- Controversia por la organización de la Copa del Mundo 2002
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La Copa Mundial de fútbol de 2002 fue la causa de varias disputas públicas entre Corea del Sur y Japón respecto a la organización y designación de la sede de la primera Copa del Mundo que se realizaría en Asia, y también se cree que empeoró las históricas desavenencias diplomáticas entre estos países. Finalmente, ambas naciones realizaron de manera conjunta el torneo sin mayores incidentes desde el 31 de Mayo al 30 de Junio de aquel año.
Al principio, los dos países competían en el proceso de licitación del torneo, pero en una decisión de último minuto antes de la votación, llegaron a un acuerdo con la FIFA para coorganizar el evento. Sin embargo, la naturaleza competitiva de ambas naciones anfitrionas (debido en parte a su histórica rivalidad) trajo problemas en la organización y en la logística. Tras el término del torneo, la FIFA declaró repetidamente que era poco probable que volviera a realizarse un evento de manera conjunta, y en el año 2004, el organismo afirmó que sus estatutos no permitirían licitaciones de este tipo, lo que al final no fue cierto, ya que la FIFA aceptó dos propuestas para coorganizar los mundiales del 2018 ó del 2022, una por parte de Bélgica y Holanda, y la otra por parte de Portugal y España.
Contenido
Antecedentes
En 1986, el ex presidente de la FIFA Joao Havelange propuso la idea de realizar la Copa del Mundo en Asia o en África. China era la primera opción para organizar el mundial en el continente asiático, pero más tarde se descartó debido a los asuntos relacionados con los derechos humanos y la logística en aquella nación.
Por lo tanto, Havelange decidió entregar su apoyo a Japón. La Asociación Japonesa de Fútbol, que estaba interesada en aumentar la popularidad del fútbol en el país, decidió presentar una propuesta y organizó un comité preliminar en el año 1989.
Corea del Sur, que también le interesaba ser el primer país asiático en realizar una Copa del Mundo, dio a conocer sus intenciones en 1993 tras la exitosa organización de los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988, por lo que organizó un comité al año siguiente. El organismo del fútbol europeo (UEFA), molesto por el poderío de Havelange, decidió entregar su apoyo a la propuesta presentada por Corea del Sur.
En Febrero de 1995, ambos países anunciaron sus candidaturas, y ningún otro país decidió realizar campañas para organizar el torneo.
Con Japón teniendo el respaldo de FIFA y Corea del Sur recibiendo el apoyo de la UEFA, el mundo del fútbol se encontraba muy dividido. Ambos países destacaban su moderna infraestructura, riqueza y tecnología como puntos claves. Además, Corea del Sur pensaba que merecía convertirse en el país sede debido a su mayor tradición en el fútbol profesional.
Licitación
La defensa de intereses por parte de ambas partes fue intensa y estaba extravagantemente financiada, aunque no se sabe exactamente cuánto dinero gastaron ambos países en esos siete años de disputa. Japón pudo haber tenido un presupuesto cercano a los 50 millones de dólares para la licitación y para construir o mejorar los estadios y hoteles en quince ciudades del país. Corea del Sur planeó construir once nuevos estadios y renovar otros quince con un costo aproximado de 1300 millones de dólares. Corea del sur criticaba la propuesta japonesa al considerarla como meramente “comercial”, y al describir el desarrollo de la nueva liga de fútbol profesional de aquel país, la J – League, como una burda forma de ejercer presión.
Los surcoreanos pensaban que merecían el derecho a organizar la Copa del Mundo. La liga de fútbol profesional japonesa recién se inauguró en 1993 y el fútbol comenzaba a ser popular en Japón. En cambio, Corea del Sur había establecido la primera liga de fútbol profesional en Asia una década antes y el fútbol era bastante popular desde hace mucho tiempo.
En partidos entre ambos países, Corea del Sur había ganado 52, perdido 12 y empatado 15. Corea del Sur era la potencia dominante de la región y había clasificado a cuatro mundiales (más que cualquier otro país asiático). En aquellos años, Japón no había clasificado a ninguna Copa del Mundo (clasificaría más tarde al mundial de Francia en 1998). Los directivos coreanos quisieron utilizar estos hechos a su favor, pero no tuvieron éxito. Los directivos japoneses respondieron que la Copa del Mundo de 1994 se le otorgó a Estados Unidos, cuya selección no había ganado ningún partido en un mundial desde 1950 ni tampoco había clasificado a los mundiales entre el periodo de 1954 y 1986.
Muchos grupos en Corea del Sur entregaron su apoyo a la Copa del Mundo. El presidente surcoreano Kim Young-sam usaba un gorro y una polera con el título “World Cup 2002” durante sus trotes de la mañana. Los monjes budistas de un templo en Seúl rezaban para que la FIFA aprobara la propuesta surcoreana, en la parte frontal del Aeropuerto Internacional de Gimpo se utilizaron banderas con el título “Un sueño para todos, Copa del Mundo Corea del Sur 2002” y el balón de fútbol más grande del mundo en aquella época (3,6 metros de diámetro) se encontraba en la entrada del edificio donde estaban las oficinas del comité de licitación surcoreano.
Las grandes empresas también se unieron a la campaña surcoreana brindando todo su apoyo. Ku Puong-hoe, un ejecutivo de LG, era el presidente del comité de la candidatura de Corea del Sur para el mundial de 2002. El Grupo Hyundai también mostró un amplio interés en el proyecto.
Chung Mong-joon, quien dirigía la Asociación de Fútbol de Corea del Sur, sugirió que la realización del torneo podría traer la paz a la península coreana, con la participación de Corea del Norte en el evento. Los dirigentes de la FIFA se sintieron atraídos con la idea de que la Copa del Mundo pudiera ser no solo un evento deportivo, sino que también un “catalizador para la paz mundial”.
Los japoneses también entregaron todo el apoyo posible a su causa. Dos ex ministros japoneses visitaron el Medio Oriente para recibir apoyo a favor de Tokio. Japón destacó su éxito en la realización de la Copa Intercontinental al igual que su seguridad, poder económico, estabilidad gubernamental y tradición democrática. Los dirigentes japoneses también señalaron que la realización del torneo en Corea del Sur podría provocar un ataque terrorista por parte de Corea del Norte. Los surcoreanos respondieron que los visitantes extranjeros en Japón estarían expuestos a los peligros de un terremoto o incluso a los ataques con gases por parte de una secta de fanáticos como Aum Shinrikyo. Un miembro europeo de la FIFA declaró que “Es cada vez más obvio que el temor a perder el torneo sea más importante que el deseo de ganarlo. Está claro que la nación que pierda la licitación sufrirá un golpe devastador”. La disputa de Corea del Sur y Japón por realizar el primer mundial en Asia se convirtió en una contienda cada vez más amarga.
Decisión
El 31 de Mayo de 1996 la FIFA anunció que Corea del Sur y Japón coorganizarían la Copa del Mundo de 2002. Varios analistas consideraron esta decisión (sin precedentes en la historia los mundiales) como un “lavado de manos” por parte del organismo rector del fútbol.
El 6 de Noviembre de 1996 la Fédération Internationale de Football Association (FIFA), en un encuentro en Zurich, Suiza, dio a conocer la decisión de que Corea del Sur y Japón coorganizarán el mundial 2002.
Tres o cuatro meses después de la decisión, Corea del Sur y Japón se reunieron para decidir cómo se llamaría el torneo y quién realizaría los eventos importantes como la ceremonia de apertura, la ceremonia de clausura y el partido final. En un principio, la FIFA sugirió que el torneo se llamase “Japan-Korea” para seguir el orden alfabético en inglés, pero Corea del Sur insistió en utilizar el orden alfabético en francés “Corée” y “Japon” (debido a que la sigla “FIFA” está en francés) y llamar al torneo “Korea-Japan”.
En líneas generales, las disposiciones definitivas de la FIFA fueron las siguientes:
1. El nombre oficial del evento será 2002 FIFA WORLD CUP Korea Japan. 2. El torneo tendrá un total de 32 selecciones participantes y 64 partidos. Durante la primera ronda de la competición, cada país anfitrión acogerá a 4 grupos de 4 equipos cada uno. 3. Cada país anfitrión presentará un mínimo de 6 y un máximo de 10 estadios para realizar el evento. 4. El partido inaugural se realizará en Corea del Sur y el partido final se realizará en Japón. 5. El sorteo para seleccionar a los equipos para los partidos de eliminatorias se realizará en Japón y el sorteo para determinar a los equipos para los partidos de la fase final se realizará en Corea del Sur. 6. Ambos países anfitriones tendrán el derecho a presentar a sus selecciones nacionales en la competencia.
“La Copa del Mundo tiene una función psicológica importante en la recuperación económica y en la ayuda a recuperar la confianza respecto al futuro de nuestro país” declaró Chung Mong-joon. “Pero lo más importante, es que la experiencia de coorganizar la Copa del Mundo 2002 puede unir a Corea del Sur y Japón, y unir a los coreanos resolviendo todas las diferencias sociales y regionales dentro de Corea”.
Polémicas
El 5 de Enero de 2001, Yasuhiko Endo, secretario general del comité organizador japonés, informó a los surcoreanos que se decidió invertir el orden de los nombres en los boletos que se venderían en Japón. Al insistir en que se había acordado que quedaba a propia discreción sobre cómo escribir el nombre del torneo en su propio lenguaje, los japoneses lo llamaron Copa del Mundo “日本・韓国 (Japón/Corea del Sur)”. La Asociación de Fútbol de Corea del Sur reclamó que alterar el orden de los nombres de los países dañaría el espíritu de la coorganización y violaría el acuerdo existente entre ellos. La FIFA aceptó este reclamo y ordenó a Japón que dejara de invertir el orden de los nombres. Los japoneses decidieron eliminar los nombres por completo, quedando simplemente como “Copa del Mundo 2002”. En el caso del lenguaje inglés, se mantuvo el orden “Korea/Japan”.
Ambas partes llegaron al extremo de discutir por los nombres del trío de mascotas oficiales del torneo. Los surcoreanos consideraron que los nombres de las mascotas (Ato, Nik y Kaz) eran demasiado “japoneses”. Por ejemplo, “Kaz” se parece al nombre de un futbolista japonés y la pronunciación del sonido “z” no existe en el lenguaje coreano. Los japoneses consideraron que esta discusión era incómoda, debido a que la FIFA creó los personajes y sus nombres.
El emperador Akihito y el príncipe heredero Naruhito rechazaron una invitación de larga estadía por parte de Corea del Sur para que asistieran a la ceremonia inaugural de la Copa del Mundo en Seúl. En cambio, el príncipe Takamado y la princesa Takamado realizaron una visita de seis días a Corea del Sur y asistieron al evento de gala inaugural. Ésa fue la primera visita oficial a Corea del Sur por parte de un miembro de la familia real japonesa desde el año 1945.
Tradicionalmente, el jefe de estado de la nación anfitriona asiste al partido inaugural. Aunque de manera oficial Japón no tiene un jefe de estado, generalmente el emperador es considerado como el jefe de estado del país (la Constitución de Japón lo define como “el símbolo del Estado y la unidad del pueblo”). La decisión del emperador de no asistir a la ceremonia inaugural fue atribuida a la prolongada animosidad hacia Japón. Sin embargo, muchos surcoreanos se sintieron decepcionados cuando se confirmó que el emperador no asistiría.
El primer ministro japonés Junichiro Koizumi estuvo presente en las ceremonias de inauguración, y el emperador, el primer ministro y el presidente de Corea del Sur Kim Dae-jung asistieron al partido final realizado en Yokohama.
A pesar del conflicto entre ambos países, aproximadamente el 74,6% de japoneses y el 60,9% de surcoreanos encuestados pensaron que la Copa del Mundo ayudaría a mejorar las relaciones internacionales entre las dos naciones.
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