- Batalla de La Palma
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Batalla de La Palma
Siendo Presidente del Perú, José Rufino Echenique, el General Ramón Castilla y Marquezado, le hizo la revolución en Arequipa y fue proclamado Jefe Supremo por los departamentos del sur. El motivo de la revolución fue la mala aplicación de la Ley de Consolidación de la Deuda Interna.
Dueño del sur, Castilla organiza su campaña para llegar a la Capital de la República, lo que sucede el 24 de diciembre de 1854 por la zona de Manchay (a 9 leguas al sur de Lima), al mando de su ejército, sin ser molestado. El 28, sigue el movimiento valle abajo hasta ubicarse cerca del pueblo de Miraflores. Su intento era avanzar hasta el Callao para apoderarse del puerto y de sus provisiones. Pero se encontró con que Echenique le cerraba el paso, pues estaba ocupando la huaca Juliana.
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Fuerzas de Echenique
Al comienzo Echenique creyó que Castilla iba hacia Lurín y colocó su ejército desde Monterrico Chico hasta el camino principal de Lima a Lurín. Pero al tomar prisionero a un soldado enemigo, se entera de la verdadera posición y opta por esta ubicación:
- Extremo derecho de la línea: la Huaca Juliana. Ésta por su elevación, tiene la ventaja de dominar el camino de Lima a Lurín y el paso del sur al Callao por el lado del mar.
- Extremo izquierdo: pequeña huaca frente al fundo Surquillo (se puede ver al este de la extinguida estación del tranvía, 1941 Rosa Allison de Broggi).
La línea de unión era casi recta y estaba formada por tapias y cercos. La ubicación de las tropas se hizo de esta manera:
- En la huaca Juliana, 14 piezas de artillería y el batallón Pichincha Nº 1. A retaguardia de la huaca el regimiento Húsares de Junín.
- En la huaca de la izquierda, 3 piezas de artillería y el batallón Nº 2. Adelante la línea de infantería.
- En el centro los batallones Nº 7, 5, 6, 3, 4, 8, 9 y 2, en este orden de derecha a izquierda. El batallón Nº 7 estaba reforzado por detrás con 3 piezas de artillería.
- En los extremos de la línea y cerrando el paso, la caballería ligera (contra montoneros).
- En una segunda línea, la reserva; y el resto de la caballería se hallaba en San Borja. El Cuartel General, en Limatambo, fue una traicionero.
Fuerzas de Castilla
Como se vio, Ramón Castilla y Marquezado tuvo que desistir de su intento de avanzar sobre el Callao. Entonces juzgó conveniente como medida de prudencia, atrincherarse por el momento ante la perspectiva de un posible ataque. Esta fue su situación:
- Una línea oblicua cóncava de nor oeste (NW) a sur este (SE).
- Extrema derecha: camino directo de Miraflores a Surco.
- Extrema izquierda: pueblo de Miraflores.
- El centro estaba cubierto por tapias organizadas de momento.
Distribución de las tropas:
- Extremo derecho, un batallón de línea; a la izquierda 10 piezas de artillería.
- Extremo izquierdo, defendía Miraflores un batallón compuesto por los Sagrados Invencibles, coraceros, flanqueadores y escuadrón ligero y 6 piezas de artillería.
- Al centro, 9 batallones de línea.
- A la retaguardia, en dirección a Chorrillos, la reserva formada por dos divisiones encuadradas por dos piezas de artillería al centro de la línea. La caballería a derecha e izquierda completaba la reserva.
En esta posición frente a frente permanecieron los ejércitos hasta el 4 de enero de 1855. Mientras tanto Castilla conocía la posición y las fuerzas del enemigo e intentaba cortar las represas de agua que éste mantenía en su poder como táctica contra el enemigo.
Estos reconocimientos dan lugar a pequeños encuentros en los cuales los libertadores, los de Castilla, eran abaleados por las baterías de las huacas y por los fuegos de la escuadra que estaba en Chorrillos. El más importante de estos encuentros, fue el del 2 de enero de 1855, cuando los constitucionales, los de Echenique, intentaron apoderarse del pueblo de Miraflores, siendo rechazados por la enérgica resistencia de los libertadores.
Castilla llegó al convencimiento de que su situación no era favorable para una batalla, así es que, después de un reconocimiento por los alrededores, optó por el fundo La Palma.
El 4 de enero, por la noche dando una prueba de su viveza criolla, ordenó Castilla el traslado de posición; pero advirtiendo a los soldados que dejaran sus morriones y otras prendas de cabeza, sobre las tapias que hasta entonces ocupaban.
La línea de deslizó hacia la derecha y tomó un centro de ubicación y apoyo en la hacienda La Palma. Así conseguía concentrar sus fuerzas a la vez que las alejaba del peligroso fuego de la escuadra. Su táctica era arrancar a Echenique de la huaca Juliana haciéndole comprender que efectuaba un avance sobre Lima, por la pampa de San Borja. Entonces podía contar con campo suficiente para desplegar sus fuerzas al lanzar una ofensiva, así como también un punto de resistencia en caso necesario.
La batalla
En la mañana del día 5, el ejército constitucional se decidió lanzar el ataque. Viendo que no respondía el enemigo, creyó que éste se retiraba. El general Pezet, al mando de la vanguardia, se lanza sobre Miraflores para salir de dudas y en vista que no hay nadie, enrumba a Chorrillos en busca de los libertadores. En el camino tropieza con una división de Castilla que iba a unírsele a La Palma y toma algunos prisioneros. Corrige su marcha en dirección a dicha hacienda. Es atacado por el general San Román y obligado a dividir sus fuerzas. Al llegar al estanque de la hacienda, es detenido por la artillería que allí estaba emplazada. En ese momento el general Pedro Cisneros lanzó un ataque contra el centro de la línea de Castilla, un batallón de éste, se desorganiza y huye, pero Castilla previsor, ordena cubrir el hueco con la Primera División de la Reserva, formada por el batallón “7 de Enero” y el batallón “Cusco”, mandados por el coronel Domingo Gamio y el coronel Bustamante, quienes empeñados primero por el fuego, cargaron a la bayoneta después y dispersaron el centro enemigo.
Mientras tanto, la derecha era atacada por el general Deustua, quien después de una intensa lucha, cae gravemente herido y el ataque se debilita. Aprovecha de la circunstancia el coronel Segura de los libertadores, y carga con su división. Los constitucionales hacen entrar a la Reserva mandados por el general Guarda, el general Mendiburu y por el general Lopera y atacan al general San Román por la derecha, iniciando un movimiento envolvente. Durante dos horas luchan con ardor; consumidas las municiones, los libertadores se lanzan al asalto a la bayoneta y comienza a ceder el contrario.
La caballería trata de impedir la derrota y ataca la izquierda, pero la caballería de Castilla, al mando del coronel Alvízuri, se pone en acción y ataca al enemigo por el flanco. Comienza entonces la retirada de los de Echenique y la persecución de éstos por los de Castilla. Al llegar a las posiciones enemigas, el contrario estaba vencido, deshecho.
“En esta batalla, parte de una guerra civil, en que se lucharon por la justicia nacional, triunfó quien enarbolaba el estandarte de la libertad nacional contra la dominación de intereses particulares. La victoria se debió a la serenidad y oportunidad del jefe, Castilla, y a la disciplina y arrojo de sus tropas” (Rosa Allison de Broggi, Lib. cit).
Como dato suelto, se agrega que el mariscal EP Ramón Castilla, en tiempos de la Confederación Perú-Bolivia, peleó en la famosa batalla de Yungay, al lado de los restauradores, contra la confederación. Un personaje importante de la batalla fue Ramón Castilla quien revertió la batalla a favor de los restauradores.
Bibliografía
- Arístides Herrera Cuntti, "Apuntes históricos de una gran ciudad", AHC Ediciones Perú, Lima 1983, 1984, Chincha, Perú, 2000, 2006 ISBN 9972-2908-0-8, Depósito Legal Nº 2006-10131 en la Biblioteca Nacional del Perú.
- Alberto Tauro del Pino, "Enciclopedia Ilustrada del Perú", última edición 2001, Lima Perú. ISBN 99724014999789972401497
- Rosa Allison de Broggi, "Miraflores: ayer, hoy y mañana", Lima Perú.
Véase también
- Presidentes del Perú
- Historia del Perú
- Anedoctario de la Historia del Perú
Categorías: Revolución Liberal de 1854 | Batallas del Perú
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