- Academia
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El término Academia (del latín academia, y éste a su vez del griego akademeia) en el sentido más estricto se refiere a la Academia de Atenas fundada, en la Grecia antigua, por Platón. Debe su nombre a un héroe legendario de la Mitología griega, Academo.
Estaba ubicada a las afueras de Atenas, al nordeste, en unos terrenos adquiridos por Platón alrededor del 384 a. C. En dicho lugar se encontraba un olivar, un parque y un gimnasio. La instrucción allí impartida incluía matemáticas, dialéctica y ciencias naturales. La Academia platónica existió hasta el año 529 cuando el emperador bizantino Justiniano I ordenó su clausura junto con las otras escuelas griegas, por ser consideradas paganas. Actualmente, los restos de las instalaciones de la Academia forman un conjunto arqueológico situado en el barrio de Kolonos, a media hora del centro de Atenas.
La palabra academia designaba en su origen un cuerpo de profesores, una escuela donde se profesaba un ramo de enseñanza, especialmente de lo que se llama facultad mayor. Por eso al fundar las universidades, reuniendo todas o gran parte de las facultades, se las denominó academias, nombre que aún se conserva en latín. Considerados de esta manera, las academias o sociedades científicas fueron desconocidas de los antiguos. En tiempo de Augusto César, se leían composiciones poéticas por los propios autores en asambleas o juntas privadas donde solo eran admitidos hombres doctos capaces de censurarlas. El mismo Augusto solía recitar sus composiciones en tales juntas y oía cortés y pacientemente no solo a los que en ellas recitaban poesías sino también oraciones y diálogos. Estos y otros testimonios que nos conserva la historia acreditan la reunión de los hombres entendidos con objeto de cultivar las letras y las ciencias en tiempo de los romanos. Carlomagno, a solicitud de su maestro Alcuino promovió una reunión de amigos del mismo monarca los cuales cultivaban la grafhálica, la historia, la retórica, y las matemáticas. En el siglo siguiente fundó Alfredo en Oxford otra sociedad o academia que como la de los árabes en Granada y Córdoba, era más bien una escuela, que sirvió de base para la universidad erigida en el mismo punto. Pero estas sociedades no pueden considerarse como academias en el sentido común de la palabra, según las noticias que han llegado hasta nosotros.[1]
En el Renacimiento se fundó la academia platónica florentina (1440, Cosme I de Médici, Marsilio Ficino, Pico della Mirandola, etc.). A partir de ella se difundió la idea de academia como institución cultural donde, fuera del ámbito de la universidad medieval, que había quedado anquilosada en la escolástica, se posibilitaba el contacto e intercambio de ideas entre la multiplicidad de disciplinas intelectuales que englobaba el nuevo concepto de humanista (filólogos, poetas, artistas, científicos, condiciones que muchas veces coincidían en la misma persona). Fueron esenciales para el inicio de la modernidad que llevó a la revolución científica del siglo XVII: la Academia Linceana en Roma (Federico Cesi, 1601-1630), la Accademia del Cimento en Florencia (Evangelista Torricelli, Giovanni Borelli, 1657-1667 -cimento significa "experimento", y su lema era Probando e reprobando), la Royal Society inglesa (1660), la Academia de las Ciencias francesa en París (1666) (estas dos últimas representaban dos modelos de organización alternativos: mientras que la inglesa era un club privado cuyos miembros pagaban cuotas, la francesa era una institución pública a sueldo del Estado); y la Academia de la Arcadia (1690) en Roma. La actividad de Leibniz promovió la creación de academias científicas en Berlín, San Petersburgo, Dresde y Viena.[2]
En la España de los Siglos de Oro florecieron numerosas academias literarias, y otras científicas, como la Academia de Matemáticas de Madrid o Academia Real Matemática (1582) y la Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla (1693)[3] y artísticas, como la Academia de San Lucas (1603-1626).[4] Hasta tal punto la fundación de academias llegó a difundirse, que Miguel de Cervantes se burla de ello con los ficticios académicos de Argamasilla que aparecen en El Quijote.
A partir de la Edad Contemporánea, el término academia, se usa, en términos genéricos, como sinónimo de mundo intelectual, sobre todo para referirse al universitario (que ha vuelto a ocupar un lugar central en la ciencia y la cultura). En términos específicos, designa a las sociedades científicas, literarias o artísticas establecidas con patrocinio privado o público. Su rol como institución es el fomento de una actividad cultural (literatura, lengua,música, danza) o científica (promoción de una ciencia o alguna especialidad determinada). En algunos países, se da el nombre de academia a instituciones educativas de muy distinto nivel (desde la enseñanza secundaria hasta diversas enseñanzas técnicas, incluyendo las academias militares). El término académico aplicado a personas, en cambio, suele reservarse para los miembros de instituciones de élite (en Francia, la Academia Francesa, en España, las Reales Academias, en Inglaterra la Royal Academy y la British Academy, en la antigua URSS la Academia de las Ciencias de la Unión Soviética, etc.).
Contenido
Academias en España
Cediendo al impulso general y siguiendo el ejemplo de Italia, se establecieron también academias en España para los adelantamientos de varios ramos de literatura, ciencias y artes, de las cuales las más de notar son las siguientes:
- La Real Academia Española, establecida en Madrid, fundada por el duque de Escalona en 1713 para cultivar y fijar la pureza de la lengua castellana;
- La Real Academia Médica matritense, aprobada en 1734 y reformada en 1831 como Real Academia Nacional de Medicina
- La Real Academia de la Historia, establecida en 1735 y confirmada en 1738
- La Real Academia de nobles Artes de San Fernando, aprobada por primera vez en 1743, elevada a Academia real en 1752, cuyo principal objeto es la perfección de la pintura, escultura y arquitectura
- La Academia de Ciencias naturales, creada por los años de 1580, reorganizada en 1834 y sustituida en 1847 por la Real Academia de Ciencias exactas, físicas y naturales
- La Academia de Ciencias Eclesiásticas, creada con otro título en 1757 y reorganizada con el indicado en 1837;
- La Academia Greco-latina, que tomó este título en 1830 y fue creada en el año 1755 con la denominación de Academia latina matritense.
Además de estas academias establecidas eu Madrid, merecen citarse la Academia de ciencias y artes de Sevilla, establecida por los años 1750; la de Valladolid, fundada en 1752 y la de Barcelona que data de la misma época; las de Bellas Artes de San Cárlos de Valencia, la de San Luis de Zaragoza, etc.
Hubo asimismo en España academias de maestros de primeras letras. La más antigua o por lo menos de la que se conservan datos y la que parece haberse sostenido por más años, aunque con diversos títulos y destino es la de Madrid, fundada en 1742 y confirmada por el rey Felipe V en el año siguiente.
Esta sociedad, llamada congregación o hermandad de San Casiano, tenía por objeto protegerse mutuamente los maestros y mejorar la enseñanza. Disfrutaba de varias preeminencias y prerogativas, entre ellas la de examinar a los aspirantes al magisterio. Extinguida la Congregación de San Casiano 1780 se estableció en su lugar el Colegio académico del noble arte de primeras letras a fin de fomentar con trascendencia a todo el reino la perfecta educación de la juventud en los rudimentos de la fe católica, en las reglas del bien obrar, en el ejercicio de las virtudes y en el noble arte de leer, escribir y contar.
En el año de 1786 se había formado en Madrid una academia particular de profesores de primeras letras y aficionados a este arte con las licencias necesarias y fue autorizada por S. M. con el título de Real Academia de primera educación siendo ministro el conde de Floridablanca. Con la caída del ministro quedó suprimida la Academia y continuó el Colegio académico ejerciendo sus atribuciones, casi las mismas que las de la antigua Congregación de San Casiano.
En 1804 empezaron a menoscabarse las prerogativas y atribuciones que no había sabido conservar el Colegio académico y desde entonces empezó a decaer hasta que, pasando por varias alternativas, quedó convertido en 1840 en Academia de maestros de primera educación.[1]
Premios de la Academia
La denominación Premios de la Academia se da a varios certámenes, entre los que destacan por su importancia, entre otros:
- los Premios Nobel, de la Fundación Nobel (Academia Sueca y Parlamento de Noruega).
Notas
- ↑ a b Diccionario de educación y métodos de enseñanza. Mariano Carderera. 1858
- ↑ José Manuel Sánchez Ron ¡Viva la ciencia!, Barcelona: Crítica, 2009 ISBN 84-8432-916-9 pgs. 93-94 y 262
- ↑ Fundada por el catedrático Juan Muñoz y Peralta tras abandonar la universidad, como Venerada Tertulia Médica Hispalense, luego llamada Regia Sociedad de Medicina y otras Ciencias de Sevilla Historia en su página web.
- ↑ José Enrique García Melero: "academia+real+matemática"&source=bl&ots=7bn5AA3He9&sig=DNx9THZu_qxFkJNeyH54n7IbRUM&hl=es&ei=4n42SvOTN9WhjAeT17mFCg&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=5 Arte español de la Ilustración y del siglo XIX. Encuentro, 1998 ISBN 84-7490-478-1.
Enlaces externos
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