- Circulación pulmonar
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La circulación pulmonar o circulación menor es la parte del sistema circulatorio que transporta la sangre desoxigenada desde el corazón hasta los pulmones, para luego regresarla oxigenada de vuelta al corazón. El término contrasta con la circulación sistémica que impulsa la sangre hacia el resto de los tejidos del cuerpo, excluyendo los pulmones. La función de la circulación pulmonar es asegurar la oxigenación sanguínea por la hematosis pulmonar.
Contenido
Curso
En la circulación pulmonar, la sangre de procedencia venosa, con baja concentración de oxígeno, sale del ventrículo derecho del corazón por la arteria pulmonar, entra a los pulmones y regresa de vuelta al corazón, con sangre arterial y oxigenada, a través de las venas pulmonares.
Corazón derecho
La sangre proveniente de las venas del organismo es sangre desoxigenada y rica en dióxido de carbono, producto del metabolismo celular fisiológico. Al salir de esta circulación sistémica, entra en la aurícula derecha del corazón, que al contraerse ésta, envía la sangre a través de la válvula tricúspide que separa la aurícula derecha del ventrículo derecho. El paso de la sangre desoxigenada por la válvula tricúspide la lleva al ventrículo derecho de donde es bombeada en dirección de los pulmones.
Arterias
Desde el ventrículo derecho, la sangre pasa por la válvula semilunar hasta la arteria pulmonar. Por cada pulmón, hay una arteria pulmonar por la cual la sangre viaja hacia los pulmones. A pesar de llevar sangre desoxigenada, y por lo tanto, sangre venosa, por razón de que son vasos sanguíneos que parten del corazón, por definición son llamadas arterias pulmonares y no venas pulmonares.
Pulmones
Las arterias pulmonares llevan la sangre hasta los vasos sanguíneos más pequeños, lugar donde la hemoglobina de las células o glóbulos rojos libera dióxido de carbono y recoge oxígeno como parte del intercambio gaseoso de la respiración.
Venas
La sangre ahora oxigenada sale de los pulmones dentro de las venas pulmonares, que regresan la sangre al corazón, dentro de la aurícula izquierda, completando así el ciclo pulmonar. Esta sangre es bombeada de la aurícula izquierda, a través de la válvula mitral, al ventrículo izquierdo. Desde allí, el ventrículo izquierdo se contrae y distribuye la sangre por el cuerpo por medio de la circulación sistémica, antes de que regrese nuevamente a la aurícula derecha del corazón, comenzando la circulación pulmonar nuevamente.
Fisiología
La sangre desoxigenada proveniente de los tejidos sale del corazón derecho por la arteria pulmonar, la cual lleva la sangre a los pulmones, donde los glóbulos rojos liberan dióxido de carbono en intercambio por oxígeno durante la respiración. La sangre así oxigenada sale de los pulmones por las venas pulmonares, las cuales regresan la sangre al corazón izquierdo, completando el ciclo. La sangre es luego distribuida por todo el cuerpo a través de la circulación sistémica antes de regresar de nuevo a la circulación pulmonar.
Historia
La circulación pulmonar fue descubierta y publicada por primera vez por Ibn al-Nafis en 1242, como parte de su obra titulada Comentario sobre Anatomía en el Canon de Avicenna, por lo que es considerado el padre de la fisiología de la circulación sanguínea.[1] Tres siglos después Miguel Servet escribió sobre la materia en Christianismi restitutio (1553). Por haber sido una obra de teología condenada por la mayoría de las facciones cristianas de la época, el descubrimiento permaneció en la oscuridad hasta las disecciones de William Harvey en 1616.
Desarrollo
La circulación pulmonar es casi enteramente pasada por alto en la circulación fetal. Los pulmones fetales están colapsados, y la sangre pasa de la aurícula derecha directamente a la aurícula izquierda a través del foramen ovale, una apertura anatómica que comunica las dos aurículas.[2] Cuando los pulmones se expanden al nacer, la presión pulmonar cae y la sangre comienza a viajar desde la aurícula derecha al ventrículo derecho en dirección del circuito pulmonar. En el curso de varios meses, el foramen oval se cierra debido a que la presión en la aurícula izquierda hace que el tabique que separa las dos aurículas se comprima, dejando una leve depresión llamada la fosa oval en el corazón adulto.[3]
Entre un 10 y un 25% de la población viven con el foramen oval permeable (FOP) donde potencialmente puede haber comunicación entre las dos aurículas.[4]
Véase también
- Hipertensión pulmonar
- Afecciones a la circulación pulmonar
Referencias
- ↑ Chairman's Reflections (2004), "Traditional Medicine Among Gulf Arabs, Part II: Blood-letting", Heart Views 5 (2), p. 74-85 [80].
- ↑ Alejandro Martínez S. y Felipe Heusser R. ACCIDENTE VASCULAR ENCEFÁLICO Y FORAMEN OVAL PERMEABLE BOLETÍN ESCUELA DE MEDICINA U.C., PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE. Vol. 31 No. 1 (2006)
- ↑ Horacio Jose Faella Cardiopatías Congénitas en el Adulto: su Tratamiento Endoluminal
- ↑ Carlos Zabal Cerdeira. Foramen oval permeable. Definición del problema y tratamiento. Archivos de Cardiología de México (MG) Vol. 74, Supl. 2, 60 Aniversario/Abril-Junio de 2004.
Enlaces externos
- Circulación pulmonar Pontíficia Universidad Católica de Chile.
- Funcionamiento normal de la circulación pulmonar Harrison Principios de Medicina Interna 16a edición.
- La circulación fetal y neonatal Revista Peruana de Cardiología. Julio - Septiembre de 1993
Categorías:- Sistema circulatorio
- Fisiología respiratoria
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