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Prejuicio
Prejuicio (del lat. praejudicium, ‘juzgado de antemano’) es, como lo dice su nombre, el proceso de prejuzgar algo. En general, implica llegar a un juicio sobre el objeto antes de determinar la preponderancia de la evidencia, o la formación de un juicio sin experiencia directa o real. También implica criticar de forma positiva o negativa a algo o alguien.
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SESGO en psicología
En el campo de la psicología, un sesgo cognitivo es una distorsión (distorsión cognitiva) en el modo en el que los humanos percibimos la realidad. Alguno de estos procesos han sido verificados empíricamente en el campo de la psicología, otros están siendo considerados como categorías generales de prejuicios.
Prejuicios a individuos
El prejuicio surge por conveniencia, para discriminar, descartar o dominar a otras personas o aceptarlas preferentemente, sin tener remordimientos y pararse a pensar si eso es bueno o malo, o si es una opinión objetiva o subjetiva. Comúnmente es una actitud hostil o menos frecuentemente, favorable hacia una persona que pertenece a determinado grupo simplemente por el hecho de pertenecer a ese grupo, en la presunción de que posee las cualidades negativas o positivas atribuidas al mismo. La opinión se produce respecto del grupo prejuiciado y después incorpora al individuo. El prejuicio es una evaluación preconcebida de las personas, una idea preconcebida que se tiene sobre los otros. Prejuzgr es aprte del prejuicio. El prejuicio es tener una opinión o idea acerca de un miembro de un grupo sin realmente conocer al individuo. La antipatía, normalmente, se basa en información pasada y en la experiencia con un individuo en particular. La extensión de las propias experiencias negativas al caso general se puede considerar como sesgo. Por ejemplo, una persona que ha tenido una serie de relaciones negativas con miembros del sexo opuesto puede desarrollar un prejuicio contra ese sexo, y asumir así que los factores que dañan las relaciones siempre están presentes en ese sexo, y adoptar el conjunto de prejuicios que se conoce como sexismo. O, si una persona ha crecido con el concepto de que los miembros del grupo «X» tienen ciertas características, debido a un encuentro pasado amargo con un X, puede asumir que todos los miembros del grupo son X y hacen «amargar». Esto se ve en muchos lugares: racismo, lingüismo, intolerancia religiosa, homofobia o el rechazo de alguien porque su estirpe política es diferente de la propia.
En otros casos, está relacionado con el tribalismo. A los jóvenes de un grupo, en una educación temprana, se enseña que ciertas actitudes y valores son los «correctos». Se forman opiniones sin sopesar la evidencia en ambos lados del asunto considerado. Muchos comportamientos prejuiciosos se forman en la infancia al emular la forma de pensar y hablar de los mayores, sin intención maliciosa por parte del niño. El adulto prejuicioso puede incluso sorprenderse al oír una sarta de improperios y de sus propias opiniones a medio cocinar sobre ciertos grupos de boca de sus hijos e hijas (especialmente en lugares y momentos inoportunos).
Prejuicios excluyentes
Como en la persecución, se «cree», por parte del prejuicioso, en la maldad o bondad del otro y en la justicia del razonamiento propio. En la mayoría de los casos, se cree la suposición de que existe una inferioridad natural o genética en el grupo segregado, o bien una circunstancia cualquiera que establece la inferioridad de sus integrantes. También es común que se ponga un acento en las diferencias culturales, lo que explicaría la inferioridad o superioridad de los otros. El hecho concreto es que, por medio de unas u otras excusas, siempre hay una evaluación genérica del afectado. Por ejemplo, el prejuicio de que el pueblo español es bruto e ignorante tiene una clara raíz inglesa. La gran influencia cultural británica en las clases dominantes de España después de la Guerra de la Independencia instaló aquí el mismo prejuicio. Tan fuerte fue esa prédica negativa, que los propios españoles terminaron creyéndola. Tener una visión políticamente impopular no constituye en sí un prejuicio, y no todas las visiones políticamente populares están libres de prejuicio. Cuando se aplican a los grupos sociales, los prejuicios generalmente se refieren a los sesgos existentes hacia los miembros de esos grupos, con frecuencia basados en estereotipos y, en su forma más extrema, se convierten en la negación injusta de los beneficios y derechos de esos grupos o, a la inversa, el favorecimiento injusto de otros. Durante el siglo XIX y principios del siglo XX la mayoría de empresarios consideraba que sus obreros eran vagos, sucios, inmorales y sanguinarios,en lo cual se justificaba plenamente la oligarquía, para explotar a su subhumano proletariado sin remordimientos.
Lo que se dice
- Algunas personas son excluidas injustamente de trabajos, barrios, préstamos bancarios, oportunidades educativas, eventos sociales y asociaciones.
- Algunas personas reciben insultos muy hirientes o son excluidas de participar en eventos.
- Algunas personas son atacadas o golpeadas.
- A algunas personas les pagan injustamente menos aunque hagan el mismo trabajo.
- Los hogares de algunas personas, lugares de oración o cementerios son destrozados.
El «conflicto» que la vida crea sistemáticamente, enfrentando a grupos contra grupos e «interacciones simbólicas», como etiquetar a las personas, producen prejuicios que no están basados en la experiencia directa. El prejuicio es «funcional» y se agudiza por el ambiente o medio social: el racismo, la homofobia, los puntos de vista politicos, religiosos o espirituales firmemente sostenidos... surgen ante un enemigo potencial como posición defensiva que puede salvar la vida del individuo o grupo prejuicioso. Los sociólogos han considerado al prejuicio como un comportamiento adaptativo instintivo. En las competencias entre grupos o individuos, los puntos de vista sesgados son utiles ante la escasez de recursos para la supervivencia humana, o simplemente para mantener el poder en manos de unos pocos. Pero puede también evitar la ganancia, si el prejuicio se forma sobre un aliado o compañero potencial, por ejemplo no consultar al único médico del pueblo que podría salvar la vida solo porque es de raza negra. El psicólogo John Dollard sugiere que el prejuicio es el resultado de la frustración y es reconocido que es la base de la discriminación en contra de la dignidad humana.
Hay tres perpectivas en sociología para explicarlo.
En la literatura
En Orgullo y prejuicio, la heroína se forma una opinión fuerte sobre el carácter de un hombre antes de tener la posibilidad de oír su versión de la historia. Cuando finalmente se le da a conocer el balance de los hechos, estos restan y finalmente derrotan este prejuicio. El prejuicio también es tema de Matar a un ruiseñor.
Véase también
Conceptos no sinónimos, pero de sentido semejante o confluyente:
- Cosmovisión
- Creencia
- Preconcepto
- Fobias
- Odio
- Crueldad
- Discriminación
- Intolerancia (sociología)
- Intolerancia religiosa
- Segregación
- Persecución
Otros artículos relacionados:
- Lista de prejuicios cognitivos
- Antisemitismo
- Sudáfrica en la era del apartheid
- Autoritarismo
- Casta
- Esclavitud
- Ku Klux Klan
- Homofobia
- Inquisición
- Misandria
- Misoginia
- Oligarquía
- Persecución de los cristianos
- Persecución de los homosexuales en la Alemania nazi
- Pogromo
- Supremacía blanca
- FUD
Enlaces externos
- ¿Son reales los estereotipos? (en inglés)
Categorías: Racismo | Ciencias sociales
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