- Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido
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Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido
Ordesa y Monte Perdido Categoría IUCN II (Parque nacional) Macizo del Monte Perdido y Circo de Soaso Situación País España División Aragón Subdivisión Huesca Datos generales Administración Ministerio de Medio Ambiente Grado de protección Parque Nacional Fecha de creación 16 de agosto de 1918 Legislación Decreto 16-08-1918 Visitantes 616. 600 (en 2008) Superficie 15.608 ha Sitio web Ordesa El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido está ubicado en el Pirineo central de Huesca, comarca del Sobrarbe, Aragón (España).
Contenido
Descripción
La orografía del Parque está dominada por el macizo de las Tres Sorores, Treserols, la mayor mole calcárea del Mundo. Su mayor elevación es el Monte Perdido, del que en forma más o menos radial descienden una serie de impresionantes crestas montañosas y valles glaciares. El más característico y emblemático es el valle de Ordesa, recorrido por el río Arazas, origen del Parque Nacional, que se abre en dirección este-oeste, pero también destacan el Cañón de Añisclo, surcado por el río Bellós, en dirección Norte-Sur, las Gargantas de Escuaín, por donde pasa el río Yaga, en dirección Sureste y el valle de Pineta, recorrido por el Cinca, en dirección Este. Así mismo, aunque no pertenece al Parque Nacional, cabe destacar el valle de Bujaruelo en la zona oeste, y ya en territorio francés el Valle y Circo de Gavarnie, otro impresionante circo glaciar que en su cabecera tiene la cascada más alta de Europa, con más de 400 metros de caída vertical.
La morfología básica del Parque se debe a dos orogenias, pero principalmente al plegamiento y elevación alpina de la era Terciaria, posteriormente moldeada por la erosión glaciar durante la era Cuaternaria, dando lugar a una serie de circos y valles glaciares muy definidos, como el valle de Ordesa y el valle de Pineta. Hoy en día sigue existiendo un glaciar en la cara Norte del Monte Perdido, aunque en retroceso. La mayor parte de la roca del Parque Nacional es caliza, lo que superpone a la más evidente y antigua erosión glaciar la transformación kárstica y fluvial del paisaje, con múltiples cuevas, cañones, simas, etc. Aquí hay que destacar el Cañón de Añisclo y las Gargantas de Escuaín, en los que aparecen circos glaciares en sus cabeceras, pero que posteriormente se encajonan en profundas gargantas.
Las zonas altas del parque (altitudes superiores a los 2000 m) son extremadamente áridas, ya que toda el agua procedente de precipitaciones es rápidamente recogida por el sistema kárstico. En cambio, los fondos de los valles están cubiertos con una exuberante vegetación en la que dominan las hayas y los abetos que van dejando paso al pino negro según se aumenta la altitud.
Muchos personajes han quedado prendados de estos parajes y han contribuido a su difusión. Gentes como Lucien Briet, Lucas Mallada o Soler i Santaló han contribuido a dar a conocer este lugar y a que fuera protegido.
Lucas Mallada en su libro Descripción física y geográfica de la provincia de Huesca publicado en 1878 describe así el valle de Ordesa:
Se recogen las aguas entre la Brecha de Rolando por un lado y Tobacor y La Catuarta por el otro, en un sinuoso torrente cercado en el verano por manchas de nieve y relleno totalmente por ésta en el invierno. Da origen al Ordesa, que desde su comienzo se encauza en arco de círculo, entre escarpas y tajos a pico, al entrar en tan formidable garganta y antes de llegar a la mitad de su curso se derrama en 5 cascadas en escalinata. Pasa de 300 m la altura de los escarpes, que a modo de cuchillos y murallones le sujetan por la izquierda, y todavía son más altos los tajos verticales de la orilla opuesta en Mondarruego, que se dibuja desde el Mediodía en fajas horizontales de diversos colores y es dominado por la Cárquera frente a la Brecha. Ocupan el valle de Ordesa espesos bosques de hayas, pinos y pinabetes sobre su fondo, que se aplana y ensancha hasta tener algunos centenares de metros, y llega a sitios donde justifica el apodo de Paraíso de los Pirineos con que algunos le designaron. Frente a Cotatuero, por muy habituado que uno se halle a contemplar grandezas de la naturaleza, no puede menos de quedar absorto de tanta belleza reunida en un solo punto. El río serpentea mansamente a través de las selvas frondosas, regando praderas cuajadas de florecillas; y por una canal ancha, entre Tobacor y Mondarruego, baja a su derecha la cascada de Cotatuero, terminación de un torrente que al pie de la Brecha y la Falsa Brecha, surca una extensa planicie, tal vez la tierra de pastos más elevada de los PirineosVegetación
Si bien al que visita por primera vez el Parque tiene que saber que tenemos restaurantes a cada 40 km lo que más le habrá llamado la atención serán sus carreteras y grandes puentes, la zona de carretera sólo ocupa el 21% de su superficie. Sin embargo, el montañero habrá podido apreciar que la mayor extensión del territorio la ocupan, con diferencia, los pastos fruto de centenares de años de construcción con los materiales, así como los enormes paredones y los pedregales del alto Puente.
En el Parque se produce una mezcla de influencias climáticas que da lugar a la aparición de distintas clases de comunidades vegetales. Así, tenemos desde vegetación mediterránea que penetra en las partes más bajas como en Añisclo o Escuaín, pasando por la submediterránea de los cresteríos pedregosos calizos y resecos por el viento, o los «pozos de oceaneidad» con presencia de plantas propias de ambientes más cercanos al Cantábrico, y finalizando con la vegetación de ambiente alpino de las altas cumbres.
Para dar una idea de la diversidad de la vegetación que alberga el Parque, diremos que se han inventariado 112 comunidades vegetales, siendo las más diversificadas los pastos y los prados, seguidas de las que colonizan las rocas y las gleras y de los bosques. El 75% de las comunidades vegetales son hábitats de importancia comunitaria, de los que 4 son prioritarios para su conservación en la UE.
En el piso montano (800-1700 m de altura) se encuentran numerosos bosques de hayas (Fagus sylvatica), abeto (Abies alba), pino royo (Pinus sylvestris), quejigo o rebollo (Quercus cerrioides), tremolines (Populus tremula), con menor presencia de abedules (Betula pendula), fresnos (Fraxinus excelsior), sauces (Salix elaeagnos), avellanos (Corylus avellana) e incluso carrascas (Quercus rotundifolia), mientras que en la franja superior, hasta los 2000 m domina el pino negro (Pinus uncinata). El sotobosque hasta los 1800 m está dominado por el boj (Buxus sempervirens).
En los pastos de altura (entre 2000 y 2700 metros) domina las festuca y es una de las mejores zonas del Pirineo para ver la famosa flor de nieve o "Flo de nieu" (Leontopodium alpinum), también conocido como edelweiss, que llega a ser el símbolo del Parque Nacional y se encuentra protegida, como todas las especies vegetales del Parque.
Flora
La flora del Parque consta de cerca de 1400 especies, lo que supone casi el 45 % de las plantas del Pirineo Aragonés, de las que 82 son plantas exclusivas del Pirineo, es decir, la mitad de los endemismos de la cordillera. En los más de 30 picos de más de 3000 del territorio protegido y su periferia se pueden ver cerca de 100 especies, lo que supone las dos terceras partes de la flora alpina del Pirineo.
Una de las características principales del Parque es la presencia de grandes superficies de acantilados y paredes, así como de gleras calizas, que albergan una gran cantidad de especies exclusivas (endémicas) del Pirineo, como Borderea pyrenaica, Campanula cochleariifolia, Ramonda myconi, Silene borderei, Androsace cylindrica, Pinguicula longifolia, Petrocoptis crassifolia, etc.
Uno de los primeros estudiosos de la flora de Ordesa es Pedro Montserrat Recoder en compañía de Taurino Mariano Losa.
Para más información sobre la vegetación de este Parque Nacional consúltese el siguiente trabajo:
- BENITO ALONSO, José Luis (2006). Vegetación del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido (Sobrarbe, Pirineo central aragonés). 421 pp + Mapa de vegetación 1:40.000. Zaragoza: Serie Investigación, nº 50. Consejo de Protección de la Naturaleza de Aragón. Gobierno de Aragón. 84-89862-54-0.
Se pueden obtener a través de la Web oficial de la flora y vegetación del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido
Para más información sobre la flora de este Parque Nacional consúltese:
- BENITO ALONSO, José Luis (2006). Catálogo florístico del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido (Sobrarbe, Pirineo central aragonés). Lérida: Colección Pius Font i Quer, n.º 4. 391 pp. Institut d'Estudis Ilerdencs. Diputación de Lérida. 84-89943-88-5.
Se pueden obtener a través de la Web oficial de la flora y vegetación del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido
Fauna
El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido acoge una variada fauna fruto de los diferentes hábitats que alberga y de su condición fronteriza entre la Europa Continental y la Mediterránea. Se han contabilizado unas 38 especies de mamíferos, 68 de aves nidificantes (unas 120 si contamos las emigrantes), 5 de anfibios, 8 de reptiles y 5 de peces.
Los bosques ocupan apenas un 20% de la extensión del parque. Varían desde los caducifolios hasta los perennes, con considerables extensiones de pino silvestre y algo menores de pino negro y abeto. Es en ellos sin embargo donde topamos con mayor cantidad de vida salvaje, no sólo por la abundancia de alimento sino por el cobijo que en él se encuentra.
El rebeco (llamado sarrio en aragonés) cuya población en el Parque ronda los 2.000 ejemplares, el corzo que ha pasado de estar extinguido a nivel local a mediados del siglo XX a poseer una creciente población en la actualidad, la superpoblada presencia del jabalí junto con dos recién "recuperados" (o en vías de estarlo) como lo son el ciervo, que parece querer regresar en su evidente expansión pirenaica y el oso pardo, cuya diminuta población pirenaica (20-23 ejemplares) se ha dejado sentir en el interior de los sectores más salvajes del espacio protegido. A ello hay que añadir una enorme variedad de pequeños mamíferos (nutrias, zorros, ginetas, marmotas, gatos monteses, garduñas, lirones, tejones, ardillas, ratones de campo, hurones, topillos, musarañas, desmán de los Pirineos..).
Si de avifauna hablamos, en los bosques del Parque Nacional destacan sobre todo especies como el urogallo (con pequeñas poblaciones en su mayoría y para su bien desconocidas), la lechuza de Tengmalm (recientemente redescubierta), el pito negro, pito real, pico dorsiblanco, cárabo, autillo, chotacabras, chochín, treparriscos...
En cuanto echamos la vista al cielo y nos fijamos en los desfiladeros y áreas de alta montaña, hábitat predominante del Parque, topamos con el quebrantahuesos, una de las aves más grandes del planeta que ha encontrado en el Pirineo en general y en este valle en particular uno de sus postreros y más consolidados refugios. Está presente también el águila real, el depredador más considerable de los cielos del Parque, el buitre leonado, ocasionalmente el buitre negro, el alimoche, milano real, milano negro, águila culebrera, todos ellos depredadores de la abundantísima marmota, de la perdiz pardilla o de la escasísima perdiz blanca, cuyas poblaciones en las zonas altas de Ordesa-Pineta apenas alcanza la veintena de ejemplares.
Entre los numerosos anfibios presentes destaca el tritón pirenaico, indicador de la pureza de las aguas del parque.
Galería de imágenes
Véase también
Enlaces externos
- Web oficial de este Parque Nacional del Ministerio de Medio Ambiente
- Web oficial de la flora y vegetación del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido
- Web sobre el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, Rutas, Fotografías, Flora y Fauna. Alojamientos, Noticias, Cultura y Deporte
- Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Espacios protegidos en España
- Información sobre los glaciares del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido
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