- Tipología de las oraciones con se
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Tipología de las oraciones con se
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SE reflexivo
Se dice que una oración es reflexiva (o refleja) cuando la persona denotada por el sujeto es correferencial con el CD.
a. Juan Carlos baña al perro.
b. *Juan Carlosi baña a Juan Carlosi.
c. Juan Carlos se baña.
También existe reflexividad cuando el sujeto es correferencial con el CI.
a. Juan Carlos se compró un carro.
b. Juan Carlos se dijo: “Tengo que conquistarla”.
SE recíproco
Hay una oración recíproca cuando dos o más personas ejercen una acción una sobre la otra o las otras y, al mismo tiempo, la recibe de estas.
a. Los amigos se dieron la mano.
b. Juan Carlos y María Fernanda se besaron.
No todos los sujetos plurales en oraciones con se son recíprocos, pueden haber casos reflexivos.
a. Juan Carlos y María Fernanda se orinaron.
Incluso puede haber casos ambiguos que solo el contexto puede aclarar.
a. Juan Carlos y María Fernanda se bañaron.
b. Juan Carlos y María Fernanda se separaron.
SE pasivo
La pasividad se presenta cuando el paciente de una oración, que ocupa el papel de CD, es promovido a la posición de S, la cual era ocupada por un agente que se degrada a complemento preposicional o se elimina.
a. Juan Carlos firmó ese contrato.
b. Ese contrato fue firmado (por Juan Carlos).
Las oraciones pasivas son producto de un reajuste gramatical y no cambian el significado original del enunciado. En una oración como El bombardero fue derribado, hay un agente implícito, pues necesariamente alguien debió derribar al bombardero, aunque no se mencione.
Con respecto a las oraciones pasivas con se, se puede afirmar que son de este tipo aquellas construcciones en las que la frase nominal adyacente al verbo cumple la función de sujeto, o sea, concuerda con el verbo. El problema es que esto solo se puede notar al plural.
a. Se venden huevos.
b. Se hacen costuras.
c. Se necesitan albañiles.
d. Ayer se firmaron los tratados de paz.
e. El año pasado se construyeron veinte mil casas para los pobres.
SE impersonal
La impersonalidad se da cuando el sujeto de una oración se elimina, generalmente porque es desconocido o irrelevante. Las oraciones impersonales, cuando se derivan de construcciones transitivas, se parecen a las pasivas en la degradación del sujeto, pero se diferencian en que el CD no es promovido a esta posición en las primeras.
a. Juan Carlos embarazó a María Fernanda.
b. Embarazaron a María Fernanda.
Las oraciones impersonales con se dan cuando no hay una frase nominal adyacente al verbo o cuando hay una que cumple la función de CD, o sea, no concuerda con el verbo o es introducida por la preposición a, que es la marca de los CD animados específicos.
a. En ese lugar se pelea mucho.
b. Se dejó de trabajar en el almacén.
c. En aquellos años se comía muy mal.
c. Se espera al delegado.
d. Se homenajeó a los mejores estudiantes.
Muchos siguen la opinión de Emilio Alarcos Llorach, quien supone que todas estas oraciones son pasivas, pues en ellas la frase nominal concuerda con el verbo en singular. Sin embargo, esta opinión es muy fácil de debatir.
SE espurio
Se origina por disimilación cuando el pronombre le, les precede a lo, la, los, las.
a. Juan Carlos le dio un beso a María Fernanda.
b. *Juan Carlos le lo dio a María Fernanda.
c. Juan Carlos se lo dio a María Fernanda.
d. María Fernanda les dio un susto a sus papás.
e. María Fernanda les lo dio a sus papás.
f. María Fernanda se lo dio a sus papás.
SE medio
Las construcciones medias se denominan así porque se encuentran en un lugar intermedio entre las activas y las pasivas. Una oración es media cuando el lugar del sujeto es ocupado por un paciente, pero, a diferencia de las pasivas, la acción del verbo no posee un agente implícito.
a. Juan Carlos se ahogó.
b. María Fernanda se despertó.
c. La montaña se derrumbó.
SE posesivo
En español, la posesión no solo se marca con pronombres posesivos. También se puede señalar por medio de un CI. A esto se le suele llamar posesión externa.
a. *Duele mi cabeza.
b. Me duele la cabeza.
c. Robaron el carro de mi hijo.
d. Le robaron el carro a mi hijo.
e. Juan Carlos se golpeó el pecho.
f. María Fernanda se cortó las venas.
En estas construcciones, el SE sigue siendo reflexivo, pero es producto de la construcción externa.
SE incoativo
La partícula SE se agrega a ciertos verbos para indicar que la acción se comienza a realizar.
a. Juan Carlos va para Puntarenas.
b. Juan Carlos se va para Puntarenas.
c. Venga a mi casa.
d. Véngase a mi casa.
e. Juan Carlos durmió tres horas.
f. Juan Carlos se durmió a la 1 p.m.
SE expresivo
Hay un SE que se agrega a los verbos para imprimirle a la frase un sentido de énfasis.
a. Juan Carlos subió al segundo piso.
b. Juan Carlos se subió al segundo piso.
c. María Fernanda tomó el veneno.
d. María Fernanda se tomó el veneno.
SE antipasivo
Según Adolfo Constenla, en español existen las construcciones antipasivas. La antipasividad se da cuando el se degrada al paciente, que ocupa el lugar de CD de una oración.
a. Juan Carlos olvidó el libro.
b. Juan Carlos se olvidó del libro.
c. Juan Carlos agarró la cortina.
d. Juan Carlos se agarró de la cortina.
Esta opinión es muy personal y de amplia controversia.
El dativo de interés
Los pronombres átonos también pueden ser agregados para indicar la participación de una persona interesada, la cual casi siempre es el hablante.
a. No me lo emborrachen. b. Me lo golpearon.
Este tipo de construcciones solo origina SE espurios.
a. Se lo emborracharon.
Los verbos pronominales
Hay verbos que solo se utilizan acompañados del pronombre, como jactarse, quejarse, arrepentirse, atreverse, suicidarse, etc. En estos verbos no está claro el papel del SE, el cual oscila su significado entre la reflexividad y la voz media.
a. Juan Carlos se suicidó. (reflexivo) b. Juan Carlos se arrepintió. (medio)
Categoría: Gramática española
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