- Contaminación electromagnética
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La contaminación electromagnética, también conocida como electropolución, es la contaminación producida por las radiaciones del espectro electromagnético generadas por equipos electrónicos u otros elementos producto de la actividad humana.
Un aspecto polémico refiere a los efectos nocivos que producirían las emisiones de radiación electromagnética. Cierta información referente a aumentos en la probabilidad de cáncer en personas que viven en zonas cercanas a torres de alta tensión, como así también la reciente preocupación sobre el uso de la telefonía celular, y de la antenas de celulares y o WiMAX han contribuido a despertar una preocupación general en la sociedad.
Orígenes del problema
Los seres vivos han estado expuestos a influencias electromagnéticas desde siempre: La luz del Sol y sus rayos ultravioleta, los rayos cósmicos, y otras, son radiaciones naturales de diferente naturaleza. Sin embargo, hacia principios del siglo XX, el control de la zona inferior (radiofrecuencia del espectro electromagnético) propició el inicio de una actividad productiva sobre dicho fenómeno. Aunque la mayoría de la gente desconoce que el alumbrado es una fuente de radiación electromagnética.
Espectro electromagnético
El espectro electromagnético es un diagrama en el que se encuentran todas las radiaciones electromagnéticas ubicadas desde las frecuencias más altas a las más bajas. En la parte superior del espectro están los rayos X y los rayos gamma, y al final se encuentran los campos eléctricos y magnéticos. Estas radiaciones pueden ser divididas en 3 grupos principales:
- Radiación electromagnética indirectamente ionizante: peligrosa porque puede inducir a cambios moleculares debido a la gran cantidad de energía almacenada en las ondas de alta frecuencia. Aquí se encuentran los rayos ultravioletas, los rayos X y los gamma.
- Visible: corresponde a los colores del arco iris.
- Radiación no ionizante: este tipo produce efectos térmicos e incluye a los rayos infrarrojos, las microondas y las radiofrecuencias. Los efectos nocivos de este tipo de radiación están sujetos a una amplia discusión y a extensa investigación.
La radiación electromagnética está formada exclusivamente por fotones. Se caracteriza exclusivamente por la frecuencia de dicha radiación que corresponde a su color. La energía de cierta radiación electromagnética depende igualmente de la frecuencia y solo de ésta.
Interacción de los campos electromagnéticos
Los campos electromagnéticos contienen energía y ésta puede ser transmitida a otros elementos que encuentren. La radiación electromagnética corresponde solamente al transporte de energía lumínica en forma de paquetes de fotones.
La energía electromagnética se transmite a baja frecuencia en forma de incremento de la energía cinética media de las partículas con las que interacciona, es decir, simplemente genera calor.
A partir de cierta barrera (que no es progresiva y empieza en la banda del ultravioleta medio) se genera de forma indirecta radiación ionizante, ya que la energía individual de los fotones pueden hacer a los electrones romper su barrera de potencial que los mantiene unidos al átomo.
Posibles efectos dañinos en la salud
Argumentos en contra
- Un campo electromagnético NO es un campo eléctrico ni es un campo magnético. Ningún estudio actual permite establecer un mecanismo de interacción entre radiación electromagnética no ionizante distinto de la transmisión de energía calorífica. Los estudios respecto a las consecuencias de los efectos térmicos en los seres vivos, han sido hasta hace algunos años los dominantes. La utilización de este punto de vista en la regulación respecto a la radiación electromagnética no ionizante se conoce como criterio térmico.
- El campo electromagnético tampoco actúa sobre las partículas de hierro de nuestro organismo que está presente en forma agregada.
- Los estudios que correlacionan la radiación electromagnética no ionizante con daños a la salud presentarían problemas metodológicos. El principal problema de los estudios poblacionales suele ser la aparición de variables ocultas como por ejemplo que las personas que viven cerca de torres de alta tensión pueden ser personas de menor poder adquisitivo que vivan en peores condiciones de salud, higiene y educación.
- Falta establecer los mecanismos causales por el cual la radiación electromagnética no ionizante afecta a los seres vivos. Se señala que este tipo de radiación no interactuaría con la materia, salvo a través de los ya mencionados efectos térmicos
- Los seres humanos hemos estado desde siempre expuestos a la irradiación solar, la que incluye irradiación en gran parte del espectro electromagnético.
- Organismos como la Organización Mundial de la Salud,[1] la Comisión Europea,[2] la Universidad Complutense de Madrid,[3] la Asociación Española contra el Cáncer, el Ministerio de Sanidad y Consumo de España, o el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España[4] han emitido informes que descartan estos problemas.
Argumentos a favor
Desde esta posición la investigación científica ha pasado de señalar que los efectos dañinos no solo serían posibles, sino además probables:
- Algunos estudios poblacionales y epidemiológicos correlacionan significativamente la radiación electromagnética no ionizante con daños a la salud humana. Por ejemplo Horst Eger et al. señalan que la probabilidad de cáncer aumenta en tres veces en la población que vive dentro de un radio de 400 metros de una antena de telefonía móvil en comparación con la población que vive fuera de ese radio.[5] Otro estudio, de Ferdinand Ruzicka, señala que el promedio de vida disminuye en 10 años en los habitantes que viven cerca de una antena emisora de contaminación electromagnética, si se comparan con los que viven lejos de una[6]
- Si bien es cierto que desde siempre hemos estado expuestos a irradiación electromagnética, nunca antes en la historia de la humanidad el fenómeno ha sido tan masivo, tanto en fuentes de emisión (líneas eléctricas, celulares, antenas de telefonía, antenas de WiMAX, WiFI, entre otros artefactos) como en duración. [cita requerida]
- Los estudios que menosprecian los efectos dañinos de la contaminación electromagnética no considerarían los efectos a la exposición a largo plazo y la interacción de múltiples y diversas fuentes de emisión. Además consideran criterios parciales (por ejemplo, el térmico) o no consideran efectos relevantes (por ejemplo la interacción del magnetismo con el sistema inmune)[cita requerida]
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- También existen estudios a largo plazo, hasta 40 años, que no encuentran tal relación. Se trata de estudios tanto sobre usuarios de telefonía móvil,[7] como sobre operadores militares de radar y comunicaciones,[8] o trabajadores de empesas de comunicaciones.[9] Un resumen de diferentes estudios a largo plazo, con resultados en general negativos, puede ser encontrado en The Lancet[10]
Efectos posibles
Dentro de los diversos daños a la salud que se han investigado, se encuentran:[11]
- Efectos térmicos: absorción de calor; se suele considerar que un efecto es térmico si viene acompañado por un aumento de temperatura corporal de al menos un grado. Suceden con intensidades de campo relativamente altas. El resultado es similar al generado por un golpe de calor: incluyen aumento de la tensión sanguínea, vértigo, cansancio, desorientación, cefalea, náuseas y, en casos extremos (con intensidades de potencia mayores que 1000W/m2), cataratas, quemaduras y esterilidad.
- Efectos no térmicos o atérmicos; aquellos que no vienen acompañados por un aumento de temperatura. Se discute si serían causados, en caso de existir, por un mecanismo hasta hoy desconocido, o bien sigue tratándose, en última instancia, de una absorción de calor. Sucederían con intensidades de campo menores y aplicadas durante un largo plazo; entre ellos se incluye cáncer, enfermedades inmunes, cambios genéticos, arritmias cardíacas y daños neurológicos.
Pruebas y cambios en la legislación
Con el auge de la telefonía celular, las preocupaciones comenzaron a surgir, no sólo debido a los efectos que podrían tener en el cerebro de los usuarios, sino también que a medida que su uso se expande, se necesita una mayor cantidad de antenas transmisoras en todo el mundo, lo que lleva a la preocupación sobre la amplitud de los campos electromagnéticos próximos a los transmisores. En Alemania, el Wissenschafts Zentrum Umwelt ha desarrollado un sistema de medición de EMVU, lo que permite que la intensidad de estos campos sea medida con profesionalidad. Se trata de un sistema diseñado para un registro a largo plazo de campos electromagnéticos de alta frecuencia para observar las variaciones de este tipo de emisiones de los transmisores de radio y la distribución proporcional de las emisiones desde diferentes servicios de transmisión.
La preocupación y la alarma social trajo consigo cambios en la legislación de varios países: en 1974 la Unión Soviética fue la primera al aprobar una ley que establece que las líneas de tensión que generen campos superiores a los 25 kV/m deben estar ubicados a no menos de 110 metros de la edificación más cercana.
En Estados Unidos, no existe una legislación federal de salud para el caso de los CEM de 60Hz. Sólo seis estados han establecido estándares en los campos eléctricos de las líneas de transmisión: Florida, Montana, Nueva Jersey, Nueva York y Oregón. Mientras que sólo dos de ellos, Nueva York y Florida, establecieron niveles máximos permitidos para los campos magnéticos en las líneas, bajo condiciones de carga máxima, lo que les permite que las líneas de energía futuras no superen esos niveles.
De acuerdo a un trabajo realizado en 1990 por la International Radiation Protection Association (IRPA) y la International Comission of Non-Ionizing Radiation Protection (INIRC), en los campos eléctricos de 10 a 30 kV/m, la intensidad del campo (kV/m) x hora, no debería exceder los 80 por jornada laboral completa. El cuerpo expuesto a campos magnéticos por hasta 2 horas por día no tendría que exceder los 50 Gauss.
Las directrices establecidas por estos dos organismos están fundamentadas bajo el "principio de precaución" y no siempre se refieren a campos de naturaleza electromagnética.
Efectos en los dispositivos electrónicos
La radiación electromagnética artificial ha aumentado paulatinamente con el desarrollo de nuestra tecnología y se encuentra alrededor de las líneas de energía, herramientas de electricidad, electrodomésticos, y se extiende a varios centímetros, incluso a metros de su ubicación. La contaminación electromagnética también es responsable de la interferencia electromagnética entre dispositivos.
No hay que confundir radiación electromagnética con otro tipo de fuerzas o campos. La radiación electromagnética es eléctricamente neutra, no transporta cargas y está formada por un paquete de una partícula fundamental llamada fotón.
Las líneas de alta tensión son el mejor método de transmisión de energía eléctrica sin pérdida. Es decir, cuanto mayor sea la diferencia de potencial en la transmisión menor pérdida por irradiación tendrá la línea.
La energía transportada obedece a la fórmula E=V*I*t. Es decir, para transportar cierta energía por unidad de tiempo podremos optar por transportarla aumentando su voltaje o bien su intensidad.
La eficacia del transporte en alta tensión queda de manifiesto tanto en la ley de Joule como en la ley de Ampère. La primera dice que la pérdida de energía en un conductor depende del cuadrado de la intensidad. La segunda dice que la pérdida de energía por irradiación depende exclusivamente de la intensidad que atraviesa una sección de conductor y no de su voltaje.
Consejos para disminuir la exposición a los CEMs
- Determinar la distancia a la que se debe encontrar de los emisores de CEMs hasta lograr el nivel de 2,5 mG.
- Reubicar los muebles, especialmente aquellos en los que se está más tiempo, lejos de los emisores de CEMs como la luz fluorescente, calentadores, etc.
- Los dispositivos eléctricos deberían ser examinados con un medidor antes de ser comprados en la tienda y se debería determinar cuáles son los de menor emisión electromagnética.
- Consulte con un electricista calificado que pueda reconocer la pérdida de radiaciones en el hogar.
- En caso de sospechar de la existencia de elevada radiación proveniente de líneas de energía cercanas al lugar de residencia, se puede informar a las autoridades correspondientes para que tomen medidas.
- Reducir la pérdida de radiación del monitor de su computadora. Para ello deberá ingresar al Panel de Control, encontrar “Ver Propiedades” y allí hacer clic en el Protector de Pantalla y marcar la casilla de Espera de Baja Energía. Seleccione la cantidad de minutos para que se active el modo de espera y clic en Aceptar. Con esto, el monitor se apagará en el tiempo determinado, con una salida de radiación cercana a cero cuando no haya actividad en el teclado o el ratón (mouse). Para volver al modo anterior, sólo deberá presionar cualquier tecla o mover el ratón. Esta medida es mejor que los protectores de pantalla, ya que no reducen la radiación o el consumo de energía.
- Disminuir el uso de dispositivos eléctricos inalámbricos y utilizar los dispositivos alambricos
Perspectiva
El tema de la contaminación electromagnética continúa siendo objeto de controversia. Los criterios actuales (principalmente el térmico) no serían los más adecuados para evaluar los impactos a largo plazo en los seres vivos. Las diferentes normativas respecto a los rangos de exposición inocuos presentan una diversidad muy grande. Existe un creciente alarma social, debido tanto al crecimiento exponencial de las antenas en algunas poblaciones, como a la falta de una regulación adecuada y/o clara en algunas zonas. Uno de los temas pendientes, tanto científico como político, refiere a cuales son los límites de exposición inofensivos para los seres vivos, y si los límites actuales son o no adecuados.
Referencias
- ↑ Organización Mundial de la Salud, Mag. Ing. Víctor Ruiz Ornetta, estudio peruano sobre "La telefonía móvil y su salud"
- ↑ Comisión Europea, "Health and electromagnetic fields"
- ↑ Cátedra COITT de la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica de Telecomunicación, Universidad Complutense de Madrid: recopilación de artículos
- ↑ El Mundo, 12 de junio de 2006: "El Supremo rechaza las tesis ecologistas y respalda el despliegue de antenas móviles"
- ↑ Eger, Horst ; Hagen, Klaus Uwe ;Lucas, Birgitt; Vogel, Peter ;Voit, Helmut (2004). «Influencia de la cercanía de una antena de telefonía móvil sobre la incidencia del cáncer (traducido del alemán)». Umwelt-medizin-gesellschaft 17 (4). http://antenano.getxo.googlepages.com/NAILA_esp.doc.
- ↑ Ruzicka, Ferdinand (2007). «Auswirkungen von GSM-Mobilfunkbasisstationen auf die Lebenszeit einer Bevölkerung». Umwelt-medizin-gesellschaft 20 (2). http://www.umg-verlag.de/umwelt-medizin-gesellschaft/207_ruz.html.
- ↑ Johansen, Christoffer ; Boice Jr., John D. ;McLaughlin, Joseph K. ; Olsen ; Jørgen H. (2001). «Cellular Telephones and Cancer—a Nationwide Cohort Study in Denmark». Journal of the National Cancer Institute 93 (3). ISSN 1460-2105, pp. 203-207. http://jnci.oxfordjournals.org/cgi/content/abstract/93/3/203.
- ↑ F.D. Groves, W.F. Page, G. Gridley, L. Lisimaque, P.A. Stewart, R.E. Tarone, M.H. Gail, J.D. Boice, Jr., and G.W. Beebe (2002). «Cancer in Korean War Navy Technicians: Mortality Survey after 40 Years». American Journal of Epidemiology 155 (9). ISSN 1476-6256, pp. 810-818. http://aje.oxfordjournals.org/cgi/content/abstract/155/9/810.
- ↑ Morgan RW, Kelsh MA, Zhao K, Exuzides A, Heringer S, Negrete W (2000). «Radiofrequency exposure and mortality from cancers of the brain and lymphatic/hematopoietic systems». Epidemiology 11 (2). ISSN 1531-5487, pp. 118-127. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/11021607.
- ↑ Rothman, K. (2000). «Epidemiological evidence on health risks of cellular telephones». The Lancet 356 (9244). ISSN 0140-6736, pp. 1837-1840. http://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS014067360003244X/abstract.
- ↑ Riadh W.Y. Habash (2002) (en inglés). Electromagnetic Fields and Radiation: Human Bioeffects and Safety. Marcel Dekker Inc.. ISBN 0-8247-0677-3.
Bibliografía
- The Nontoxic Home & Office, Debra Lynn Dadd, Tarcher Inc. (1992).
- Guía Metodológica para Evaluación del Impacto Ambiental - 3ª edición. Vicente Conesa Fernández-Vitora, Mundi-Prensa (1997).
- “Transporte de la Energía Eléctrica, José Luis Tora Galván, Universidad Pontificia Comillas (1997).
- Electricidad y Radiación, Organización Internacional del Trabajo (OIT). Boletín número 69.
- Resolución Nº 77/ 98, Ministerio de Economía República Argentina. Secretaría de Energía (1998).
Enlaces externos
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