Pedro Ordóñez de Ceballos (Jaén ¿1547-1550? - Jaén, d. 1635), aventurero, escritor, historiador, misionero y sinólogo español, llamado "Elcano con sotana" a causa de sus muchos viajes.

Biografía

Empezó sus estudios en Jaén como discípulo de Juan de Icíar (pedagogo y calígrafo de Durango que fue preceptor del príncipe Carlos, hijo de Felipe II). A los nueve años pasó al colegio que la Compañía de Jesús tenía en Sevilla, pero a los diecisiete un inocente lance con una dama, a consecuencia del cual su marido le persiguió para darle muerte, le obligó a salir de Sevilla y dejar los estudios, emprendiendo viajes y navegaciones por todo el mundo a lo largo de treinta y siete años, sufriendo todo tipo de aventuras, primero como seglar y luego como clérigo, tras su ordenación sacerdotal en Santa Fe de Bogotá, de manos del arzobispo Luis Zapata de Cárdenas. Estuvo largo tiempo en América y después en Ceilán y en Cochinchina. Según su testimonio, recorrió más de treinta mil leguas, esto es, cuatro veces la circunferencia del Ecuador, y fue soldado, marino, corsario, comerciante, explorador, fundador de ciudades, misionero... Convirtió al Cristianismo y bautizó a una princesa de la Cochinchina que luego le quiso matar cuando se negó a casarse con ella y ser rey. Todo lo cuenta en el libro autobiográfico que imprimió en 1614 bajo el título de Historia y viaje del Mundo, traducido al poco tiempo al holandés, al latín, al inglés y al francés, y reimpreso en español ese mismo siglo dos veces más. Su aventurera vida dio origen al menos a cinco comedias del Siglo de Oro que se inspiraban en la misma.^[1] , dos de ellas del mercedario Alonso Remón, otra del trinitario fray Francisco de Guadarrama y otras dos anónimas, continuación de las anteriores.

Comenzó recorriendo Europa y en viajes sucesivos acabará visitando desde Italia y Francia hasta Dinamarca, Alemania, Rusia, Finlandia y Noruega. Estando en Roma es recibido por el Papa Gregorio XIII, y de ahí salta a Túnez y a los Santos Lugares, para volver a España, habiendo navegado por Cerdeña, Mallorca, Ibiza y costas de Marruecos. Parte luego desde Sevilla con destino a América, donde arribó después de un largo y penoso viaje que llega a su fin al naufragar su barco en las islas Bermudas. Allí permanece 57 días, hasta que él y el resto de los supervivientes toman cinco canoas indígenas con las que logran llegar a La Habana. Regresa a España y tras un viaje intermedio a Guinea, Cabo Verde y Congo, retorna a América, donde durante más de 30 años, que pasa fundamentalmente en el Nuevo Reino de Granada y el Darién, realiza los más diversos servicios como militar, marino, comerciante y explorador. Estando en Santa Fe de Bogotá es ordenado sacerdote por su arzobispo y como clérigo recorre Quito, Santa Fe, Guayaquil, Panamá, Cartagena La Habana, México y Guatemala, ejerciendo las labores propias de su nueva condición, como evangelizador y visitador eclesiástico. Desde Guayaquil embarca para Filipinas, en la que sería la travesía más extraña de cuantas realiza; tardó tres meses en cruzar el Pacífico, con el único alimento diario de una tacita de maíz, dos plátanos y una yuca, pero incluso está escasísima ración se agota, llegando a padecer tanta hambre que acaba por comerse el cuero de las sillas. Exhausto llega al puerto de Cebú, desde donde en una trágica travesía arriba tras dos meses de navegación a Macao. Aquí comienza su singular andadura por el Extremo Oriente, durante dos años, como religioso y mercader. De Macao se dirige a Cantón, donde Ordoñez resalta la costumbre local de «atar los pies a sus hijas con unas vendas y otras cosas, y que con aquello se quedaban las más imposibilitadas para andar». Prosigue su marcha por estas tierras hasta que entra en contacto con el rey de Cochinchina, donde tiene lugar uno de los sucesos más fabulosos y a la vez debatidos de su vida. Al parecer Ordoñez conoce a la infanta de Cochinchina, a la que consigue evangelizar y llevar al bautismo cristiano dándole el nombre de María, pero enamorada la princesa del clérigo al que propone matrimonio, éste se ve obligado a hacerle un humillante desaire por su fidelidad al celibato y se ordena su destierro y la confiscación de todos sus bienes. Continúa su singladura por oriente que le lleva a Sinoa, Champao, Cecir, Malaca, Sumatra, Bengala, Ceilán, Goa y Ormuz, sorteando todo tipo de vicisitudes, temporales, asaltos y ataques de corsarios. De vuelta a América navega durante tres meses por las costas americanas desde de Río de la Plata a Quito, pasando por el estrecho de Magallanes.

En 1597 volvió de nuevo a España, de donde ya no se movió. Con la salud muy quebrantada, el cuerpo y el alma llenos de cicatrices y afligido por todo tipo de enfermedades tropicales, se establece en Jaén en 1600 y se dedica a escribir sus obras y darlas a la imprenta, cobrando gran reputación (y también enemistades nacidas de la envidia, según afirma en distintos lugares). Viajó a Madrid varias veces y recibió diversos honores y prebendas: una canonjía en la iglesia de Astorga; el cargo de provisor, juez y vicario general de los reinos de Cochinchina, Champáa, Cicir y Laos (1616); chantre de la iglesia de Huamanga en el Perú... Pero no tomará posesión de ninguno de ellos por el agravamiento de sus enfermedades. Los últimos años de su vida los pasó postrado en la cama y sin visión en el ojo izquierdo. No hay fecha exacta de su muerte, aunque todavía en 1634 y 1635 aparece firmando algunos escritos suyos. Está enterrado en la iglesia de San Pedro.

Obras

• Historia y viaje del mundo. Hecho y compuesto por el licenciado Pedro Ordóñez de Ceballos, natural de la insigne ciudad de Jaén. Contiene tres libros, Madrid, Luis Sánchez, 1614; reimpreso en 1616 y 1691. Traducida de forma incompleta al holandés (1621), al latín (1622) y al francés (1622), todas estas versiones en Amsterdam. Un epítome en inglés se imprimió en Londres, 1625. Existe edición moderna de Ignacio B. Anzoátegui, 1947 y otra más reciente de 1993.
• Cuarenta triunfos de la santísima Cruz de Cristo N. S. y Maestro, Madrid, Luis Sánchez, 1614.
• Tratado de las relaciones verdaderas de los reinos de la China, Cochinchina y Champáa, y otras cosas notables y varios sucesos, sacadas de sus originales, Jaén, Pedro de la Cuesta, 1628.
• Historia de la antigua y continuada nobleza de la ciudad de Jaén, Jaén, Pedro de la Cuesta, 1628. (Hay edición facsímil en Jaén, Riquelme y Vargas, 1983). En realidad el libro aparece bajo la autoría de Bartolomé Jiménez Patón, quien declara abiertamente que la primera redacción la hizo su amigo Pedro Ordóñez de Ceballos.
• Tratado de los reinos orientales y hechos de la reina María y de sus antecesores, Jaén, Pedro de la Cuesta, 1629. Libro misceláneo que recoge obras propias y ajenas, siempre con la figura de Ordóñez -y sus viajes y observaciones geográficas- como eje central.
• Tres entremeses famosos a modo de comedia de entretenimiento [a saber: Entremés del rufián, Entremés del astrólogo médico y Entremés del emperador y damas], Baeza, Pedro de la Cuesta, 1634.
• Cartas y escritos varios: carta a Jiménez Patón del 30 de septiembre de 1616 donde le pide que continúe su tratado sobre Jaén (incluida en el prólogo al lector de la Historia de Jaén); un elogio de D. Luis Merlo de la Fuente y familia (en los preliminares del libro de Jiménez Patón, Decente colocación de la santa Cruz, Cuenca, Julián de la Iglesia, 1635); cinco dedicatorias diferentes a otras tantas comedias inspiradas en sus peregrinaciones alrededor del mundo.

Notas

Enlaces externos

• Edición en línea de Historia y viaje del mundo