- Dama (ajedrez)
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Dama (ajedrez)
Piezas de ajedrez Rey Dama Torre Alfil Caballo Peón La Dama, también conocida popularmente como Reina (♕ ♛), es la pieza más poderosa en el juego de ajedrez debido a la amplitud de movimientos que puede llegar a realizar, y en el juego vino a sustituir a fines del sigo XV a otra pieza menos poderosa y más antigua llamada Alferza. Cada jugador comienza el juego con una sola Dama, colocada en el centro de la correspondiente primera fila al lado de su Rey. Los principiantes intercambian a menudo accidentalmente la colocación de la Dama y el Rey, por lo que se ha creado la siguiente regla mnemónica: "la Dama en su color". Significa que la Dama blanca comienza en una casilla blanca, y la Dama negra en una casilla negra. En la notación algebraica del ajedrez, la Dama blanca comienza en d1 y la Dama negra en d8. En el shatranj, antepasado histórico del ajedrez, la pieza antecesora de la Dama, llamada Fers o Visir, era mucho más débil que su correspondiente actual, pues sus movimientos eran similares a los del Rey.
Su movimiento moderno se presentó en el siglo XV en Europa. Según Vladimir Vukovic, "la tendencia general a otorgar un desplazamiento más dinámico a las piezas refleja la animación creciente de los movimientos sociales en la Europa de la Edad Media hacia adelante". Otros autores han apuntado posibles coincidencias entre la actividad guerrera de mujeres como Juana de Arco e Isabel la Católica y el incremento de la importancia de esta pieza en el juego. La Dama puede ser movida en una línea recta verticalmente, horizontalmente, o diagonalmente, cualquier número de cuadrados vacantes según lo demostrado en el diagrama anterior, combinando así los movimientos de la torre y del alfil.
Esta pieza es por lo común algo más poderosa que la combinación de Torre y Alfil, mientras que es levemente menos capaz que dos Torres juntas. Debido a que es más valiosa que cualquier otra pieza, es casi siempre desventajoso intercambiarla por otra que no sea la Dama enemiga, a menos que el hacerlo conduzca a una posición donde el rey puede ser objeto de jaque mate.
La Dama está a sus anchas cuando el tablero está abierto, cuando el rey enemigo está pobremente defendido, o cuando hay piezas flojas o volando, es decir, sin defensa, en el campo enemigo. Debido a su rango y a su capacidad de moverse en más de una dirección, está bien equipada para ejecutar ataques dobles, en los que se amenaza capturar (o se da jaque, si se trata del Rey) a dos piezas indefensas a la vez.
Los principiantes a menudo buscan sacar la Dama cuanto antes, en las esperanzas de pillar la posición enemiga e incluso de lograr un jaque mate rápido. Si bien eficaz contra otros novatos, esta estrategia es generalmente desventajosa contra jugadores experimentados. Sin otras piezas de soporte, un ataque de la Dama puede fácilmente ser rechazado. Por otra parte, dado que ésta es demasiado valiosa como para ser intercambiada por otra pieza, un defensor hábil puede a menudo ganar tiempo y espacio amenazando a una Dama expuesta y forzándola a retirarse.
Según algunos autores, la eliminación de las Damas marca a menudo la transición del medio juego al final. Después de que las Damas y algunas otras piezas se han capturado, los Reyes, al estar más seguros, pueden participar más activamente en los acontecimientos, y el foco del juego cambia a una lucha para promover algún peón, generalmente a una nueva Dama. Sin embargo, no es necesario perder a la dama antes de ganar una nueva por promoción. Es así teóricamente posible, aunque improbable, que un jugador tenga nueve Damas al mismo tiempo.
Véase también
Categoría: Piezas de ajedrez
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