- Milan Stojadinović
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Milan Stojadinović
24 de junio de 1935 – 5 de febrero de 1939 Predecesor Bogoljub Jevtić Sucesor Dragiša Cvetković
Datos personalesNacimiento 4 de agosto de 1888
Čačak, (Serbia)Fallecimiento 26 de octubre de 196173 años)
(Argentina)Partido Partido Popular Radical Profesión Político Alma máter Universidad de Belgrado Milan Stojadinović (Милан Стојадиновић) (4 de agosto de 1888 –26 de octubre de 1961), político conservador yugoslavo, primer ministro del país durante los años treinta del siglo XX.
Contenido
Comienzos
Nacido en Čačak en la Serbia central, Stojadinović estudió en Užice y Kragujevac. En 1910 se graduó en leyes en la Universidad de Belgrado y se doctoró al año siguiente. Marchó entonces durante 3 años a Alemania, Gran Bretaña y Francia a realizar estudios de posgrado. A su regreso a Serbia en 1914 entró a trabajar en el ministerio de finanzas.
Política interior
Fue varias veces ministro de hacienda de Yugoslavia: 1922–1924, 1924–1926, 1934–1935, en los dos primeros periodos en gabinetes de Nikola Pašic, del que era protegido[1] siendo considerado un ministro emprendedor.[1] Como miembro del Partido Popular Radical fue elegido diputado al parlamento en 1923, 1925 y 1927.
Se retiró de la política activa en el periodo revuelto que siguió a la muerte de su mentor Pašic, hasta volver a ella como ministro de economía de Bogoljub Jevtić,[2] tras el asesinato del rey Alejandro, durante cuya dictadura había evitado participar destacadamente en la política del país,[1] al comienzo de la regencia del príncipe Pablo (diciembre de 1934).
Jevtić, que había sido un partidario de la dictadura real, pasó a la oposición al Stojadinović con la presidencia del gobierno.[1]
El 24 de junio de 1935 Stojadinović fue nombrado primer ministro, desempeñando al mismo tiempo la cartera de exteriores. Comenzó su gobierno suavizando las medidas de la dictadura: se abolió la censura previa de los periódicos, se liberó a unos diez mil presos políticos, se permitió la erección de una estatua en memoria de Stjepan Radić en Zagreb y menguó el terror policial.[1] Stojadinović logró incluir en su gabinete a los dirigentes de los partidos opositores bosnio musulmán (Mehmed Spaho) y populista esloveno (Anton Korošec), junto con otros políticos de los partidos políticos más relevantes anteriores a la implantación de la dictadura.[1]
En el verano de 1935 fundó un nuevo partido, el Partido Radical Serbio, que se unió en coalición con otros partidos opositores para formar la Jugoslovenska radikalna zajednica (Comunidad Radical Yugoslava, JRZ), del que expulsó a muchos antiguos dirigentes de su antiguo partido, el radical, que no acababan de aceptarle como dirigente.[3] el 6 de marzo de 1936, un diputado radical intentó asesinarle en el parlamento.[3] Pocas semanas después se formó una coalición opositora de antiguos dirigentes radicales y partidarios de la dictadura entre los que se contaban el anterior primer ministro Jevtić, ya impopular,[3] y el exministro (y ex primer ministro) Petar Živković, que había abandonado el gabinete el día siguiente al atentado.[3]
En política económica desarrolló la industria metalúrgica y química yugoslava.[4] Redujo además las deudas de los campesinos, muy afectados por la crisis económica, disminuyendo a la mitad aquellas anteriores a 1932, y decretando un interés del 3 o 4,5%, además de conceder 12 años para el pago.[3] Aplicó también medidas de desarrollo agrario (construcción de silos, concesión de créditos a bajo interés, desarrollo de instituciones públicas de mejoras agrarias...) que, junto con las buenas cosechas de 1935 y 1936 y el nuevo mercado alemán, capaz de absorber la producción yugoslava, aumentó la reputación de Stojadinović entre el campesinado.[5] En diciembre de 1936 se alzó con el triunfo en las elecciones en todas las circunscripciones del país menos en Sava y Primorje, donde el Partido Campesino Croata de Vladko Maček siguió recibiendo el respaldo mayoritario del campo croata.[5]
La victoria indujo a Stojadinović a intentar de nuevo solucionar el problema croata. Al llegar al gobierno había intentado alcanzar un acuerdo con Maček, pero las condiciones de éste (abolición de la constitución de la dictadura, sufragio secreto, nuevas elecciones supervisadas por un nuevo gobierno neutral y derogación de la ley que otorgaba tres quintos de los escaños al partido más votado) le habían parecido exageradas.[5] Las conversaciones de comienzos de 1937, sin embargo, no prosperaron, por lo que Stojadinović trató de ganarse a los partidarios de Maček mediante medidas que consideró convenientes como el permiso de regreso sin problemas judiciales del hijo y yerno de Radić y la firma de un concordato,[5] que hubo de retirar ante la falta de apoyo de los políticos croatas y la indignación de la oposición serbia, apoyada por la iglesia ortodoxa.[6]
En septiembre de 1937, Stojadinović había logrado, sin embargo, un control aún mayor en su partido, que comenzó a adoptar ciertas características de los partidos fascistas, como las organizaciones juveniles, los desfiles, saludos, etc.[6] La oposición, crecida por su victoria sobre el gobierno en la cuestión del concordato, respondió con el manifiesto del 8 de octubre de 1937, en el que 5 partidos opositores declaraban su intención de aprobar una nueva constitución democrática que lograse la mayoría de los votos de serbios, croatas y eslovenos por separado.[7] Las elecciones parciales al senado de febrero de 1938 mostraron el bloqueo de la situación, obteniendo Stojadinović la victoria en los distritos serbios mientras Maček seguía ganando en los croatas.[7]
Política exterior
Stojadinović veía inminentes las amenazas de los vecinos hostiles a Yugoslavia (Italia, Bulgaria y Hungría) y del resurgido poderío alemán y pensaba que sólo una neutralidad similar a la suiza podía salvar al país.
Tras un comienzo en que respaldó las políticas de Francia y Gran Bretaña, acatando, por ejemplo, el embargo a Italia por su ataque a Abisinia aprobado por la Sociedad de Naciones (con gran coste para la economía yugoslava),[8] pronto alteró su postura. A partir de 1935 se negó a participar en cualquier plan que diese la impresión en Alemania de que Yugoslavia desarrollaba una política hostil.[9]
Orientó por tanto la política exterior del país a lograr esa neutralidad, firmando un acuerdo de no agresión con Italia en marzo de 1937, sin consultar a sus aliados de la Pequeña Entente,[10] ampliando el acuerdo de amistad con Francia y tratando de firmar un Concordato con el Vaticano que, ante las críticas de la iglesia ortodoxa serbia, nunca se ratificó. Dada la anterior cercanía de Yugoslavia a Francia, Stojadinović alejó al país de ésta, acercándose a las potencias fascistas, a las que veía como modelo.[11] Stojadinović estaba convencido de la incapacidad de la Pequeña Entente de resistir el poderío de la nueva alianza entre Berlín y Roma, anunciada en noviembre de 1936.[10]
El primer ministro mantuvo, asimismo, una actitud de enemistad hacia la Unión Soviética, apoyado por el regente Pablo, negándose a normalizar las relaciones diplomáticas o a entrar en cualquier tipo de acuerdo con los soviéticos.[9]
Hacia mediados de 1938, la avalancha de contratos con empresas alemanas había dejado a este país el control de la economía yugoslava.[7] Intentos posteriores de equilibrar la influencia económica germana con inversiones italianas y británicas fracasaron.[7]
Su gestión cínica pero astuta de la anexión alemana de Austria y de la crisis de Múnich, por la que los exiliados croatas habían perdido sus bases en el extranjero y la hostil Austria había desaparecido, le hizo sentirse fuerte y disolver el parlamento seis meses antes de lo previsto.[11]
El segundo mandato
A finales de 1938, en las elecciones de voto nuevamente no secreto, fue reelegido, aunque con una mayoría menor de la esperada, perdiendo en las antiguas zonas austrohúngaras salvo en Eslovenia, donde el ministro de interior Korošec logró la victoria para el gobierno.[12] Korošec, sin embargo, abandonó este tras ser acusado por Stojadinović del fracaso al no haber amañado las votaciones.[12]
Durante éste mandato no logró satisfacer las exigencias de los nacionalistas croatas, agrupados mayoritariamente en el Partido Campesino Croata de Vladko Maček, organizó a sus partidarios ("camisas verdes") de manera similar a la de los regímenes fascistas y no expuso un programa claro. Las tensiones resultantes, en las que se vio el riesgo de una secesión croata[13] y el empeoramiento de la situación internacional, que requería una rápida solución de los problemas internos yugoslavos, sirvieron de justificación para que el regente Pablo lo destituyese el 5 de febrero de 1939, ante la negativa de Maček a reanudar las negociaciones con el primer ministro,[13] sustituyéndolo por Dragiša Cvetković, ministro de sanidad y bienestar social con Stojadinović y obediente a los deseos del regente[13] (6 de febrero de 1939).
En enero de 1939 había dado su consentimiento al ministro de exteriores italiano para la invasión de Albania que el régimen fascista planeaba para ese año y había asegurado la participación yugoslava en el ataque y posterior repartición del país.[2] El regente, contrario a tal postura, comunicó la información a los británicos y a los pocos días destituyó a Stojadinović.[2]
Alejado del poder
Tras su cese, el regente Pablo lo arrestó con cargos endebles hasta que logró, gracias a su cercanía con el monarca inglés, Jorge VI, que había sido su padrino de boda en 1923, que los británicos se ofreciesen a internarlo en la isla Mauricio, donde pasó la guerra mundial.
En 1946 Stojadinović se trasladó a Río de Janeiro y más tarde a Buenos Aires, donde se reunió con su familia. Pasó el resto de su vida como asesor económico de la presidencia argentina y fundó el diario financiero El Economista.
En 1963, dos años después de su fallecimiento, "El Economista" publicó sus memorias en una edición de aniversario titulada Ni rat ni pakt. Jugoslavija izmed̄u dva rata ("Ni guerra ni pacto. Yugoslavia en entreguerras").
Notas
- ↑ a b c d e f Rothschild, p. 250
- ↑ a b c Tsvetkovith, p. 464
- ↑ a b c d e Rothschild, p. 251
- ↑ Seton-Watson, p. 131
- ↑ a b c d Rothschild, p. 252
- ↑ a b Rothschild, p. 254
- ↑ a b c d Rothschild, p. 255
- ↑ Lungu (1989), p. 67
- ↑ a b Lungu (1989), p. 88
- ↑ a b Lungu (1989), p. 110
- ↑ a b Rothschild, p. 256
- ↑ a b Rothschild, p. 257
- ↑ a b c Rothschild, p. 258
Referencias
- Lungu, Dov B. (1989) (en inglés). Romania and the great powers, 1933-1940. Duke University Press. ISBN 0822309157.
- Rothschild, Joseph (1990) (en inglés). East Central Europe Between the Two World Wars. University of Washington Press. ISBN 9780295953571.
- Seton-Watson, Hugh (1945) (en inglés). Eastern Europe between the wars, 1918-1941. Cambridge University Press. OCLC 490515193.
- Tsvetkovith, Dragisha (1951). «Prince Paul, Hitler, and Salonika». International Affairs (Royal Institute of International Affairs 1944-) 27 (1). pp. 463-469. http://www.jstor.org/pss/2608571.
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