- Batalla de Midway
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Batalla de Midway
Batalla de Midway Parte de Segunda Guerra Mundial
Escenario de la batallaFecha 4 - 6 de junio de 1942 Lugar alrededores de las Islas Midway. Resultado victoria táctica de los EE.UU. Beligerantes Estados Unidos Imperio del Japón Comandantes Raymond Spruance
Chester Nimitz
Frank Jack FletcherChuichi Nagumo
Isoroku Yamamoto
Tamon Yamaguchi†Fuerzas en combate 3 portaaviones,
50 barcos de apoyo,
233 aeronaves transportadas,
127 aeronaves en tierra.4 portaaviones,
7 acorazados,
150 barcos de apoyo,
248 aeronaves transportadas,
16 hidroavionesBajas 1 portaaviones,
1 destructor,
98 aeronaves,
307 hombres4 portaaviones,
1 crucero,
228 aeronaves,[1]
3.057 hombresGuerra del Pacífico
(1937 a 1945)Pearl Harbor – Mar del Coral – Midway – Guadalcanal – Saipán – Filipinas – Leyte – Iwo Jima – Okinawa La Batalla de Midway ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial, del 4 de junio al 7 de junio de 1942 y enfrentó a las fuerzas estadounidenses con la fuerza aeronaval de Japón; fue la primera derrota del poder japonés.
El mando militar japonés conocía perfectamente que su potencia económica era claramente inferior a la de los Estados Unidos, y que por lo tanto, en guerra de desgaste contra ese país serían derrotados. Por tanto, los hechos en los que pudiesen tomar la iniciativa eran vitales para el objetivo final de Japón.
El ataque a la base estadounidense de Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941 no tenía otro fin que acabar con la armada estadounidense basada en el Pacífico y así poder establecer sin molestias un programa de conquistas de territorios para la obtención de recursos vitales como el petróleo, caucho y minerales, cuyas reservas estaban agotándose debido al bloqueo estadounidense. El fin último era llevar a los Estados Unidos a la mesa de negociación y establecer una paz a la medida de los intereses japoneses.
Con las sucesivas victorias japonesas y la anulación de la presencia naval británica en el Océano Índico con el hundimiento del HMS Prince of Wales y el HMS Repulse el 8 de diciembre de 1941 y que posteriormente el hundimiento del HMS Dorsetshire, el HMS Cornwall y el portaaviones HMS Hermes frente a Trincomali pusiera fin a la presencia inglesa en el archipiélago malayo, los estrategas japoneses se enfrentaron a un dilema sobre sus futuras acciones. Las alternativas eran si Japón debía conquistar más territorios insulares y establecer un anillo perimetral o avanzar agresivamente hacia el Este y presionar a los Estados Unidos a una batalla decisiva.
El ataque a Pearl Harbor tuvo un efecto contraproducente, desplazando el concepto del acorazado como unidad más importante de una armada en favor del portaaviones. Súbitamente, los acorazados del Japón, incluidos los increíbles clase Yamato pasaron casi a la obsolescencia. En efecto, la excelente operación de bombardeo de Pearl Harbor que acabó con el hundimiento de la flota de acorazados estadounidenses en el Pacífico tuvo un efecto contraproducente, ya que fueron los mismos japoneses los que terminaron con la era del acorazado, y desde entonces la guerra naval se basaría en la aviación embarcada.
Aun es materia de discusión el que si los japoneses hubiesen desembarcado y tomado las islas Hawái habrían hundido efectivamente a la armada estadounidense, y la hubieran dejado sin base en el Pacífico central. Otro de los errores japoneses atribuibles al almirante japonés Chuichi Nagumo fue no lanzar la tercera oleada para destruir los tanques de combustibles y las maestranzas de los astilleros, además de no ubicar a los portaaviones americanos, esto dio pie a que los americanos pudieran poner operativa la base en cuestión de unos pocos meses. Y así fue, Hawai era para los estadounidenses un gigantesco portaaviones insumergible que podía recibir cuantos efectivos le fuesen enviados desde el continente y desde el cual podían iniciar la batalla contra Japón.
Ante la insospechada reacción de Estados Unidos, aceptando la guerra en el Pacífico, los japoneses comprendieron el fallo cometido al no haber tomado las islas Hawai y decidieron conquistarlas.
El Almirante Isoroku Yamamoto comprendiendo que si no tomaba la iniciativa el efecto de la victoria en Pearl Harbor pronto se diluiría, encargó al contralmirante Matome Ugaki el análisis de la situación y sugerir las líneas de acción de la Marina Imperial Japonesa. Una vez terminados los estudios Ugaki convocó a una junta de estrategas presidida por Yamamoto y expuso sus apreciaciones, Japón tenía tres alternativas de ofensiva:
- conquista de territorio australiano,
- conquista de la islas de Hawai,
- ocupación de algunos sectores de la India.
Antes de emprender cualquiera de esos caminos había que neutralizar y tomar para sí a las islas Midway, que podían ser usadas como otro portaaviones americano insumergible. La toma de estas islas provocaría a la armada americana a un enfrentamiento decisivo. Para Japón era además vital el acortar la contienda con los Estados Unidos, ya que el superior poderío industrial de este último país sería decisivo en una guerra de larga duración. La probable conquista de Gran Bretaña por Alemania (mediante la Operación León Marino) haría que la flota británica instalada en la metrópoli partiera a Canadá y eventualmente se sumara a la estadounidense. Esto sería fatal para la armada imperial japonesa, la eliminación del resto de la flota estadounidense en el Pacífico era de carácter urgente.
Desde Japón se pensaba que si se conquistaban las islas Hawai, la eliminación total de la presencia estadounidense en el área del Pacífico forzaría a sentarse en la mesa de negociaciones a unos Estados Unidos severamente derrotados.
Aunque el alto mando japonés consideró invadir las islas Hawai, en un primer momento replicó negativamente a Ugaki y la operación fue descartada por el tremendo esfuerzo logístico, la falta del factor sorpresa y de supremacía aérea que implicaba (por la lejanía y el alto costo logístico de mantener la invasión). Australia fue descartada por los mismos juicios y la desaprobación del ejército de tierra.
Sí se favoreció el ataque de Midway, que ofrecía a Yamamoto la posibilidad de ocupar esas islas y atraer a la flota remanente estadounidense y aniquilarla. Esta fue la directiva a seguir y los estrategas se pusieron a trabajar en desarrollar el plan de operaciones no sin antes ser resistido fuertemente por otros estrategas que consideraban inútil la ocupación de un atolón que creían que la flota de Estados Unidos desecharía.
Midway es un atolón bajo la autoridad estadounidense en medio del Océano Pacífico, compuesto por dos islotes, el Sand (arena) e Isla oriental y al medio una laguna drenada que permite la entrada de buques, con un área "útil" de 10 km². Usada por la empresa de aviación Panagra como base de aprovisionamiento desde 1925, fue posteriormente militarizada. Está a 1.800 kilómetros de Hawai y a 3.200 del Japón. Por aquel entonces existía un aeródromo militar de uso también civil pobremente guarnecido y muy poco apetecido como punto de destino por los marinos norteamericanos, quienes de hecho consideraban un castigo el ser destinado allí.
Dos hechos capitales contribuyeron a convencer a los disidentes del plan de invasión a Midway a retractarse y a acelerar los planes.
El 18 de abril de 1942, una avanzada de portaaviones americanos en una audaz misión se acercó a las costas del Japón; estaba compuesta por dos portaaviones, el USS Enterprise (CV-6) y el USS Hornet (CV-8). Este último llevaba en cubierta 16 bombarderos ligeros B-25 Mitchell al mando del coronel James H. Doolittle. El plan consistía en hacer sentir al Japón un poco de la guerra que ellos mismos habían comenzado bombardeando objetivos militares en suelo nipón. Este hecho se conoce como incursión Doolittle y sus consecuencias fueron inmediatas para Japón, pues ganó más aceptación el plan de Yamamoto sobre Midway como precaución para que no se repitieran más incursiones aéreas estadounidenses.
El segundo hecho fue la Batalla del Mar del Coral, que resultó una victoria táctica para el Japón al perder un portaaviones ligero, el Shoho, contra el enorme portaaviones americano USS Lexington (CV-2) y el primer enfrentamiento entre portaaviones a distancia.
Quienes se habían resistido y alegado en contra del Plan Midway, ahora apuraban los retoques de la operación.
Plan Japonés sobre Midway
El plan de conquista de Midway era simple, estaba aprobado por el almirante Nagano y Yamamoto, y consistía en un ataque por sorpresa. Primero se realizaría un bombardeo aéreo saturante de ablandamiento, seguido de un bombardeo naval de las líneas defensivas por los cruceros y un posterior desembarco de tropas del ejército. Con los informes que se tenían de la guarnición americana en Midway se esperaba una rápida y aplastante victoria.
La operación estaría respaldada por el "grueso" de la armada imperial situada más atrás en un punto clave que permitiría neutralizar cualquier iniciativa enemiga. El factor sorpresa era esencial, pero los japoneses ignoraban que el Código púrpura de cifrado ya había sido descubierto e interpretado por los estadounidenses.
Como una forma de distracción sobre el verdadero objetivo del ataque, Japón planificó un ataque distractivo hacia las posesiones americanas en las islas Aleutianas, en Attu y Kiska para el 30 de mayo de 1942. Estos objetivos se hallaban en el propio territorio continental estadounidense pero por su lejanía al teatro principal de combate tenían escaso valor militar para el Japón. Ver Batalla de las Islas Aleutianas.
La fecha de ataque central a Midway fijada se estipuló para el 3 de junio de 1942.
Las fuerzas de ataque japonés
Los japoneses dispusieron su plan de ataque distribuyendo las fuerzas en el siguiente orden:
Para el plan Midway Primera fuerza de Portaaviones: Vicealmirante Chuichi Nagumo.
- Akagi, y Kaga con un total de 42 cazas, 41 bombarderos y 51 aviones torpederos, 134 aparatos en total, más cuatro de observación.
Segunda fuerza de Portaaviones: Contraalmirante Tamon Yamaguchi.
- Hiryu y Soryu con 42 aviones de cada tipo, 126 aparatos en total, más ocho de observación.
Tres grupos de submarinos de Primera Clase, los mayores de la Armada Imperial Japonesa, con un total de 15 unidades desplegadas en abanico partiendo de los arrecifes de Fragata Shoals como alerta lejana.
Se situarían cerca del punto de lanzamiento de los portaaviones los acorazados Haruna y Kirishima y los cruceros pesados Tone y Chikuma como Fuerza de Apoyo.
La fuerza de cortina o protección estaría formado por el crucero ligero Nagara como buque insignia al mando de Susumo Kimura con un total de 12 destructores.
El grupo de aprovisionamiento se formó con los transportes transformados, Kyotu Maru, Shinkoku Maru, Toho Maru, Nippon Maru y Kokuyo Maru.
Para la ocupación de Midway se asignaron las siguientes fuerzas Fuerza de cobertura con los acorazados Kongo y Hiei, 4 cruceros pesados, Atago, Chokai, Myoko y Haguro, el portaaviones ligero Zuiho, 8 destructores y 4 buques de abastecimiento.Fuerza de apoyo al desembarco comandada por Takeo Kurita y los cruceros pesados: Suzuya, Mikuma, Kumano y Mogami más dos destructores y un barco de abastecimiento.
Primera flota. Acorazados Yamato, Nagato, Mutsu, portaaviones ligero Hosho, el crucero ligero Sendai y 12 destructores. Esta fuerza se situaría en el perímetro más alejado de Midway.
Para el ataque de distracción a las Aleutianas. Tercera fuerza de portaaviones: Ryujo, Junyo, y los cruceros pesados Maya y Takao.Fuerza de apoyo: acorazados Ise, Fuso y Yamashiro más dos cruceros ligeros y barcos de abastecimiento.
Fuerza de desembarco: crucero ligero Abukuma más un transporte transformado con 1.200 soldados, y cuatro destructores.
El factor sorpresa perdido
Después de los duros golpes propinados por Japón en Pearl Harbor y el Mar del Coral, la inteligencia estadounidense trabajó intensamente y logró averiguar la próxima acción japonesa.
Una incursión de hidroaviones pesados Kawanishi H8K2 (Emily) en marzo de 1942 sobre Oahu había despertado sospechas al servicio de inteligencia americano sobre una posible acción sobre las Hawai, pero lo que ignoraban los americanos era que estos gigantescos hidroaviones iban a bombardear los objetivos dejados de lado en el ataque a Pearl Harbor, aunque el bajo techo de nubes impidió un ataque efectivo y se perdió la oportunidad.
A fines de abril de 1942, una estratagema ideada por Joe Rochefort, uno de los oficiales operadores de los cifradores, arrojó el próximo lugar de ataque y fecha. Los operadores descubrieron que el nuevo objetivo japonés aparecía como "AF" en las comunicaciones cifradas niponas. Para comprobar que este objetivo era Midway como sospechaban los americanos, dicho operador radió que Midway tenía problemas con el suministro de agua potable. Esto fue recibido por los japoneses, que descubriéndose, retransmitieron el mensaje codificado de que "AF tenía problemas con el suministro de agua potable". Así, la inteligencia americana dedujo correctamente que Midway era el próximo objetivo y que el ataque estaba fijado para principios de junio. También se descifró el mensaje que hablaba de las acciones sobre las Aleutianas por parte del Japón, y nuevamente los analistas americanos dedujeron que este ataque era una mera distracción tendida por los japoneses.
Este mensaje le llegó con carácter urgente al almirante Chester Nimitz quien después de un análisis de la situación, tuvo que tomar apresuradas medidas para contrarrestar la acción japonesa.
Las medidas norteamericanas.
Hecho el análisis por el comando estratégico de la Marina, se llegó a la conclusión que la pérdida de Midway era como perder a Pearl Harbor por su importancia como base para bombarderos de largo alcance, no así las Aleutianas cuyos emplazamientos solo tenían fines más bien científicos y relacionados con la pesca.
No quedaba mucho tiempo, y sólo disponían de tres portaaviones (el Hornet, el Enterprise y el malparado Yorktown, herido en la batalla del Mar del Coral y supuestamente dado por hundido por los japoneses. El Yorktown tuvo que ser reparado en el asombroso tiempo de tres días), para esto unos 1.600 obreros de los arsenales de la marina trabajaron día y noche para dejar operativo al portaaviones.
El USS Saratoga estaba en reparaciones debido a un torpedeamiento y el USS Lexington se había perdido en el Mar del Coral.
La consigna de Nimitz era simple: había que -"interceptar e infligir al enemigo el máximo daño posible con una vigorosa táctica de castigo"-.
Las esperanzas de una victoria eran muy tenues, sólo contaban con que el enemigo no se enterara del envío de estas unidades al escenario de Midway.
Rápidamente se intensificaron los preparativos, primeramente Nimitz viajó a Midway y se apersonó del estado de la defensa de la isla. Hizo enviar refuerzos a Midway tanto en aviones como en soldados, la base estaba a cargo del coronel Harold Shanonn. Seguidamente dio instrucciones de poner operativo a como diera lugar al USS Yorktown (CV-5) y poner en alerta al USS Enterprise y al USS Hornet para el combate. Colocó al mando de la flota al comandante Raymond Spruance al mando de la fuerza de portaaviones, denominada nº16, que apenas estuvo lista zarpó rumbo a Midway, 48 horas después zarpó el refaccionado USS Yorktown. Acompañaba a la Fuerza Operativa 16, la Fuerza Operativa Nº 17, compuesta por 8 cruceros y 15 destructores al mando del almirante Fletcher. Además se destinaron a Midway por adelantado, patrullas de submarinos( 20 unidades). Ese mismo día, el 27 de mayo de 1942, salía la fuerza operativa japonesa hacia sus destinos.
Indudablemente la exigua fuerza que enviaba Nimitz era rayana en lo absurdo, en comparación con la gigantesca fuerza operativa japonesa, que lo superaba en número de aparatos aéreos, cañones y calidad de buques.
Nimitz se jugaba todas las cartas en este ataque, que de fracasar dejaría a las Hawai y toda la costa oeste americana a merced de los cañones de Yamamoto.
Nimitz expresó: -" Lo único que se interpone entre la costa americana y la flota japonesa son solo estos tres portaaviones"-
Cuando la fuerza estadounidense traspasó el 31 de mayo en la noche, los arrecifes de Fragata Shoals, los submarinos de Yamamoto no los detectaron pues llegaron a su posición un día después. La suerte acompañaba desde el principio a Chester Nimitz y la estrella de Yamamoto empezaba su lenta declinación. De haber dado la alerta estos submarinos, la historia habría seguido un curso muy diferente.
Las fuerzas operativas toman rumbo a su destino.
Después de la salida de la fuerza operativa a Midway el 27 de mayo, la fuerza destinada a las Aleutianas zarpó el 28 desde Ominato. Las fuerzas de ocupación de Midway zarparon desde Saipán y Guam el día 30 de mayo. La fuerza estadounidense navegaba desde el 27 de mayo hacia un punto denominado "Point Luck" (Punto Suerte) que estaba a 200 mi hacia el Noroeste de Midway. Nimitz había fijado dicho punto para poder estar en una posición de arranque-ataque.
Para el 1 de junio, la fuerza de portaaviones japonés navegaba hacia el Noroeste en medio de una mar gruesa y con mucha lluvia y niebla muy densa, en un punto situado a unas 1000 mi torcerían rumbo a Midway, hacia el Suroeste, alcanzado ese punto de no retorno, el ataque era inminente. El punto se alcanzó a la medianoche del 2 de junio.
En Midway, el 3 de junio, se aprestaron una serie de reconocimiento aéreos en abanico realizados por los PBY Catalina dispuestos en un radio de 700 mi cubriendo todo el sector oriental de Midway. Para ellos se utilizaron 23 PBY, que cubrieron igual número de sectores con un ancho de banda máximo de 700 mi por 50 de ancho máximo, la zona de búsqueda abarcaba 1150 mi perimetrales. Cualquier buque venido del noreste debía ser detectado.
La fuerza operativa estadounidense llegó el 3 de junio por la tarde a un punto situado a 300 mi de Midway. Para ese momento se desconocía la ubicación de la fuerza operativa japonesa.
El 3 de junio de 1942, a las 14, la fuerza de Nagumo alcanzó la distancia de 250 mi de la isla, la posición de ataque se alcanzaría en un punto situado a 150 mi.
La primera fase de la batalla.
Cuando la fuerza operativa ya estaba por alcanzar el punto de ataque, Nagumo cautamente hizo enviar una serie de aviones de exploración despegando desde los portaaviones y los cruceros de apoyo. De este modo despegaron 6 aviones desde el Akagi, Tone y Chikuma, respectivamente, en un amplio semicírculo hacia el Noroeste.
El avión de exploración del Akagi tenía por misión volar hacia el sur, en un radio de 300 por 60 mi y regresar, el del Chikuma y el IJN Tone tenían la misma misión pero a la izquierda del rumbo de regreso del Akagi, pero los aparatos del Tone no pudieron salir a la hora convenida sufriendo un retraso, el del Chikuma regresó por avería de la radio a la mitad de su trayecto. Este impedimento fue fatal para Nagumo, pues la trayectoria del avión de exploración del Chikuma interceptaba a la fuerza operativa americana. Este fue el primer error de Nagumo, no reponer rápidamente otro avión de exploración en el mismo sentido.
Sin embargo, no serían los japoneses los primeros en avistar al enemigo, un PBY Catalina pilotado por Jewell Reid completaba su radio de búsqueda a eso de las 6.00 del 3 de junio, comunicó el avistamiento de 11 buques sospechosos a 700 mi al noreste de Midway, Reid creyó que esta era la fuerza de ataque principal y radió el mensaje a la base, lo que Reid había avistado no era la fuerza o grueso japonés, sino la fuerza de desembarco.
Nimitz dedujo que esta fuerza avistada no era la línea principal de ataque, justamente en ese momento recibió el aviso de ataque en las base americanas en las Aleutianas y dedujo correctamente que era un ataque de distracción.
La fuerza norteamericana permanecía en el punto L, a 300 mi de Midway y Nimitz presionaba a los exploradores la ubicación de la fuerza de portaaviones enemiga que aún no había sido localizada.
La aproximación de la fuerza de portaaviones de Nagumo tomó casi todo el día 3 de junio en acercarse al punto de ataque, debido a la mar gruesa y a la niebla espesa.
A las 3.00, del 4 de junio los portaaviones alcanzaron el punto de lanzamiento, a unas 150 mi de Midway, los aviones fueron izados a cubierta y preparados para el ataque, en los cuatro portaaviones había una febril actividad preparatoria.
En el Akagi, el almirante Chuichi Nagumo arengó personalmente a sus aviadores: -" El enemigo tiene decaído su ánimo combativo, pero probablemente atacará durante la invasión"- Los aviadores levantaron los brazos en todas partes del portaaviones gritando alternadamente : -"Banzai, Banzai, Banzai"-
Se dio la señal de encender motores y los marinos de cubierta soltaron las trabas de los cazas Mitsubishi A6M2 "zero", de los torpederos Nakajima B5N "kate" (utilizados para esta ocasión como bombarderos de media altitud) y de los bombarderos en picado Aichi D3A "val". A las 4:30 se izaron las banderas y se encendió una linterna verde en el puente de mando, los aviones rugiendo despegaron uno a uno desde los cuatro portaaviones haciendo un espiral mientras se completaban las formaciones, en total eran 108 aparatos. Al mando de la formación aérea del Hiryu y Soryu iba el teniente Joichi Tomonaga, la formación del Akagi y del Kaga estaba al mando de Sheichi Ogawa. A las 4:45 terminada la formación, esta arrumbó por fin hacia Midway.
Lo que más inquietaba a Nagumo era la incertidumbre de que si se había logrado o no la sorpresa, y si habían o no portaaviones enemigos cerca, precavidamente solo envió la mitad de su fuerza aérea embarcada, sin embargo ordenó izar los aviones y prepararlos para ataque con bombas, en previsión a una segunda oleada. Hasta ese minuto las decisiones tomadas por Nagumo eran muy atinadas, el no reponer los aviones de exploración había sido su única omisión.
En ese mismo instante despegaban de Midway unos 16 bombarderos americanos B-17 con la misión de ubicar y bombardear en altura a los buques identificados por Reid (La fuerza de desembarco).
Hacia las 5:30, un PBY radió que había localizado a un portaaviones enemigo en demora 320° a 150 mi de Midway, este mensaje fue interceptado por la fuerza operativa estadounidense. Otro PBY detectó la formación de aviones enemigos en rumbo y radió un mensaje de alerta a Midway.
En Midway, todos los aviones capaces de volar ya estaban en el aire a eso de las 6:00 del 4 de junio, y formaciones de avenger se dirigieron hacia la posición radiada por el último PBY. El resto de los aviones tales como 5 aviones P-40 y 37 Buffalos, menos aptos para el ataque, hizo de paraguas sobre la isla. Hacia las 6:03 Nimitz recibía la información del PBY que avistó al Akagi y traspasó esta información a Fletcher. Rápidamente se izaron los aviones a las cubiertas de los portaaviones norteamericanos.A las 6:30 llegaron las primeras oleadas de aviones japoneses a Midway y empezaron su ataque, en medio de inexpertos aviadores norteamericanos volando anticuados Buffalos. Fue una matanza, 15 Buffalos fueron fácilmente derribados, doce volvieron a la isla y de ellos 7 no volverían a volar nunca más.
La decisión fatal
Los aviones japoneses bombardearon sin demora los estanques de fuel oil y el resto de las instalaciones, la artillería antiaérea (AA) los recibió calurosamente derribando 10 aparatos, esta respuesta no se la esperaban los japoneses y los confundió, haciendo errático el ataque. La decidida resistencia estadounidense frenó el ataque japonés.
Al ver los pobres resultados del ataque, Tomonaga radió a Nagumo la necesidad de llevar un segundo ataque. En ese momento 51 aviones americanos se dirigían hacia los portaaviones japoneses. Eran las 7:05. A la misma hora, los portaaviones americanos lanzaron al aire sucesivas oleadas de aviones en busca de los portaaviones japoneses, guiados por el PBY de observación.
En los portaaviones japoneses, unos 108 aviones se cargan con torpedos para el caso de detectarse la presencia de buques enemigos.
Súbitamente aparecen en el horizonte motas negras, son los primeros aviones americanos provenientes desde Midway. Los portaaviones japoneses cubrieron sus flancos con una infernal e impenetrable cortina de fuego, y además los Zeros de escolta se lanzaron como avispas sobre los Avenger, algunos subieron a lidiar con los B-17.
Los Zeros derribaron 8 TBF Avenger y 2 B-17, uno se estrelló en el mar y el único superviviente en estado de shock fue Bert Earnest, quien logró llegar con su avenger a la isla guiándose por la humareda del incendio, con su artillero muerto y el avión hecho un colador.
Un segundo grupo, a las 7:10, precede al primero, son 4 aviones americanos Marauders, dos se atreven con la barrera antiaérea del Akagi y son derribados hechos pedazos, los otros dos rozan los flancos de la muralla de fuego, se contaran al menos 500 impactos en cada uno, tienen suerte de regresar y contarlo.
Hasta ese momento habían fallecido 14 aviadores estadounidenses.
A las 7:15, Nagumo toma una desatinada decisión que resultaría fatal para el Japón, ordena cargar con bombas, desea terminar con Midway y su aviación basada en tierra. Esta orden sembró la confusión y la incredulidad en los portaaviones y la reprobación del comandante Tamon Yamaguchi a cargo del Hiryu y Soryu, Yamaguchi intentó comunicarse con Nagumo, pero este le ignoró. Yamaguchi tomó la iniciativa de esperar y no se ejecutó dicha orden en el Soryu y en el Hiryu.
El grupo de Tomonaga ya regresan a su base. Los aviones que estaban cargados con torpedos tuvieron que bajarse al interior y realizar el cambio a bombas.
A las 7:28 Nagumo recibe un contradictorio informe del hidroavión del IJN Tone que había sido lanzado una hora más tarde ya reparado, en el mensaje comunica: -" teki, teki, teki"... concentración de navíos enemigos, al menos 10 unidades enemigas"-
Nagumo entra en pánico, ya había ordenado bajar los aviones desde la cubierta para cargar con bombas, ordena nuevamente cargar torpedos. Otra vez el personal de cubierta vuelve a bajar los aviones al hangar para realizar el recambio. Lo mismo ocurre en el Kaga.
Tamon Yamaguchi desde el Hiryu grita por el señalero que desea hacer despegar sus aviones torpederos ya listos como lo están en el Soryu, gracias a su sabia intuición.
A las 7:55 otra oleada de aviones americanos se acercan a los portaaviones japoneses, esta vez son 16 Dauntless, los cuales intentan bombardear en picado, como resultado solo 8 salen de la barrera antiaérea, el resto se desintegra en el mar.
Aparece a 3 km unos 15 B-17 comandados por el teniente coronel Sweeney, y lanzan sus bombas, logran impactos casi en las bandas del Akagi bañando sus cubiertas con la pluma de agua, pero no logran ningún impacto directo, Nagumo anota en la bitácora: -" no tocado"-
A las 8:09 un nuevo mensaje del hidroavión del Tone indica que la fuerza detectada son solo cruceros, ningún portaaviones. Nagumo se relaja, es solo una flotilla, no una armada, ordena despejar las cubiertas para recibir a la primera oleada de Tomonaga.
A las 8:10 aparecen 11 Vindicators y se sumergen en la barrera antiaérea, sin lograr ningún impacto, 5 son derribados, los otros 6 vuelven a la isla para no volver a volar jamás.
Los aviones de Tomonaga toman cubierta y son rápidamente cargados con torpedos.
A las 8:20 aparecen los primeros incursionistas a Midway, Tamon Yamaguchi desde el Hiryu, sugiere insistentemente a Nagumo atacar la fuerza detectada, él tiene listos sus Vals con torpedos, no ha perdido tiempo en cambios. Nagumo dubidativo consulta a Minoru Genda, el gestor intelectual del ataque a Pearl Harbor, quien está enfermo en su litera en el Akagi, Genda sugiere recuperar los aviones de la primera oleada y atacar con todas nuestras fuerzas. Nagumo asiente. Este error estratégico le costaría la guerra al Japón.
Son las 8:25, el balance está claro a favor de los japoneses, ningún barco tocado, ningún avión de escolta derribado, los artilleros japoneses beben Sake en sus puestos gritando consignas victoriosas a su emperador, el plan prosigue, Nagumo rebosa de alegría y confianza en el puente de su portaaviones insignia.
Continua la recarga de torpedos en los portaaviones japoneses, Tamon Yamaguchi contiene su carácter guerrero en el Hiryu.
La segunda fase de la batalla
Hacia las 8:30, los informes de los aviones exploradores que había enviado Nagumo confirman la inexistencia de portaaviones enemigos en el area, se preparaba entonces la segunda oleada para lanzarla a Midway. - A las 8:35, un desesperado mensaje del hidroavión del Tone indica un portaaviones enemigo cerca de la flotilla detectada. Nagumo presume lo peor y se queda absorto en su mutismo en el puente del Akagi, el resto de los oficiales guarda un respetuoso silencio.
Nagumo cree que podría tratarse del Enterprise o del Hornet, para él, el Yorktown está en el fondo desde la batalla de Mar de Coral, sin embargo es el USS Yorktown el avistado y era el más cercano. Y justamente en ese momento, el USS Yorktown lanza sus aviones en busca del enemigo. Los del Enterprise y del Hornet ya están cerca de la flota japonesa. Para estos aviones es imprescindible ubicar lo más pronto posible a la armada japonesa que se supone estará al borde de su radio de acción y por ende de sus reservas de combustible.
A las 9:00, Nagumo enjuició la situación, sabía que la aviación enemiga con base en tierra estaba liquidada, la defensa antiaérea había funcionado estupendamente sin bajas, solo se había avistado un solitario portaaviones y una flotilla de 10 naves menores. Ahora haciendo caso al consejo de Genda, sacó todos los aviones supervivientes en cubierta y ordenó cargarlos con torpedos.
Hacia las 9:18 ordenó a la fuerza de portaaviones y escoltas tomar rumbo hacia el norte a la máxima velocidad de 30 n, en busca de la fuerza enemiga, se tardaron más de 20 minutos en tener a toda la fuerza operativa navegando a toda velocidad para abandonar la zona inicial de lanzamiento.
A las 9:20, los aviones estaban listos para el despegue y se preparó la cubierta para el despegue.
En ese momento, unos 15 aviones fueron avistados por los serviolas en el horizonte, a baja altura. Frenéticamente las cubiertas fueron despejadas de aviones y se hizo despegar a los aviones de escolta mientras se preparaba la AA para repeler el ataque. Aún no se abandonaba completamente la zona de lanzamiento inicial.
Era la primera oleada de aviones con base en portaaviones.
Los aviones atacantes eran 14 torpederos del Hornet, al mando de John Waldron. Atacaron directamente al Akagi y al Kaga bajando casi a ras del agua comenzaron a lanzar sus torpedos, unos 50 cazas zero se sumergían en su propia AA para atacar a los avenger.
La efectiva barrera antiaérea fue derribando uno a uno a los atacantes, Waldron estuvo entre las primeras víctimas. Justo cuando alcanzó a soltar un torpedo fue abatido junto con sus cazas pareja, otros fueron derribados por los zeros.
El alférez George Gay seguía a Waldron, su objetivo era el Kaga, lanzó su torpedo a 800 m, y cuando ascendía a máxima velocidad fue acribillado perdiendo altura, pasó por sobre el puente del portaaviones japonés y fue a caer a popa del gran portaaviones. El Akagi le seguía atrás, el avión cayó entero y suavemente al mar, salió de la cabina y trató de salvar a su artillero, pero no pudo sacarlo de la carlinga de la ametralladora antes de que se hundiera el aparato. Gay fue el único superviviente de la escuadrilla de Waldron y arrastrado por la estela del Akagi fue un espectador de primera línea.
Otra formación de 14 aviones torpederos atacaron por el otro flanco de la formación japonesa. Estaban dirigidos por Eugene E. Lindsey del USS Enterprise, que siguía la misma estrategia de Waldron. Los zeros nuevamente se abalanzan sobre ellos antes de que alcancen la distancia de lanzamiento de torpedos. Son derribados 10 aviones americanos de los 14 iniciales. Una verdadera masacre.
Una tercera formación dirigida por Lance E. Massey provenientes del USS Yorktown con 13 aviones inició el ataque, se metieron de lleno en la barrera antiaérea junto con los zeros defensores. Sólo quedó un avión americano.
Son ya las 10:20 de ese 4 de junio de 1942, la cuenta es 80 aviadores americanos muertos en acción, una verdadera matanza; sin duda, contra la más efectiva barrera antiaérea a flote. Nagumo está satisfecho, no tiene ni un solo arañazo, pero la cantidad de aviones atacantes le indica que hay más de un portaaviones cerca. Tamon Yamaguchi grita e implora prácticamente por el señalero de luz que desea hacer despegar ya sus aviones, Nagumo está confuso, da la orden de subir los aviones. Quiere una salida simultánea de todas las aeronaves exasperando al atormentado contraalmirante Yamaguchi del Hiryu.
La respuesta americana y el desastre para Japón
El factor que hizo decidir la batalla vino desde el sur de la formación japonesa navegando a toda velocidad en dirección norte. Una escuadrilla de 35 bombarderos en picado del USS Hornet llegó al punto inicial donde estaban los japoneses al momento de atacar Midway y no encontraron nada, la mitad aterrizó sin combustible en Midway y otros 21 lograron alcanzar al portaaviones nuevamente, los cazas se perdieron por falta de combustible, pues operaban en el máximo radio de acción.
Un grupo de bombarderos del USS Enterprise llegó igualmente que los del Hornet al mismo lugar inicial, no se había informado la última posición de los japoneses aún, esta escuadrilla de 14 aviones conducidas por Clarence McClusky al no encontrar al enemigo sospechó que se habían cambiado de lugar, intuitivamente en vez de ir a Midway ordenó tomar rumbo NNE y volar unas 50 mi como máximo antes de volver, pues su combustible estaba al límite razonable.
15 minutos después del cambio de rumbo, súbitamente, una estela de un destructor fue percibida y McClusky decidió seguir en su dirección a gran altura sin ser vistos.
Repentinamente a eso de las 10:25 ve en un claro dejado por unas nubes, la inconfundible forma de tres portaaviones y ordena atacar por parejas de Dauntless, repartiéndose entre los tres portaaviones, el primero es el Akagi y más adelante el Kaga y el Soryu. El Hiryu está mucho más adelantado y lo cubre una afortunada nube, no es tomado como blanco. Al empezar a picar a 70° se percatan de que están despegando aviones desde sus cubiertas, el momento más vulnerable para un navío de estas características.
Los zeros que hacen sombrilla defensiva están alejados y más cerca de la superficie del mar, no pueden remontar. En el Kaga, sólo esperaban que el avión de exploración que se había lanzado terminara su toma de cubierta para lanzar sus aviones. A eso de las 10:20, un serviola del Akagi gritó el alerta en el momento en que despegaba el primer zero. La sorpresa era total, pues los japoneses en su afán de defenderse de los torpederos olvidaron dejar cobertura arriba.
McClusky picó con cuatro aviones sobre el Kaga junto a otros cuatro de Richard Best quien picaba sobre el Akagi, otros conducidos por Maxwell S. Leslie se lanzaban sobre el Soryu que viraba para lanzar sus aviones a favor del viento. En un minuto eterno, los aviones se acercaron a sus blancos a toda velocidad, Best lanzó su bomba de 500 libras sobre el gran círculo rojo de la cubierta del Akagi. Algunas ametralladoras aéreas respondieron.
Al salir del picado, una gran explosión estremeció al portaaviones insignia sobre su cubierta llena de aviones. Otra bomba cayó en el ascensor central y lo hizo saltar de su lugar, el caos fue total. Aviones que se quemaban y estallaban, pilotos y personal de cubierta en llamas corrían y se arrojaban por la borda, explosiones de las bombas y camiones cisternas con combustible.
En cuestión de segundos, lo que era una activa cubierta de portaaviones se convirtió en una plancha caliente y humeante escalonada con cadáveres carbonizados, restos de aparatos, una tripulación agónica que clamaba a gritos o en llamas y los grupos anti-incendios colapsados.
Mitsuo Fuchida, el conductor del ataque a Pearl Harbor, quedo gravemente herido al incendiarse y explotar su avión. Los equipos contra emergencias intentaron combatir las llamas pero las explosiones de los aviones y municiones los iban exterminando.
El Kaga recibió cuatro bombas, una casi en la orilla de la cubierta, del lado de estribor a popa, sobre un puesto artillero cuya explosión arrancó de cuajo todo el emplazamiento, plataformas y sirvientes y los lanzó hacia el mar, la otra estalló al lado del puente-isla y mató a todos los que estaban ahí, incluido su comandante Yisaku Okada, los otros dos fueron a proa y reventaron el hangar.
El Soryu, el último blanco, fue alcanzado por tres bombas que iniciaron virulentos incendios y explosiones ininterrumpidas sobre el sentenciado portaaviones que comenzó a escorarse lentamente. Su comandante Ryusaku Yanagimoto se encerró en el puente y se dispuso a morir con su buque.
El Hiryu, el portaaviones de Tamon Yamaguchi, fue el único portaaviones que resultó indemne por encontrarse mucho más retirado al Noreste de la posición de los siniestrados y cubierto por un banco de nubes y fue testigo incrédulo del desastre que se cernía sobre la fuerza operativa.
La fase final: el golpe de gracia
Cuando Yamamoto a bordo del superacorazado Yamato, recibió la increíble noticia del hundimiento de tres buques capitanes quedó petrificado, pues eran la base ofensiva del Japón. Sabiendo Yamamoto, que Chuichi Nagumo había sobrevivido al ataque y que intentaba que se tomará a remolque los portaaviones aun a flote, le nombró comandante de los tres portaaviones destruidos como una forma de hacer sentir su desprecio hacia el y le relevó de la batalla.
Tamon Yamaguchi, sin duda un marino con mayor audacia, capacidad e inteligencia que Nagumo, había intentado infructuosamente hacer cambiar de parecer a Nagumo y discrepaba de su estrategia, resueltamente tomó las riendas de la situación, salió de la zona del desastre a la máxima velocidad posible y envió sus aviones de exploración para ubicar, lanzar sus aviones ya listos y destruir a los portaaviones enemigos. Su idea era arrebatarle el triunfo que le estaba cayendo en las manos a los norteamericanos y apropiárselo. Yamaguchi pretendía darle un golpe a la baraja del destino ya lanzada sobre la mesa de la guerra. Comunicó sus intenciones a Yamamoto y luego entabló silencio radial.
A las 10:30, el avión de Hiryu ubicó a un portaaviones escoltado por algunos destructores en dirección Sureste y radió inmediatamente la noticia. Yamaguchi hizo despegar inmediatamente 12 Zeros, 12 Vals y 18 Kates desde la cubierta del Hiryu, al mando iba Michio Kobayashi. La formación ascendió a 5.500 m y se dirigió hacia la última posición radiada que iba permanentemente siendo renovada por el solitario avión de exploración. Cuando estaban a 80 km, el radar del USS Yorktown detectó la formación, se dejaron todas las maniobras, se despejaron las cubiertas y se aprestó para la batalla.
Una flotilla de cazas estadounidenses Wildcat les salieron al paso y se enfrascaron en un combate en que derribaron dos zeros, otro grupo de Wildcat derribaron 10 aviones mientras se establecía una fuerte barrera antiaérea.
La efectiva barrera de fuego que se estableció derribó dos aviones atacantes más. Al final quedaban cinco incluido Kobayashi.
Al acercarse al punto de lanzamiento tuvo un fallo eléctrico que le impidió el bombardeo y tuvo que remontar, los otros cuatro le siguieron y uno de ellos fue alcanzado por la AA del Yorktown. Uno de ellos alcanzó a lanzar la bomba y cayó cerca del sector de popa de la isla del Yorktown, mató a todos los efectivos de un emplazamiento artillero. Otra bomba penetró por la chimenea y destruyó 15 de las 16 calderas. La velocidad del Yorktown bajó desde los 30 a los 4 n apenas.
La última bomba cayó cerca de la proa y abrió un boquete en la cubierta, pero los incendios fueron rápidamente controlados.
Mientras este ataque se realizaba llegó el avión de exploración del Soryu que se había cruzado con los otros dos portaaviones americanos y debido a un fallo de radio no pudo transmitir, el piloto informó rápidamente a Yamaguchi quien ya recibía noticias de que el USS Yorktown se estaba hundiendo.
Ahora Yamuguchi sabía que no existía uno sino tres portaaviones enemigos y uno se estaba hundiendo por el ataque de Kobayashi.
Se preparó rápidamente una segunda oleada al mando del teniente Joichi Tomonaga, eran 10 torpederos y 6 cazas, la orden era destruir los portaaviones no averiados, estos despegaron a las 12:45 en dirección al enemigo. En ese momento llegaban 5 aviones supervivientes de la primera oleada, Kobayashi informó que el portaaviones había sido seriamente tocado y que se estaba hundiendo lentamente.
Este cambio de rumbo hizo que el Yorktown se encontrara con el grupo de Tomonaga en dirección al Hornet y Enterprise, Tomonaga creyó que se trataba de otro portaaviones y procedió a atacarlo. Desde el Yorktown despegaron los cazas que se trabaron en un furioso duelo, Tomonaga fue tocado por la AA y ante la imposibilidad de gobernar su aparato lo estrelló sobre el costado del portaaviones, el resto logró impactar dos torpedos y el asediado portaaviones se detuvo.
Hashimoto, lugarteniente de Tomonaga radió:-" dos impactos de torpedo en un portaaviones tipo Yorktown"- Regresó al Hiryu solo con 5 torpederos y tres cazas, la mitad de su fuerza original.
En ese mismo instante, a las 14:40, un avión de exploración de Yorktown ubicaba al Hiryu y radió el mensaje a Spruance. El Hiryu estaba condenado.
El ataque no se hizo esperar, a las 17, un grupo de aviones de Enterprise atacaron justo cuando el portaaviones Hiryu se colocaba para lanzar sus aviones. Rápidamente los zeros de cobertura se lanzaron a la defensa y derribaron 3 Dauntless. El Hiryu a máxima velocidad intentó evadir el ataque tomando personalmente el timón, su comandante, el capitán Takeo Kaka.
Al principio el Hiryu pareció esquivar hábilmente los torpedos lanzados contra el, gobernando con audaces golpes de timón, pero le alcanzaron 4 bombas de picado. Una estalló en el puente y las otras entre los aviones que estaban despegando, el infierno se desató en el Hiryu que se detuvo.
Una de las bombas penetró bajo el ascensor de proa y lo hizo saltar por los aires haciéndole un inmenso boquete exponiendo toda la estructura interna. La tapa de ascensor doblada cayó encima del destrozado puente.
En ese momento aparecieron los acorazados Haruna y Kirishima para apoyar al vencido, pero no había nada que hacer, el Hiryu se hundía. Desapareció a eso de las 8 la mañana del 5 de junio, con Tamon Yamaguchi y Takeo Kaka amarrados en la sala del timón. Más tarde se rescatarían 35 hombres, todos de la sala de máquinas del Hiryu.
El USS Yorktown también se estaba hundiendo, a las 15.00 del 4 de junio, se había dado orden de abandono del buque pues su escora era casi de 20°, pero esta se fue aminorando y el buque se adrizó solo haciendo que los norteamericanos pensaran en remolcarlo.
Sin embargo, el I-168 comandado por Yahachi Tanabe, previamente advertido por un avión de exploración del Mikuma apareció en la escena y mientras un remolcador tomaba al agónico Yorktown, el cual tenía arbaolado al destructor Hammann que le proporcionaba energía eléctrica.
Al mediodía del 5 de junio, Tanabe le envío 4 torpedos. Uno de los torpedos dio medio a medio con el USS Hammann y la explosión sencillamente lo partió en dos, los americanos sobrevivientes que quedaron en el agua fueron muertos por las cargas de profundidad que habían estado preparadas sobre cubierta, de este modo el USS Hammann perdió 80 hombres, un tercio de su tripulación.
El Yorktown aun permaneció unas 24 horas más a flote con dos impactos a babor, pero estaba sentenciado y se hundió.
La decisión de Yamamoto
Yamamoto también quiso revertir los resultados una vez que tuvo clara la situación que tenía en enfrente, cuatro portaaviones destruidos, la isla sin ser tomada y al menos dos portaaviones enemigos operativos en las cercanías.
Ordenó a la totalidad de la fuerza principal el avanzar en zig zag a la máxima velocidad hacia Midway con el objetivo de destruir con fuego artillero la isla y sus instalaciones y además emboscar a las fuerzas norteamericanas.
Ordenó además hacer concurrir a las fuerzas empeñadas en el desembarco de las Aleutianas.
-" Todas la fuerzas deberán atacar al enemigo en el área de Midway"-
Yamamoto intentó buscar una batalla decisiva al acercar sus acorazados y cruceros a Midway, sin embargo, el almirante Spruance prudentemente hizo retirar su fuerza más hacia el NNE para evitar caer en una emboscada artillera nocturna, que era la especialidad japonesa. Los japoneses no pudieron localizar la ubicación de la flota estadounidense al amanecer del 5 de junio y Yamamoto tuvo que reconsiderar su línea de acción. Los cruceros se situaron en el horizonte de Midway y empezaron a cañonear sistemáticamente las instalaciones de la isla.
Cuando Spruance supo que la isla estaba siendo cañoneada ordenó a sus fuerzas, en la tarde del 5 de junio, acercarse al sector para impedir un desembarco.
El contralmirante Ugaki del estado mayor de Yamamoto se encerró con el almirante en la sala de mapas del Yamato, se reconsideró el cañoneo que se efectuaba en ese instante, Ugaki no tenía clara la situación estadounidense, y convenció a Yamamoto de abortar su plan de conquista de Midway sobrestimando el potencial estadounidense, el 6 de junio a las 1.00, Yamamoto dio la orden de retirada. Al iniciar la retirada, los cruceros pesados Mikuma y Mogami se embistieron debido a la niebla, quedando su velocidad reducida por los daños. Junto a su escolta de destructores fueron alcanzados por aviones del Enterprise por la mañana del 6 de junio, hundiendo al Mikuma y dañando gravemente al Mogami, que a duras penas logró alcanzar la base de Truk.
Balance final
Pérdidas norteamericanas.
- Portaaviones Yorktown,
- Destructor Hammann
- Aviones con base en Midway: 45 de un total de 126= 36%
- Aviones con base en portaaviones: 109 de un total de 183= 59%
- Pérdidas en hombres: 250 hombres aproximadamente.
Pérdidas japonesas.
- 4 Portaaviones: Akagi, Kaga, Hiryu y Soryu.
- 1 Crucero pesado: Mikuma
- Aviones embarcados: 260 de distinto tipos, el 100%.
- Pérdidas en hombres: 3.052 entre dotación y pilotos.
Consecuencias
Para el Japón
- Cambio del escenario estratégico: de ahora en adelante los japoneses perderían gradualmente su eficacia en las posesiones logradas en el Pacífico por no poder defenderlas, antes del 4 de junio de 1942, Japón se paseaba invencible por el Indico, después del 4 de junio sus victorias estaban hipotecadas.
- Pérdida del sentido de invencibilidad del Japón: el mal de victoria que se inculcó desde la guerra de 1905 con Rusia desapareció súbitamente el 4 de junio de 1942. La derrota sufrida se prendó tan intensamente en el alto mando japonés a tal extremo que se censuró estrictamente a la prensa y a los participantes de la batalla.
- Pérdida de capacidad ofensiva aeronaval: de ahora en adelante el Japón tendría que reconvertir nuevos buques para suplir a los portaaviones hundidos, en efecto, los acorazados clase Hyuga fueron reconvertidos en portahidroaviones, el Mogami tuvo el mismo destino, el tercero de los Yamato en construcción se convertiría en el portaaviones más grande del mundo en ese entonces, el Shinano. Barcos de pasajeros que servían como auxiliares fueron reconvertidos en portaaviones ligeros como el caso de Junyo e Hiyo. La pérdida de potencial aeronaval estimada fue de un 65%.
- Pérdida de las mejores naves, tripulaciones aéreas y pilotos experimentados, nunca más el Japón iba a tener el mismo potencial militar.
- Declive de la estrella de Isoroku Yamamoto, después de esta batalla la ascendencia de Yamamoto en los círculos estratégicos perdió fuerza.
Para Norteamérica
- La derrota japonesa demostró al alto mando estadounidense que el concepto del acorazado estaba muerto, y que las victorias dependerían de la táctica aeronaval.
- La victoria permitió demostrar a los americanos que "se podía hacer el trabajo" con las herramientas necesarias.
- Tanto las Hawai como la costa oeste de Norteamérica ya no estaría expuesta a los cañones embarcados del Japón.
- Ganancia progresiva de la iniciativa estratégica militar y hegemónica del escenario del Pacífico.
- Midway supuso la revancha por Pearl Harbor para los norteamericanos, la maquinaria industrial americana se volcó completamente en el esfuerzo de guerra.
Referencias
- ↑ Lundstrom, Guadalcanal Campaign, p. 92.
Bibliografía
- Midway : El momento Crítico, por A. J. Baker.
- La Segunda guerra mundial Volumen I, por Raymond Cartier.
- Midway, el regreso a la batalla, por Thomas B. Allen. National Geographic, abril de 1999.
Anexos
En mayo de 1998, Robert Ballard, el célebre oceanógrafo descubridor del RMS Titanic, rastreo a los portaaviones japoneses en el fondo marino, no los halló. Pero, ubicó al USS Yorktown a más de 5.000 m, casi intacto y en buen estado general conservando incluso su pintura.
Si Yamamoto hubiera conseguido emboscar a la flota americana, el resultado de la batalla hubiese sido a favor de Japón, pero ya no sería una victoria decisiva, habría ocupado Midway o la habría inhabilitado como base y habría arrasado las Hawai.
Si Yamamoto o Nagumo hubiera sabido de la presencia de portaaviones americanos con antelación los habría emboscado entre sus acorazados y portaaviones y EE.UU. habría sufrido una humillante derrota, y es probable que Estados Unidos hubiera preferido entrar en negociaciones.
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