- Sitio de Valencia
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La primera referencia sobre Valencia la ofrece Livio (?) afirmando que siendo cónsul Junio Bruto dio a aquellos que combatieron bajo Viriato campus y un oppidum llamado Valentia, si bien no se sabe si fue a los que combatieron con Viriato o contra Viriato. Lo cierto es que algunas fuentes entienden que existía una ciudad íbera anterior a la fundación romana, barajándose el nombre de Tyrius y Roma.[1]
Ya en el año 60 a. C. se tienen referencias de Valencia con el estatus de colonia romana.
La ciudad de Valencia ha sufrido distintos asedios a lo largo de su historia. Algunos han marcado el devenir de los años siguientes y otros, no han pasado de una mera anécdota.
Contenido
Agrescio y Tariq, inicio época islámica
A principios del siglo VIII el Islam conquista la ciudad.
Gobernaba Valencia Agrescio cuando fue sitiada por las huestes musulmanas. Los islámicos, viendo la resistencia de la ciudad y que no sería fácil conquistarla, envían un emisario para negociar, pero la respuesta fue una flecha lanzada desde la muralla por los defensores, que hirió al parlamentario, algo que estaba muy mal visto en todas las épocas y que enfureció a los sitiadores.
Acto seguido, los asaltantes lanzaron un ataque con más furia que en las anteriores ocasiones, pero fueron nuevamente rechazados; el saldo de la escaramuza fue de 80 bajas entre los defensores y 250 entre los musulmanes.
Tanto Agrescio el defensor, como Tariq el asaltante, fueron conscientes de lo compleja que era la situación y pactaron una capitulación ventajosa, obteniendo, como sucedería 500 años después pero a la inversa, la entrega de la ciudad al musulmán, y que todos los habitantes pudieran seguir viviendo en sus casas, el respeto para su religión y su organización jurídica y administrativa. Si bien tendrían que aceptar la autoridad política y militar de los conquistadores y el pago del impuesto pactado.
Los que quisieron fueron libres de marchar con sus pertenencias.
Tariq dejó al mando de la ciudad a Albulcacer al Hudzali con una adecuada guarnición.
Cabe destacar que como sucedió luego en la reconquista, los musulmanes fueron benignos con los que se entregaron, como en Valencia y Orihuela, pero en las ciudades que se resistieron, como Mérida o Tarragona, los habitantes sufrieron duras consecuencias. Por tanto, se sabe a partir de estos datos, que la población hispano romana y los visigodos siguieron viviendo y disfrutando de sus costumbres, posesiones y religión.
No hay datos que acrediten más resistencia que la citada, por tanto y según fuentes musulmanas y cristianas, así como la pervivencia de abundantes residentes mozárabes, todo parece indicar que tras la conquista, ambas poblaciones, la mayoritaria cristiana y la minoritaria musulmana (en un principio), que ocupó la élite política y militar, convivieron sin mayores problemas.[2] [3] [4]
La época de Rodrigo Díaz de Vivar
La cantidad de reyes, uniones de reinos y separaciones entre el año 1000 y la muerte del Cid en lo que hoy conocemos como Comunidad Valenciana es enorme, dándose casi más cambios que generaciones. En el 1010 dos acequieros se proclamaron reyes de Valencia independientes del califa de Córdoba, Mubarak y Muzaffar, en Játiva, Alpuente y Denia se proclaman reyes distintos, los cuatro reinos pasan a tres en el 1018 por la unión de Denia y Valencia, que se separan nuevamente en el 1.038, pero por esas fechas se habían unido Játiva y Valencia.
En el 1065 Ma´mún, unía Valencia y Toledo. En 1085 están nuevamente separados Játiva, Denia y Valencia y en el 1095 la región de valencia se dividía en dos zonas una al norte y otra al sur del Júcar, la norte dominada por el Cid y la sur por los almorávides.[5]
Fernando I a las puertas de Valencia
Reinaba en Valencia Abd al-Mail, un hombre de carácter débil, quien contrajo matrimonio con la hija del rey de Toledo al Ma´mún. Esto permitió la rey de Toledo intervenir en los asuntos valencianos y casi como primera consecuencia, forzó que al-Mail le apoyara en la guerra que mantenía con el rey de Sevilla. Posteriormente tras un desastre militar en Paterna frente a las tropas castellanas, Ma´mún terminó por destronar al valenciano.
En primavera del 1065 llegó a Valencia Fernando I de Castilla, iniciando le sitio de la ciudad. Tras simular una retirada el rey castellano, los soldados de al-Mail salieron en su persecución pero a la altura de Paterna, las tropas de Fernando se revolvieron y causaron una gran derrota a los valencianos.
Un poeta musulmán relata lo sucedido:
Se habían puesto las cotas de malla de hierro mientras vosotros vestíais túnicas de seda cada cual más bella,... que feos resultaban ellos y que hermosos vosotros si no hubiera sido por lo que pasó en Paterna. Abu Ishaq al-TarasuníEn noviembre se inició nuevamente el sitio, tras la batalla. Terminaron los castellanos retirándose al enfermar el rey, que moriría en León ese mismo mes.
Ese mismo noviembre, el día 10, el toledano deponía a su yerno, enviándolo como gobernador a Cuenca o a Chelva según diversas fuentes.
Toledo se anexionó Valencia y acuñó moneda con el nombre de Ma´mún en la ciudad del Turia.
A la muerte de Ma´amún, su nieto se declaró tributario de Alfonso VI de Castilla, lo que incluía Valencia para los castellanos, pero el gobernador de Valencia Abu Bakr, se declaró independiente de Toledo y de Castilla, y pactó con el rey de Zaragoza Al-Muqtadir el señorío saraqustí sobre Valencia.
Ya en la segunda mitad de la década de los 80, con el apoyo de Alfonso VI, que envió una tropa a cargo de Alvar Fáñez, al-Quadir, antiguo rey de Toledo, entró en el Reino de Valencia apoderándose de distintas poblaciones y pactando con la Asamblea de Notables de Valencia que se depondría al rey Uzman ben Àbd al-Aziz hijo de Bakr. Se aceptaron las condiciones y se proclamó rey al-Qadir. En febrero de 1086, el nuevo rey tomó posesión del Alcázar y las tropas de Fáñez se asentaban en Ruzafa. Durante la estancia del castellano, se atacó Játiva, pues su señor no había aceptado de buen grado someterse a al-Quadir, si bien no se consiguió someter la plaza tras ser socorrida por ejércitos musulmanes aliados y, a raíz de esto el señor de Tortosa campó por las proximidades de la capital sometiéndola a un leve asedio, que levantó él mismo sin mayores enfrentamientos.
Tras la derrota castellana en la batalla de Sagrajas, Alvar Fáñez y los soldados que le acompañaban prestando servicio en apoyo del rey de la taifa de Valencia, tuvieron que acudir junto a Alfonso VI por llamado de este y abandonaron la ciudad. Si bien esto es discutido y otras fuentes afirman que participó en la batalla.[6] [7]
Asedio de castellanos y genoveses
El rey de Castilla que se había aliado con genoveses y pisanos, puso asedio a la ciudad en el año 1092, genoveses y pisanos atacarían Valencia por mar y Alfonso VI por tierra, pero el rey castellano tuvo que retirarse cuando el Cid Campeador inició una campaña por tierras castellanas, ya que Rodrigo consideraba que Valencia le era sumisa.
El 28 de octubre de 1092 algunos notables para evitar que el rey de Valencia entregara la plaza a Alfonso, repitiendo lo que sucedió con Toledo, pidieron ayuda a los almorávides que ya se encontraban en la próxima Játiva. Pero en esas fechas el descontento era tal que se originó un motín, los colaboradores del rey y la guarnición que había dejado Mio Cid para cobrar los impuestos huyeron de la ciudad y, el pueblo asaltó el alcázar. El monarca consiguió huir disfrazado, pero lo encontraron, fue degollado, y su cabeza paseada por la ciudad. Los nuevos gobernantes de la ciudad rechazaron la protección de Mio Cid y decidieron acatar el poder del almoravide Yússuf.[8]
Asedio y conquista del Cid
Los notables, rechazaron la protección del Cid y negándose a pagarle más, enviando una embajada al califa almoravide Yusuf. Rodrigo había ocupado el Puig, fortificó le castillo y fundó el poblado que originó el pueblo actual, a mediados de 1093 y desde allí preparó el asedio de la ciudad, como poco más de un siglo después haría Jaime I. Se instaló por los alrededores de Mestalla y bloqueó la ciudad, arrasó la huerta, destruyó las acequias, molinos, y algunos arrabales, en los que dejó guarnición.
Se sucedieron los ataques por la zona del Tossal, donde aún hoy se pueden observar restos arqueológicos del foso-acequia y el muro, los sitiados salían por la puerta de Roteros y entablaban batalla. El Arrabal del mismo nombre cayó en sus manos y donde también estableció guarnición.
Algunos cristianos del interior salieron a vivir a los arrabales.
En septiembre del año 1093, cambió de campamento y se instaló en la Roqueta. El cerco se estrechó y la situación de la ciudad fue calamitosa, según las crónicas fue uno de los asedios más duros de la historia de España. Después de comerse a todos los animales de la ciudad, los habitantes pasaron al canibalismo. Comieron cueros cocidos y cualquier cosa que pudiera llevarse a la boca. Apareció la peste.
Los que salían de la ciudad sufrían distintas suertes, los jóvenes eran vendidos a los comerciantes que esperaban en los campamentos de Mio Cid como esclavos, las mujeres violadas y vendidas, y los hombres quemados vivos frente a las murallas.
Se firmaron las capitulaciones y el Cid Campeador permitió quedarse a vivir a los moros que quisieran pagando un diezmo, el resto tendría libertad de marchar con sus pertenencias.
El 17 de junio del año 1094,[9] entraron las primeras tropas. Tomó posesión del alcázar, se instaló con sus hombres e izó su bandera en la torre más alta. Mandó llamar a su mujer e hijas y las instaló en la ciudad.[10]
La batalla de Cuarte y los almorávides
Se conoce con este nombre a la batalla que se desarrolló el 21 de octubre del 1094 entre los pueblos de Mislata y Cuart de Poblet, próximos a la ciudad.
Rodrigo Díaz, sitiado en Valencia, salió de la ciudad y derrotó a los almorávides. Algunos miembros del ejército del Cid (formado tanto por cristianos como por musulmanes hispanoárabes) avanzaron por la noche situándose a la retaguardia del campamento mahometano. Al clarear el alba salió un pequeño contingente de caballeros de Rodrigo incitando a la vanguardia norteafricana. Esto supuso una maniobra de atracción que debilitó la formación almorávide y permitió que el contingente principal del Campeador atacara la retaguardia y tomara el Real enemigo, consiguiendo la victoria.[11]
Rodrigo Díaz convirtió la mezquita mayor en catedral y dedicó al culto cristiano otras 8 ó 9 mezquitas.
Doña Jimena consiguió defender la ciudad, pero en el año 1102, el rey Alfonso VI de Castilla ordenó la evacuación de la ciudad ante la imposibilidad de defenderla y Valencia cayó en poder de los almorávides.[12]
Notas
- ↑ A la muy noble, ilustre, antigua, leal, insigne, magnifica y coronada ciudad de Valencia, páginas 5 y 6(Cervantes Virtual)
- ↑ *Articulo utilizado para la historia
- ↑ La valencia musulmana
- ↑ Coscollá Sanz, La Valencia Musulmana, ed. cit. 2003, págs. 16-18.
- ↑ Ubieto Arteta, Orígenes del Reino de Valencia, ed. cit. 1981 (19711), págs. 18-20.
- ↑ Coscollá Sanz, La Valencia musulmana, ed. cit. 2003 págs. 30-37
- ↑ Malo de Molina, Rodrigo el Campeador, ed. cit. 1857, capítulo II
- ↑ Coscollá Sanz, La Valencia musulmana, ed. cit. 2003, págs. 36-38.
- ↑ Alberto Montaner Frutos, «La fecha exacta de la rendición de Valencia», en Alberto Montaner Frutos y Alfonso Boix Jovaní, Guerra en Šarq Alʼandalus: Las batallas cidianas de Morella (1084) y Cuarte (1094), Zaragoza, Instituto de Estudios Islámicos y del Oriente Próximo, 2005, págs. 285-287. ISBN 978-84-95736-04-8
- ↑ La Valencia musulmana, págs. 38 a la 41
- ↑ Alberto Montaner Frutos, «La Batalla de Cuarte (1094). Una victoria del Cid sobre los almorávides en la historia y en la poesía», en Alberto Montaner Frutos y Alfonso Boix Jovaní, Guerra en Šarq Alʼandalus: Las batallas cidianas de Morella (1084) y Cuarte (1094), Zaragoza, Instituto de Estudios Islámicos y del Oriente Próximo, 2005, págs. 97-340. ISBN 978-84-95736-04-8
- ↑ Coscollá Sanz, La Valencia musulmana, ed. cit. 2003, págs. 40-43.
Bibliografía
- Los Mozárabes Valencianos. Roque Chabas
- Vicente Coscollá Sanz (2003). La Valencia musulmana. Valencia. ISBN 84-87398-75-8.
- Puerto Ferre, Teresa y Culla Hernández, Joan Ignaci (2007). Cronología Histórica de la Lengua Valenciana. Valencia. ISBN 84-7795-470-4.
- Antonio Ubieto Arteta (1981 (primera edición 1971)). Orígenes del Reino de Valencia.. Zaragoza.. ISBN 84-7013-154-0.
- Malo de Molina, Don Manuel (1857). Rodrigo el Campeador. Madrid, Imprenta Nacional. ISBN 84-8339-208-9.
- Luis Viardot (1844). Historia de los árabes y de los moros de España.. Barcelona.. ISBN 84-8339-114-7.
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