- Javier Bueno
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Javier Bueno (Madrid, 1891 - id. 26 de septiembre de 1939) fue un periodista y activo militante socialista español, que desarrolló buena parte de su labor entre Asturias y Madrid.[1] [2] [3] [4]
Hijo de la actriz Soledad Bueno y el periodista José Nakens, Bueno era hombre de formación autodidacta que se ganaba la vida como vendedor de periódicos y, ocasionalmente, escribía en algunos diarios y semanarios. Establecido en Asturias, pasado un tiempo tuvo la oportunidad de dirigir el periódico Avance, que en el verano de 1933 apenas tenía algunos lectores concienciados dentro de la izquierda asturiana. Su impulso fue fundamental para el espectacular crecimiento del periódico, sumando más y más lectores, hasta convertirse en referente de los trabajadores asturianos. Contribuyó a su expansión el modelo de diario que Javier Bueno desarrolló: recogiendo el sentir y las historias de muchos asturianos de distintos puntos de la entonces provincia, consiguió captar la atención e interés de un gran número de lectores que se sentían reconocidos en aquellos sufrimientos, luchas, experiencias y anhelos. Además, se convirtió en el medio fundamental para que en las localidades aisladas se tuviera noticias del resto de Asturias.[3] [4]
Revolución de 1934
Poco antes de la revolución de 1934, Avance se había convertido en el periódico de mayor tirada en Asturias y fue clave en la misma.[3] Bueno fue detenido en dos ocasiones tras los sucesos de 1934 por ser el director del diario. Fue procesado, acusado de de inducción y "excitación" a la rebelión, condenado a reclusión perpetua y multado con 70 millones de pesetas. El gobierno de la CEDA y los periódicos proclives a esta publicaron un folleto con una fotografía de Bueno detenido (reproducido en los diarios), donde se podía leer:[5]
Javier Bueno, director de Avance. En la foto se ven claramente las llagas furunculosas que padece y que se han querido hacer pasar, torpemente, por huellas de supuestos malos martirios. ... [cualquiera puede ver que se trata de] furunculosis vulgar, muy fuerte por la naturaleza posiblemente diabética del enfermo, y de la cual se está tratando convenientemente al señor Bueno por los médicos del Cuerpo de Prisiones.Más tarde y aún en prisión escribirá su versión:[5]
En la madrugada del 6 [de octubre] soy detenido y el 8 por la tarde llevado desde la comisaría al cuartel de Guardias de Asalto. Allí sigo en mangas de camisa, y así mismo he de remangarme para fregar los retretes del local, misión que se me señala. Estoy sano. Algún guardia dice mirando el ánimo con que trabajo y mis brazos desnudos: "Eres un fuerte ¿eh?", "Como Hércules", contesto yo . El día 14 aún logro distinguirme como cavador. El día 16 me llama a declarar en el proceso contra Teodomiro Menéndez el juez capitán señor Janáriz (o comandante, no estoy seguro) que actúa en el cuartel. Una vez que he declarado le expreso mi voluntad de presentarle una denuncia por malos tratos. Me dice que volverá a llamarme por la tarde, ya para deponer respecto de mi propia detención y si le presento la denuncia me la admitirá. Pero el mismo día 16 por la tarde, antes de que el capitán señor Janáriz lleve a cabo su intención de llamarme a declarar, soy trasladado a la cárcel de Oviedo. Dos o tres días después pido asistencia para una llaga que tengo abierta en el brazo derecho y otros dos flemones a punto de abrirse. Me es tan molesto moverme, que los compañeros que me sirven el rancho hacen lo posible por ayudarme en el sencillo menester de recibirlo. ... El doctor Combarros, médico militar, que fue quien diariamente me curó en Oviedo con esmero y cordialidad que tengo muy presentes, hasta que me llevaron a Madrid, ante la inquietud mía porque tardaban en cicatrizar las llagas en que "el más lego en cuestiones médicas ve una furunculosis vulgar", me dice textualmente: "No se preocupe; esta clase de lesiones no cierran hasta que se elimina todo el tejido magullado". Sé que es hombre muy cabal, incapaz del cómodo expediente de olvidar lo que se dice. Se acuerda. Se me traslada a Madrid y el médico de aquella cárcel diagnostica en mi presencia, dictando al practicante apellidado Mozos, quien lo asienta en libro registro que sin duda subsiste, "heridas de tantos centímetros, con pérdida de substancia y en período de cicatrización". Nada de llagas furunculosas.El relato continúa, declarando que ya no le verá el médico de la prisión, sino otro preso, el doctor Robles Soldevilla, le cura diariamente. El 20 de diciembre, tras más de tres meses, se le da el alta. Las preocupaciones sobre su suerte de la Asociación de la Prensa de Madrid, provocaron nuevos malos tratos en lo que Bueno llama, "llagas oportunamente aparecidas", y que se curaron tras otros dos meses. En la primera ocasión que tiene de presentar denuncia, lo hace ante el Juzgado Militar número 1 de Madrid.[5] Permaneció en prisión hasta 1936, cuando con la victoria del Frente Popular en las elecciones de aquel año se dictó una amnistía.[3] [4]
Guerra Civil y muerte
Regresó a dirigir Avance, pero con el golpe de Estado que condujo a la Guerra Civil y que en Oviedo se manifestó con la sublevación del general Aranda, Bueno se unió a las milicias para defender a la República frente a los sublevados. Combatió varios meses en Asturias hasta que fue herido. En 1937, ya recuperado, retomó su labor como director de Avance. Con la caída de Asturias en manos de los ejércitos sublevados, huyó a Francia para regresar a Madrid, donde dirigió el semanario socialista Claridad.[3] En marzo de 1939, con la caída de Madrid al final de la guerra, fue detenido y preso en la cárcel de Porlier, donde también se encontraba su amigo y periodista asturiano, Juan Antonio Cabezas. Fue condenado a muerte en juicio sumarísimo (tuvo diez minutos para defenderse tras renunciar su abogado). Mientras esperaba la ejecución de la sentencia, dio clase de Gramática a los reclusos. Fue ejecutado a finales de septiembre de 1939. Casado en dos ocasiones, tras su muerte su primera esposa y sus siete hijos fueron expulsados de su casa como represalia; lo mismo ocurrió con su segunda esposa, Mariana Brasero Potenciano y el hijo que tenían en común, Germán Luis Bueno Brasero, que tras haber estado en varios campos de concentración en Francia, regresa a España.[2]
Referencias
- ↑ Homenaje a Javier Bueno y Juan Antonio Cabezas por la Asociación de la prensa de Oviedo.
- ↑ a b Juan Antonio Cabezas y Javier Bueno, la noble odisea de los vencidos. Fueron reivindicados en la Universidad de Oviedo, lne.es (La Nueva España).
- ↑ a b c d e Álvaro Fleites Marcos: Prensa y Guerra Civil en Asturias. De las elecciones del Frente Popular a la caída de Gijón (1936-1937). Editorial Azucel. Avilés, 2008. ISBN 9788496175259
- ↑ a b c Folleto exposición: Catorce meses de Guerra Civil en Asturias. Consejería de Cultura, Comunicación Social y Turismo, Dirección General de Promoción Cultural y Política Lingüística. Principado de Asturias. Gijón, 2006. 110 pp. Depósito legal: AS. 1213-2006.
- ↑ a b c Artículo en Octubre, de la Juventudes Socialistas de España, publicado en marzo de 1935.
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