brigadier Marino Sánchez Flores y su estado mayor del Ejército libertador del Sur (Fotografía de Brehme).El día 5 de Mayo de 1911, a las cinco de la tarde evacuan la plaza de Yautepec, pues les llego un correo que avisaba que venían fuerzas federales por el lado de Cuernavaca y Cuautla con el fin de recuperar la plaza. Ahí los 3 hermanos Sánchez ganan su primer rango militar.
La organización zapatista tuvo que partir desde el jacal, el barrio y el poblado. Para hacer bastimentos de comer, cada familia en su casa hacían tortillas y por calles cada 3 a 4 días pasaban recogiendo por los tecorrales los bastimentos hasta concentrarse en un solo punto donde pasa un responsable de llevarlo al campamento zapatista.
Para la toma coordinada por todas las guerrillas zapatistas, al mando de Lucio Moreno, Marino Sánchez Flores y sus hermanos, y otros tepoztecos, toma la Hacienda El Hospital, previo a la toma de Cuautla, 12 de Mayo de 1911.
Tras la derrota del “regimiento de Oro” y la toma de Cuautla desde el 13 hasta el 18 de Mayo de 1911, Marino Sánchez Flores, al mando de tropas guerrilleras toman un descanso en la misma ciudad. De esta fecha son las fotos de Brehme del General de Brigada del Ejército Libertador del Sur Marino Sánchez Flores y su estado Mayor (19 de Mayo de 1911). El domingo 21 de mayo se firmo el Tratado de Ciudad Juárez, Porfirio Díaz Morín se exilia y el 25, toma posesión como presidente Francisco León de la Barra.
El 26 de Junio Zapata se casa con Josefina Espejo por lo civil y piensa en retirarse tras el triunfo de la revolución. Por la iglesia lo hace el 8 de Agosto y el 9 penetran fuerzas contra Zapata al mando de Victoriano Huerta. La guerra no ha terminado. A Ambrosio Figueroa lo habían nombrado gobernador (Maderista enemigo natural de Zapata y aliado de hacendados).
En el mismo 1911, Marino Sánchez Flores, se incorporó a las fuerzas maderistas del general Amador Salazar. Todo tras el nombramiento que da Zapata a Refugio Sánchez Flores, como jefe de zona de Tepoztlán y a las Muerte de Bernabé Labastida (Barrio de San José de los Laureles) y Lucio Moreno (Tumba ubicada en la Santísima).
Al triunfo de la revolución maderista en Junio de 1911, Marino continuó a las órdenes del general Amador Salazar que fue encargado de custodiar la faja central del Estado de Morelos. Así para el 30 de agosto de 1911, cuando Emiliano Zapata Salazar, se levantó en armas por el avance de las fuerzas de Victoriano Huerta al sur y el incumplimiento de la devolución de tierras por parte de Francisco I. Madero, el regimiento de Tepoztlán esta listo. Contra Francisco I. Madero formaliza su descontento el 28 de Noviembre de 1911 con el Plan de Ayala.
El 12 de Agosto de 1912, Marino Sánchez al mando de Amador Salazar, atacan el tren y dan muerte a treinta y seis federales y a varios civiles.
El 9 de Febrero de 1913, al atacar las fuerzas de Amador Salazar y por ende Marino Sánchez la población de Tlayacapan, son derrotados a manos del Teniente Coronel Luis G. Cartón, lo que provoca una huida hasta alcanzar las fuerzas de Zapata. Con el que participaron en los combates librados el día 12 siguiente, en el cerro situado como a 4 Km al Este de la estación Huitchila, del ramal ferroviario Cuautla-Atencingo-Puebla, y el puente ferroviario, de la Barranca de la Cuera.
El 21 de febrero Marino Sánchez, Felipe Neri y Amador Salazar, toman sin combatir Yautepec, durante la mañana; pero que en la tarde del 22 el Coronel Federal Fortino M. Dávila, jefe de armas del estado de Morelos, recupera atacando a estos zapatistas con 165 hombres y dos ametralladoras haciéndolos huir hacia Tepoztlán después de un combate de 3 horas. El 24 y 25 al abandonar Yautepec, las fuerzas zapatistas hostigan a las mismas fuerzas federales al trasladarse a Cuernavaca en las cercanías de la Hacienda San Vicente (16 Km de Yautepec y 4 Km de Jiutepec), se destacan las fuerzas de Modesto Rangel. Finalmente no logran detener a los federales. En eso se anda cuando se reciben nuevas instrucciones zapatistas.
El 27 de Febrero de 1913, se giran instrucciones desde el cuartel de Emiliano Zapata para estar preparados por las respuestas que se darán por la muerte de Madero. Se pide no moverse.
El 15 de Marzo, se tienen más combates con fuerzas del Coronel Federal Fortino M. Dávila, pues se pretendía hacerse de una carga de municiones; no se logra el objetivo por la llega de mas militares.
Por los días 18 y 19 de Abril, Marino Sánchez al Mando de Amador Salazar, y en conjunción con el general Zapata, se atacó y tomó a viva fuerza la población de Jonacatepec, capturándose a casi toda la guarnición federal que jefaturaba el Brigadier Higinio Aguilar; ello permitió abastecerse de un muy buen lote de municiones y armas.
Después del 21 de Abril de 1913, reinicia Emiliano Zapata la revolución al tomar Jonacatepec. Simultáneamente se dan órdenes al regimiento de Amador Salazar de volar el tren en el norte del estado. La acción la ejecutan los hombres de Tepoztlán, con resultados muy buenos: más de un centenar de militares muertos. En esa fecha el gobernador Robles y Victoriano Huerta aplican la Ley de Leva. Hecho que provoco una reorganización zapatistas, hubo batallones de niños de 10 a 12 años y batallones de mujeres que pidieron su incorporación a las fuerzas zapatistas. Ello provoco que en Tepoztlán, algunos campesinos construyeran dobles bardas en sus casas de adobe y la formación de este tipo de batallones. Y para unificar las causas rebeldes se modifico el Plan de Ayala el 30 de Mayo, cosa que Marino Sánchez Flores y otros vieron bien e iniciaron la verdadera unificación Zapatista. La descentralización de la autoridad para llevar a cabo la reforma agraria prescrita en el artículo seis del Plan de Ayala.
El 5 de Mayo Marino Sánchez es desalojado de por fuerzas al mando de Santa Catarina, San Andrés de la Cal, Tepoztlán, Ixcatepec, Santiago Tlacotapa y Santo Domingo Ocotitlán, por 250 hombres de las fuerzas federales del Coronel Luis G. Gamboa,
El 12 de Mayo 1913 a Marino Sánchez Flores les toca atacar Santa Catarina, San Andrés de la Cal, Ixcatepec, Santiago Tlacotapa y Santo Domingo Ocotitlán posesionándose de las poblaciones. Ese mismo mes defendió el día 27 el intento de toma de Tepoztlán, por parte de las fuerzas federales al mando de los Tenientes Luis G. Cartón y Trucy Aubert.
Por esas fechas Marino Sánchez Flores salvo a su padrino Coronel Librado Piedra: ximo tlamoh nican maxiquani mitz mo uicaltiz (córrale padrino, porque ¡si no!, aquí el diablo nos va a llevar)).
Aquí hay que aclarar, el lenguaje base del zapatismo fue la lengua náhuatl. Las ordenes y diálogos en batalla eran dictados todos en náhuatl, de ahí el éxito total del Zapatismo. Revolución se decía netehuiliztle; Combate revolucionario = netehuile, zona de combate revoluciionaria = netehuiloya; Combatiente Revolucionario = netehuiloanime.
El 22 de Mayo siguiente, las fuerzas del General Salazar atacó, aunque sin éxito a la población de Yautepec, pretendiendo liberar a los reemplazos que se encontraban en esta población de paso para Cuautla, siendo defendida la plaza por su guarnición federal, compuesta por 214 hombres (169 de tropa del 2° Batallón a las ordenes del Mayor Adolfo Montes de Oca y de cuatro oficiales más; ocho de tropa del 4° Batallón, al mando del Teniente Pedro Juárez y 37 jinetes del 2° Regimiento de Caballería, al mando del Capitán 2° Roberto Maldonado y del subteniente Antonio Martínez. Los zapatistas, en numero de más de 486 hombres, aI mando de los Jefes Salazar, Neri, Ruiz y Marino Sánchez, Timoteo Sánchez y otros, atacaron a la población por la mañana, retirándose después de cuatro horas de combine; por la tarde intentaron un nuevo ataque, pero fueron rechazados después de 40 minutos de fuego, habiendo perdido, según el parte federal, a 60 de sus hombres, pero según Carmen Valderrama más de 100, que no llegaron al campamento ese día.
Se produjeron varios combates durante los días 25, 26 y 27 de junio, en El Texcal, Tepoztlán e Ixcatepec, entre las fuerzas federales y las fuerzas de Marino Sánchez; para luchar después rudamente en Yautepec, el primero de julio. El General Gordillo Escudero y su columna salieron de Jiutepec el 25 por la mañana, con dirección a Tejalpa, y hacia las 11 de la mañana arribo con la infantería a esta población, la que ya había sido ocupada antes por su caballería, y a poco de estar allí fue atacada por las fuerzas zapatistas de Marino Sánchez al mando del General Salazar, que estaba en El Texcal y después de 40 minutos de combate, consiguió que esos rebeldes se retiraron hacia los cerros de Las Tetillas. Ahí se les tendió una emboscada a los federales. De ahí los zapatistas huyen a San Andrés de la Cal y de ahí a Tepoztlán. A las 9 de la mañana del día 26 los federales atacan Tepoztlán que estaba ocupada por más de 426 zapatistas; para las 2 de la tarde del mismo día las tropas zapatistas deciden escapar por las puertas de la hacienda de Ixcatepec. Con instrucciones de resistir, Marino Sánchez Flores, regresa a hostigar las fuerzas federales, se esconde en los cerros aledaños y logra retener a los federales hasta el 29 en que reciben la orden de abandonar envolviendo la columna para que salgan a Yautepec. Ahí el 30 de Junio es atacado el General Gordillo con todas las fuerzas de Amador Salazar y Emiliano Zapata (845 hombres), antes de salir a Cuautla. Ahí se perdieron más de 25 hombres, 100 caballos, mulas, todos ensilladlos y algunas armas por parte de los zapatistas.
Por los días 3 y 4 de Agosto, Marino Sánchez que tenia tomado Tepoztlán, recibe a Amador Salazar que llega después de ser perseguido desde El Texcal por fuerzas federales. Las fuerzas zapatistas presentes detienen la persecución.
Marino Sánchez combate en las cercanías de Tepoztlán el día 22 de octubre de 1913; por indicaciones Amador Salazar, de quien recibe la indicación de rescatar a Tepoztlán a la causa zapatista. Para ello se acerco al pueblo de Tepoztlán (12 km. al N de Yautepec) , y se situaron sobre las lomas de Texoalzitia, cercanas a esta población por el lado Norte y en la tarde de ese día con 100 zapatistas inicia el ataque indicado. Lo defienden cosa de 30 militares, los cuales huyen hasta la estación El Parque.
El 20 de enero de 1914, tropas zapatistas de Tepoztlán al mando de los hermanos Sánchez salen destinados para la toma de Cuernavaca, constituyen una tropa de más de 600 hombres, pero que al calcular que las tropas federales eran de igual numero, pero con mejor desisten, pero son perseguidos hasta Tepoztlán.
El 23 de febrero de 1914, sabiendo el General Olea que los rebeldes que acaudillaba el General Genovévo de la O y los que encabezaba el General Amador Salazar en número de unos 1,000 hombres, celebraban el carnaval del pueblo de Tepoztlán, dispuso que para el día siguiente se atacara esa población, con cuatro columnas de composición variable. Una, como de 350 hombres, directamente bajo sus órdenes, que partiría de Cuernavaca, llegaría a Tepoztlán por el Sur. Otra, de fuerzas semejantes, al mando del Coronel Agustín Trucy Aubert, que partiría de Santa Catarina llegaría a Tepoztlán por el lado Oeste; otra más, con fuerza de unos 300 hombres al mando del Brigadier Luis C. Carton que viniendo de Cuautla por ferrocarril, desembarcaría en Yautepec, de donde por tierra se dirigiría a Tepoztlán, llegando por el Sureste; y una ultima, con fuerza de unos 150 hombres, que saliendo de Cuernavaca por ferrocarril, desembarcarían en la estación y marchando por tierra, se acercaría a Tepoztlán por el lado norte. El ataque se logro, pero solo duro 2 horas, tiempo que ocuparon los zapatistas para salir por el túnel de la iglesia de la natividad y que da a Ixcatepec, desde donde remontaron hacia San Andrés de la Cal. Al perseguirlos descubrieron 18 cuevas donde se resguardaban alimentos y armas las fuerzas de Marino Sánchez Flores. El día 25 de Febrero, son localizadas 40 cuevas cercas de Ixcatepec y capturadas 46 mujeres de las fuerzas de la coronela Carmen Valderrama esposa de Marino Sánchez. El 26 se intenta rescatar a las mujeres capturadas.
El año de 1914, fue un año muy agitado para el ya General Brigadier del Ejercito Libertador del Sur Marino Sánchez Flores; para marzo defiende con heroísmo contra el Séptimo Regimiento la toma de Tepoztlán. De ahí, decide Zapata, la toma de Cuernavaca y del estado de Morelos, lo cual logra también con Marino Sánchez Flores como general. El 5 de julio ataca al ejército federal en retirada en Santa Catarina, en un combate que dura más de seis horas. Así liberan Morelos el 13 de Agosto de 1914, para la causa Zapatista. Por esas fechas Carranza dijo: “esto de repartir tierras es descabellado”.
Con instrucción de alcanzar la ciudad de México al General Marino Sánchez Flores, le toco capturar en Xochimilco al entonces capitán Lázaro Cárdenas del Río, por el día 6 de Septiembre de 1914; al que cuando capturan llora para que lo liberen y que no puede fusilar por llorón, por la llegada introspectiva del General Eugenio Zúñiga, pues tienen que huir para salvar la vida propia y la del regimiento zapatista.
Días después Marino Sánchez Flores, participa como escolta personal de los generales (del Tepoztecos Leobardo Galván en específico), que acompañaron a la delegación zapatista a la Convención de Aguascalientes, que fue una destacada reunión convocada el 1º de octubre de 1914 por Venustiano Carranza, primer jefe del Ejército constitucionalista, bajo la denominación de Gran Convención de Jefes militares con mando de fuerzas y gobernadores de los Estados, y cuyas sesiones iniciales tuvieron lugar en la Cámara de Diputados de la Ciudad de México, aunque con posterioridad fueron trasladadas a Aguascalientes, que pasó a dar nombre a la Convención, la cual se celebró desde el 10 de octubre hasta el 9 de noviembre de 1914. A ella no entraría Marino Sánchez Flores, con los zapatistas desde el principio sino hasta el 26 de octubre, cuando protagonizaran el afamado Incidente de La Bandera, que casi le cuesta la vida a uno de sus delegados (Antonio Díaz Soto y Gama (traidor que entrego a Zapata)).
La Coronela Carmen Valderrama xxx, esposa del General Marino Sánchez narraba: “Subimos por la cuesta antigua que lleva de Tepoztlán a Xochimilco a tomar el tren que llevaría a los 26 miembros de la delegación Zapatista de la Ciudad de México a Aguascalientes y a nosotros como acompañantes. Viajamos en tren hombres y mujeres de Zapata, atravesando las llanuras, llueve y llueve. Teníamos miedo de emboscadas, de puentes volados, de vías de tren que no se veían, pero que el maquinista decía por ahí va, sobre todo por las regiones de Guanajuato; por razones que nunca supieron fueron trasladados por este medio hasta Guadalupe, Zacatecas; ahí conocimos a Pancho Villa, que entrevisto a la delegación zapatista y de ahí nos regresaron y así llegamos hasta Aguascalientes. Ahí hubo problemas, ahí debió morir el traidor Antonio Díaz Soto y Gama, y hubiéramos evitado la muerte del Maestro Otilio Montaño y de Emiliano Zapata. Comíamos cerca del centro de Aguascalientes, cerca del agua y del monte. Todos desconfiados”.
Desde los inicios de la Convención, la asamblea estuvo dominada por los elementos villistas, que impusieron sus puntos de vista sobre los demás delegados. Se declaró Soberana, eligió al general Eulalio Gutiérrez Ortiz como Presidente de la República y nombró a Villa jefe del Ejército convencionista, que se enfrentó por las armas con los constitucionalistas de Carranza.
Delegados a la convención de Aguascalientes eran Paulino Martínez (jefe de la delegación), Juan Banderas, Rafael Pérez Taylor, Antonio Díaz Soto y Gama, Jacinto Huitrón, Gildardo y Rodolfo Magaña, el Dr. Cuarón, Amezcua, Leobardo Galván, Manuel Robles, Ángel Barrios y Epigmenio Ocampo. Los generales Villa y Zapata, acuerdan citarse en la Ciudad de México.
Francisco Villa y Emiliano Zapata, ahora reconciliados, entraron en la ciudad de México el 6 de diciembre de 1914, con un ejército de 60,000 hombres, mientras Carranza y sus seguidores se trasladaban a Veracruz. También esto facilito la reunión de Zapata y Villa en Xochimilco. Ahí participo la delegación de Tepoztlán.
Cabe mencionar que en ese día los carrancistas casi logran ahogar a Emiliano Zapata al pasar por el acueducto de Xochimilco. Se salvaron la mayoría de las fuerzas zapatistas por la puntualidad que siempre acompaño a Zapata. Ese día con la finalidad de llegar temprano atravesó el túnel seco, mismo que fue inundado a la hora en que Zapata debería pasar. Abiertas las compuertas solo mueren ahogados algunos zapatistas retrasados. Receta que aplican los zapatistas el 14 de Octubre de 1916 tropas carrancistas de Pablo González en el mismo lugar, donde reciben el mismo trato, pero esta ocasión si logran el objetivo. Días antes los Tepoztecos ya habían llegado al lugar, al parecer el día 4.
Así Marino Sánchez Flores, luchó durante el Gobierno de la Soberana Convención de Aguascalientes, con la División de Amador Salazar, tomando parte en muchos combates en los estados de Morelos, Tlaxcala, Hidalgo y Puebla entre julio de 1914 y 1916, desde la renuncia de Victoriano Huerta hasta que las tropas Carrancistas se hicieron de la ciudad de México. En el mes de mayo de 1915, Venustiano Carranza lanzo el ejército al estado de Morelos.
Al tener noticia de las derrotas de sus contrarios (zapatistas y villistas), Venustiano Carranza trasladó su gobierno de Veracruz a Querétaro en octubre de 1915 y un año después se dispuso a convocar elecciones para diputados, quienes más tarde integrarían el Congreso Constituyente que discutiría y aprobaría la nueva Constitución que normaría a la sociedad mexicana. Establecido el Congreso Constituyente en Querétaro, se iniciaron los trabajos para elaborar la nueva Constitución, la cual fue promulgada tiempo después, el 5 de febrero de 1917.
En ese 1915 Emiliano Zapata Salazar, emite la Ley Agraria Zapatista, específicamente el 22 de Octubre de 1915. En el proceso las fuerzas Zapatistas y Villistas que ocupaban la ciudad de México, tuvieron que sostener combates en diversas partes de la ciudad hasta que poco a poco fueron perdiendo terreno y las fuerzas Carrancistas avanzaron al Estado de Morelos, el cual fue totalmente ocupado durante los meses de abril y mayo de 1916. Al ser ocupado nuevamente el Estado de Morelos por las fuerzas Carrancistas, las fuerzas Zapatistas tuvieron que remontarse a la Sierra del propio Estado y sostenían una guerra sin cuartel emprendida por las tropas Carrancistas. Pues los campesinos sospechosos de ser partidarios de Zapata --¿quién no lo era?-- fueron asesinados “fríamente, salvajemente y con un lujo de crueldad que horroriza (descuartizar con caballos se hizo una practica común)” o, en el mejor de los casos, se les concentró en algunas poblaciones luego de quemar y destruir sus pueblos.
Así por encargo de Zapata, Marino Sánchez Flores, se quedo a controlar la zona norte de Yautepec y en torno a Tepoztlán hasta 1916. El 15 de Julio de 1916, toman por un día Tepoztlán y destierran a los Carrancistas a San Juan Tlacotenco. Pues en esas fechas se intensifico el paludismo y la tifo, que causaron un serio descalabro entre las filas zapatistas y porque la epidemia llamada Influenza Española, lo que obligó a evacuar un 50% de sus tropas del Estado de Morelos.
Por cumplir este servicio, constantemente sostenía combates en torno a la línea ferroviaria México Cuautla. Fue así como fue gravemente herido en el combate que sostuvo contra fuerzas federales carrancistas por Ozumba de Alzate, Estado de México en la Estación de La Cascada, del Ferrocarril México-Cuautla y muriendo en la población de Los Laureles, Municipio de Tepoztlán, estado de Morelos, el 21 de noviembre de 1916. Tenia la consigna de descarrilar el ferrocarril, pero ese día el tren se adelanto y cuando llego Marino Sánchez, este ya estaba pasando. Y dadas las órdenes estrictas dadas por Emiliano Zapata para descarrilarlo, el general Marino Sánchez, quiso detenerlo corriendo a caballo y disparando con su pistola al maquinista; pero en el tren viajaban federales carrancistas y le cargaron bala logrando herirlo. Herido fue llevado a Los Laureles donde murió.
Y su cuerpo fue sepultado en el atrio de la iglesia de Ixcatepec, municipio de Tepoztlán, Morelos; donde actualmente descansa.
Las tácticas de guerra eran simples: siempre fueron guerrillas. No siempre fue conveniente presentar batallas en forma, por eso los Zapatistas fueron los primeros grandes guerrillero del mundo moderno, ejemplo para muchos países que tienen y que tuvieron luchas en condiciones semejantes, a base de pequeños y grandes contingentes, atacar y retirarse así sucesivamente. Las tropas zapatistas vivían a base del sostén de sus pueblos, es decir, utilizaron las bases sociales del barrio y la comunidad de los pueblos; iban sosteniendo a los soldados en alguna forma, ya sea voluntariamente o por la fuerza, pero cooperaban con su grano de arena. Cuando se trataba de atacar una plaza de interés o que se quería que se tomara, ordenaba a todos sus jefes que se reunieran con sus tropas y entonces atacaba con gran cantidad de fuerzas. Pasando esa toma victoriosa o esa derrota, con órdenes o sin ellas, se retiraban las tropas a sus pueblos a vivir como podían. En otras ocasiones era el simple acecho de pequeños contingentes que atacaban algún destacamento militar y se retiraban de inmediato. Los distintos jefes se ponían de acuerdo con él, hacían juntas y en ellas se acordaba la forma en que se iba a atacar; ya Zapata nombraba a los que se iban a encargar de las diversas maniobras del combate. Zapata con gran destreza permanecía a la retaguardia dando órdenes y recibiendo partes.
Como estrategia se tenía una fábrica de armas, con toda su maquinaria; el general Trinidad Paniagua era el encargado de esa fábrica donde producía su parque. La maquinaria la consiguió en México con la que instaló su propia fábrica, en donde producía parque de "30" y máuser, reparaba rifles y también hacía parque para cañones; no hacían los casquillos, éstos se recogían en los campos de batalla y los recargaban. El carbón para la fundición era producido y llevado desde Tepoztlán.
CORRIDO DE MARINO SÁNCHEZ FLORES Autor: Félix Trejo Rendón. Mayo 14 de 1983.Señores voy a cantarles de un ilustre general, ahora voy a recordarles de aquel buen héroe su ideal. Ese fue Marino Sánchez hombre de revolución, es digno de mencionarles grábenlo en su corazón. Allá en el año catorce mismo de mil novecientos, en esta historia nos dice de Marino los relatos. Había un jefe del gobierno llamado Silvino García, ese vil fue muy tirano de nadie se compadecía. Veinticinco indefensos los mató eran de Tejalpa, de Tepoztlán fueron presos de su mando nadie escapa. Silvino allá en Tepoztlán le dijo a Manuel Quirós, tú que las vacas te sobran llévamelas unas dos. Al campamento de la mesa hoy es colonia el Progreso, las vacas llevó con presteza y él ay se quedó como preso. Fueron varios que agarró los que escaparon son siete, era don Manuel Quirós él te tocó buena suerte. Delfino Marquina les dijo Jenaro Rodríguez también, Pomposo González les dijo ahora sí nos llevó el tren. Valeriano Linares con susto y don Epifanio Rodríguez, Modesto Marquina dispuesto al (...ado) de los federales. Los tuvieron unos días todos en el campamento, allí acarreando piedras para una trinchera listo. Y un coronel carrancista se fue a bañar en el río, alguno le echó la vista y al salir hay lo mató. Silvino quiso vengarse con los pobres inocentes, los obligó a confesarse si acaso sabían de esa muerte. Les tocó la de la muerte los obligó que escarbaran, para luego darles muerte (...) que tenía terciado el muerto le dijeron que tenían itacate. Dijo que los calentaran Eso les dijo de burla, Luego que se lo comieran Mientras llegaba su hora. Manuel Quirós le tocaba su muerte venía en camino, se defendió por la vaca que le regaló a Silvino. Luego los seis les tocaba los defendió un Capitán, Silvino, estos no deben nada por mi orden libre quedarán. Silvino los uniformó para que allí se quedaran, Manuel Quirós se negó porque guango le quedaban. Una noche cayó un aguacero así pudieron desertarse, dijo uno mi arma lo tiro aquí mero pues qué te parece. Eso fue su furia de Silvino se vino para Tepoztlán, a vengarse con Marino él estaba en Tlayacapan. Marino le preparó allá un buen recibimiento, una emboscada pensó al cerro del garabato. Lo atacó de lado a lado ni un soldadito quedó, bien muertos los a dejado solo Silvino corrió. Marino se carcajeaba también Jesús Labastida, de Silvino que rodaba así fue su despedida. Por el año dieciséis Marino recibió una carta, iba escrito con lápiz el General se dio cuenta. Jesús Guajardo escribió quiero platicar contigo, a medio campo abierto muy cerca de Tetelzingo. Marino Sánchez sabía esto era una traición que Guajardo le tendía fingía su mala intención. Dijo Marino al instante no llevaré carabina, me voy yo con mi asistente vamos, Jesús Labastida. (...) para que lo iba a alcanzar, y Guajardo se dio cuenta le tuvo miedo acercar.
Cuando tocó la corneta salieron ya preparado, Guajardo dio media vuelta le tuvo miedo encontrarlo. Una descarga cerrada hicieron los pobres juanes, su coronel no hizo nada le faltaron pantalones. Marino mandó una carta burlándose de Guajardo, chinampero no me gusta que me rete un embarazado. Marino héroe indomable como muchos lo sabrán, fue nativo y respetable en su pueblo Tepoztlán. Marino se dio gran gusto de matar los carrancistas, con su caballo tan listo los trillaba con las patas. Y don Jesús Labastida hombre de temple también no le importaba su vida aunque lo llevara el tren. Orgullo de Tepoztlán a tenido hombres de honor, dieron fama por el plan demostraron su valor. Marino Sánchez tenía Una buena esposa fina, Doña Carmen sí podía Tiraba con carabina. Tepoztlán veo que a tenido buenas mujeres entronas, combates no le tienen miedo menos las guachas pelonas. Después de muerto Marino se quedó su hijo Miguel, les marcó así su destino murió en combate tan cruel. Aquí termina la historia en la sombra de los nanches, que Dios lo tenga en su gloria al General Marino Sánchez. Incidente de La Bandera
Se le conoce como el Incidente de la bandera al hecho "bochornoso" que protagonizo el zapatista Antonio Díaz Soto y Gama, dado el carácter polémico de sus argumentos el cual casi le cuesta la vida al desafiar a las demás fuerzas revolucionarias durante su arribo a la Soberana Convención de Aguascalientes de 1914, ya que se opuso a firmar la bandera nacional como símbolo del pacto de todas la fuerzas y condenado a "ese trapo" aduciendo que esa era "la bandera de Iturbide"
Contexto
Los trabajos de la convención iniciaron a principios de octubre de 1914, sin embargo los zapatistas no habían asistido dada la lejanía del lugar de reuniones (ellos se encontraban combatiendo en el centro-sur del país y la convención se llevaba en el norte) por lo tanto los villistas y demás fuerzas menores del movimiento consideraron vital una invitación formal para que estuvieran presentes de las decisiones del país, así los trabajos se suspendieron hasta la llegada de la delegación zapatista a finales del mismo mes.
Contrario a lo que se cree Emiliano Zapata no asistió personalmente, en su lugar envió a una delegación de 26 personas entre las que se encontraban Paulino Martínez como presidente de la delegación y Antonio Díaz Soto y Gama como vicepresidente, Soto y Gama era ideólogo y uno de los principales pensadores del Ejército Libertador del Sur conocido por sus ideas radicales ampliamente ligado al magonismo, por lo que Zapata vio en el inteligencia y astucia para el debate, que la necesitaría a la hora de exponer e incorporar los puntos del Plan de Ayala en la Convención de Aguascalientes. Mientras que de actitud más mesurada, Martínez era un periodista de línea crítica, que golpeó severamente a Francisco I. Madero durante el mandato de éste, por lo que incluso algunos historiadores llegaron a afirmar que Francisco Villa, enojado por el hecho, mandó asesinar a Martínez en la Ciudad de México; sin embargo su asesinato nunca quedo del todo claro y se especuló que sólo era para poner rencillas entre los dos líderes Zapata y Villa.
El incidente.
El 27 de Octubre de 1914 se dio la tan esperada llegada de la Delegación Zapatistas, por tal motivo el teatro de la ciudad que servía de punto de reuniones los acogió con una ceremonia de bienvenida. Días antes Obregón y Carranza habían firmado sobre la bandera nacional al inicio de la convención como prueba para demostrar que ante todas las diferencias que pudieran existir estaba la patria, por ello se exigía a cada representante que quisiera participar que hiciese lo mismo.
Cuando le cedieron la palabra a Antonio Díaz Soto y Gama, tomó la tribuna, y tocó una de las fibras más sensibles de los mexicanos, su respeto a la bandera nacional: “Cuando se viene a esta asamblea no se es constitucionalista, ni villista, ni zapatista: se es mexicano...aquí venimos honradamente, pero creo que vale más la palabra de honor que la firma estampada en este estandarte, este estandarte que al final de cuentas no es más (toca la bandera) que el triunfo de la reacción clerical encabezada por Iturbide (Voces: ¡No! ¡No!) Yo, señores, jamás firmaré sobre esta bandera. Estamos haciendo una gran revolución que va expresamente contra la mentira histórica, y hay que exponer la mentira histórica que está en esta bandera; lo que se llama nuestra independencia no sólo fue independencia del indígena, fue la independencia de la raza criolla y de los herederos de la conquista para seguir infamemente burlando... "
En la crónica sobre la convención escrita por Vito Alessio Robles y titulada "La soberana Convención de Aguascalientes", éste narra que "Enardecido, Soto y Gama tomó la enseña tricolor y se dispuso a romperla frente a todos. El teatro Morelos, abarrotado, retumbaba. La respuesta fue unánime. Los revolucionarios desenfundaron sus armas y cortaron cartucho. La muerte parecía dispuesta a izar la enseña patria sobre el cadáver del zapatista".
Al estrujar la enseña patria entre sus manos, Soto y Gama provocó la indignación de los militares que echaron mano de sus pistolas y le gritaban traidor y loco, y exigían bajara de la tribuna. El general Samuel Santos tomó la bandera, la besó y la llevó al otro extremo de la sala, en donde montaron guardia Obregón, Alessio Robles y el mismo general Santos. Para calmar los ánimos, el general Eduardo Hay pronunció un discurso de desagravio a la bandera y terminó su intervención con un beso a la enseña, que fue vitoreado por todos los presentes. Así salvó a Soto y Gama de ser acribillado por los que consideraron que había agraviado a la bandera nacional.
Aquí es donde las versiones difieren alguna comentan que:
"Frente a cientos de pistolas y carabinas que le apuntaban, Soto y Gama apenas tuvo tiempo de reaccionar, y sus palabras, que habían comenzado en el rojo más profundo, pasaron al verde y terminaron en el blanco" y entonces recapacitó “Si bien es una bandera de la reacción, el pabellón se santificó con los triunfos de la República contra la intervención francesa”. Y ya sin dudas sobre la legitimidad de la bandera --y con su vida a salvo--, Soto y Gama también se inclinó, como el resto de los revolucionarios, ante sus tres colores para estampar su firma, expresión dada según Florencio Barrera Fuentes (Crónicas y Debates de las Sesiones de la Soberana Convención Revolucionaria)
Mientras que otros historiadores afirman que Soto y Gama al mirar las armas que desenfundadas apuntaban directo a su persona se cruzo de brazos y simplemente comentó "Cuando ustedes terminen entonces continuaré".
Años después declararía sobre el incidente "Mi obsesión era destruir la oscura maniobra de los Carrancistas. La idea básica era demostrar que en lugar de ser un honor a la bandera el firmarla con un compromiso que destruía la libertad de acción de los elementos villistas, era un ultraje visible, era un desacato el valerse de ella como de un vulgar trapo manchado de tinta para que sirviera de base a los Carrancistas a fin de atar a su carro triunfal a los villistas y quizás a los zapatistas, si nosotros fuéramos tan inocentes como para caer en la misma trampa. Atormentado por esta idea, aparté de mí la bandera y dije "Yo no firmaré sobre ella".
Véase también
Categorías:- Militares de la Revolución mexicana
- Zapatismo
- Fallecidos en 1916
- Morelenses
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