- Trastorno psicosomático
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Trastorno psicosomático
Se define como trastorno psicosomático aquel que teniendo origen psicológico, presenta síntomas fisiológicos que pueden producir alteraciones a nivel corporal. Se refiere pues a los dolores físicos que tienen las personas que no son producidos por una enfermedad orgánica sino como consecuencia de problemas psicológicos que deriva en un dolor físico.
Contenido
Factores desencadenantes de un trastorno psicosomático
Biológicos:
- Carenciales: hambre, sed, o la falta de alguna vitamina o metabolito
- Alteraciones: fiebre, deshidratación
- Enfermedades que producen estrés biológico.
Psicológicos:
- Condiciones de trabajo negativas por sobrecarga de tareas o esfuerzo mental
- Monotonía o variación excesiva en el curso vital,
- Factores relacionados con el miedo, la frustración o el conflicto, etc.
Sociales o relacionales
Hacinamiento, incomunicación, relaciones insatisfactorias con los grupos de pertenencia, aislamiento
Trastornos psicosomáticos ocasionados por enfermedades orgánicas
Biológicos:
- Alergias y enfermedades autoinmunes.
- Psicológicos:
- Trastornos psicológicos como las conductas ansiosas, las fóbicas, las obsesivas, los déficit de conductas de afrontamiento adecuadas, etc.
Sociales o relacionales:
- Conductas agresivas y violentas, conductas dependientes e inmaduras, dificultades para la obtención de apoyo social, etc.
Trastornos psicosomáticos más frecuentes
- Trastorneos cutáneos: acné, dermatitis, pruritos, eczemas, hiperhidrosis, urticaria y alopecia areata.
- Trastornos hemáticos y linfáticos
- Sistema inmunológico: cáncer, enfermedades infecciosas, alergias.
- Trastornos cardiovasculares: enfermedad coronaria, taquicardia, arritmia, hipertensión, infarto, angina de pecho.
- Trastornos gastrointestinales: gastritis crónica, úlcera péptica, colitis ulcerosa, vómitos, estreñimiento, hiperacidez, cardialgia y colon irritable
- Dolor crónico:: cefalea, migraña, artritis reumatoide, dolor sacroiliaco.
- Trastornos de los órganos de los sentidos
- Trastornos osteomusculares: tortícolis y cefaleas tensionales
- Genitourinarios: dismenorreas, desórdenes menstruales.
Predisposición a sufrir un trastorno psicosomático
- Las personas más proclives a padecer un trastorno psicosomático suelen ser aquellas que tienen dificultad para expresar sentimientos y/o para afrontar factores estresantes. Estos estados anímicos activan o inhiben procesos corporales.
- La llamada personalidad tipo A (sujetos hiperactivos, agresivos, impacientes, muy implicados en le trabajo) es un factor de riesgo para padecer cardiopatía isquémica (angina de pecho, infarto de miocardio (IAM));
- La personalidad tipo B (personas tranquilas, confiadas, con expresión abierta de sus emociones) no está asociada a ninguna enfermedad (actuaría como factor “protector”),
- La personalidad tipo C (sujetos pasivos, conformistas, sumisos, con escasa expresión de sus emociones) parece predisponer a algunos tipos de cáncer.
El trastorno psicosomático como interacción cuerpo-mente
Cuando se produce una interacción cuerpo-mente, originado por estrés social o psicológico, puede desencadenar una serie de enfermedades graves, tales como la diabetes, el lupus eritematos, la leucemia o la esclerosis múltiple. Asimismo las emociones negativas pueden afectar a ciertas funciones corporales como la frecuencia cardíaca, la sudoración, los patrones del sueño y el ritmo de las evacuaciones intestinales.
Las investigaciones actuales (2007) aún no han identificado las vías de comunicación y los mecanismos por los cuales interactúan el cerebro y el sistema inmune. Sin embargo, las investigaciones han demostrado que esas relaciones existen.
Se ha demostrado que la urticaria puede producirse por una alergia física o por una reacción psicológica. La depresión puede inhibir el sistema inmune, haciendo que una persona deprimida sea más predispuesta a ciertas infecciones, como las causadas por los virus del catarro común.
El estrés puede causar síntomas físicos aunque no exista enfermedad orgánica. En muchos casos el cuerpo responde fisiológicamente al estrés emocional. A veces el estrés puede causar ansiedad, tensión muscular causante de una serie de dolores musculares.
En muchos casos llegan a realizarse muchas pruebas diagnósticas infructuosamente, tratando de descubrir la causa del aumento del ritmo cardíaco, de los dolores de cabeza o de los dolores de espalda, sin encontrar la causa orgánica que los produce.
Los factores psicológicos pueden influir indirectamente el curso de una enfermedad, algunas personas gravemente enfermas niegan estarlo o niegan su gravedad. La negación es un mecanismo de defensa que ayuda a reducir la ansiedad y hace más tolerable una situación amenazadora. Sin embargo, la negación puede impedir que una persona cumpla un tratamiento, lo cual puede acarrear consecuencias graves.
Por el contrario, también las enfermedades físicas pueden afectar al pensamiento de una persona o a su estado de ánimo. Las personas con enfermedades graves, recurrentes o crónicas, generalmente se deprimen. La depresión puede empeorar los efectos de la enfermedad orgánica y se añade a los padecimientos de la persona.
La depresión puede conducir a insomnio, pérdida de apetito, pérdida de peso y cansancio extremo, en muchos casos, la persona cree que la causa de su sintomatología es causada por un trastorno físico. Esto se conoce como depresión “enmascarada”. Algunas personas son capaces de admitir que se encuentran deprimidas, pero entonces tratan de explicarlo como resultado de un trastorno físico.
Fuentes
- Trastornos psicosomáticos Manual MERCK de información médica para el hogar.
- Tratamiento de los trastornos psicosomáticos Manual de psicoterapia cognitiva.
- ¿Cómo se origina un trastorno psicosomático? Salud mental. Saludalia.com
Categoría: Psicopatología
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