- Terapia neural
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Se denomina terapia neural a un tipo de medicina alternativa consistente en la aplicación de un anestésico local en determinadas zonas del cuerpo. Según los defensores de esta técnica, la anestesia local influenciaría el sistema nervioso vegetativo, desencadenando diversas acciones a distancia, y sirviendo como tratamiento para múltiples enfermedades y dolencias, si bien no existe evidencia científica que avale su efectividad para ninguna enfermedad.[1] En el tratamiento contra el dolor, otros estudios parecen indicar que la terapia neural ofrecería unos resultados similares a los de la acupuntura.[2]
La terapia neural es particularmente popular en Alemania, donde se aplica en tratamientos contra el dolor, aunque también está extendida en el resto de Europa y Sudamérica.[3]
Contenido
Historia
La idea de que el sistema nervioso influye en todas las funciones del cuerpo se atribuye al ruso Ivan Petrov, a finales del 1800,[3] pero la técnica de la terapia neural fue desarrollada a partir de 1925 por los médicos alemanes Ferdinand Huneke y su hermano Walter, quienes accidentalmente inyectaron una dosis intravenosa de procaína a su hermana, aquejada de dolores de cabeza crónicos. La repentina desaparición del dolor tras la inyección del anestésico les llevó a realizar nuevas pruebas, inyectando procaína en zonas afectadas por un trauma, tales como cicatrices. Posteriormente, se atribuyó a estas prácticas la capacidad para tratar una gran variedad de enfermedades.
Aunque la aplicación intravenosa de anestésicos locales puede traer complicaciones graves, como por ejemplo ataques convulsivos y trastornos del ritmo cardíaco, Huneke observó en este caso una cura inmediata y de efectos estables y continuó investigando las virtudes de la aplicación de procaína en conjunto con su hermano Walter. En el transcurso de varios años surgió como resultado de estas investigaciones primeramente un método de tratamiento conocido como «terapia segmentaria» o «terapia de segmentos» (Segmenttherapie) como rama de la terapia neural.
En 1940 Huneke trató a una mujer que padecía de migraña, dolores en las articulaciones del hombro y tenía una herida en la pierna (Osteomielitis). Después de haberle aplicado terapia segmentaria ya varias veces sin lograr resultados, aplicó el tratamiento en la pierna y al cabo de pocos segundos habría aparecido una clara mejoría en el área del hombro. Huneke postuló entonces la existencia de «campos interferentes» (Störfelder); donde se trataría de estados infecciosos crónicos que debulitan «energéticamente» al organismo en su totalidad y que podrían provocar molestias en otras áreas del cuerpo. Huneke creía que el fenómeno que él denominó «cura del fenómeno en segundos» (Sekundenphänomen-Heilung) se trataría de una curación de focos de enfermedad que habrían causado un «efecto distante». Huneke rechazó con indignación las objeciones críticas acerca de que podría tratarse de sugestiones. Desarrolló a partir de sus onservaciones la «terapia de campos interferentes» (Störfeldtherapie), que es la que hasta hoy mantienen sus discípulos.
La «Sociedad médica internacional de terapia neural según Huncke» („Internationale medizinische Gesellschaft für Neuraltherapie nach Huneke e.V.“ - IGNH) se fundó en 1958 con el objetivo de divulgar y promover la extensión de la terapia neural. En 1981, la «Academia alemana de terapia neural y acupuntura» (Deutsche Akademie für Neuraltherapie und Akupunktur e.V.) se distanció de esa asociación internacional al asumir las críticas al procedimiento, para comprender desde entonces este método ya no como una cura total, sino como una terapia adicional, en el sentido de una anestesia local diagnóstica y terapéutica.[4]
Teoría
Existen varias teorías que pretenden dar una base teórica a la terapia neural, no estando ninguna de ellas reconocida por la comunidad científica. Las teoría que se basa en los "campos interferentes", y afirma que en el cuerpo de una persona sana la energía fluye libremente, y que el estrés, la malnutrición, o el daño en algún tejido pueden dificultar este flujo de energía. El objetivo de la terapia neural sería el restituir ese flujo, anestesiando la zona afectada.[3] Otras explicaciones aluden a desórdenes eléctricos u otros motivos, siempre con la idea central de restituir el equilibrio del cuerpo mediante la inyección selectiva de un anestésico local.[3]
Efectos colaterales y complicaciones
Desde que se utiliza la terapia neural se han reportado reiteradamente incidentes mortales, en los que se ha cuestionado la aplicación del procedimiento.[4] Se conocen las siguientes complicaciones, en parte se trata de casos descritos por el propio Huneke y en parte por otros autores:
- Lesiones con resultado de muerte tras inyecciones en el ganglio cervicotoráxico.
- Hemorragia intracraneal tras inyección en la arteria vertebral.
- Herida mortal del páncreas.
- Perforación del globo ocular.
- «Episodios convulsivos en todo el organismo» debidos a una hipersensibilidad a la procaína.
- Reacciones alérgicas.
Incluso en la aplicación exacta o profesional de la terapia neural de Huneke pueden producirse lesiones graves en los pacientes. Stöhr y Mayer (1976) y otros autores reportaron el caso de cinco pacientes que sufieron lesiones en la raíz nerviosa tras inyección paraventral en terapia neural.[5] [6] En un caso se produjo una hemorragia cerebral con peligro de muerte.[7]
Tradicionalmente, en la terapia neural el anestésico local Procaína desempeña un papel central. Para la anestesiología clínica, sin embargo, esa substancia ha perdido importancia debido a que posee algunas características inconvenientes. Por una parte se distribuye mal en el tejido, en comparación con la manera más eficiente en que se difunden otros anestésicos locales. Por otra parte, la procaína pertenece al grupo de los aminoésteres, en cuya metabolización por la enzima omnipresente pseudocolinesterasa se libera ácido paraaminobenzoico. Las reacciones alérgicas de algunos pacientes con frecuencia son causadas por el ácido paraaminobenzoico y no directamente por la procaína. Adicionalmente la administración de procaína (como en el caso de cualquier otro anestésico local) puede producir los típicos efectos colaterales que se observan para este grupo de substancias, como por ejemplo, alteraciones del ritmo cardíaco y síntomas asociados al funcionamiento del sistema nervioso central, desde menores, hasta estados convulsivos generalizados.[8] Aparte de procaína se utiliza también lidocaína o prilocaína.
Tal como es el caso de muchos métodos de tratamiento en el área de la medicia alternativa, la efectividad que se afirma no está demostrada científicamente. Por esta razón, los costos del tratamiento no son asumidos por los seguros legales de salud (en los países de la Unión Europea). También existe el riesgo de que por la aplicación primaria de la terapia neural para el tratamiento de enfermedades graves, se retarde el inicio de una terapia efectiva con métodos científicamente reconocidos.
Referencias
- ↑ http://www.cancer.org/Treatment/TreatmentsandSideEffects/ComplementaryandAlternativeMedicine/HerbsVitaminsandMinerals/neural-therapy?sitearea=ETO
- ↑ http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/15108608
- ↑ a b c d http://www.cancer.org/Treatment/TreatmentsandSideEffects/ComplementaryandAlternativeMedicine/HerbsVitaminsandMinerals/neural-therapy?sitearea=ETO
- ↑ a b Irmgard Oepen: Neuraltherapie- „Zauberspritze“ oder diagnostisch-therapeutische Lokalanästhesie? in: Außenseitermethoden in der Medizin. Ursprünge, Gefahren, Konsequenzen. Wissenschaftliche Buchgesellschaft, Darmstadt 1986, ISBN 3-534-01736-6
- ↑ Stöhr M, Mayer K., Nerve-root damage from local injections, Dtsch Med Wochenschr. 1976 Aug 13;101(33):1218-20
- ↑ Mattig W, Buchholz W, Schulz H, Severe iatrogenic lesions caused by Huneke's neural therapy , Z Gesamte Inn Med. 1979 Mar 1;34(5):143-7
- ↑ Heyll U, Ziegenhagen DJ., Subarachnoid hemorrhage as life-threatening complication of neural therapy. Case report. Versicherungsmedizin. 2000 Mar 1;52(1):33-6
- ↑ Larsen: Anästhesie, 7. Auflage
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