Asesinato de San Gerardo Sagredo. Imagen del Legendario de los Anjou húngaros.

La revuelta de Vata (en húngaro: Vata lázadása), fue un alzamiento de paganos contra cristianos en el Reino de Hungría en 1046.

Antecedentes

Tras la muerte del rey San Esteban I de Hungría en 1038, el trono pasaría al hijo de su hermana María, Pedro Orseolo quien gobernaría hasta 1041, luego de que los Señores nobles húngaros encabezasen una revuelta y lo depusiesen. En su lugar, ascendería al trono Samuel Aba, quien se habría casado con una hermana del difunto San Esteban. Al poco tiempo, Pedro orseolo regresaría a Hungría con ejércitos del Sacro Imperio Romano Germánico, con el apoyo del emperador Enrique III el Negro y daría muerte a Samuel Aba, quien habría cometido crímenes contra nobles germánicos que habrían servido a Orseolo en su primer reinado.

Esta situación caótica, donde la figura del Cristianismo sería asociada con el emperador germánico y la situación de vasallaje propuesta por Orseolo, generaría serios conflictos internos en Hungría, creando confusión y desagrado por el estilo de vida civilizado Cristiano.

La Revuelta

Entre muchos Señores húngaros descontentos se hallaría el líder Vata, quien viviría en la región de Abaújvár habiendo adoptando el estilo de vida pagano húngaro. Conduciría alzamientos en varias regiones en contra de Pedro Orseolo, que generaría a su vez una situación más caótica aún, donde inclusive irrumpirían en la gran basilica de Szekésfehérvár y asesinarían a todos los religiosos cristianos, robarían la corona real húngara y todas las otras reliquias y tesoros ahi custodiados.

Seguidamente, Vata llamaría a los hijos del fallecido Vazul, Andrés, Béla y Levente, herederos al trono húngaro, para que regresasen al reino de su exilio, y le asistiesen en la revuelta. Vata pretendía que Andrés tomáse el trono húngaro y consigo convirtiese nuevamente el reino a la antigua fé húngara.

Mientras Andrés y sus hermanos se aproximaban a la capital, el obispo San Gerardo Sagredo y otros compañeros religiosos acudirían a recibir a los principes, un grupo de paganos interceptaría a los religiosos en la colina de Kelenföld, junto al asentamiento de Buda, y luego de golpearlos enérgicamente, los arrojarían al río Danubio desde el risco.

Luego de que arribasen los principes, Pedro Orseolo habría sido arrestado y posteriormente mandado a cegar, y Andrés coronado como rey húngaro. Sin embargo, los alzamientos paganos continuarían por todo el reino y no serían contenidos finalmente hasta 1047, luego de la muerte del principe Levente, hermano de Andrés I de Hungría, quien habría abandonado el Cristianismo.

Legado

Luego de la muerte de Andrés I en 1060, el trono pasaría a su hermano Béla I de Hungría, quien en 1061 también habría tenido que lidiar con una multitud de paganos que habría sido reunida por Juan, el hijo de Vata. La gente se habría reunido junto a las murallas de la ciudad de Székesfehérvár, donde habrían alzado carpas y exigiían la restitución de la antigua fe. Bela I pediría tres días para considerar el asunto, y durante este tiempo llamaría entonces, a los soldados de las provincias cercanas e hizo disipar la multitud con el uso de la fuerza física. Muchos paganos que atentaban contra el orden fueron apresados y ejecutados. Tal fue el caso de la shamana Rasdi, la cual en medio de su sufrimiento en prisión, e impulsada por el hambre, mordió sus propias piernas. Éste habría sido, el último alzamiento pagano en Hungría.

Bibliografía

• Nógrády, Á. , Pálffy, G. y Velkey, F. (2007). Magyar Uralkodók. Debrecen, Hungría: Tóth Könyvkereskedés és Kiadó.
• Szalay, J. y Baróti, L. (1896). A Magyar Nemzet Története. Budapest, Hungría: Udvari Könyvkereskedés Kiadó.