- Imperio jemer
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El Imperio jemer o Imperio de Angkor fue un poderoso reino cuyo territorio central corresponde con lo que hoy en día es el Reino de Camboya en el Sudeste asiático, pero que también comprendía los territorios de los modernos países de Tailandia, Laos, Camboya, Vietnam, parte de Birmania y Malasia. El imperio surgió como una escisión de los reinos de Chenlá y Funan y tuvo como centro la Ciudad Sagrada de Angkor, hoy Ciudad de Siem Riep, al norte del Lago Sap. Su esplendor y la enorme riqueza arqueológica y cultural, son la inspiración nacional de sus directos descendientes, la mayoría de ellos jemeres presentes sobre todo en Camboya, pero en mayor o menor medida en los países circundantes.
Contenido
Historia
Véase también: Historia de CamboyaLa génesis de lo que sería el poderoso Imperio jemer se daría ya desde el siglo I con la presencia de elementos culturales, militares y religiosos de la India. Hasta el siglo VII el territorio del Sudeste asiático se organizaría políticamente en tribus de las cuales saldrían dos misteriosos reinos que todavía constituyen una incógnita para la historia y la arqueología: Chenlá y Funán. La invasión que hizo Indonesia durante el siglo VII al Sudeste asiático sería motivo de unidad política definitiva después de la independencia liderada por el carismático descendiente de Kambu Svayambhuva, fundador de la cultura jemer: Jayavarman II, el dios-rey. Heredera de la cultura de la India, el Imperio nació profesando la religión hindú y por ello toda la cosmología, la arquitectura, las costumbres, la concepción de lo sagrado y la mentalidad, estuvo ampliamente reflejada en esa religión, aunque no se acogió el concepto de castas, sino del brahmanismo. Un millón de personas de la etnia Khmer, quienes dominaban el imperio,[1] vivían en Angkor, dominando un área de más de 5 millones de Km².
Los templos de Angkor
Los templos de Angkor constituyen el principal legado del Imperio a la posteridad, junto a su pueblo. Angkor es el testimonio del inmenso poder y riqueza que acumuló el Imperio jemer, así como de la variedad de creencias que hizo suyas a lo largo del tiempo. Se tiene constancia de templos levantados desde finales del siglo VIII, a partir del reinado de Jayavarman II,[2] mientras que el templo de Angkor Wat se erigió durante el reinado de Suryavarman II, quien murió en 1150. La concepción hindú del rey-dios llevó a los reyes angkorianos a dejar cada uno su propio templo-monte y de esta manera cada rey hasta el siglo XIV haría su propio templo, lo que se extendería por kilómetros a la redonda siendo hoy el más grande complejo religioso del mundo.
La religión angkorigina
Si bien el Imperio fue fundado bajo la égida del hinduismo y el mismo continuaría presente en la cultura hasta los tiempos contemporáneos, el Imperio jemer bien pronto vería llegar una nueva religión esta vez desde Sri Lanka y su Budismo Theravada durante el siglo XIII. El rey Jayavarman VII quedó cautivado por las enseñanzas que le fueron transmitidas por los monjes visitantes de aquel país acerca del Buda y sin más se convirtió a la nueva religión. Poco a poco todos los súbditos lo seguirían, pero los elementos hinduistas nunca desaparecerían, creando un particular sincretismo religioso hoy fácil de observar en los modernos jemeres. Durante el reinado de Jayavarman VIII a finales del siglo XIII se produjo una breve reimplantación del culto hinduista como religión de Estado.
Apogeo y arquitectura
El gran apogeo del Imperio jemer sería bajo el reinado de Jayavarman II (802-850). arquitectónico. Jayavarman se proclamó rey-dios al subir al trono con el poder conferido por Shivá. Desde entonces, los reyes jemeres exigieron lealtad a sus súbditos, y construyeron grandes templos y palacios. Los ingenieros idearon un innovador sistema de riego con el fin de hacer las cosechas más productivas, cosa que les permitió generar un excedente destinado a los sacerdotes de las ciudades-templo.
Decadencia
La decadencia del Imperio jemer es motivo de muchas discusiones contemporáneas. Para muchos el país se enfrentó a hambrunas que debilitaron su economía e hicieron el país frágil para las incursiones extranjeras. Para otros pudieron ser pestes. Pero indudablemente tuvieron que ver en esto la acción expansionista de los siameses, una antigua tribu China que había entrado al territorio jemer huyendo de la invasión de los mongoles. Poco a poco los inmigrantes asumirían muchos aspectos culturales jemeres y su fuerza creciente les haría conformar su propio Reino en gran parte del territorio del Imperio. La prueba de su fuerza y de la debilitación del que había sido el amo del Sudeste asiático se demostraría en 1431 cuando estos invadieron el país, saquearon la ciudad sagrada de Angkor y pusieron fin a uno de los que había llegado a ser un poderoso imperio. La familia real, con el rey Dharmara Jadhiraja, el último monarca angkoriano, abandonan la ciudad sagrada y se establecen en Phnom Penh, al sudeste y más lejos de Tailandia. La ciudad sagrada de Angkor caería en el abandono y el olvido. Apenas habitada por los monjes budistas que nunca la abandonaron, fue engullida por la selva y olvidada por los jemeres. Hoy es una de las maravillas del mundo, el principal patrimonio del pueblo camboyano y un punto obligado del turismo y la arqueología.
Ruinas
Entre las obras más importantes que se conservan del Imperio jemer son los rostros del rey-dios Jayavarman VII (1181-1218), rey que expulsó a los invasores cham y reconstruyó Angkor. Fue además el primer rey jemer budista.
Angkor Wat, el complejo religioso de la ciudad sagrada, fue descubierto en 1861 por el naturalista francés Henri Mouhot. Se trata de una combinación de templos y palacios donde los reyes vivían y eran sepultados, comenzada por el rey Suryavarman II a partir del año 1113.
Referencias
Véase también
- Danza clásica Jemer
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