Matrimonio entre personas del mismo sexo en Japón

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En Japón no es legal y está prohibido el matrimonio entre personas del mismo sexo, aunque este país una región cuya tradición sincrética (mayoritariamente sintoísta y budista) la aleja de las culturas monoteístas occidentales. Japón en este sentido es el país más progresista de Asia^[1]

Aunque antes del descubrimientos de los europeos, principalmente por los misioneros jesuitas portugueses quienes quedaron escandalizados lo mismo que sucedió en China, en la antigüedad fue respetada y tolerada hasta 1868 dentro de una sociedad muy feudal en la que los guerreros profesionales de la casta de los samuráis vivían al servicio de su señor apartados de la familia y en grupos muy cerrados y ultraviriles. La homosexualidad parece haber sido una práctica corriente entre ellos, aunque no exclusiva para la mayor parte y limitada a la relación entre un samurái mayor y experimentado y uno más joven, si bien también había otros casos. Con la influencia de occidente llegó la homofobia aunque no de manera tan fuerte como en la República Popular de China y Laos, países marcados por la nueva doctrina del régimen comunista.

Últimamente, muchos productores japoneses de manga y anime han creado series relacionadas con la homosexualidad femenina y masculina, en este caso los géneros yuri y yaoi respectivamente, dirigido sólo a personas de criterio formal, no aconsejables para niños.

Actualmente se han presentado proyectos para que se pueda reconocer la unión civil, junto a otros países como Corea del Sur y Tailandia, pero también se ve como otra alternativa el matrimonio entre personas del mismo sexo, tal como lo tienen planeado para un futuro como China, Filipinas, Taiwán y Camboya, en este último que su propuesta fue un fracaso y lo mismo provocando controversia en las tres primeras en reñidas discusiones. Una política japonesa Kanako Otsuji que se declaró una abiertamente lesbiana fue candidata para el senado antiguo Miembro del Parlamento de Osaka, ella con su pareja contrajo matrimonio durante un festival para la prevención del VIH/SIDA, que fuera organizado por la Asociación Gay Lésbica Revolución de Japón, ella fue felicitada principalmente por el gobernador de Osaka Fusae Ota. A pesar de todo su matrimonio no fue reconocido por el gobierno, pues como no es legal el matrimonio en este país, ella ha planteado que tarde o temprano sea reconocido, y en uno de sus discursos dijo que muchos gays y lesbianas se ocultan porque tienen miedo del rechazo social, haciedo conocer a su país que ellos existen y son parte de la misma sociedad. Si esto se diera, Japón sería otro de los países asiáticos en reconocer las uniones entre parejas del mismo sexo.

Referencias