- Paseo de Bolívar (Barranquilla)
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Paseo de Bolívar (Barranquilla)
El paseo de Bolívar es la avenida más importante de la ciudad colombiana de Barranquilla, alrededor de la cual surgió y se expandió la urbe. Está ubicado en el centro histórico de la ciudad y sobre él se encuentran la alcaldía, la iglesia de San Nicolás y numerosas edificaciones comerciales y financieras. En su remate norte se encuentra la plaza de Bolívar con la estatua ecuestre del Libertador.
Contenido
Ubicación
El paseo de Bolívar está ubicado en el sector oriental de la ciudad, paralelo al caño del Mercado, a unos 200 metros de este. Constituye el corazón de la ciudad y el eje del centro histórico. En la actual nomenclatura corresponde a la calle 34, entre carreras 38 (Igualdad) y 45 (Líbano).
Historia
El actual paseo de Bolívar corresponde a la vía que hasta fines del siglo XIX se llamó calle Ancha. La calle, que nunca fue pavimentada, se encontraba flanqueada por pintorescas casitas de techo de paja y paredes de bahareque, y algunas construcciones neoclásicas y neocoloniales. Fue la calle alrededor de la cual se dieron los primeros asentamientos indígenas preheredianos, la población de la ciudad en las primeras décadas del siglo XVII (plena Colonia), se construyó la primera iglesia, el primer teatro, las primeras plazas, los primeros barrios, se desarrolló el mercado público, y donde muchas familias pudientes tuvieron su residencia y sus negocios a partir de la segunda mitad del siglo XIX.
En 1886, por iniciativa del alcalde don Antonio Abello, se construye en medio de la vieja calle -que en épocas de lluvia se convertía en un arroyo y un gran lodazal-, un camellón a la manera de los grandes bulevares de París, donde había sido educado el mandatario. La ciudadanía, interpretando esta acción como un símbolo de progreso, la denominó desde entonces camellón Abello en gratitud de quien fuera su impulsor.
En 1903, como acto conmemorativo del fin de la Guerra de los Mil Días, se festeja en el camellón Abello la primera Batalla de Flores del Carnaval de Barranquilla por iniciativa del general conservador Heriberto Vengoechea, comandante de la plaza.
En 1910, con motivo del centenario de la independencia colombiana, la colonia italiana residenciada en la ciudad le obsequia una estatua del Descubridor. La estatua fue ubicada delante del edificio del Cuartel, en ese entonces remate del camellón en su extremo norte. Desde entonces, la avenida pasó a llamarse paseo Colón. Era desde fines del siglo XIX la vía más importante de la ciudad, donde asumieron sus cargos alcaldes y gobernadores, desde cuyas edificaciones circundantes se presentaron los políticos más importantes de la época, donde se llevaron a cabo diversos actos del Carnaval, desfiles militares y conmemoraciones patrias. El paseo Colón llegaba hasta la carrera 41 (Progreso), donde se estrellaba con la vivienda de don Bartolomé Molinares, donde se alojó el Libertador en su breve tránsito por Barranquilla hacia Santa Marta en 1830. A partir de allí empezaba la calle España hacia el sur.
En 1928, se construye el elegante edificio Palma detrás del Cuartel, lo cual constituye un hito en la historia arquitectónica de Barranquilla. Desde el momento de su inauguración, se planteó la demolición del Cuartel y la construcción en su lugar de una gran plaza para darle visibilidad al Palma y ampliar de paso la avenida en su costado norte. Finalmente, el Cuartel es demolido en 1936.
En 1930 es demolido el camellón Abello para construir una avenida pavimentada en razón del alto flujo vehicular.
En 1937, el concejo municipal acuerda trasladar la estatua del Libertador, regalo de don Andrés Obregón a su ciudad con ocasión del centenario de la independencia definitiva de Colombia (1919), -ubicada hasta entonces en el parque de San Nicolás-, al sitio ocupado por el almirante genovés, el cual, a su vez, pasó a ocupar el sitio de Bolívar. Desde esa fecha la avenida se denomina paseo de Bolívar.
El edificio Palma es demolido en 1955, en una acción que aún lamenta la ciudadanía. Se adujo entonces la necesidad de ampliar el paseo de Bolívar hasta la avenida Olaya Herrera, pero en vista de que nada se hizo en esa dirección y que durante casi 10 años el lote estuvo baldío, la Caja Agraria lo adquirió (lo cual representó gruesos ingresos para la administración municipal) y en 1965 construyó su sede en la ciudad. El edificio ganó en ese momento el Premio Nacional de Arquitectura y fue declarado monumento nacional en 1994.
A partir de la década del 40, el paseo de Bolívar se convierte en una arteria de gran movimiento comercial y financiero. En los años 60, altos edificios de arquitectura moderna dominaban ambas aceras de la avenida, formando un interesante conjunto con edificaciones neoclásicas y déco.
El alto flujo vehicular y la creciente actividad comercial que ocupa el espacio público disminuyeron la visibilidad del pequeño parque que alojaba la estatua de Bolívar hasta que, en 1973, se construye una gran plaza con una enorme fuente luminosa que rodeaba la estatua. La plaza, inicialmente un éxito estético, fue descuidada e invadida por indigentes y transeúntes que hacían allí sus necesidades. Finalmente la fuente dejó de funcionar y se convirtió en refugio de delincuentes que incluso tuvieron secuestrada a una niña en el cuarto de máquinas.
En 2003, la administración de Humberto Caiaffa Rivas (2001-2003) emprendió la recuperación de la plaza. La fuente fue demolida y la estatua se ubicó en un pedestal más reducido y protegido que impide su invasión, con lo que se logró ampliar la plaza.[1]
Presente y controversia
La administración de Guillermo Hoenigsberg (2004-2007) continuó con la recuperación del sector, remodelando toda la avenida incluyendo su bulevar central, con adoquines de colores y abundante vegetación. Se recuperaron también los andenes y se instalaron nuevos quioscos para vendedores ambulantes. Estas acciones fueron acompañadas por la compra, demolición y posterior adecuación como gran plaza, de las manzanas traseras al edificio de la Caja Agraria hasta la avenida Olaya Herrera y la calle 30. La intención es rescatar la vieja idea de ampliar el paseo de Bolívar hasta la intersección de la Vía 40, la calle 30, la ampliación de la carrera 50 y la mencionada avenida Olaya Herrera. Se proyecta en dicha intersección una gran glorieta como solución vial, quedando integrado el paseo de Bolívar con el parque Cultural del Caribe, la solución de transporte masivo Transmetro (que pasará sobre Olaya Herrera) y el complejo cultural de la antigua Aduana, previa demolición del centro comercial de artículos de contrabando “San Andresito”. Otras obras que gravitarán en el área de influencia del sector serán la avenida del Río (en construcción) y los nuevos proyectos habitacionales, centros comerciales y mercados, de los cuales algunos ya son una realidad como el Mercado del Pescado.
De tal forma que el edificio de la Caja Agraria queda interpuesto entre el paseo de Bolívar y su ampliación. El clamor de la ciudadanía, como lo demuestran las recientes encuestas, es mayoritariamente a favor de que el edificio sea demolido o, en su defecto, trasladado a un costado para dar paso a un espacio urbano sin precedentes en la historia de la ciudad. El debate, que incluso ha contado con la intervención del presidente Álvaro Uribe a favor de la demolición, se alarga en virtud de que el Ministerio de Cultura y el vicepresidente Francisco Santos se oponen a dicha alternativa dado el carácter patrimonial del que goza la edificación, por el cual no puede ser demolida. Con esta decisión se pretende no sentar precedentes que puedan ser imitados en otras ciudades a costa del progreso de Barranquilla. En una movilización cívica sin precedentes, distintas asociaciones cívicas, arquitectos y gentes del común recogen firmas en la actualidad para que, en el marco de la democracia participativa que consagra la Constitución del 91, el alcalde Alejandro Char las presente ante los organismos indicados en Bogotá para lograr la desafectación del carácter patrimonial del edificio, para que pueda ser demolido o, en su defecto, trasladado del lugar que hoy ocupa. Algunos, sin embargo, insisten en la demolición tomando como argumento la supuesta inconveniencia de trasladar el edificio, hoy prácticamente en ruinas y cayéndose a pedazos, pues habría que incurrir en altísimos costos de adecuación para someterlo a semejante maniobra, además de los ya elevados costos de la misma, y el precio adicional de adquirir y demoler los predios donde tendría lugar el supuesto traslado. Unos han llegado a sugerir que se eliminen las primeras plantas de la edificación a manera de túnel, otros que permanezca allí, sea renovada y destinada a proyectos habitacionales o educativos e, incluso, que la parte trasera sea utilizada como pantalla gigante de cine.
Referencias
- ↑ Consuegra Bolívar, Ignacio (Diciembre de 2003). «Cronología», Corporación Educativa Mayor del Desarrollo Simón Bolívar (ed.). Paseo de Bolívar. Espacio vital de Barranquilla, 1 edición, pp. 185-188. ISBN 958-97363-1-9.
Bibliografía
- CONSUEGRA, Ignacio. Paseo de Bolívar. Espacio vital de Barranquilla. Ediciones Corporación Mayor del Desarrollo Simón Bolívar. 2003.
- ACADEMIA DE HISTORIA DE BARRANQUILLA, Historia General de Barranquilla. Sucesos. 1997.
- BAENA, Fernando y VERGARA, José Ramón. Barranquilla, su pasado y su presente. Tomo I. 1922.
- GOENAGA, Miguel. Lecturas locales – Crónicas de la vieja Barranquilla.
- Diario El Heraldo.
- Diario del Caribe.
- Diario La Prensa.
- Diario del Comercio.
Véase también
Centro Histórico de Barranquilla
Categorías: Barranquilla | Calles de Colombia
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