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Perestroika
La Perestroika (en ruso Перестройка, reestructuración) fue un proceso de reforma basado en la reestructuración de la economía puesto en marcha en la Unión Soviética por Mijaíl Gorbachov, con la ayuda del Primer Ministro de Japón, con el objetivo de reformar y preservar el sistema socialista, pues quería dar a la sociedad soviética un cierto espíritu de empresa e innovación. Este proceso, acompañado también de una cierta democratización de la vida política, trajo varias consecuencias a nivel económico y social que provocaron el fin de la era de Gorbachov y el colapso y desintegración de la URSS.
Contenido
El proceso
Durante sus primeros años en el poder, Gorbachov no hizo ningún cambio importante en el plan económico del estado aunque dijo que era necesario cambiarlo. En 1987, Gorbachov y sus ministros de economía introdujeron las reformas necesarias de lo que sería conocido como perestroika.
En una sesión plenaria de junio de 1987 del Comité Central del PCUS Gorbachov presentó las bases políticas de la reforma económica que intentaba mantener la existencia de la URSS. La Perestroika es una reforma basada en la reestructuración de la economía llevada a cabo en la URSS a finales de la década de 1980. Cuando en 1985 el reformista Mijaíl Gorbachov fue elegido secretario general y se convirtió en el máximo dirigente soviético, esta política ya estaba diseñada, pero fue en el Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) de abril de 1985, cuando se decidió ponerla en práctica de inmediato para sacar al país de la grave crisis económica e impulsar el desarrollo, pues estaba sumido en la corrupción y el atraso.
Su objetivo era convertir el sistema de gestión centralizado en un sistema menos centralizado y adaptado al mercado moderno, para lo cual se permitió una cierta autonomía local, y desarrollar un programa especial para modernizar la industria de ingeniería y los modelos de gestión económicos, que habían sido descuidados. También se pretendía lucha contra la corrupción, con la reducción del alcoholismo y el absentismo laboral; la liberalización económica, permitiendo a las empresas tomar decisiones sin consultar a las autoridades y fomentando la empresa privada y las sociedades conjuntas con un número limitado de compañías extranjeras, impulsando así la inversión. Se llevó a cabo también una cierta democratización de la vida política. Abel Aganbegyan, el primer consejero económico de Gorbachov, afirmó que en un 40% de la industria se habría producido una disminución de la producción y que, además, existía una degradación de la agricultura. Por ello, propuso reformas para dar más autonomía a la empresa, mejorar el rendimiento del trabajador y la calidad de los productos. Las alternativas económicas de otros países socialistas se ignoraron y las medidas que se adoptaron no se discutieron previamente, permitiendo la entrada de capital extranjero y acercándose cada vez más al capitalismo. Así, poco a poco se fueron introduciendo actividades económicas privadas, mediante la paulatina introducción de contratos individuales en fábricas y haciendas colectivas. Se llevaron a cabo medidas, como la venta de un gran número de empresas estatales, reformas de la moneda y un nuevo sistema bancario. Todo esto permitió que a principios de 1990, la URSS hubiese alcanzado ya el nivel de desarrollo económico mundial. En la primera fase de la perestroika se tomaron abundantes medidas morales para reducir el alcoholismo, logrando que en 1986 el consumo se redujera en un 36%.
La Reforma Económica y los ingresos de la población rusa
La perestroika instaurada en la URSS por Mijail Gorbachov prometía grandes cosas para los ciudadanos, pero los dirigentes de entonces optaron por subir los sueldos a diversas categorías de ocupados. Esta decisión provocó la escasez y la necesidad de subvención, lo que empeoró su situación y la del tesoro público. El elemento más destructivo fue la Ley de Empresa, pues anulaba todo control sobre los recursos, de modo que se redujo la inversión. La desmembración de la URSS en pequeñas repúblicas, la creación de bancos propios y la concesión de créditos ilimitados provocaron inflación y la escasez total, el interés por el dinero llegó a ser mínimo.
Liberalización de precios en 1992
La Liberalización de precios en 1992 y la renuncia a la rígida regulación de salarios llevaron a un sustancial descenso en el nivel de vida así como cambios en la dinámica y estructura de los ingresos, diferenciando regiones y ramas en la remuneración del trabajo.
Surgió una clase de ricos cuyos ingresos no provenían del trabajo y se amplió el número de pobres; en 1993, casi una tercera parte de la población rusa tenía ingresos que no garantizaban un nivel mínimo de subsistencia.
Distribución polarizada de los ingresos
Ha aumentado la diferenciación de la población en el nivel de ingresos “per cápita” de forma vertiginosa; así, al 20% de la población más rica le corresponde el 43% de los ingresos monetarios.
Han surgido grandes desproporciones en la remuneración de los salarios por ramas de la economía, debido a la falta de competencia entre las empresas: las que han logrado monopolizar los mercados de venta pagan salarios mucho mayores que el resto.
También han aumentado las diferencias entre las regiones, las de situación más ventajosa han sido las de una mayor especialización productiva.
La distinción del nivel de consumo no es tan grande como la de ingresos nominales ya que en las zonas centrales de Rusia los precios de los productos básicos son menores que en las más meridionales o Siberia. Por otro lado, la estructura de los ingresos ha variado para la mayor parte de la población, para el 70% de la población la fuente de ingresos es el salario, 20% la pensión y 5% negocios propios. Para la población asalariada la situación es la peor, debido a la falta de incorporación de la fuerte inflación al salario, el resto de trabajadores tiene una situación más favorable; aun así, la gente se ve obligada a buscar fuentes complementarias de ingresos.
En el campo del consumo, la estructura ha empeorado en estos últimos dos años, la parte destinada a alimentos es del 50% reduciendo el resto de consumos de productos no comestibles y de servicios.
Condicionantes del nivel de vida
- Diversos bienes sociales se subvencionan por el Estado.
- La estadística oficial no recoge los ingresos de la producción no registrada. Además el Comité Estatal de Estadística no ha hecho estudios profundos de los presupuestos familiares desde 1989.
- En los comienzos de la liberalización la población tenía acumulados considerables stocks de víveres y artículos industriales, lo que sirvió como freno a la caída de ingresos después de la liberalización. La población se polariza con respecto a los ingresos con la aparición de los super-ricos, una pequeña parte que obtiene sus ingresos de los negocios y el resto. Esta situación plantea dos problemas :
- Fuente de tensión social.
- El grupo poblacional en torno a los pequeños negocios puede incrementar su participación apoyando y apoyándose en la inflación.
Este modelo de distribución de ingresos es propio de las sociedades donde la rapidez de las operaciones es más importante que la estabilidad en los negocios. Es importante notar en estos modelos la ausencia de una clase media superior, base y fuerza motriz de las reformas y progreso, una vez que la economía se desarrolle desaparecerán las tensiones que provocan las diferencias de clase. Análisis.
Los cambios en la distribución de los ingresos en Rusia después de la perestroika y la liberalización de los precios han llevado a la población rusa a una polarización en su status con grandes diferencias de nivel de vida según la fuente de obtención renta de los individuos.
Este efecto se da por varias causas:
- La primera por la diferente incorporación de la inflación a las fuentes de renta.
- Otra causa es las diferentes fuentes de renta y su participación en los ingresos finales.
- Por otro lado la escasez general y la región determinan la capacidad de consumo de los individuos, que además, ha variado considerablemente.
La falta de una clase media-alta, y la rapidez de las operaciones que se realizan así como la falta de interés por el dinero hacen que la evolución de la estructura de ingresos no sea la más recomendable.
Consecuencias políticas
En política exterior, Gorbachov tendía a la negociación de la reducción de armamento y a la pacificación de las relaciones internacionales, retirando las tropas soviéticas en Afganistán y recibiendo en Moscú al presidente estadounidense Ronald Reagan.
Tras ser elegido presidente del Soviet Supremo, Gorbachov aceleró el programa de reformas políticas. Fue elegido jefe del Estado (1989) y primer presidente de la Unión Soviética por el congreso (1990). Se redujo el interés de la URSS por los países socialistas del Tercer Mundo, y se inició una predilección por los países occidentales y por la democracia a la que costó mucho adaptarse. Los derechos humanos se reconocieron en diciembre de 1988, acabando con los principios de Stalin y del marxismo-leninismo que hasta entonces habían constituido la ideología del partido comunista.
La reforma, aplicada con mayor fuerza sobre todo a partir de 1987, alcanzaba todas las áreas del sistema soviético: la ciencia, la tecnología, la reorganización de la estructura económica y los cambios en la política de inversiones. Para ello se trató de hacer un mejor uso de los medios económicos de que se disponía. La reforma supuso el saneamiento de una burocracia ineficaz y con ello pretendía implicar más al conjunto de ciudadanos en la tarea de reconstruir su economía.
La perestroika iba complementada por la glásnost, una política de apertura hacia los medios de comunicación, con transparencia informativa, permitiendo la libertad de expresión y de opinión, al contrario que en la etapa anterior, caracterizada por la represión hacia los contrarios al sistema. De esta manera, por primera vez, el gobierno soviético permitía una cierta autocrítica y reconocía sus defectos, lo que contribuyó a resolverlos con mayor rapidez. Esto fue generando una confrontación política encabezada por las críticas de Borís Yeltsin, que fue apartado en 1987 a pesar de que contaba con el apoyo popular. En junio de 1988 se celebraron elecciones que a pesar de no ser democráticas no dieron al PCUS todos los puestos en el gobierno, sino que se formó una minoría de reformadores entre los que se encontraba Yeltsin. A finales de 1990 ya existía una verdadera división en el Congreso, con unos 18 grupos políticos, de los que el más importante era el comunista, seguido del conservador Soyuz.
Hacia el final del mandato de Gorbachov, la perestroika empezó a recibir críticas tanto por los que pensaban que las reformas se aplicaban demasiado lentamente como por los comunistas que temían que éstas destruyeran el sistema socialista y llevaran a la decadencia del país.
El 19 de agosto de 1991 tuvo lugar un golpe de Estado llevado a cabo por los altos cargos del PCUS con el objetivo de boicotear un tratado que permitiría el autogobierno de las repúblicas de la URSS. Éste fracasó debido a la pasividad de altos dirigentes militares y a la actitud del presidente de la federación rusa, Boris Yeltsin. Tres días después, Mijail Gorbachov dimitía. Muchas repúblicas federadas de Europa del Este declararon entonces su independencia, lo que llevó a la disolución de la Unión de Repúblicas Socialista Soviéticas (la URSS) el 25 de diciembre de 1991, día en que Gorbachov renunció a su cargo. Yeltsin se convirtió en su sucesor, abandonando el comunismo y convirtiéndose en presidente de la recién fundada Federación Rusa.
Véase también
- Glásnost
- Mijaíl Gorbachov
- Abel Aganbegyan
- Yuri Andrópov
- Leonid Brézhnev
- Partido Comunista de la Unión Soviética
- Borís Yeltsin
Referencia
1. Perestroika, un símbolo de cambio. Por José Carlos Lizana
2. Farewell Perestroika: A Soviet Chronicle por Boris Kagarlitsky.
Categorías: Política de la Unión Soviética | Guerra fría | Terminología soviética
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